(foto cedida por Fernando Real)
Omnibus
Hispano Suiza, parado en el bar Siglo XIX, junto a la estación del Norte
en
Guarnizo
Antiguamente
trasladarse desde Guarnizo a otras poblaciones, era complicado, se hacía por
tren, en este caso, a través de la línea de ferrocarril del Norte, desde la
estación de Guarnizo a la de Santander, o bien los trayectos de carretera con
coches a Cayón, Villacarriedo y Selaya.
Para
Astillero, la comunicación era con el tranvía que venía de Santander y que
paraba en Boo y seguir recorrido.
Una de las
alternativas que tenia los vecinos de Guarnizo que se desplazaba continuamente
a Astillero, para gestiones municipales, mercado y escuelas, era ir en
bicicletas.
Por mayo
1873, existía la empresa LA CAYONESA con servicio de coches entre Santander a
Cayón y parada en Guarnizo.
Su
administrador: señor Nicanor Puente en Santander.
El 18 de
agosto de 1875, quedaba autorizado por el señor Gobernador, a don Juan
Fernández, vecino de Santander, para destinar al servicio público de viajeros,
entre la capital al Sardinero y desde la misma a Villacarriedo y viceversa, un
coche denominado "LA CARREDANA" con el número 1, con ocho y dos
medios asientos de caja y ocho de banqueta doble con peso de equipaje de diez y
seis arrobas, debiendo fijar la tarifa de precios en el interior de la caja y
numerar los asientos que se detallan.
En la misma
fecha, quedaba también autorizado don Francisco Crespo, vecino de Selaya, para
destinar al servicio público de viajeros entre Guarnizo y Villacarriedo, un coche
señalado con el núm. 1, denominado "LA COLEGIALA", admitiendo seis
asientos y dos medios de interior y cuatro de banqueta y con peso de veinte
arrobas de equipaje.
El 23 de
enero de 1886, la empresa "LA VERDAD" anunciaba el servicio entre Guarnizo-Villacarriedo-Selaya,
en combinación con las horas de llegadas de los trenes del Norte a la estación
de Guarnizo.
El 29 de
marzo de 1886, se anunciaba que el día 4 de abril, saldría un coche-tranvía
tirado por caballos, desde el Astillero a Boo e intermedios en combinación con
los vapores Corconeras y trenes que llegan a Boo. Siendo su precio de 20
céntimos que recorren el trayecto, llevando 10 céntimos a Vista Alegre y de
éste, al crucero de Guarnizo, otros 10.
El 22 de
abril de 1886, el Gobernador civil había multado al mayoral de la diligencia LA
VERDAD por llevar, contra reglamento, asientos en la delantera del carruaje,
del servicio que hacia entre Guarnizo y la estación del ferrocarril.
Por agosto
de 1886, uno de los pueblos que Guarnizo tenía comunicación era con Selaya, por
varios motivos, uno:
Todos los
domingos en Selaya se celebraba un concurridísimo mercado, en el que se surtían
las villas pasiegas y la mayor parte del valle de Carriedo y el primer domingo
de cada mes, una feria de ganado vacuno.
Por ello,
Guarnizo era el pueblo intermedio de muchos desplazamientos que se hacía desde
distintos puntos de la provincia.
En octubre
de 1887, en la prensa se publicaba un anuncio de Genaro González, que ponía un
coche diario de Villacarriedo a Guarnizo y vice-versa, en combinación con los
ferrocarriles.
El dia 28 de
febrero de 1888, no hubo servicio de diligencias entre Guarnizo y Selaya. Hasta
Cayón existía en la carretera dos pies de nieve.
Los viajeros
que saliesen a las dos y cuarto en el tren, con objeto de ir a aquellos pueblos
pasiegos tomando la diligencia en Guarnizo, se vieron obligados a regresar a
Santander en el tren que llegaba a las cuatro y media.
El 24 de
junio de 1889, la empresa de coches entre Santander y Selaya, cambiaria el
servicio.
En lugar de
venir los carruajes a la capital, harían sus viajes de ida y vuelta al
Astillero, en combinación con los vapores de la Corconera.
Los
expedicionarios irían a aquel punto en el vapor que salía de Santander a las 4
de la tarde y los que venga de Selaya aprovecharían la salida del Astillero en
la expedición de las ocho de la mañana.
De modo que podían
venir y regresar a Selaya en el mismo día.
El 1 de
julio de 1889, la empresa LA VERDAD anunciaba los cambios de servicios del día
26 de junio, en combinación con el vapor de Astillero.
