Unión Club temporada 1924
El 5 de octubre de 1924, se jugó el
encuentro entre la Unión Montañesa y el Unión Club, en los campos de Astillero.
De los encuentros del grupo de la serie
A, éste era el que presentaba más inquietudes por las diferencias de ambos
equipos.
Desde el primer momento los
astillerenses presionaron sobre los filas unionistas con gran coraje.
Producto de este comienzo, fueron los
dos primeros tantos de la tarde, anotados por el Unión Club.
Pero a partir de ello, la Unión
Montañesa, comenzaron a sobreponerse y a imponerse más tarde, ejerciendo un
dominio sobre sus contrarios, a base de juego rápido, fuerte, duro y hasta en
muchos casos violento y peligroso, especialmente por algunos de sus atacantes.
Fue correspondido, como siempre ocurre,
con la misma moneda.
De esto, se derivaron algunos ligeros
incidentes y otras amonestaciones muy adecuadas y sensatas de Pepe Gacituaga,
presidente del Consejo de Árbitros, a los jugadores que habían incurrido en las
jugadas peligrosas.
Pero no bastó, la desobediencia se
patentizó como casi siempre, desoyendo los consejos arbitrales.
El portero astillerense fue objeto de
las entradas más violentas y llenas de peligro que darse pueden, y
naturalmente, el árbitro intervino siempre para amonestar y señalar el peligro
para los autores de las jugadas, serian expulsados de reproducirse los hechos.
Y no bastó la medida prudente y enérgica
del árbitro. El juego en el ataque sobre la meta de Crespo seguía siendo de
idéntico peligro que antes y se repitió una jugada, o mejor dicho una agresión,
de la que fué nuevamente víctima, el guardameta Crespo, que cayó rodando.
Esto indignó a los jugadores y hubo
intento de agresión por parte de los astillerense.
El árbitro hubiera precedido contra los
actos vergonzosos y antideportivos, pero un espectador entró al campo de juego
en actitud agresiva y amenazando al árbitro, que naturalmente se defendió, pero
fué alcanzado por el agresor, resultado el árbitro lesionado en una mejilla y
en la boca.
Esto, como era de esperar indignó a
parte del público y éste no pudo contenerse y saltó al campo de juego, habiendo
de todo.
Pepe Gacituaga dispuso la suspensión del
encuentro, cuando el tanteador marcaba dos tantos a favor del Unión Club y uno
a favor de la Unión Montañesa.
En el acta pendiente de aprobación ante
la Federación Regional, del partido de campeonato de futbol celebrado el pasado
domingo en los campos de Astillero, entre el Unión Club y la Unión Montañesa,
habiendo informado ante este Comité Regional representaciones de los clubs
interesados, el árbitro señor Gacituaga, el delegado federativo señor Salinas,
los jugadores señores Pombo y Villar y los testigos presenciales, don Alejandro
Quintana, don Manuel Díez y don Frutos Diego:
Resultando: que por el árbitro en
referido partido, don Carlos José Gacituaga, se hizo constar en las
observaciones del acta que entregó en esta Federación, que a los veinte minutos
de juego en el segundo tiempo se vió obligado a suspender aquél porque los
jugadores don Jesús Pombo y don Juan Villar, del Unión Club, y de la Unión
Montañesa, respectivamente, se fueron a las manos, motivando con ello la
intervención del público en el campo de juego y teniendo lugar con ocasión a
estos hechos, una agresión a dicho señor Gacituaga, realizada por un
espectador.
Resultando: que por el delegado de la
Federación en el indicado partido don Enrique Salinas, se presentó ante este
Comité Regional un informe acerca de los ocurrido, el cual confirma la certeza
de todo cuanto ha manifestado el señor Gacituaga en el acta de referencia; y
que practicada una información testifical entre las personas ajenas a los clubs
contendientes, que presenciaron el "marcht", resulta igualmente
demostrada por el testimonio de éstas, la veracidad de los hechos relatados por
el señor Gacituaga.
Resultando: que según propia confesión
del Unión Club, del Astillero, el espectador que agredió al árbitro señor
Gacituaga, se llamaba don Emilio Vega y era socio de número de la citada
entidad deportiva.
