viernes, 27 de abril de 2018

JOSE MARIA ORENSE astillerense ilustre












Don JOSE MARIA ORENSE, el 29 de octubre de 1880, murió en el pueblo de Astillero, donde hacia un tiempo venia residiendo y después de una larga y penosa enfermedad.

El domingo a las doce y media fue conducido al cementerio el cadáver del notable don JOSE MARIA ORENSE, marques de Albaida, que tan estimado era en la ciudad de Santander.

El acompañamiento fue numeroso y en él se encontraba personas de todas las clases sociales y de todos los partidos.

Sobre el féretro, y en el coche fúnebre que iba de respeto arrastrado por seis caballos, se encontraba varias coronas fúnebres.

Las cintas del féretro conducido a hombros, las llevaban, don Antonio Maria Coll y Puig, don Santos Landa, don José Maria Herras Valdivielso, don Antonio Fernández Castañeda, don Eduardo Cagigal y don Juan José Oria.

La música de la ciudad seguía el cortejo tocando marchas adecuadas al acto y los balcones estaban llenos de gente.

En el cementerio se pronunciaron varios discursos y se leyó una sentida composición poética.

Puede decirse que Santander entero se asoció ese día de la manifestación profundo dolor que se hacía ante el féretro del inolvidable Orense.

A las diez y media de la mañana la comisión de duelo, compuesto de representantes de los partidos democráticos de esta capital salió en un vapor de La Corconera con dirección al Astillero a recoger el ataúd que encerraba los restos del ilustre finado.

Cada una de las comisiones pertenecientes a los partidos posibilista, democrático-progresista y democrático histórico, llevaba una corona fúnebre con sentidas y cariñosas inscripciones para depositarla encima del féretro.

La comitiva en el Astillero desde la casa mortuoria al muelle de la Corconera, llevando las seis cintas de la caja por los señores, D. Eduardo Cagigal, D. Santos Landa y D. Antonio Fernández Castañeda, como diputados de las Cortés, que presidió el señor Orense y D, José Maria Herras Valdivielso, D. Juan José Oria y D. Antonio Maria Coll y Puig en representación respectivamente de los partidos posibilista, demócrata progresista y democrático-histórico.

En la cámara de primera del vapor quedó cuidadosamente preparada; al fondo un pequeño crucifijo, las cuatro grandes cirios puntualizando el cuadro bien sujetos, para prevenir los movimientos del barco, y por último, el suelo cubierto de lujosa alfombra completaban la severa ornamentación de la cámara mortuoria dispuesta para recibir los restos mortales del fallecido.

La familia había anunciado el duelo omitiendo intencionadamente las señas del domicilio para que fueran los asistentes directamente al muelle.

El comunicado decía así:

"Ruego asistan a la conducción del cadáver desde el muelle de la Corconera, en este pueblo, para ser conducido en uno de estos vapores y enterrado en el cementerio de San Fernando".

El féretro se colocó en el centro de la cámara y a los lados de ésta, sentados en los bancos, los acompañantes muy severamente vestidos y respetuosamente silenciosos durante todo el trayecto, sin oírse más ruido que el de la máquina.

Colado el ataúd en uno de los vapores, en el que también se embarcó la fúnebre comitiva y con otro vapor de respecto, llevando ambos la bandera española y la de la matricula á media asta, hicieron la travesía por mar llegando al muelle de Santander, que estaba lleno de gente, desde las doce de la mañana esperando.

Inmediatamente se desembarcó el ataúd para colocarle en el carro fúnebre y aquí fue donde ocurrió un incidente conmovedor, que prueba de una manera la gratitud que expresaba por el señor Orense.

Cien voces salineros de distintos puntos entra la multitud que rodeaba el féretro, pidiendo que esta no fuera colocado en el coche y otros tantos individuos pertenecientes a la clase trabajadora se presentaron a solicitar la honra de conducirle en hombros.

No quedo más remedio que acceder a tan justísima petición, así como permitir que todos los que lo solicitaron participaran de aquella honra, renovándose de trecho en trecho.

En el momento de partir la fúnebre comitiva la lluvia empezó a ser copiosa, pero no por eso disminuyó la concurrencia. Puede calcularse que caminaban detrás del ataúd más de 4.000 personas, acompañamiento nunca visto en la capital.

Varios amigos cariñosos y entusiastas admiradores del finado, pertenecientes al distrito de la Constitución de esta ciudad, colocaron sobre el féretro en el muelle otra magnifica corona con una inscripción tan honrosa como expresiva.

Todas las calles del tránsito, que fueron muelle de Calderón, plazuela de la Dársena, Atarazanas, cuesta del Hospital y calle Alta, hasta llegar al cementerio, estaban llenas de gente viendo pasar el fúnebre cortejo y todos los balcones de la carrera se hallaban también atentados de personas.

Así llegó al Campo-Santos y colocado el ataúd en la capilla y en medio de mayor recogimiento por parte de todos los que se hallaban presentes hizo uso de la palabra el distinguido catedrático de retórica y poética del Instituto Provincial, don Santos Landa, pronunciando un sentidísimo y elocuente discurso que conmovió profundamente al auditorio.

Sin previo aviso y de una manera espontánea la banda de música de la ciudad, se presentaron acompañar al cadáver en el Campo-Santo, tocando durante el acto algunas marchas fúnebres con la maestría que les distinguían.

