Entre los años 1718 y 1728, en el
libro "Guarnizo, un astillero de la Corona" decía que los primeros
edificios construidos en esos años en el Barrio de La Planchada, fueron tres
viviendas, un almacén y una capilla dedicada a San José, patrón de los
carpinteros de la ribera... capital que era portátil, fundada sobre cuatro
ruedas de 10 pies en cuadro y 8 de alto, con una puerta, seis ventanas con sus
adornos interiores bien trabajados y ejecutados, de tabla de pino, con sus
herrajes correspondientes.
En 1749, en el mismo lugar se
construyo un edificio de la primera capilla (no parroquia)
Como la feligresía aumentaba, se
determino construir una con mayor superficie. Hasta entonces la capilla era
rectangular, de estilo clásico, pero con esta reforma el trazado de su nueva
planta resulto ser octogonal y su conjunto armonioso y agradable. Para ello se
respecto la torre de la primera, siendo derribado el resto en su totalidad.
Esta construcción se llevo a cabo gracias al donativo de 27.000 pesetas, dado
por la hija de Don Pedro Salaverria. Esta Iglesia octogonal se construyó en el
año 1890.
Por otro camino, se perseguía
transformar lo que era una capilla en una autentica parroquia, solicitándose
esta aspiración en distintas épocas, siendo la primera en el año 1852, la
segunda en el año 1888 y la tercera y definitiva en el año 1905, precisamente
el día de San José 19 de marzo, quedo refrendada como nueva parroquia.
Solicitud del Sr. Obispo de
Santander a instancia del Alcalde, S.M.El Rey según oficio de 13 de febrero de
1905 del Ministerio de Gracia y Justicia, aprobó la segregación del Astillero
de la parroquia de Guarnizo.
"Acta de inauguración de la
nueva parroquia"
Sobre el solar de la anterior
parroquia, de planta octogonal, modesta ,sencilla y simpática, resultaba a
todos poder cobijar a la feligresía del Astillero, en constante aumento gracias
a la labor que venía desarrollando su párroco D. Francisco Martínez Garcia.
En 1947, en una reunión de jóvenes
del Centro de Acción Católica y presidida por el párroco, propusieron la idea y
proyecto de un nuevo templo. La decisión y el proyecto fue cuajando en las
gentes, D. Juan José Rasines como Aparejador, D. ANGEL VEGA LLOREDA como
Aparejador y D. Ramón Salcines como brazo derecho del párroco y éste
supervisando y resolviendo todas las dificultades, iniciaron las obras.
Se creó una Junta formada por
personas relevantes del pueblo presidida por el propio párroco, para dirigir la
importante obra proyectada por el arquitecto santanderino, D. Juan José
Rasines, con arquitectura de inspiración románica, de tres naves, techo de
estilo mudéjar y airosa torre de doble campanario.
El domingo a las ocho y media de la mañana, tuvo lugar, en
Astillero la inauguración de la nueva Iglesia de San José, que viene a
sustituir al viejo templo, inadecuado y pequeño para las atenciones de la vida
espiritual del pueblo. Para asistir a estos actos llegaron a Astillero el
director general de Asuntos Eclisiásticos, en el Ministerio de Justicia, D.Mariano Puigdollers; gobernador civil y jefe provincial del Movimiento,
camarada Reguera Sevilla, gobernador militar, general señor Arias Jimenez y los
excelentísimos señores Obispo de Santander y Jaén, Doctor Eguino y Garcia;
también asistieron al solemne acto el Alcalde, D.José Solana y el jefe local
del Movimiento, camarada José Garcia y otras autoridades y jerarquías, así como
el vecindario, que se sumó al acontecimiento religioso.
A las once y media de la mañana tuvo lugar la misa de pontificial,
que ofició el Excelentisimo señor Obispo de esta diócesis, Doctor Eguino y
Trecu, asistido por el de Jaén, Doctor D. Rafael Garcia, participando
asimismo, en la ceremonia el Vicario general de Jaén, D. Agustin de la Fuente;
el maestroescuela de la Catedral de Santander, D. Enrique de Cabo; El lectoral
de Jaén, D.José Pila; el secretario del Obispo de Malaga, D. José
Maria Eguaras, D.Agustin Manso, D.Eugenio Esteban y el párroco de La
Cavada.
A su lado en el altar, en el lugar del Evangelio, ocupo su
trono el Doctor Eguino, y en el de la Epistola, ocupo el suyo el Obispo de
Jaén. Frente al altar se situaron en lugares preferentes los padrinos de la
ceremonia, el Director general de Asuntos Eclisiásticos, en representación del
ministro de Justicia y Doña Dolores Riquelme, esposa del señor
Puigdollers; El párroco D. Francisco Martinez y las autoridades y jerarquías.
El templo se hallaba totalmente lleno de fieles, interpretando escogidas composisiones
sacras el Coro parroquial.
