ASTILLERO Fiestas de San José 1929

Unión Club - temporada 1929

Por esas fechas, se desconocía si hubiera algún programa de las fiestas, para conocimiento de los vecinos.

El día 19 de San José, a las diez y media de la mañana, se celebró la solemne misa en la parroquia de San José, cantada por el orfeón y su notable coro de niños. Al ofertorio, la coral interpretó una preciosa plegaria al ínclito Patriarca. Esta plegaria fue cantada por primera vez.

Panegírico del San Patrono, a cargo de un elocuente orador sagrado.

Gran romería en el paseo de Tomás Bretón (vulgo La Planchada).

A las cuatro de la tarde, se celebró un gran partido futbolístico entre el Real Racing Club y el Unión Club.

Por la noche, a las nueve, en el Teatro Cine, gran velada a beneficio del orfeón Astillero-Guarnizo, con estas actuaciones:

Primera parte.- El sainete baturro, en un acto, de Castro Les titulado "La bosa o la vida" por el Cuadro Artístico Afición Artistica Montañesa.

Segunda parte.- "Juveniola", coro a cuatro voces (primera vez), Millet; "Festara" melodía vasca, a cuatro voces; "La retreta", marcha a cuatro voces (primera vez), Rillé; "¿Quien quiere entrar?", canción asturiana, a cuatro voces (primera vez), Julio Soto; por el orfeón.

Tercera parte.- El sainete, en un acto y dos cuadros, de Ramos Martin, titulado "La afición"; por el citado Cuadro Artístico.

Cuarta parte.- "Illunnabarra", melodía vasca a cuatro voces; "Sibarita", coro a cuatro voces (primera vez), L. Usabiaga; "El segador" melodía vasco-montañesa, a cuatro voces, A.N.; "De romería", rapsodia de aires montañeses, a cuatro voces (primera vez), R. Sáez de Adana; por el orfeón.

De fútbol, el domingo 17, en los campos de Astillero, a las diez y media de la mañana, el primero de los partidos. entre el Sporting Club de Santander, de la serie B (Campeonato de El Cantábrico) y el Infantil de Astillero, que alinearon a los siguientes:

Berruecos; Elorrieta, Gómez; Garcia (H), Garcia (F) y Lombo; Díez, Lledías, Giráldez, Mata y Cavia.

En la primera parte los astillerenses dominaron el juego, marcaron un tanto e hicieron diez saques de esquina.

En el segundo, continuaron con el dominio y se apuntaron otros seis tantos más.

Los goles marcados por los infantiles fueron: el primero y segundo, por Giráldez; el tercero, por Cavia, el cuarto, por Ramonín Alvarez, obra exclusivamente suya, burlando a medios y defensas; el quinto, por Giráldez, en avance bonitamente combinado; el sexto, por Alvarez y el séptimo por Quevedo, un excelente extremo derecha.

El segundo de los partidos, a las cuatro de la tarde, se enfrentaron el Tetuán F.C.  líder del trofeo "Santiuste" y el reserva del Unión Club, que presentó la siguiente alineación:

Arias; Portilla y Santos; Peña, Mata y Cobo; Gómez, Moncada, Mazo, Garcia y Lombo.

Con dominio casero, llega el primer tanto, por mediación del extremo izquierda, Lombó.

En un bonito avance, Tamayo marca el segundo tanto. En un castigo faut cerca del área de peligro, Angelín Castillo ejecuta el castigo, encargándose de rematar, Angelín Garcia y consigue el tercer tanto para su equipo pocos minutos antes de terminar el encuentro.

El partido fue arbitrado por el unionista Benavente, que lo hizo con mucha imparcialidad y muy inteligentemente.

El día 15, la tradicional romería, que se vio muy concurrida, en la Planchada, donde se instalaron los Tío vivos, churrerías, puestos de baratijas y cuantos "adminículos" , dieron carácter a estas fiestas populares.

Los bailes populares tuvieron lugar en la Planchada, amenizados por bandas de música, pito y tamboril.

Hubo un servicio extraordinario de trenes y tranvías en los que se trasladaron a Astillero gran número de romeros de la capital.

