Como se venía
anunciando, el 27 de julio, partió desde Puertochico el desfile folklórico con
representaciones de los grupos que iban a intervenir en el Certamen incluido en
el VIII Festival Internacional.
Fue a las
nueve de la noche, cuando las veinticinco agrupaciones tomaron parte en el desfile
por las calles céntricas hasta finalizar en la Plaza Porticada, donde, a las
once, comenzó la primera de las tres sesiones que figuraba el festival folklórico.
Dos
agrupaciones extranjeras figuraron en la comitiva: la Volkstanzgrupe Oro
(Yugoslavia) y el grupo Doctor Gonzalo Sampaio, de Braga (Portugal), las demás
pertenencia a otras provincias, más las locales.
Entre ellas,
Aires del Ebro, de Zaragoza; Grupo Mixto de Danzas de Cáceres, por Extremadura;
grupo de General Eléctrica, de Madrid; Ariños da Terra, del Centro Gallego de
Santander; Grupo Nuestra Señora de la Cinta, de Huelva y las de nuestra
provincia: "El Sabor de la Tierruca", de Santander; Coro Ronda Garcilaso,
de Torrelavega; Grupo de Danzas Virgen del Campo, de Cabezón de la Sala y el
Coro Polifónico de Astillero.
Acompañando
a estas agrupaciones, participaron: Rondalla Santo Tomás, de Sniace; Grupo de
Danzas Santa Maria de Barreda, de Solvay; Rondalla Antiguos Alumnos Lasalle, de
los Corrales de Buelna; Rondalla Infantil Peña San Juan, de Santander; Grupo de
Danzas Infantil San Joaquin, de Peñacastillo y Coro Infantil de Sniace.
Llegado al
escenario de la Porticada, fue inaugurado el VIII Festival Folklórico
Internacional, que tan popularidad había logrado en años anteriores.
El 27 de
julio de 1967, se celebró el Certamen Folklórico, en la que participaron grupos
nacionales y extranjeros.
Entre los
extranjeros, intervino el "Volkstanzgrupe Oro", de Yugoslavia, que
fue una grata novedad para el público. En la primera parte de su intervención
dio la tónica con la gracia de una danza serbia, de armoniosos giros y
evoluciones, los bailarines adoptaron una actitud hierática y la ejecución
estaba encomendada exclusivamente a los pies; todo realizado con elegancia y
finura y con un ajuste casi perfecto. Recibieron los integrantes del grupo
-cuya orquesta estaba constituida por guitarras, acordeón y batería de
"jazz"- calurosos aplausos.
El grupo portugués
de Sampalo, ofreció una versión de jota de candorosa ingenuidad, con neto sabor
popular. Indudablemente se trataba de una transcripción de gran pureza
folklórica y en ello residía su encanto. Fueron largamente aplaudidos.
Las
agrupaciones españolas fueron un mosaico regionalista interesante: la de la
"General Eléctrica" de Madrid, que bailó el bolero típico clásico
madrileño; la de "Aires del Ebro" zaragozana, interpretó -siempre en
la primera parte- el bolero de Caspe; la de "Nuestra Señora de la
Cinta", de Huelva, una danza típica, "Las rojas" y la cacereña,
mixta de danzas, la danza "El pollo", apoyada en una canción y del
acompañamiento de tambor y guitarra, más las castañuelas de los danzantes. Todas
ellas se ganaron la admiración del auditorio.
En cuanto a
las locales, participaron el grupo de la Virgen del Campo, de Cabezón,
interpretando los pícaros y la danza de Ibio; los garcilasos de Sniace,
dirigidos por José del Rio y la ronda "Ecos del Ebro", de Reinosa.
El día 28 de
julio, segunda sesión del Certamen Folklórico, cuando intervinieron el Coro
Polifónico de Astillero.
Para agosto,
había sido invitado los astillerenses al Certamen de Habaneras en Torrevieja.