Era el señor Orense el noveno marqués de su título y murió tras haber cumplido setenta y siete años. Había nacido en Laredo en el seno de su familia, a la que si sus títulos nobiliarios, ni las preocupaciones de su época, le impidieron abrasar con entusiasmo la causa de las libertades públicas desde los primeros años de la revolución política y social.

Su conducta le valió el destierro, noblemente sobrellevado por la familia del señor Orense, en Inglaterra desde que comenzó la reacción absolutista en 1823. En la vida practica de aquel país fué donde el último marques de Albaida aprendió los beneficios de la libertad que más tarde comenzó a propagar en nuestra país, cuando apenas se comenzaba a sacudir los últimos vestigios del absolutismo.


Biografia:(http://www.ecorepublicano.es/2018/01/jose-maria-orense-1803-1880)

Don José Maria Orense y Milá de Aragón, Marques de Albaida, fue un político español, nacido en Laredo, el 14 de octubre de 1893. Era hijo de Francisco Orense, octavo marqués de Albaida, y de Concepción de Herrero. Estudió las primeras letras en Bilbao y Filosofía en la Universidad de Oñate.

En 1820 se inscribió en la Milicia Nacional Voluntaria de Laredo, con la que hizo diversas salidas contra las facciones, entre ellas la de Cuevillas. En 1823 emigró a Inglaterra: discretamente socorrió a algunos compatriotas. En 1827 se casó en Londres, con Gertrudis Liyaur, dama bella y adinerada. Viajó por Inglaterra y por los Estados Unidos.

Regresó a España con la amnistía y fue elegido, el 18 de noviembre de 1833, diputado de la Junta de armamento y defensa de Santander.

Complicado, en 1834, en la llamada "Conspiración Isabelina", fue condenado a las cárceles de Madrid, y al poco tiempo liberado. Colaboró por entonces en El Duende liberal y en el Tribuno, por lo que fue de nuevo apresado el 17 de noviembre de 1836; se trataba en realidad de un asunto semejante al de 1834; la defensa de la Constitución de 1812 era asimilada por las autoridades al republicanismo. Regreso entonces a Santander, pero ante la presencia de bandas carlistas optó por trasladarse a Francia. En su persecución, las tropas liberales quemaron las ferrerías que Orense poseía en Santander.

El 7 de octubre de 1841 se halló en Madrid entre los defensores de la ciudad. El 27 de marzo de 1842 presentó un informe sobre el arreglo del sistema tributario, primera producción suya. Diputado por Palencia en la segunda legislatura de 1843, siguió representando a la provincia de 1844 a 1846, 1851-1852, 1854-56 y 1873-74, y a Santander en 1847-1850. De talante progresista, publicó en Madrid, en 1847, su programa de gobierno: ¿Qué hará en el poder el partido progresista?, al que siguieron sus folletos contra el Concordato: ¿A qué viene el Sr. Brunelli? y El Concordato, ambos editados en Madrid, en 1847. En 1848 dirigió el intento revolucionario de Madrid, al frente de ochocientos hombres y cantando la Marsellesa. Esto le valió el epíteto de El Mazzini español y la obligación de emigrar a San Juan de Luz. Publicó en Pau (1848) A L'Assemblée Nationale, y en julio de 1849, en carta desde Biarritz a Balart y Nemesio Fernández Cuesta, se considera a sí mismo "republicano y librecambista, enemigo del socialismo y contrario a la farsa de la Monarquía constitucional".

Volvió a España en virtud de la amnistía de 1850, pero fue de nuevo encarcelado por sus ataques a Narváez e, indultado en 1851, se exilió en Bruselas. Preparó allí sus obras Demostración de que las reformas propuestas por Orense están ya ensayadas (Bruselas, 1851), Sres. electores del distrito de Palencia (Bayona, 1851), Sistema del gobierno español en materia de elecciones (Bayona, 1851) e Historia del partido liberal en España, Introducción (Bruselas, 1852), con traducción francesa. La policía española le acosó en Bayona, con lo que Orense se quejó ante las Cortes en 1853. Insistió en su programa republicano individualista durante la revolución de 1854, y publicó luego Los Fueros (Madrid, 1859), La democracia tal cual es (Madrid, 1862), Treinta años de gobierno representativo en España (Madrid, 1863) y Programa democrático (Madrid 1864). En 1866 fue elegido presidente del comité democrático de Madrid, pero la jornada del 22 de junio le obligó a emigrar otra vez y no regresó a España hasta la Revolución de 1868.