El día 19, a las cuatro festividad de San José, se celebró un interesante encuentro amistoso entre el reserva del Real Racing y el Unión Club.

En los santanderinos formaron elementos del New Racing.

El partido fue arbitrado por el señor Balbás.

En la primera parte dominaron los racinguistas, pero la intervención de Arteche, de una parte y la imprecisión en los tiros, dejaron sin goles alguno.

En la segunda mitad, los unionistas fueron más codiciosos, equilibrando el juego y en una escapada, Benavente, aprovechó para marcar el único gol del encuentro.

Para este partido hubo una gran servicio de trenes, saliendo de Santander, uno a las 2,20, otro a las 2,40 y otro, a las 3,15.

C.R. ASTILLERO regata del Campeonato de España 1972

El 16 de septiembre de 1972, se celebró la regata de la primera jornada del Campeonato de España, con mucho interés, pues en ella se clasificarían las cuatro embarcaciones que se iban  a disputar la tanda de honor el domingo.

En la reunión de C.A.T. se acordó quienes iban a formar las dos tandas y el sorteo. En la primera tanda participaron Orio, Astillero, Pasajes y Kaiku. Astillero se presentaba como favorita.

En la segunda tanda, Santander, tendría más dificultades para su clasificación, ya que se iba a enfrentarse a dos tripulaciones de más categoría, como era Guetaria y Lasarte.

Una hora más tarde se hizo el sorteo de balizas. En la primera tanda, la mejor, era para Orio, la segunda para Pasajes y la tercera, Astillero y la cuarta Kaiku.

En la segunda tanda, Santander, tenía que regatear por la cuarta, Guetaria, por la tercera, Las Jubias por la segunda y la primera, Lasarte.

A las cinco y media dio comienzo la primera tanda. La salida fue espectacular por Astillero, en su gran champa inicial.

No quería ser sorprendido y trato igualarse a Orio. El mano a mano entre estas dos embarcaciones fue sensacional, ni Pasajes ni Kaiku, contaban ya, al quedarse totalmente rezagadas.

Llegaron a la primera ciaboga, con Orio primera, seguida de Astillero, al perder un tiempo por una ola . Salió Orio en primer lugar, pero transcurridos unos 300 metros, Astillero, con una boga espectacular se había emparejado a los guipuzcoanos y  a los pocos momentos ya estaba en cabeza.

Pero surgió lo inevitable, Astillero, empujada por el viento, fue abriendo su calle para terminar a la altura de la isla de San Catalina. Cuando quiso virar ya era tarde y allí fue donde perdió el triunfo.

El final apenas fue importante, Lujambio, no quiso desgastar a sus hombres en un esfuerzo inútil y entraba tranquilamente en la bahía de la Concha sin apurar la remada y sin hacer champa final.

Su objetivo se había cumplido, quedando clasificada para la regata de honor.

El día 17 de septiembre de 1972, la tripulación de Astillero consiguió, al fin, el titulo de campeón de España, que tan cerca tuvo el anterior año. Y lo ha logrado con toda autoridad, superando netamente a las tripulaciones de Orio, Lasarte y Guetaria, en el propio escenario de éstas, en aguas de la Concha.

Un gran triunfo, de los astillerenses, que fue correspondido por los cientos de montañeses que en San Sebastián se dieron cita para presenciar la regata.

Las ilusiones de la favorita, Orio, desaparecieron casi desde que se dio la salida, pues los astillerenses, en una estropada impresionante de fuerza y estilo, se colocaron de salida en cabeza y en ese puesto terminó en la meta, tras una regata preciosa y ganada con una gran superioridad.

Astillero fue siempre en cabeza, desde que tomó la salida. Y mucho antes de llegar a puntas, de rebasar la barra, la venta de los astillerenses era ya de una trainera.

La salida de las cuatro tripulaciones que disputaron el titulo, se esperó con indisimulada emoción. 

Pero apenas habían llegado las cuatro embarcaciones a la altura del yate "Azor", situado al sur de la isla de Santa Catalina, Astillero que regateaba por la calle 2, ya iba en cabeza, seguido de Lasarte y Orio que se quedaba a casi una trainera de los montañeses.