En 1893, la
empresa LA VERDAD estableció un servicio directo entre Santander y Selaya,
partiendo el primero a las cinco de la mañana y el segundo a las tres de la tarde.
También
estableció el servicio en combinación a las horas de las llegadas de los trenes
por Guarnizo.
El
administrador de esa empresa, fue don José Horga.
En 1898, la
empresa LA VERDAD tenia establecida en Guarnizo sus coches para el servicio de
la línea Villacarriedo y Selaya, que combinaba con las horas de llegada de los
trenes en la estación de Guarnizo.
En julio de
1898, la empresa LA VERDAD modificó el servicio entre Selaya y Guarnizo,
poniendo en conocimiento al público que el coche que venía saliendo de Selaya a
la una de la tarde, lo haría a las tres y media en combinación con los tres
ascendentes y descendentes con parada en Guarnizo.
El 1 de
julio de 1910, se inauguró la línea denominada LA HISPANO CARREDANA, que haría
el recorrido de Selaya-Villacarriedo a la capital.
La sociedad
explotadora de esta Empresa, ofrecía la particularidad de que la dirección
técnica no la desempeñaría ninguna ingeniero, como parecía lo más natural, sino
un sportman de Barcelona, don Juan Fons, que con ese motivo se trasladó de la capital de Cataluña a la de la Montaña.
La Sociedad
"Compañía de Automóviles LA HISPANO CARREDANA, S.A." fue constituida
en 1910 y el Consejo de Administración lo formaban: Bonifacio Sainz, Antonio
Mazorra Cruz, Juan Aspiazu, Ernesto Sainz, Felipe Crespo, Ludovico Güe
El 25 de
enero de 1912, formalizaron bajo la
propuesta del Director Gerente, don Leonardo G. Gutiérrez Colomer, el
reglamento interior del personal.
En esas
fechas, el Consejo lo formaban: Presidente: Emilio Ruiz; Secretario, Antonio
Mazorra; Cajero, Ludovico Güemes; Vocal, Manuel Abascal Ruiz y Joaquin Diego
Abascal.
En marzo de
1911, se incorporó el tercer carruaje ómnibus automóvil de servicio público de
la Empresa LA HISPANO CARREDANA, que hacia transporte de viajeros y equipajes
entre Santander y Villacarriedo, con parada en Guarnizo.
Esta tercera
unidad de servicio que ponía en movimiento la Empresa, era un magnifico "ómnibus"
"Delahay", de catorce asientos, seis en berlina y ocho interiores,
más otros seis en la doble banqueta alta. La carrocería, que además de ser de
muy buen aspecto es solida y perfectísima en todos sus detalles, había sido
construida en Santander, en los talleres del señor Galdona, un notable trabajo
en forma que nada tenía que envidiar a los mejores que en carrocerías de esta
clase se hacen en las más acreditada casas extranjeras.
LA HISPANO
CARREDANA que desde que se establecido
su servicio y favorecido por las simpatías de la inmensa mayoría de los vecinos
de los pueblos que utilizaban su servicio, con la adquisición de este tercer
carruaje de primer orden, en condiciones admirables, no solo de realizar el
servicio con toda regularidad y perfección, sino hasta de poder atender
cualquier demanda extraordinaria del público.
Poseyendo ya
tres buenos ómnibus, tenía garantizada todas las eventualidades del servicio
que realizaba y para el que fue fundada y constituida la Empresa, siendo la
primera en la provincia que realizaba con automóviles la conducción diaria de
la correspondía.
Esto lo
efectuaba entre la estación de Sarón, de la línea férrea del Astillero-Ontaneda
y las villas de Villacarriedo y Selaya.
Desde el día
primero de marzo de 1913, los automóviles de la HISPANO -CARREDANA circularían
solamente entre Selaya y Guarnizo en la forma siguiente:
Salidas de
Selaya; 6,15 y 15; para llegar a Guarnizo a las 7,30 y 16,30 h.
Salidas de
Guarnizo: 8,45 y 18; para combinar en Sarón con los tres que salen de Santander
a las 8,25 y 18.
El
presidente; J. Joaquin Diego Abascal
La riada
producida en el mes de octubre de 1915, causó una grave avería en el
"embrague" del puente provisional de Santibañez y quedo bloqueada la
carretera.
Gracias al
conductor de los automóviles de "La Carredana", don Mariano Simón,
quien se le ocurrió traer una lancha vapora del Astillero, la que gobernada por
Antonio, el huevero de la Vega de Pas y Manolín, el sacristán de Santibañez,
que por haber servicio en el crucero "Cristóbal Colón", tenia
conocimientos náuticos, resolvieron en parte, el problema del peonaje y de las
subsistencias.