Fue presidente del comité electoral republicano y diputado a las Constituyentes por Valencia. Publicó  entonces Ventajas de la Republica federal (Madrid, 1870) folleto con el que trataba de combatir la empleomanía y pedía el paso de manos privadas del patrimonio real, las minas y los montes, los baldíos y los realengos (folleto publicado primeramente en el periódico republicano de Madrid La Igualdad). No obstante, este título, en lo social su programa resultaba contraproducente, pero lógico con la evolución del siglo. Su último título fue Derecho público republicano democrático federal (Bayona, 1870). Este mismo año, al proclamarse en Francia la República, quiso organizar una legión de correligionarios españoles para ayudar al vecino país.









viernes, 20 de abril de 2018

FERNANDO GARCIA LORENZO "El Gavilán"






Selección Española en un amistoso contra el Zidenice de Checoslovaquia en el Metropolitano, el 8 de enero de 1936.
Parados: Bienzobas, Ipiña, Vantolrá, Ciriaco, Guillermo Eizaguirre, Amadeo Garcia Salazar (seleccionar), Luis Regueiro, Fernando Garcia, Emilín y Campanal.
Abajo: Rafa Greño (masajista), Pedro Regueiro, "Chamaco" Urquiaga, Quincoces, Isidro Lángara, Herrerita y Conde (masajista)





Racing de Santander





Fernando Garcia Lorenzo, nació el 18 de diciembre de 1912, en Astillero, sus padres don Fernando Garcia y doña Modesta Lorenzo.
Eran seis hermanos, Filomena, Teresa, Hilario, Modesto, Marce y José.
Su padre Fernando Garcia Ramos, fue presidente del Unión Club y socio honorifico del club. Medalla al Mérito Deportivo.
Su hermano Modesto, fue jugador del Unión Club, Tanagra y Racing de Santander.
Hilario, también fue jugador unionista.



Sus primeros años fueron en el Infantil del Unión Club de Astillero. En las fechas de marzo de 1929, había participado en el Torneo de "El Cantábrico", contra varios equipos de la provincia.
La habitual alineación de ese equipo era:  Eduardo Compostizo; Antonio Gomez y Rodrigo Vega; Hilario Garcia, Fernando Garcia y Manolo Lombo; Víctor Cavia, José Giraldez, Manuel Bádenes, Florentino Mata y Ramón Alvarez.
Tenía 16 años y empezaba a destacarse entre estos juveniles.



En la temporada 1929-1930, subió al primer equipo del Unión Club. Uno de los primeros partidos que jugó fue contra la Cultural de Guarnizo,  el 12 de enero de 1930.
Jugaron este encuentro: Arteche; Peña y Santos; Cobo, Garcia, Tamayo; Castillo, Moncada, Cavia, Mata y Benavente.



El 15 de noviembre de 1931, ficho por el Racing de Santander. El joven Garcia había destacado por su fortaleza física en el encuentro jugado entre el Unión Club y el Racing de Santander en el Campeonato Regional  días antes y con victoria de los astillerenses.
El día 22 de noviembre de 1931,  debuto en el primer partido de la temporada del Campeonato Nacional de Liga de Primera División , en Vitoria,  contra el Alavés. Su brillante actuación colaboró al triunfo racinguista por el resultado de dos a cero.
La alineación de este encuentro fue: Solá; Ceballos, Mendaro; Ibarra, Garcia, Larrinoa; Santi, Loredo, Telete, Larrinaga y Cisco. Entrenador: míster Robert Firth.
En 1932, se fue cedido al Sestao cuando este equipo le proporcionó un trabajo en los talleres de los Altos Hornos, pero el equipo santanderino, tras la lesión del jugador Baragaño, le requirió con urgencia para el equipo
Estuvo en las filas racinguistas hasta la temporada 1935-1936.
Nando Garcia estaba designado por el seleccionador nacional para participar en el Mundial de Italia de 1934, pero una lesión de menisco se lo impidió.
De su etapa racinguista se le recuerda un partido que en diciembre de 1935, jugó en Chamartín contra el Real Madrid, donde los santanderinos ganaron por 3-4 y Nando salió del campo a hombros portado por un grupo de aficionados racinguistas.
Siendo jugador racinguista, fue convocado por la selección nacional española, para jugar el encuentro entre España y Austria, con derrota española por 5-4.
Era su primer partido internacional y le costó más de una lágrima por la derrota.
El encuentro se jugó el 19 de enero de 1936, en el estadio Metropolitano y el equipo español formó:
Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Regueiro P., Nando Garcia, Ipiña; Vantolrá, Regueiro L., Lángara, Iraragorri y Emilín. Zabalo sustituyo a Quincoces a los 20 minutos.



Por mayo de 1936, el directivo del F.C. Barcelona, Pepe Samitier, había iniciado las negociaciones para adquirir el medio centro santanderino Nando Garcia.
Noticias que llegaron a Astillero y las niñas pequeñas del pueblo solían cantar:
"Los faroles de Astillero
ya no quieren alumbrar
porque se marcha Garcia
al Barcelona, a jugar"
El 30 de junio de 1936, el F.C. Barcelona. se presentaba a su público en Las Corts, en partido amistoso contra el Racing de Santander..
El  F.C. Barcelona hizo la presentación de sus nuevos jugadores, entre ellos, el centro medio Garcia del Racing de Santander.
La alineación barcelonista fue: Urqueaga; Areso, Vayo; Argemí, Garcia, Pedrol; Torreflot, Vigalba, Gual, Fernández y Munlloch.
Los racinguistas; Trigo; Ceballos e Ilardia; Trigo, Germán e Ibarra; Cuca, Milucho, Chas, Larrinaga y Cisco.
Destacaron por el Racing, Larrinaga y Germán. Y por el Barcelona, Pedro, Munlloch, Urqueaga, Garcia y especialmente Villalba.
El traspaso al Barcelona, se hizo por veinte mil pesetas.
Al iniciar la Guerra civil en España, se paralizó los campeonatos de futbol y el club Barcelona tras participar en el Campeonato de Cataluña y la Liga Mediterránea, hizo una gira por América en junio de 1937.
Durante la gira y las noticias llegadas de España por esas fechas, varios futbolistas del equipo barcelonista, aprovecharon para quedarse provisionalmente en el extranjero y estos fueron: Nando Garcia, Vantolrá, Urquiaga, Gual, Iborra y Pedrol, que eligieron México.