Hasta llegar a la única ciaboga del recorrido, las posiciones se mantenían, pero las diferencias eran mayores, Astillero aventajaba a Lasarte en unos siete segundos y a Orio en 14.

Al cruzar la barra la ventaja de Astillero, era notable. El titulo estaba ya asegurado. Ya en la bahía, aún tuvieron fuerzas para con un estilo y una potencia que produjo admiración de los propios espectadores guipuzcoanos, realizando una bella champa y cruzar la meta victoriosos.

Al finalizar y en el antiguo Ayuntamiento de San Sebastián, fueron recibidos los astillerenses y recibieron la bandera de campeones de España, las medallas de oro y otros trofeos que les fueron entregados por las primeras autoridades de Guipúzcoa y de la capital donostiarra y federativos nacionales.

Por lo más grandioso, fue, el recibimiento de todo el vecindario de Astillero que esperaba desde hacía mucho antes, lanzando cohetes para festejar el triunfo de sus remeros.

Cuando el autobús, seguido de una caravana de turismo con muchos aficionados llegó a Astillero, los aplausos y los gritos de entusiasmo fueron inolvidables.

Fueron recibidos por el alcalde, señor Leopoldo Pérez, al frente de la Corporación municipal y otras autoridades, dándoles la bienvenida.

Cuando los triunfadores salieron al balcón principal con la bandera de campeones de España, el entusiasmo de los miles de personas que se encontraban en la plaza fue indescriptible.

Fue una fecha histórica para el Club de Remo Astillero y que no se olvidara.

La regata a través de la prensa

C.R. ASTILLERO Bandera de Santoña 16 septiembre 1973

El 15 de septiembre de 1973, se celebró la regata Bandera de Santoña en la bahía de esta localidad.

Esta regata había despertado gran interés, como lo demostró la gran cantidad de aficionados que se trasladaron a Santoña para presenciar una de las últimas pruebas de remo en la provincia.

Como no se llegó a un acuerdo en la composición de las tandas, hubo que realizar el correspondiente sorteo. En la primera participaron Pedreña, Lasarte y Santoña. En la segunda, Fuenterrabia, Santander y Astillero.

En el sorteo de balizas, Lasarte salió beneficiada al corresponderla bogar por la primera, la más cercana a los muelles; por la dos salía Santoña y Pedreña por la tercera.

Lasarte, hizo una cómoda regata y al final se impuso a Pedreña con claridad, pero con un tiempo inferior a la que marcaron los de la segunda tanda.

La segunda tanda, fue una de las más bonitas presenciada en la temporada. Esta vez Astillero tuvo suerte en el sorteo de la baliza y regateo por la primera, Fuenterrabia lo hacía por el centro y los del C. de Remo Santander, por la tercera.

En medio de un extraordinario ambiente se dio la salida de las tres tripulaciones. Astillero lo hizo en el primer lugar, con una boga muy potente, pero Fuenterrabia y Santander no cedieron.

Astillero llegaba a la primera ciaboga en cabeza, entrando con un tiempo de 5-02 - once segundos mejor que Lasarte- un segundo después lo hacia Fuenterrabia y tres más tarde Santander.

En el segundo largo, la tripulación de Astillero se aproximó demasiado a los muelles, mientras que Fuenterrabia y Santander se enfilaban por sus calles a gran ritmo. Astillero perdió la cabeza de la regata.

En la segunda ciaboga, las tres traineras hicieron una ciaboga espectacular, siendo Astillero quienes demostrarían su superioridad en las ciabogas y con una salida realmente asombrosa se ponía en cabeza con más de tres metros de diferencia sobre sus contrarios. Lujambio había ganado en la maniobra más de cuatro segundos.

En el tercera largo, Fuenterrabia acortó esta diferencia y se aproximó peligrosamente a la trainera de Astillero.

El último largo entre Fuenterrabia y Astillero fue extraordinario. Fuenterrabia, con un final sorprendente se impuso a Astillero por unos segundos.

Ganó Fuenterrabia tras una brillante final, Astillero no pudo ante el empuje de los verdes y perdió por escaso margen.