En 1916, se
disuelve la Sociedad.
Años después
se volvió a restablecer el servicio con nuevo propietario, don Alejandro Peña
que se hizo cargo de la nueva línea con los mismos servicios.
Ya en 1921,
se inauguró una nueva línea de automóviles que, en combinación con el
ferrocarril de Ontaneda, uniría a las dos provincias Santander y Burgos, con
parada en Guarnizo.
El día 20 de
febrero de 1921, se inauguró la nueva línea entre Ontaneda y Burgos,
establecida por don JUAN POMBO
El primer
viaje inaugural lo formó cuatro ómnibus "Fiat", donde fueron ochenta
invitados por el señor Pombo y un camión que llevó repuestos de gasolina,
aceite y los maletines de los excursionistas.
Estos lo componían
los señores: gobernador civil, señor Richi, representantes del Real Club
"Automovilista Montañés, de la Diputación, Ayuntamiento, Obras Publicas,
Cámara de Comercio, Junta de Obras del Puerto, Cámara de Propiedad, Centro
Minero, Ferrocarril de Ontaneda, Círculo Mercantil, Liga de Contribuyentes,
Colonia Burgalesa, Guardia Civil, Carabineros, delegado de Hacienda, algunos
amigos del señor Pombo y una representación de la prensa y varios fotógrafos.
El primer
automóvil fue conducido por el señor Pombo.
En el Gran
Hotel de Alceda, se almorzó y continuando por la tarde viaje a Burgos.
En el alto
del Escudo, en la señal con el límite de las dos provincias, se hicieron las fotografías
de los coches y viajeros.
Los viajes a
Burgos, desde la Avenida de Alfonso XII, tenia salida a las nueve de la mañana,
admitiendo pasajeros de primera y segunda, al precio de 49 y 25 pesetas.
El coche automóvil
que se utilizaba era la marca FIAT, con doce asientos y su valor era de 20.000
pesetas.
En el primer
viaje a Burgos, se tardó seis horas de marcha, constituyendo un record en esta
clase de vehículo, teniendo en cuenta que el recorrido se hizo por el Puerto
del Escudo, que tiene unos 16 kilómetros de subida, por pendientes de más del
18 por ciento.
En el primer
viaje inaugural a Burgos, la caravana de automovilistas desfilaba desde la
Avenida de Alfonso XIII hasta Ontaneda, pasando por todos los pueblos de la
provincia, incluido Guarnizo.
El automóvil pasando las vías del ferrocarril en la estación de Guarnizo
En junio de
1921, la línea inaugurada hacia poco con ómnibus automóviles entre las dos
capitales de Santander y Burgos, fue interrumpida, con poco tiempo de servicio.
Poco tiempo
duró este servicio, que aportaba gran beneficio a ambas provincias, pero las
distintas razones y después del acuerdo con la empresa de ferrocarril
Astillero-Ontaneda, se tomo el acuerdo con la constitución de una Sociedad
integrada por personas de las dos provincias con el fin de obtener el capital
suficiente, para la puesta en marcha de un nuevo servicio.
En mayo de
1929, existió una petición ante la Junta provincial de Transportes de
Santander, de la Compañía de Astillero a Ontaneda, contra don Urbano Sáiz de la
Maza, por mantener en exclusiva la línea Selaya a Guarnizo.
En fecha
enero de 1936, el Tribunal Supremo de lo Contencioso-Administrativo, dicto
sentencia en el recurso interpuesto por don Urbano Sáinz de la maza, contra la
real orden de 8 de abril de 1930, que en esa fecha había sido autorizado a la Compañía
del ferrocarril Astillero-Ontaneda el establecimiento de una línea de autobuses
con despachos centrales en los pueblos comprendidos en el trayecto
Sarón-Selaya.
Dicha
sentencia del más alto tribunal de Justicia anulaba y dejaba sin efecto
referido real orden y en su virtud ordenaba a la Administración se anule la
facultad concedida la Compañía del ferrocarril, para establecer esos despacho
centrales, que deberían ser suprimidos en los pueblos que venían utilizándose.
En su
virtud, el concesionario de la línea Guarnizo-Sarón-Selaya, participaba al
público que los servicios de viajeros entre Sarón-Selaya, continuarían con los
mismos horarios fijados con lujosos y confortables automóviles.
Esta línea,
estaba regentada por Urbano S. de la Maza.
En mayo de
1953, estaba en funcionamiento la empresa La Carredana, con domicilio en
Villacarriedo y con otros propietarios.
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