El astillerense, ficho contrato por el equipo mexicano Asturias en 1938. Con este club consiguió el título de Liga de la temporada 1938-1939, siendo su primer triunfo de sus palmarés y fechas después agredió durante un encuentro al árbitro español De la Osa. La Federación Mexicana le castigó con un año de suspensión.
Ese año fue considerado el mejor medio por la afición mexicana  con 19.489 votos (concurso realizado por el periódico La Afición)
El dueño del equipo Atlante, general Núñez, le propuso jugar en su equipo asegurándole la anulación del castigo y Nando aceptó la oferta.
En el Atlante el jugador cántabro fue elogiado por la crítica deportiva considerándole el mejor medio centro del país.
Con el equipo azulgrana conquisto dos Copas de México en 1940 y 1942.
En 1940 fue contratado por el Vélez Sarsfiel de Argentina y después se fue al San Lorenzo de Almagro de Argentina, para regresar de nueve  a México y jugar en su antiguo equipo el Atlante, en 1942.
Allí en México un periodista le apodó "El Gavilán", por la forma en que extendía los brazos para proteger el balón.
En 1942 probó suerte en el potente e histórico San Lorenzo de Almagro, donde coincidió con los españoles Lángara y Zubieta.
El equipo argentino organizó una gira por México y jugaron un partido amistoso con el Atlante.
El encuentro se disputó el 8 de febrero de 1942, en la ciudad de Irapuato y fue histórico para el futbol mexicano, porque por primera vez uno de sus clubs derrotó a otro argentino. El Atlante formó aquel día con: Estrada, Medina, Benjamín, Bush, Nando Garcia (cedido por el San Lorenzo), León, Vantolrá, Tomás, Regueiro, Mendoza, Hult y Munloch.
Fue victoria del Atlante que se impuso por 5-3. El astillerense volvió a salir a hombros de un campo de futbol y el Atlante ofreció al San Lorenzo 12.000 pesos mexicanos por Fernando Garcia, que se convirtió en el fichaje más caro por un futbolista en México.
En 1944, se incorporó al potente España, que reunía un plantel de excelentes jugadores y que conquistaron un campeonato de Liga.
La alineación del famoso España conocido como "la aplanadora" estaba compuesta por Sanjenis, Laviada, Aedo, Cubanaleco, Nando Garcia, José Antonio, Quezada, Moreno, Lángara, Iraragorri y Septién.


  
A finales de diciembre de 1945, vino a visitar Astillero y a sus familiares. Aprovecharon su llegada para solicitarle que jugase el encuentro de homenaje al Unión Club, en el partido entre el Rayo Cantabria y el Unión Club en el Sardinero.
En la alineación de los astillerenses jugaron: Martinez; Casuso, Cavadilla; Modesto, Nando Garcia, Felipe; Huidobro, Teja, Huchi, Mariano y Cubano, en la primera parte.
En la segunda parte: Bada; Casuso, Astobiza II; Modesto, Garcia, Huchi; Antonio, Teja, Felipe, Astobiza II y Cubano.
Cuando vino pertenecía al España, de Méjico, campeón dos temporadas de la Primera División de Liga y el club al que pertenecían también los españoles, Cilaurren, Lángara, Emilín y Iraragorri.
Por esas fechas, a pesar de estar en Méjico, reglamentariamente pertenecía al Barcelona y que seguía manteniendo contacto con el club catalán por si tuviese que regresar de nuevo a España.
En su regreso a su pueblo natal, se encontró emocionado y decía que cuando se marchó dejo un sobrino y que ahora se encontraba con cuatro más. Fueron muchas las atenciones que recibió durante esos días.
Durante su estancia en España, se puso en contacto por telegrama con Samitier y el secretario técnico del club, para revisar de nuevo el contrato que había firmado en el año 1936 y que él deseaba una mejora económica.
En julio de 1946, decide no volver a Méjico y firma por el Barcelona, por una temporada y por cincuenta mil pesetas, dos mil de sueldo mensual y primas.
En 1946 se incorporó de nuevo al Barcelona, pero al año, decidió viajar de nuevo a Méjico, donde continuo su carrera deportiva en el equipo España y luego en el Marte.



Su último equipo fue el Irapuato de Méjico, donde hacia la función de jugador y entrenador en la temporada 1952-1953. Se retiró con 38 años.
Como técnico, dirigió sin éxito a los siguientes equipos de primera división: Marte (1952-1953), Toluca (1953-1955), Irapuato (1956-1957), Morella (1957-1958), Irapuato (1960-1962), Zacatepec (1962-1963), Toluca (1963-1865), Oro (1965-1966), Torreón (1969-1970) (en dupla) y Torneo México 1970 y Veracruz (1970-1971)
En segunda división: entreno a los equipos Zacatepec, Poza Rica, Pachuca, Córdoba y Naucalpan.
En tercera división. únicamente al equipo Irapuatense.
En el equipo Irapuato, donde se le tenía cariño a Nando Garcia, consiguió salvar dos veces del descenso a segunda división y clasificándole en los puestos de arriba.



