En las fechas de mayo de 1909., entre
las muchas fiestas que el laureado regimiento de infantería de Valencia venían
realizando en su cuartel de Maria Cristina, una de las pocas tan animadas y
brillante fue la que se obsequió a los alumnos de la Academia de Caballería de
Valladolid, en su marcha de prácticas en Santander.
El coronel del regimiento, el
señor Campos Guereta (natural de Astillero), organizó de acuerdo con la
oficialidad, la fiesta celebrada el 15 de mayo, con todo éxito y dedicado a los
alumnos de Caballería.
A las once de esa mañana, llegó
al cuartel el Gobernador militar, general señor Campuzano, acompañado del
comandante secretario del Gobierno y de su ayudante, señor Pardo, siendo
recibidos por el coronel y los jefes y oficiales del regimiento, mientras la
banda tocaba la marcha de infantes.
Poco después llegó al cuartel el
segundo comandante de marina, señor Garcia Lahera.
Fueron llegando los cadetes de
caballería y algunos otros invitados, entre los que se hallaban los socios del
Unión Club, señores Moscoso, García, Zumelzu y Cabrero y el diputado
provincial, señor López Dóriga.
Después llegaría el coronel
director de la Academia, señor Souza, con los oficiales-profesores, recibiéndoles
el coronel, señor Campos Guereta.
Terminada la visita a los
distintos pabellones del cuartel, el coronel, señor Campos Guereta, quiso dar á
conocer a los invitados el estado de instrucción en que se hallaba el regimiento
y ordenó que saliera la compañía que estaba a cargo del capitán, señor Sañudo y
a mando del teniente don Francisco Quiros, para que hicieran algunas
evoluciones con arreglo a la nueva táctica militar.
Pero lo que produjo verdadero
entusiasmo fue ver a los soldados, cargados con toda la impedimenta de campaña,
escalar con una facilidad grandísima, la tapia del cuartel, que tendría más de
dos metros de altura, saltando fuera.
La animada fiesta terminó a la
una y media de la tarde, quedando todos los que a ella concurrieron muy
complacidos de las atenciones y obsequios de que fueron objeto por parte de los
jefes y oficiales del Regimiento de Infantería de Valencia.
Correspondiendo a la atenta
invitación que les hizo el Alcalde, señor Martinez, en nombre del Ayuntamiento,
el jefe y oficiales-profesores y alumnos de la Academia de Caballería de
Valladolid, asistieron el día 14 de mayo de 1909, por la tarde a una gira marítima,
que en su obsequio les habían organizado.
A las cuatro de la tarde se
reunieron en el embarcadero de pasajeros todos los alumnos y algunas otras
personas invitadas, entre las que se encontraba el Gobernador militar, señor
Campuzano; el coronel del regimiento de Valencia, señor Campos Guereta; el
presidente de la Audiencia, señor Torres; el Fiscal, señor Mauro; el ex
Gobernador civil, señor Bernad; los diputados provinciales, señores Agüero y
Pérez Eizaguirre; el conde de Casa-Puente, y otros.
En un vaporcito embarcaron
primero la mayoría de los alumnos, acompañados del primer teniente alcalde,
señor Campo, y los concejales señores Gómez Vega y Rodriguez Prieto.
Luego en la "Cantabria"
entraron otros muchos alumnos con su coronel-jefe, señor Saura; el general
Gobernador; el coronel de Valencia; el Presidente y Fiscal de la Audiencia; el
Alcalde, señor Martinez; los señores Agüero y Solano, conde de Mansilla y dos
oficiales de la Academia.
En la lancha vapor "Santa
Maria" embarcaron dos capitanes, cuatro oficiales y algunos alumnos de caballería
y los señores Bernard, Gutiérrez, Pereda (S), Sainz Trápaga, conde de
Casa-Puente, Cabrero, Pérez Eizaguire y Torres Quevedo.
La salida de estas embarcaciones
conduciendo a los excursionistas fue presenciada por numeroso público desde los
muelles.
Reinaba fuerte viento del Norte y
la tarde no era todo lo agradable que hubiera sido de desear para dar un paseo
por la bahía.
Pero á pesar de la marejada que
el viento levantaba y que á veces hacia que se metiera a bordo bastante agua,
los pequeños vapores se dirigieron al vapor "Reina Maria Cristina",
amarrado en la boya de los correos, pues todos los alumnos tenían deseo de
visitarle.
Los jóvenes excursionistas con
sus acompañantes se trasladaron al "Cristina" y le visitaron
detenidamente, gustándoles mucho el magnífico barco de la Compañía
Trasatlántica española.
A bordo del "Cristina"
hicieron muchas fotografías para llevarlas como recuerdo de la visita.
Volvieron luego a
embarcar en los mismos vapores y atravesando toda la bahía, después de pasar
por la dársena, se dirigieron, desafiando lo desapacible del tiempo, al
ASTILLERO.
Dos de los vaporcitos se
acercaron a la isla de Pedrosa y los jóvenes alumnos que iban en uno de ellos
atracaron al muelle y desembarcaron en aquel hermoso sitio, regresando luego al
barco verdaderamente entusiasmados de la bellezas de la isla.
De la "Cantabria"
trasbordaron, medio de la bahía, a la "Santa María", el coronel de
caballería, señor Saura; el coronel de infantería, señor Campos Guereta; el
conde de Mansilla y algunos alumnos, siguiendo luego a la "Santa
Maria" hasta el ASTILLERO y se aproximaron al muelle embarcadero, donde
les esperaban a los excursionistas el Alcalde de Astillero, señor Ezquerra; el
médico, señor Mora, el teniente de Carabineros y otras muchas personas.
El Alcalde, señor Ezquerra,
cumplimentó al coronel jefe de la Caballería, señor Souza, y luego, invitado
por los excursionistas, pasó a bordo con el teniente de carabineros y el señor
Mora, para acompañarles hasta Santander.
Durante el paseo se obsequió por
el Ayuntamiento con un lunch a todos los excursionistas.
El regreso se hizo directamente
al muelle de pasajeros, porque el tiempo no estaba para seguir por la bahía, el
viento y el agua molestaba bastante a las embarcaciones.
A las seis y cuarto llegaron al
muelle, demostrando todos los jóvenes alumnos de Caballería su satisfacción por
el paseo, que les había agradado mucho, y teniendo en cuenta que para la
mayoría era una novedad el embarcarse y pasear por un mar bastante agitado, que
hacia moverse un poco a las pequeñas embarcaciones que les llevaban.
Durante la excursión, algunos
oficiales y alumnos se entretuvieron en sacar fotografías.
El escuadrón de alumnos de la
Academia de Caballería de Valladolid, regresaría tras un viaje por distintas
localidades, a Valladolid, lugar donde estaban haciendo las prácticas.