viernes, 28 de agosto de 2020

GUARNIZO sus comunicaciones por tren y automóvil. (1886-1936)




(foto cedida por Fernando Real)


Omnibus Hispano Suiza, parado en el bar Siglo XIX, junto a la estación del Norte
 en Guarnizo












Antiguamente trasladarse desde Guarnizo a otras poblaciones, era complicado, se hacía por tren, en este caso, a través de la línea de ferrocarril del Norte, desde la estación de Guarnizo a la de Santander, o bien los trayectos de carretera con coches a Cayón, Villacarriedo y Selaya.

Para Astillero, la comunicación era con el tranvía que venía de Santander y que paraba en Boo y seguir recorrido.

Una de las alternativas que tenia los vecinos de Guarnizo que se desplazaba continuamente a Astillero, para gestiones municipales, mercado y escuelas, era ir en bicicletas.



Por mayo 1873, existía la empresa LA CAYONESA con servicio de coches entre Santander a Cayón y parada en Guarnizo.

Su administrador: señor Nicanor Puente en Santander.





El 18 de agosto de 1875, quedaba autorizado por el señor Gobernador, a don Juan Fernández, vecino de Santander, para destinar al servicio público de viajeros, entre la capital al Sardinero y desde la misma a Villacarriedo y viceversa, un coche denominado "LA CARREDANA" con el número 1, con ocho y dos medios asientos de caja y ocho de banqueta doble con peso de equipaje de diez y seis arrobas, debiendo fijar la tarifa de precios en el interior de la caja y numerar los asientos que se detallan.



En la misma fecha, quedaba también autorizado don Francisco Crespo, vecino de Selaya, para destinar al servicio público de viajeros entre Guarnizo y Villacarriedo, un coche señalado con el núm. 1, denominado "LA COLEGIALA", admitiendo seis asientos y dos medios de interior y cuatro de banqueta y con peso de veinte arrobas de equipaje.



El 23 de enero de 1886, la empresa "LA VERDAD" anunciaba el servicio entre Guarnizo-Villacarriedo-Selaya, en combinación con las horas de llegadas de los trenes del Norte a la estación de Guarnizo.

El 29 de marzo de 1886, se anunciaba que el día 4 de abril, saldría un coche-tranvía tirado por caballos, desde el Astillero a Boo e intermedios en combinación con los vapores Corconeras y trenes que llegan a Boo. Siendo su precio de 20 céntimos que recorren el trayecto, llevando 10 céntimos a Vista Alegre y de éste, al crucero de Guarnizo, otros 10.

El 22 de abril de 1886, el Gobernador civil había multado al mayoral de la diligencia LA VERDAD por llevar, contra reglamento, asientos en la delantera del carruaje, del servicio que hacia entre Guarnizo y la estación del ferrocarril.

Por agosto de 1886, uno de los pueblos que Guarnizo tenía comunicación era con Selaya, por varios motivos, uno:

Todos los domingos en Selaya se celebraba un concurridísimo mercado, en el que se surtían las villas pasiegas y la mayor parte del valle de Carriedo y el primer domingo de cada mes, una feria de ganado vacuno.

Por ello, Guarnizo era el pueblo intermedio de muchos desplazamientos que se hacía desde distintos puntos de la provincia.


En octubre de 1887, en la prensa se publicaba un anuncio de Genaro González, que ponía un coche diario de Villacarriedo a Guarnizo y vice-versa, en combinación con los ferrocarriles.


El dia 28 de febrero de 1888, no hubo servicio de diligencias entre Guarnizo y Selaya. Hasta Cayón existía en la carretera dos pies de nieve.

Los viajeros que saliesen a las dos y cuarto en el tren, con objeto de ir a aquellos pueblos pasiegos tomando la diligencia en Guarnizo, se vieron obligados a regresar a Santander en el tren que llegaba a las cuatro y media.


El 24 de junio de 1889, la empresa de coches entre Santander y Selaya, cambiaria el servicio.

En lugar de venir los carruajes a la capital, harían sus viajes de ida y vuelta al Astillero, en combinación con los vapores de la Corconera.

Los expedicionarios irían a aquel punto en el vapor que salía de Santander a las 4 de la tarde y los que venga de Selaya aprovecharían la salida del Astillero en la expedición de las ocho de la mañana.

De modo que podían venir y regresar a Selaya en el mismo día.



El 1 de julio de 1889, la empresa LA VERDAD anunciaba los cambios de servicios del día 26 de junio, en combinación con el vapor de Astillero.