(del Albúm de Fernando Garcia en el Museo y 
Salón de la Fama del Club Deportivo Toluca)




(fotos cedidas por cortesia del historiador del fútbol méxicano, Carlos Calderón Cardoso)


 (Del Albúm de Fernando Garcia en el Museo y Salón de la Fama del Club Deportivo Toluca)

  
En junio de 1955, volvió a visitar a Astillero y se le preparó un partido homenaje a él y a su paisano, Paco Gento.
Nando Garcia se encontraba en gira por varias provincias españolas, con el objetivo de "ojear" jugadores nacionales para contratarles y reforzar al Club Toluca, de Méjico, del cual era preparador.
El 3 de julio de 1955, se celebró el partido homenaje a estos dos grandes deportistas, en los campos de Astillero, entre los equipos Unión Club y la Cultural de Guarnizo.
Por el Unión Club formaron: Pepín; Tomás, Macario, Lanza II; Nando Garcia, Huchi; Vidal, Lezcano, Tito, Monar y Cosio. En la segunda parte Marquitos.
La Cultural de Guarnizo: Barcena; Canales, Casuso; Nache, Lanza, Mendi; Torre, Cubano, Cholis, Gento y Porro. En la segunda parte: Chiqui Bolado, Gento II y Varillas.
Otra visita fue la de mayo de 1958, ya con 43 años, acento azteca y aún soltero.
Venía principalmente a visitar a sus padres y familia y poder contratar algún jugador interesante para su equipo.
Los periodistas tuvieron la oportunidad de entrevistarle y les dijo:
" Desde hacia catorce año, se estableció en la capital de Méjico, con un bar-restaurante "El Palas" en sociedad con un valenciano.
En 1952 se retiró del futbol como jugador, pero el Club España le reclamó de nuevo. Volviendo a jugar una temporada más, para retirarse y dedicarse a entrenar.
Empezó con el Irapuato, de segunda división. Después preparo el Toluca, equipo que presidia el montañés, Luis Gutiérrez Dosal y con el que consiguió sus mejores éxitos en Méjico.
Su éxito más grande de entrenador, fue la victoria  en una serie de partidos internacionales contra el Vasco de Gama, que llevaba treinta y seis partidos sin conocer la derrota. En Méjico jamás habían llevado en hombros a un entrenador hasta aquel día, que le dieron seis vueltas por el campo y le regalaron un reloj de oro.
En el  año 1952, entreno al Morelta, de la provincia de Michoacan, salvándole del descenso.
Cuando volvió  al Barcelona en 1946 al que pertenecía, desde 1936 y que abandono para hacer una gira por Paris, Habana, Méjico y Nueva York, pero en el primer partido se lesiono en la rodilla. El segundo lo jugó con catorce puntos en el muslo y el tercero con cuatro grapas hasta que Guimerana del Coruña le lesionó del menisco.
Ante tanta desgracia decidió abandonar el futbol y volver a Méjico para atender mejor su negocio.
Empezó jugando en La Planchada de Astillero, después se paso al Infantil del Unión Club, siendo finalista en la serie B (de 12 a 14 años), en el Campeonato que organizaba "El Cantábrico".
Más tarde jugué en el primer equipo del Unión Club y en 1931, el difunto canónigo don Servando, tan ligado al Racing, me invito a firmar por este equipo debutando con un triunfo en Vitoria.
En este partido gane las primeras cien pesetas. y después fui traspasado al Barcelona, siendo por entonces presidente José Maria Cossio.
Sus mejores momentos deportivos, fueron primero cuando fui campeón con el Infantil del Unión Club en el Campeonato del "El Cantábrico", cuando debute con el Racing, cuando con este equipo vencí al Madrid en Chamartín, por 4-2 y los montañeses que allí se encontraban me llevaron en hombros por el Paso de la Castellana y por último cuando vestí los colores del equipo nacional contra Austria, en el Metropolitano.
Los peores, cuando a los once años me rompieron una pierna y cuando en 1933, jugando un partido amistoso en Sama de Langreo, al lesionarse le dijeron que quedaría inútil para el futbol ".



"El Gavilán" como se le llamaba en Méjico o como Monti - ¡hala Monti! -como le animaban en el Sardinero de sus grandes tardes los que tuvieron la ocasión de verle jugar defendiendo los colores del viejo Racing, con aquella pasión y entusiasmo con que él siempre lo hizo.
Fernando Garcia Lorenzo, era conocido como Nando Garcia o simplemente como Garcia, en las alineaciones de sus equipos.
En las visitas que hacia Nando Garcia a Astillero, era un acontecimiento su llegada, todos sus vecinos deseaban saludarle y hablar con él y que mejor era acercarse al Bar El Titi, para verle.