Al final de la regata, el gobernador civil de la provincia, señor Garcia Siso, hizo entrega de la Bandera y trofeo al patrón de Fuenterrabia y los demás trofeos y premios fueron entregados por don Fernando María de Pereda.

Fue una gran regata y donde se vieron espectaculares maniobras en las ciabogas por parte de las tres traineras.

ASTILLERO fiestas de San José 1988

En el programa de fiestas del patrono San José del año 1988, estaba incluido un festejo taurino.

En la plaza portátil instalada en la Cantábrica, con escasa gente, quizás por el precio de las localidades o bien porque era un día laborable.

Una lástima, esta insuficiente aportación de las taquillas, habida cuenta el benéfico destino de los dineros hacia la residencia de ancianos de la localidad.

El pésimo piso de la plaza de quita y pon, cuya blandura de la arena perjudicó casi por igual a toros y toreros, aunque unos y otros estuvieron en todo momento por encima de esta circunstancia.

La ganadería pertenecía a los Montalvos, con novillos con presencia, a pesar de un ser un festival benéfico pero el Ayuntamiento de Astillero tuvo una delicadeza de contratar ejemplares de toros con estampa y casta.

La novillada transcurrió de la siguiente manera, según el crítico taurino Juan Antonio Sandoval.

El primero.- El más chico del encierro, con poca fuerza. Manso con el caballo -se quito el palo dos veces- pero ideal para la muleta. Muy bien "El Norteño" realizando el muleteo fundamental con gusto, buen arte y ligazón y, lo de siempre, lo que constituido una rémora en su carrera: la espada. Todo quedó en vuelta al ruedo.

Segundo.- Con más cuajo que su predecesor y con embestida más violenta. Con él, Julio Robles brindó un anticipo de lo que sería colosal faena al que cerró la plaza. Trasteo despacioso, pleno de armonía, rematado con media estocada en buen sitio (dos orejas).

Tercero.- Ideal para la muleta, porque llegó al último tercio con la fuerza justa y una embestida clara. Victoriano Martin, Jr., demostró que es algo más que un torero de corte campero, como solía ocurrir con los hijos de los ganaderos. Por el pitón izquierdo el animal acreditó una embestida y descompuesta y el trasteo de Victorino tuvo sus momentos más brillantes cuando se echó la mano a diestra (vuelta al ruedo).

Cuarto.- Un castaño que salió comiéndose cuantos capotes vislumbraba en el ruedo. Cuajado de verdad, precisó cierta dureza en el castigo en varas que le recetó Aurelio, y un así llegó violento a la muleta. Mérito, mucho mérito tuvo la faena de "El Norteño" dentro de la cual se combinaron la raza del matador de Molledo que se fajó materialmente con su oponente, y el buen arte ante el animal que no humillaba y tiraba tornillazos por el pitón derecho. Otra vez la dichosa espada frustó lo que pudiera haber sido apoteosis del paisano. Con todo, dos orejas a ley.

Quinto.- Pero la apoteosis llegó al final, cuanto Julio Robles bordó el toreo entre el entusiasmo general. No, no había venido Julio a pasar el rato, sino a recrearse y recrear. Faena inmaculada, de menos a más, con dos series de naturales en rueda, de auténtico portento. Más aún, cuando el torete "se rajó" y comunicó algo así como "no me das un pase más", el salmantino abulense, cruzándose mucho aún le sacó otra serie con la izquierda, que mereció la aclamación Una vez más, en tierra cántabra, Robles dejó su sello, el que ha hecho figura del toreo. Medio estocada y el certero descabello remataron la faena lenta, ligada, plena de plasticidad y para Julio llegó el premio máximo: dos orejas y rabo.

Los aficionados salieron más que satisfechos. La Comisión organizadora, digamos que a medias; puso de su parte una buena organización. Respondieron novillos y lidiadores. Pero hubo poco público.

Al final, se celebró una suelta de vaquillas para aficionados.

Habría que destacar en este festejo la presencia de una de las figuras del toreo, el salmantino Julio Robles, quien fue uno de mis ídolos taurino y a quien le he visto unas cuantas veces en el corro de Cuatro Caminos.