jueves, 8 de febrero de 2024

ASTILLERO velada a beneficio del Asilo San José.

 




El miércoles día 13 de mayo de 1925, el escenario del Teatro-Cine estaba artísticamente adornada con flores de diversos colores y presentaba un aspecto encantador.

Había sido vestido y amueblado con exquisito gusto por las simpáticas "artistas de la compañía de aficionados" y por ello, recibieron unánimes elogios.

La bonita comedia de Muñoz Seca, "El conflicto de Mercedes", tuvo una interpretación acertadísima por parte de todos los aficionados. La simpatiquísima Regina Erasun, en su papel de Mercedes, se reveló, una vez más, como una verdadera dama joven, ingenua, juguetona, a la par que sentimental y apasionada; una verdadera actriz que podría quitar moños a muchas que andan por esos escenarios.

La señorita Elvira Pardo, interpretando el personaje de Julia, la madre amantísima de Mercedes, dispuesta a sacrificar el cariño inmenso que profesa al elegido por su corazón en aras del amor maternal, estuvo sencillamente admirable, diciendo y sintiendo su papel como una profesional, a pesar de ser la primera vez que pisaba un escenario.

No menos digna de elogio, fue la interpretación del personaje de Romana, la doncella enamoradiza "canaria" y sabihonda por parte de la señorita Vicenta Asenjo, que, con su gracejo natural, dió gran relieve a su papel e hizo reír estrepitosamente a la concurrencia, que premio su labor con ruidosos aplausos, aplausos que también se prodigaron a las señoritas Pardo y Erasun, por cierto bien merecido.

Los señores Tijero (T.), Ezquerra (J.L.) y Asenjo (S.) en sus respectivos papeles de Andrés, señor marqués y Ricardo, estuvieron hechos unos actorazos y cosecharon muchos aplausos.

En uno de los entreactos se precedió a la rifa de un hermosos cubretiestos de plata, donado por nuestro convecino don Casimiro Tijero y de un precioso estuche de esencias y jabones, de la fábrica "Rosario", regalo del dueño de aquella señor Gutiérrez Calderón, cuyos productos vinieron a engrosar los ingresos de taquilla.

Del reparto de papeletas estuvieron encargadas las niñas de Tijero, Blanco, Casanova, Ezquerra y Jimenez, que recaudaron un buen puñado de pesetas. Las niñas Carmenchu Tijero, Conchita Ezquerra y Conchita Rozas, alumnas del Colegio San José, entregaron en nombre de los niños, preciosos ramos de flores a las bellas señoritas Regina, Vicente y Elvira.

Al final de la velada, el orfeón Astillero-Guarnizo, cantó cuatro obras y fue objeto de calurosas ovaciones.

 

El jueves día 14, con numerosa concurrencia, se repitió la velada a las seis y media de la tarde, acudiendo bastantes familias de la buena sociedad de la capital y pueblos inmediatos.

La velada se celebró con sujeción al mismo programa del día anterior, con la actuación del Cuadro Artístico de aficionados y el Orfeón, quienes fueron objeto de grandes ovaciones.

El adorno y arreglo del escenario en ambas funciones se hizo bajo la dirección de la señora de Casanova, ingeniero éste de los talleres del Astillero.

También fueron dignos de elogio los señores, Rozas y Díaz, directores de escena, que en muy pocos ensayos  lograron que los aficionados se pusieran en condiciones de obtener un éxito artístico rotundo.

Las Hermanas que regentaban el Asilo de San José, se encargaron de dar las gracias más expresivas a cuantas entidades y personas contribuyeron en su labor artística y al mayor éxito de la obra de caridad iniciada por un grupo de señoritas y de jóvenes de la localidad.

 















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