El 13 de agosto de 1995, en Astillero,  se homenajeó al que fuera jugador internacional, Nando García "El Gavilán".
El acto comenzó con la interpretación del himno de la S.D. Unión Club por parte del Coro Astillero-Guarnizo, a continuación tras un breve discurso del presidente de la Peña de Veteranos del Unión Club, Enrique Alonso y los hermanos de Nando García, descubrieron el monolito de mármol, realizado por los alumnos de la Escuela-Taller de Astillero, colocado en el interior de los campos de Sport.



(fotos cedidas por Enrique Curto)


Después el presidente del Unión Club, Federico Díaz, agradeció a la Peña de Veteranos la organización de este homenaje y a los hermanos de Nando Garcia su presencia en el acto.
Cerró la ceremonia el alcalde de Astillero, Ignacio Diego que en nombre de la Corporación Municipal se había unido al homenaje.
Después se celebró el anunciado partido entre los equipos del Real Racing Club y un combinado de jugadores del Unión Club y la Cultural de Guarnizo.
Por el equipo racinguista jugaron: Pinillos, Torrecilla, Roncal, Zigmantovich, Neru, Nené, Villabona, Ismael, Munitis, Iván y Diego. A lo largo del partido se incorporaron a la formación, Mario, Quique y Torre.
Por el combinado: Alberto, Julián, Mauri, Roberto, Dani, Galán, David I, Artabe, Raul, Oscar y Pepe. En la segunda parte se incorporaron, David II, Rubén, Toño, Liaño, Quintanal y Fidel.
El resultado del partido fue tres a cero a favor de los santanderinos, con goles de Ismael, Diego y Quique Setién.
Fue de agradecer el detalle de los Veteranos del Unión Club por haber organizado el homenaje y recordar la memoria del gran jugador que fue Nando Garcia.


Murió en Astillero, el 2 de junio de 1990.







Mi padre, tuvo la suerte, de jugar con él,  en los Infantiles del Unión Club.








Tengo que agradecer por su amabilidad y atención al historiador Carlos Calderón Cardoso, el haber facilitado información y documentación de Fernando Garcia. Es la persona que mejor conoce el historial de nuestro paisano Nando.





viernes, 13 de abril de 2018

DON PABLO TARRERO RIVERO astillerense














Don Pablo, nació en Astillero, el 15 de noviembre de 1912.

Sus mejores recuerdos, los recuerdos de la niñez, de su primera juventud, estaban entrañablemente unidos a su pueblo Astillero y a los muchos y buenos amigos que mantuvieron amistad con él.

Su padre era maestro en las escuelas nacionales y posteriormente director administrativo de "Talleres de Astillero, S.A.".

Cuando era un chiquillo sentía afición por las cosas del mar, por trabar conocimiento con las gentes que, en movimiento constante, arribaban o zarpaban en buques hacia pueblos diferentes hablando idiomas diferentes.

El "cargadero de la Correa" sabe bien del tiempo que el pequeño Pablo pasaba allí, hora y horas, conversando, aprendiendo, con los marinos ingleses su lengua.

Era la época del mayor auge de El Astillero. Cuando no sólo los Talleres propiamente dichos cantaban su canción al trabajo, sino también las minas produciendo a un máximo rendimiento.

Por entonces la vida de Astillero era muy animada. El ajetreo de barcos era constante y, como la juventud no tenían a su disposición la cantidad de lugar de diversión que hoy se posee.

Había entonces un club deportivo en el que se practicaba mucho atletismo, otro club de piraguas, con excursiones santanderinas, un cuadro artístico magnifica y carreras ciclistas.

De esa convivencia con los marinos, su inglés era perfectamente inteligible, ya podía conversar de manera muy cumplida con ellos.

Para completar su formación, durante cuatro años y en el colegio de los Padres Paules de Limpias, realizo sus estudios mercantiles. Terminado éstos, marcho a completarlos a Londres, en la Escuela Pittemans.

Un año más tarde regresó a España, puesto que se creía especializado y con el idioma bastante más pulido que el que aprendió a viva voz, tan solo, en Astillero.

Nada más llegar, ingresó en el Banco Santander.

Por entonces el Banco, tenia 130 empleados, tanto en la central como en las dieciséis sucursales (Espinosa de los Monteros, Osorno, Panes, Lanestosa). Los depósitos del Banco sumaban por aquella fechas, sesenta millones de pesetas.

Su sueldo inicial fue de cien pesetas al mes, a sus diecisiete años; era el año de 1929, como auxiliar administrativo.

Un año más tarde, en 1930, con motivo de la primera reglamentación de Banca, dobló su sueldo, doscientas pesetas al mes.

En 1934 abren concurso para proveer la plaza de secretario de la dirección general, que entonces se acababa de nombrar en la persona de don Emilio Botín y la gana.

Su inglés aprendido de los marinos mercantes y perfeccionado más en Londres, fue pieza básica para conseguir el puesto.

Por entonces no eran muchos los que sabían idiomas, Tuvo también que aprender taquigrafía y para ello, daba clase diaria a las ocho de la mañana en Santander, trasladándose desde Astillero a Santander, en el tren que salía del pueblo a las siete.

En 1940 se caso con doña Rosa Vega de la Cantolla, astillerense.

Fue padre de cuatro hijos, tres chicos y una chica.

Su historial en el Banco, fue pasar por diferentes puestos de la Entidad a ser el principal colaborador para  desarrollar los planes de la Presidencia.