Considerando: que procede
reglamentariamente conceptuar el partido como no celebrado, toda vez que
solamente se jugaron veinte minutos en el segundo tiempo, en lugar de los
cuarenta y cinco que determina el Reglamento de juego, por lo que procede su
repetición:
Considerando; que los jugadores don
Jesús Pombo y don Juan Villar, con su actitud incorrecta y antideportiva dieron
motivo a la invasión del campo de juego por parte del público y a la agresión
realizada contra el árbitro por el espectador don Emilio Vega, pues de haberse
comportado dichos jugadores con educación deportiva, no provocando tan
lamentable incidente, no hubiera tenido lugar la irritabilidad del público que,
obrando bajo los impulsos de una pasión partidista, realizó los hechos
posteriores.
Considerando: que toda invasión del
terreno de juego por parte de los espectadores en forma violenta y desusada,
constituye una grave infracción de lo estatuído para esta clase de espectáculos
deportivos, siendo responsable siempre ante la Federación Regional el campo
donde aquélla tenga lugar, no procediendo el castigo del Club propietario del
mismo como tal colectividad, cuando, como en esta ocasión, no se ha hecho
solidario de lo acaecido, sino que por el contrario lo ha reprobado y condenado
enérgicamente en comunicación que ha dirigido a este Comité Regional.
Considerando: Que no teniendo facultades
este Comité para imponer una sanción disciplinaria al espectador don Emilio
Vega, autor de la agresión al árbitro, señor Gacituaga, procede su expulsión
pública como socio del Unión Club de Astillero, lo que deberá ser cumplimentado
por la Junta Directiva de la precitada Sociedad tan pronto como le sea
comunicada esta resolución federativa.
Vistos los artículos 2, 26, 32, 78 y 85
de los reglamentos Regional y Nacional aplicables al caso:
Fallamos: Que consideramos como no
celebrado para los efectos del Campeonato Regional el partido Unión Club Unión
Montañesa, el cual tendrá lugar a la terminación de la primera vuelta de dicho campeonato,
en fecha que oportunamente se señalara: inhabilitamos a los jugadores don Jesús
Pombo y don Juan Villar para actuar en toda clase de partidos de futbol, entre
Clubs federados, durante la temporada actual de 1924-1925, inhabilitamos por el
término de dos meses, a contar desde la fecha, para celebrar en él partidos de
futbol, el campo de juego del Unión Club de Astillero, reservando a dicho Club
el derecho a verificar en el mismo, partidos de entrenamiento, a puertas
cerradas, con sus jugadores, y concediéndole la facultad de elegir campo
federado donde jugar los partidos de campeonato que había de jugar en el suyo,
durante el tiempo de la inhabilitación, siempre que cuenta con la autorización
del Club propietario del que elije; y por último, imponemos al Unión Club de
Astillero, la obligación de expulsar de su organización deportiva al socio don
Emilio Vega, expulsión que hará pública, por medio de la prensa local, mediante
una nota oficiosa autorizada por su Junta Directiva.
El 14 de octubre, el Unión Club de
Astillero, a través de la prensa, da el siguiente comunicado:
Unión Club de Astillero
Aviso
"Esta Sociedad, cumpliendo lo
ordenado por la Federación Regional de Cantabria, ha procedido a dar de baja en
sus listas de socios, a don Emilio Vega.- La directiva"
Junta general extraordinaria.
Se convoca a todos los socios de la
Sociedad Unión Club, de Astillero, para que asistan a la junta general
extraordinaria, que se celebrará el próximo jueves, a las diez de la noche, en
los locales del Salón Cortabitarte.
En la reunión se tratará del castigo
impuesto a este Club por la Federación, con motivo de los incidentes ocurridos
en el campo con ocasión del partido del día 5 de los corrientes.
Se ruega la más puntual asistencia.- La
directiva."
Cuando se refieren a don Emilio Vega y
no indicar el segundo apellido, no puedo confirmar que fuese mi tío. En esa
fecha tendría 23 años.
De serlo, no quisiera aprobar su
conducta de ese día, pero si le entendería, por su "amor" al Unión
Club y más, si entre los jugadores unionistas, estaba su hermano Angel.
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