El domingo 28 de julio de 1935,
estaba anunciado el Gran Concurso Nacional de Orfeones en Castro Urdiales.
Existía una gran expectación en
Castro Urdiales y en otras localidades como Bilbao, Baracaldo, Astillero y Torrelavega,
que se presentarán con sus orfeones.
Tomarán parte el Orfeón Baracaldés
de Baracaldo, Orfeón Republicano de Bilbao, Orfeón de Astillero-Guarnizo,
Sociedad Coral de Torrelavega y Orfeón Ovetense de Oviedo.
Este acto artístico tuvo gran
importancia para los buenos aficionados, por la variedad que ofrecía el
programa.
Todas las masas corales que
acudieron, además de las obras libres, interpretaron como obra obligada,
"Boda sonada" del joven músico castreño Arturo Dúo Vital, ex director
de la Sociedad Coral de Castro Urdiales.
Dichas corales estaban compuestas
por más de cien cantantes.
Casi todos orfeones eran esperados
el domingo al mediodía y la fiesta tendría lugar a las cuatro y media de la
tarde, en la Plaza de Toros.
El programa de los actos, fue:
Orfeón Baracaldés, de Baracaldo, con
104 voces que interpretará de libro elección: "La Canción del
Carretero" de P. Otaño.
Orfeón Republicano, de Bilbao, con
106 voces, que ejecutará "La Sardana de las Monjas", de E. Morera.
Orfeón Astillero-Guarnizo, con 120
voces, cantará "Coenantibus Illis" de Haller.
Orfeón Ovetense, de Oviedo, con 120
voces, que interpretará "Gloria de la Misa Eterna Christi Munera", de
Palestrina.
Sociedad Coral, de Torrelavega, con
106 voces, que ejecutará de libre elección "Una vieja canción rusa",
de Rimsky Korsakow.
El Jurado será presidido por el
compositor castreño, Arturo Dúo Vital, autor de la obra obligada que se titula
"Boda sonada".
El domingo se celebró el Concurso de
Orfeones y a las doce de la mañana en la Casa Consistorial tuvo lugar el sorteo
para el orden de actuaciones de las masas corales, que correspondió en este
orden: Astillero-Guarnizo, Orfeón Ovetense, Orfeón Baracaldés, Sociedad Coral y
Orfeón Republicano.
Por la tarde a las cuatro y media,
en la plaza de toros y con una gran entrada, dieron comienzo el acto:
En primer lugar intervino el Orfeón
de Astillero-Guarnizo, interpretando de libre elección "Coenantibus
Illis" de Haller; en segundo lugar, el Orfeón Ovetense, con "Gloria
de la Misa Eterna Christi Munera" de Palestrina; a continuación el de
Baracaldo "La canción del carretero" de P. Otaño; la Sociedad Coral,
de Torrelavega "Una vieja canción rusa" de Rimsky Korsakow y
finalizando, el Orfeón Republicano de Bilbao, con "La sardana de las
monjas" de E. Morero.
El Jurado estuvo compuesto por don
Arturo Dúo Vital, autor de la obra obligada del concurso; por don José Franco,
ex director de la banda de Bilbao y don Teodoro Sánchez, canónigo y organista
de la Catedral de Santander.
Todos los orfeones fueron muy
aplaudidos al terminar sus actuaciones.
Después a la siete de la tarde, se
dió a conocer el fallo del Jurado, que concedió los premios de la siguiente
forma:
Primer premio, 3.000 pesetas y
diploma, al Orfeón Republicano, de Bilbao.
Segundo premio, 1.500 pesetas, a la
Sociedad Coral, de Torrelavega.
Tercer premio, 750 pesetas, el
Orfeón Ovetense, de Oviedo.
Este fallo causó una grandísima
sorpresa en el público, que esperaba otro resultado y que defraudó a todos los
asistentes.
Por la noche y durante la verbena,
cantó en el kiosko de la Barrera, el Orfeón Republicano, de Bilbao, premiado
con el premio de honor, que fué escuchado por numerosos público.
Lo ocurrido en Castro Urdiales, fue
una injusticia cometida para la Coral de
Astillero-Guarnizo, que produjo una indignación a todos sus acompañantes que presenciaron el fallo, no
solamente por la Coral, sino por las de Oviedo y Baracaldo, que fueron
acreedoras de mejor galardón.
El hecho innegable ha sido que las
Corales de Baracaldo y de Astillero fueron superiores en su actuación a las de Bilbao y Torrelavega y en cambio fueron
injustamente postergadas.
Lo que sí tuvo el Orfeón de
Astillero-Guarnizo una magnífica actuación que fue premiada por el público.
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