Ello le lleva a viajar por todo el mundo y ser la persona representativa más importante del Banco después de Don Emilio Botín.

En el año 1942 paso a ocupar la dirección de sucursales en el momento en que el Banco inicio su expansión por toda España.  Su conocimiento llego a conocer toda la Organización de las 236 oficinas que tenia por entonces el Banco.

Más tarde, en reconocimiento a esa actividad y a su valía, ascendió a Subdirector General del Banco, y en abril de 1950, el Consejo le nombra Director General.

En 1957, es nombrado Consejero, y en 1964 se le designa Vicepresidente Segundo en su Consejo, sin perjuicio de continuar desempeñando la dirección general de la empresa, pasando a ser, en 1967, Consejero-Delegado del Banco y miembro de la Comisión Ejecutiva.

Llegando a septiembre de 1971, a ocupar el puesto de Vicepresidente Primero.





El 15 de agosto de 1961, la Corporación Municipal de Astillero, en sesión extraordinaria celebrada el día tres de agosto, acordó por aclamación nombrar Hijo Predilecto de Astillero a don Pablo Tarrero Rivero, en atención a sus méritos y circunstancias que en él concurren y como testimonio de cariñoso afecto y sincera gratitud a los que se ha hecho acreedor.

Don Pablo siempre había mantenido su vinculación con su pueblo, hasta el punto de que todos cuantos problemas le habían llegado de su vecinos, han merecido por su parte la más calurosa acogida, siendo de dominio público su permanente preocupación por la juventud, a la que unas veces en la propia empresa del Banco, y otras en las más diversas de esta provincia, ha resuelto su porvenir, procurándoles empleos de toda índole, igualmente patente su interés por dar solución a múltiples y no pequeñas dificultades de índole económica de numerosas familias de la localidad.

En el aspecto industrial, vino demostrando constantemente su preocupación por que la juventud del pueblo, alcance la cultura más adecuada y alta posible, habiéndose de señalar su interés por favorecer a los que careciendo de medios económicos, se han distinguido por su capacidad intelectual.

En prueba de ello, había que señalar la fundación de varias becas para estudios de Enseñanza Media y de Escuelas Especiales, e incluso de estudios superiores para alumnos de las Escuelas Nacionales de la localidad, más distinguidos.

En el campo espiritual, se sentía ligado constantemente a la Parroquia de su pueblo, sus aportaciones económicas y su interés por su desenvolvimiento espiritual y religiosos, fueron decisivos en este orden de cosas.

A las doce, en el Ayuntamiento, tuvo lugar un breve acto, en el curso del cual se dio lectura al acuerdo y texto del expediente abierto por el Municipio astillerense para la concesión al señor Tarrero Rivero del título de hijo predilecto.

Los asistentes al acto se trasladaron seguidamente a la Iglesia parroquial, donde se dijo una misa cantada por el coro parroquial.

A continuación en la Planchada, tuvo lugar el acto de descubrir una lápida que da el nombre de don Pablo Tarrero a una artística fuente.

En el parque se inauguró también una fuente, la cual, desapareció con el tiempo y fue sustituida con un monumento que hoy existe, de don Pablo, en un lugar privilegiado con vistas a la ría y el fondo Santander.

El monumento corresponde a la escultura de bronce, obra del escultor José Antonio Barquin Ruiz, realizada en 1998

Finalmente el alcalde de Astillero le entregó a don Pablo un artístico pergamino que recoge el contenido del acuerdo municipal nombrándole hijo predilecto de Astillero.

El día 15 de agosto, con motivo de las fiestas de Nuestra Señora, en los campos de Astillero, se le tributó un homenaje a Don Pablo Tarrero, celebrándose un partido amistoso entre un combinado del Racing-Rayo contra el Unión Club.

Antes de dar comienzo el encuentro, los jugadores de ambos conjuntos se alinearon en el centro del campo y con asistencia de representaciones del Ayuntamiento de Astillero, del Real Santander y directivos del Unión Club, por el presidente de éste, don Emilio Fernández, se impuso la insignia de la Sociedad de esmalte y oro, a don Pablo Tarrero, quien agradeció tal distinción.

El capitán Campín acompañado del otro capitán, Santamaria, fueron al palco presidencial para entregar un precioso ramo de flores a la esposa del homenajeado.

El Gobierno a propuesta del ministro de Hacienda, en Decreto del 11 de octubre de 1969 y como premio a sus merecimientos, se le concedió, la Gran Cruz de la Orden del  Merito Civil.

En 1986, en el Consejo de Administración del Banco Santander, seguía en el cargo de Vicepresidente primero de la entidad, de carácter honorifico don Pablo Tarrero, que compartía el puesto de consejero delegado con el presidente.

Don Pablo Tarrero Rivero, murió en Madrid, el 23 de septiembre de 1988.














viernes, 6 de abril de 2018

BUQUE SAC-5 en Astillero





SAC-5 en reparación en el Taller del Astillero S.A. 
de Astillero (Foto Araúna)










El 27 de junio de 1945, se hizo la entrega del barco "SAC-5" a la Sociedad Anónima Cros,  por los Talleres del Astillero, S.A.