En 1893, la empresa LA VERDAD estableció un servicio directo entre Santander y Selaya, partiendo el primero a las cinco de la mañana y el segundo a las tres de la tarde.

También estableció el servicio en combinación a las horas de las llegadas de los trenes por Guarnizo.

El administrador de esa empresa, fue don José Horga.

En 1898, la empresa LA VERDAD tenia establecida en Guarnizo sus coches para el servicio de la línea Villacarriedo y Selaya, que combinaba con las horas de llegada de los trenes en la estación de Guarnizo.

En julio de 1898, la empresa LA VERDAD modificó el servicio entre Selaya y Guarnizo, poniendo en conocimiento al público que el coche que venía saliendo de Selaya a la una de la tarde, lo haría a las tres y media en combinación con los tres ascendentes y descendentes con parada en Guarnizo.



El 1 de julio de 1910, se inauguró la línea denominada LA HISPANO CARREDANA, que haría el recorrido de Selaya-Villacarriedo a la capital.

La sociedad explotadora de esta Empresa, ofrecía la particularidad de que la dirección técnica no la desempeñaría ninguna ingeniero, como parecía lo más natural, sino un sportman de Barcelona, don Juan Fons, que con ese motivo se trasladó  de la capital de Cataluña a la de la Montaña.

La Sociedad "Compañía de Automóviles LA HISPANO CARREDANA, S.A." fue constituida en 1910 y el Consejo de Administración lo formaban: Bonifacio Sainz, Antonio Mazorra Cruz, Juan Aspiazu, Ernesto Sainz, Felipe Crespo, Ludovico Güe

El 25 de enero de  1912, formalizaron bajo la propuesta del Director Gerente, don Leonardo G. Gutiérrez Colomer, el reglamento interior del personal.

En esas fechas, el Consejo lo formaban: Presidente: Emilio Ruiz; Secretario, Antonio Mazorra; Cajero, Ludovico Güemes; Vocal, Manuel Abascal Ruiz y Joaquin Diego Abascal.





En marzo de 1911, se incorporó el tercer carruaje ómnibus automóvil de servicio público de la Empresa LA HISPANO CARREDANA, que hacia transporte de viajeros y equipajes entre Santander y Villacarriedo, con parada en Guarnizo.

Esta tercera unidad de servicio que ponía en movimiento la Empresa, era un magnifico "ómnibus" "Delahay", de catorce asientos, seis en berlina y ocho interiores, más otros seis en la doble banqueta alta. La carrocería, que además de ser de muy buen aspecto es solida y perfectísima en todos sus detalles, había sido construida en Santander, en los talleres del señor Galdona, un notable trabajo en forma que nada tenía que envidiar a los mejores que en carrocerías de esta clase se hacen en las más acreditada casas extranjeras.

LA HISPANO CARREDANA  que desde que se establecido su servicio y favorecido por las simpatías de la inmensa mayoría de los vecinos de los pueblos que utilizaban su servicio, con la adquisición de este tercer carruaje de primer orden, en condiciones admirables, no solo de realizar el servicio con toda regularidad y perfección, sino hasta de poder atender cualquier demanda extraordinaria del público.

Poseyendo ya tres buenos ómnibus, tenía garantizada todas las eventualidades del servicio que realizaba y para el que fue fundada y constituida la Empresa, siendo la primera en la provincia que realizaba con automóviles la conducción diaria de la correspondía.

Esto lo efectuaba entre la estación de Sarón, de la línea férrea del Astillero-Ontaneda y las villas de Villacarriedo y Selaya.
  
Desde el día primero de marzo de 1913, los automóviles de la HISPANO -CARREDANA circularían solamente entre Selaya y Guarnizo en la forma siguiente:

Salidas de Selaya; 6,15 y 15; para llegar a Guarnizo a las 7,30 y 16,30 h.
Salidas de Guarnizo: 8,45 y 18; para combinar en Sarón con los tres que salen de Santander a las 8,25 y 18.
El presidente; J. Joaquin Diego Abascal

La riada producida en el mes de octubre de 1915, causó una grave avería en el "embrague" del puente provisional de Santibañez y quedo bloqueada la carretera.

Gracias al conductor de los automóviles de "La Carredana", don Mariano Simón, quien se le ocurrió traer una lancha vapora del Astillero, la que gobernada por Antonio, el huevero de la Vega de Pas y Manolín, el sacristán de Santibañez, que por haber servicio en el crucero "Cristóbal Colón", tenia conocimientos náuticos, resolvieron en parte, el problema del peonaje y de las subsistencias.

