Don Francisco Segura Serrate,
nacido el 13 de febrero de 1837, natural de Castejón de Monegros.
En la fecha del 14 de enero de
1867, consiguió el título de maestro de primera enseñanza, por la provincia de
Zaragoza.
En 1878, un vecino de Lierganes,
don Alberto de la Cantolla, comunicó oficialmente al Ayuntamiento de Astillero
que tenía el propósito de instalar una escuela pública en ese municipio y costearla
el mismo, siempre que la Corporación Municipal le facilitase local y casa
habitación para el maestro.
Se le contestó afirmativamente y
se le facilitaría casa habitación en el mismo edificio escolar. Pero acababa de
fallecer el maestro y era inminente la toma de posición de don Manuel Garcia
Liaño, que había sido nombrado por la Universidad de Valladolid, aunque
interinamente, pudieron arreglarse los inconvenientes derivados de este
nombramiento de forma que se dio posesión de la escuela de niños a don Francisco
Segura Serrate, nombrado y pagado por la Institución Cantolla.
Este señor presentó seguidamente
una serie de peticiones de importancia al Ayuntamiento, que unas fueron
aceptadas y otras denegadas, entre ellas la asignación de mil reales, a
satisfacer por el Ayuntamiento, basándose en que, con arreglo a la R.O. del 10
de octubre de 1878, solamente se veía obligado a contribuir con 900 reales y
esto a titulo de gratificación o cualquier otro nombre que se le quisiera dar.
En
las fechas de diciembre de 1881, Francisco Segura Serrate fue nombrado maestro
del Astillero.
En
1905 fue cesado por el Ayuntamiento municipal como maestro.
El 10 de julio de 1905, se
publicaba en el B.O. de la provincia de Santander, una nota en la que el señor
Francisco Segura Serrate solicitaba autorización para establecer un Colegio de
primera enseñanza en el pueblo de Astillero, calle Doña Ana, numero 2,
principal.
Cédula presentada al Señor
Director del Instituto General y Técnico de la provincia de Santander.
Don Francisco Segura Serrate,
profesor de primera enseñanza superior, de sesenta y ocho años de edad, natural
de Huesca y vecino de Astillero, hacia exponer:
Que, bajo el concepto de
Director, desea establecer un Colegio de primera enseñanza en ese pueblo de
Astillero, calle Doña Ana, nº 2, principal; y reuniendo los requisitos
prescritos en el Real decreto de 1º de julio de 1902, a fin de colocarse dentro
de las condiciones legales para poder abrir dicho centro docente de enseñanza
no oficial. Suplica a V.S. que habiendo por presentada la instancia, acompañada
de los documentos exigidos en el citado Real decreto de 1º de julio de 1902, se
sirva tramitarla y en definitiva resolver se conceda al solicitante
autorización correspondiente para la apertura del Colegio de primera enseñanza
en el Astillero, como establecimiento no oficial.
Gracia que espera alcanzar de
V.S. muchos años, firmado el 31 de mayo de 1905 y rubricada por Francisco
Segura Serrate.
Se acompañaba con una póliza de
dos pesetas, en la que don Casimiro Tijero Aguirre, Alcalde de Astillero,
certificaba:
Que don Francisco Segura Serrate
llevaba de residencia constante en el pueblo veintitrés años y todo ese tiempo
ha observado una conducta sin tacha alguna, gozando plenamente de todos los
derechos civiles y políticos. Y para que pueda acreditarlo donde le convenga,
expido el presente certificado, que firmo y sello con el propio de este
Ayuntamiento, en Astillero el 22 de mayo de 1905. El Alcalde, Casimiro Tijero.
A primero de noviembre de 1914,
se celebró una misa de responso del profesor Segura, que en vida fue maestro de
primera enseñanza en el Astillero.
La Comisión que salió del
Ayuntamiento acompañada de los niños de las escuelas, fueron al cementerio de
Guarnizo a depositar una corona sobre la tumba del inolvidable profesor.
Dirigió unas palabras a los
acompañantes el presbítero don Tomás, vecino del pueblo, ensalzando al
fallecido y enalteciendo a la Virgen del Pilar, de la cual todos los aragoneses
son devotos a ella, pues el finado era natural de Huesca.
La corona y una bonita cruz
fueron confeccionadas al natural, con ramas y flores del campo por el jardinero
Marcelino Gómez Trueba, con mucho gusto.
Se abrió una suscripción para adquirir
en propiedad el terreno que ocupaba la sepultura y cercarlo con una artística
verja de hierro, colocando además en el interior una lápida en mármol, con
adecuada inscripción.
El 7 de noviembre de 1914, se
celebro el homenaje a quien fue más de veinticinco años maestro superior de
primera enseñanza de la escuela municipal del Astillero, don Francisco Segura
Serrate.
Se celebro una misa en sufragio
de su alma, con responso, concurriendo además de la Comisión ejecutora del
homenaje, bastante discípulos y numerosos fieles.
A las once, no obstante el viento
frio y reinante y el poco tiempo para preparar lo proyectado, se dirigieron al
cementerio de Guarnizo los niños de las escuelas municipales llevando artística
cruz y coronas de flores artificiales, la Comisión citada, grupos de discípulos
del señor Segura y otras personas que se agregaron en el trayecto.
Incorporado el señor párroco de
Guarnizo, al pasar por aquella iglesia parroquial, revestido, y los
monaguillos, y llegada la comitiva al cementerio, rodearon los niños de las
escuelas, la demás gente del acompañamiento y cuantos visitaban el cementerio
en aquellos momentos, la sepultura del inolvidable profesor, la cual había sido
primero acotada con una valla de follaje y alumbrada con faroles y tapizada de
flores por la Comisión, que acto seguido colocó la cruz y corona de homenaje.
El señor párroco de Guarnizo,
entonó varios responsos que cerró con otro el sacerdote, don Tomás Rosé, el
cual dio por terminado el acto, agradeciéndole sus oportunas palabras la
Comisión y a su presidente, don Antonio Hontavilla, quien no ha descansado por
que fuera el más digno homenaje de don Fernando Segura y Serrate.
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