Al acto asistieron el jefe provincial Gobernador Civil, don Joaquin Reguera Sevilla; delegado provincial sindical, don  Felipe Arche; delegado provincial de Trabajo, don Vicente Diego Bedia; ingeniero naval, don Valeriano González; ingeniero inspector de buques de la provincia, don Ricardo Iglesias; ingenieros de la Junta de Obras del Puerto, don Francisco González Lacasa y don Jesus González Garcia; inspector del Consejo Ordenador de Construcciones Navales Militares, don Laureano Menéndez; director del Banco de España, don Alejandro R. de Valcárcel; interventor de la misma entidad, con José Carriles; director del Banco de Bilbao, don Santiago Barbier; abogado don Victoriano Sánchez; don Julio Madroña; alcalde de Astillero, don José Solana; párroco del pueblo, don Francisco Martinez, jefe local de Falange, don Francisco Buenaga; don Juan Correa gerente de Transportes Aduanas y Consignaciones S.A., en representación de la Sociedad armadora del buque "SAC-5" y otros invitados.

Todos ellos fueron recibidos amablemente y acompañados en la visita que hicieron al barco y a los talleres por el director gerente de éstos, don Casimiro Tijero Noriega y el director técnico, don Ricardo Gutiérrez.

El barco se encontraba amarrado en un lugar continuo a los Talleres y preparado para venir a Santander en ese día.

En el año 1938, el SAC-5, fue hundido por una bomba de aviación en San Feliu de Guixols. Quedó debajo del agua hasta la cubierta durante cuatro años, enteramente destrozado, y allí hubiera permanecido indefinidamente si no le hubiese puesto a flote la Comisión de Salvamento de Duques creada por el Gobierno del Estado para salvar todos los barcos hundidos durante la guerra. Ocurría esto en el año 1942, quedando el buque a flote de una manera provisional y arreglado de igual forma para llevarle al puerto de Barcelona, donde se hicieron cargo del buque los Talleres del Astillero, cuyo personal le reconoció minuciosamente y le hizo una reparación, que era necesaria para poder traerle remolcado hasta Astillero y meterle en su dique, donde había de ser enteramente transformado por encargo de la Sociedad Anónima Cros.

Por entonces era gerente de los Talleres, con Casimiro Tijero, montañés que puso su vida al servicio de la Industria, consiguiendo montar y poner en marcha esta factoría, que era una de las más principales de España y cuya labor se dedicaba fundamentalmente a la construcción y reparación de buques, material ferroviario, tractores agrícolas y, en general, a todas transformación metalúrgica.

La reparación que sufrió el "SAC-5" en Barcelona, se dedicó a enderezarle y empalmarle de nuevo y en seguida se verificó su remolque en un viaje muy accidentado, corriendo gran riesgo en los últimos momentos y teniendo que entrar de arribada en varios puertos a causa de los temporales que le cogieron en la travesía, que duró 24 días, siempre a remolque del "Sac-2" de la misma Empresa.

Cuando el barco llegó a Astillero para entrar en dique, presentaba un aspecto totalmente ruinoso, por su larga permanencia debajo del agua, desprovisto de toda obra muerta y superestructura, habiendo sufrido inclusive la rotura de la bancada de la máquina principal.

Quién vio aquel barco y después verle, apreciaron la labor formidable de los Talleres del Astillero.

En ella, se emplearon 720 toneladas de material, constituyendo este trabajo la reparación del buques más importante que se ha efectuado hasta la fecha en la Montaña. Al "SAC-5" le fueron modificados enteramente la distribución y estructura, convirtiéndole en un barco moderno, comparable a cualquier de nueva construcción, siguiendo todos los deseos de la Empresa armadora, que quería que sus barcos estarían perfectamente acondicionados y reunarian las mayores comodidades para su tripulación.

El propio Gobernador y demás personalidades visitaron con detenimiento el "SAC-5" recorriéndole en toda su extensión y admirando la comodidad y belleza de sus cámaras, comedores, máquinas, bodegas, salas de oficiales y de maquinistas, sacando todos de la visita la más agradable impresión.

Después fueron recorriendo los talleres donde las autoridades, jerarquías e invitados pudieron observar la gran variedad e importancia de los trabajos que allí se desarrollaban y entre los que figuran cuatro remolcadores de 300 HP, encargados por el Consejo Ordenador de Construcciones Navales Militares; una serie de nueve barcos pesqueros de doscientas toneladas y una gran partida de placas giratorias y puentes transbordadores de locomotoras para la Renfe, vagones de ferrocarril de vía ancha y 20 toneladas conjunto que refleja bien la labor realizada por el acierto y gestión de don Casimiro Tijero, al enfrente de los Talleres del Astillero y continuada por el actual presidente de la Sociedad, con Eugenio Pereiro.

Seguidamente el Gobernador Civil dirigió unas palabras a todos los que habían participado en la obra del barco, felicitándoles especialmente a los obreros y sus técnicos.

Terminada la visita al "SAC-5" y a los talleres, las autoridades y demás invitados fueron obsequiados con un vino español, servido por don Julián Gutiérrez.

Al final el señor Reguera Sevilla y demás asistentes al acto felicitaron a don Casimiro Tijero y a don Ricardo Gutiérrez, el magnífico trabajo llevado a cabo, que colocaba a Astillero en los primeros planos de la construcción naval

Este barco, dejó de navegar en 1964.