En 1916, se disuelve la Sociedad.

Años después se volvió a restablecer el servicio con nuevo propietario, don Alejandro Peña que se hizo cargo de la nueva línea con los mismos servicios.



Ya en 1921, se inauguró una nueva línea de automóviles que, en combinación con el ferrocarril de Ontaneda, uniría a las dos provincias Santander y Burgos, con parada en Guarnizo.

El día 20 de febrero de 1921, se inauguró la nueva línea entre Ontaneda y Burgos, establecida por don JUAN POMBO




El primer viaje inaugural lo formó cuatro ómnibus "Fiat", donde fueron ochenta invitados por el señor Pombo y un camión que llevó repuestos de gasolina, aceite y los maletines de los excursionistas.

Estos lo componían los señores: gobernador civil, señor Richi, representantes del Real Club "Automovilista Montañés, de la Diputación, Ayuntamiento, Obras Publicas, Cámara de Comercio, Junta de Obras del Puerto, Cámara de Propiedad, Centro Minero, Ferrocarril de Ontaneda, Círculo Mercantil, Liga de Contribuyentes, Colonia Burgalesa, Guardia Civil, Carabineros, delegado de Hacienda, algunos amigos del señor Pombo y una representación de la prensa y varios fotógrafos.
El primer automóvil fue conducido por el señor Pombo.

En el Gran Hotel de Alceda, se almorzó y continuando por la tarde viaje a Burgos.

En el alto del Escudo, en la señal con el límite de las dos provincias, se hicieron las fotografías de los coches y viajeros.

Los viajes a Burgos, desde la Avenida de Alfonso XII, tenia salida a las nueve de la mañana, admitiendo pasajeros de primera y segunda, al precio de 49 y 25 pesetas.

El coche automóvil que se utilizaba era la marca FIAT, con doce asientos y su valor era de 20.000 pesetas.

En el primer viaje a Burgos, se tardó seis horas de marcha, constituyendo un record en esta clase de vehículo, teniendo en cuenta que el recorrido se hizo por el Puerto del Escudo, que tiene unos 16 kilómetros de subida, por pendientes de más del 18 por ciento.

En el primer viaje inaugural a Burgos, la caravana de automovilistas desfilaba desde la Avenida de Alfonso XIII hasta Ontaneda, pasando por todos los pueblos de la provincia, incluido Guarnizo.



El automóvil pasando las vías del ferrocarril en la estación de Guarnizo


En junio de 1921, la línea inaugurada hacia poco con ómnibus automóviles entre las dos capitales de Santander y Burgos, fue interrumpida, con poco tiempo de servicio.

Poco tiempo duró este servicio, que aportaba gran beneficio a ambas provincias, pero las distintas razones y después del acuerdo con la empresa de ferrocarril Astillero-Ontaneda, se tomo el acuerdo con la constitución de una Sociedad integrada por personas de las dos provincias con el fin de obtener el capital suficiente, para la puesta en marcha de un nuevo servicio.



En mayo de 1929, existió una petición ante la Junta provincial de Transportes de Santander, de la Compañía de Astillero a Ontaneda, contra don Urbano Sáiz de la Maza, por mantener en exclusiva la línea Selaya a Guarnizo.


En fecha enero de 1936, el Tribunal Supremo de lo Contencioso-Administrativo, dicto sentencia en el recurso interpuesto por don Urbano Sáinz de la maza, contra la real orden de 8 de abril de 1930, que en esa fecha había sido autorizado a la Compañía del ferrocarril Astillero-Ontaneda el establecimiento de una línea de autobuses con despachos centrales en los pueblos comprendidos en el trayecto Sarón-Selaya.

Dicha sentencia del más alto tribunal de Justicia anulaba y dejaba sin efecto referido real orden y en su virtud ordenaba a la Administración se anule la facultad concedida la Compañía del ferrocarril, para establecer esos despacho centrales, que deberían ser suprimidos en los pueblos que venían utilizándose.

En su virtud, el concesionario de la línea Guarnizo-Sarón-Selaya, participaba al público que los servicios de viajeros entre Sarón-Selaya, continuarían con los mismos horarios fijados con lujosos y confortables automóviles.

Esta línea, estaba regentada por Urbano S. de la Maza.


En mayo de 1953, estaba en funcionamiento la empresa La Carredana, con domicilio en Villacarriedo y con otros propietarios.












No hay comentarios:

Publicar un comentario