El prelado de Jaén, al Evangelio, hizo uso de la palabra,
exponiendo, con cálidas palabras, el significado de la inauguración de la nueva
Iglesia, manifestando, a la vez, cual es el verdadero camino que los fieles
debemos seguir para que el Señor se apiade de nosotros.
Terminada la misa y antes de cantarse el Tedéum en acción
de gracias, el Excelentisimo señor Obispo de Santander, revistido de mitra y
báculo, pronuncio unas palabras para dar gracias a Dios por la inauguración del
soberbio Templo. El ha sembrado en vuestros corazones amantisimos -dijo- el
pensamiento y el deseo de levantar esta hermosa Iglesia. Hacia EL hemos de
levantar nuestros ojos y, dentro de breves momentos, vamos a cantar todos
unidos, con un mismo corazón, espiritu y alma, un Tedéum en acción de gracias a
la Divina Majestad.
Quiero aprovechar esta ocasión para expresar a los hijos
de Astillero, a las entidades, empresas y a cuantos han colaborado para que
esta obra sea posible, mi agradecimiento. Seria injusto si no dedicase una
mención especial al Estado católico que, con generosidad sin limites, ha
contribuido a esta edificación y al propio Señor Ministro de Justicia, cuyo
sentimiento es grande por no poder estar aquí presente en este acto. A él mi
mas expresivas gracias y también a su represetante, al culto Director general
de Asuntos Eclisiasticos, que, no solamente secundando al Señor Ministro, sino que
con su deseo particular, ha contribuido de una manera personal a que la iglesia
se termine.
Que no resulte baldio el sacrificio que aquí se ha hecho.
Que este Templo esté lleno de amor a Nuestro Señor. Aqui debéis venir todos los
domingos a tomar parte en el sacrificio por vosotros y vuestros difuntos; venid
a escuchar la palabra de vuestro párroco que conoce vuestras necesidades. Aquí
se os hablará de Dios y de lo que tenéis que hacer para ganar la eterna
felicidad. Yendo de su mano, alcanzaréis la vida eterna que yo os deseo.
A continuación se cantó un Tedéum en Acción de Gracias.
Acto seguido en el vestíbulo del nuevo Templo, se verifico
el descubrimiento de una lápida de mármol dedicada al párroco, con Francisco
Martinez Garcia, principal autor de la reconstrucción de la Iglesia. El señor
Puigdollers, que descubrió la piedra de mármol, pronunció unas pocas palabras
de exaltación de la figura de D. Francisco, hablando de sus virtudes y
recordando su tenacidad en las gestiones relacionadas con la construcción del
edificio, cuya inauguración califico de verdadero milagro, toda vez que a las
cinco de la mañana del mismo domingo aún no se habian colocado ni el
presbiterio ni las imagenes.
El parroco contestó emocionadisimo, manifestando que su
labor carecía de importancia y que si a alguien había que agradecer la
ejecución del soberbio templo era el propio vecindario que le había secundado
en sus ideas en todo momento.
Para llevar a cabo la construcción de las obras de esta
preciosa Iglesia de San José, se nombro una Comisión compuesta por el cura
párroco, D.Francisco Martinez, D.Ricardo Gutierrez, D.Ramón Cabarga, D.
Pedro Escárzaga, con Fernando de Alvear, D. Federico Ysart, con Nemesio
Mercapide y D. ANGEL VEGA LLOREDA, los cuales llevaron adelante su misión con
el celo que ha dado por resultado final esta hermosisima Iglesia parroquial que
es orgullo de la Montaña.
Como arquitecto fue nombrado D.Juan José Rasines,
aparejador, don ANGEL VEGA LLOREDA y constructor de las obras, D.Ramón
Salcines Moro.
Varias han sido las Casas montañesas que han tomado parte
en la elección y adorno del templo, y entre ellas debemos destacar, porque es
de justicia, la denominada "Maderit", que representa en Santander, D.
Evencio Bustamante, con oficina en la calle de Wad-Ras, número 3.
Todo el pavimento de la iglesia es de
"Maderit", patente cuya fabricación se llevo a cabo en Laredo, en las
talleres instalados al efecto "Maderit", es un parquet normal, porque
se trata de pequeños bloques figurando baldosines, de tal forma que, en caso
que alguna loseta sufriera un daño, poder ser sustituida en el acto, como
ocurre con la baldosas, sin detrimento alguno del resto de la pavimentación. Se
fabrica en distintos dibujos, todos singularmente armónicos.
El pavimiento de la Iglesia de Astillero ha llamado
poderosamente la atención de todos, y así se lo han manifestado a sus
constructores.
Este pavimento fué acuchillado, encerado y abrillantado
por los notables acuchilladores, con muy variada clientela en toda la provincia,
"Villagrá y Ortiz", que se han esmerado en la perfección de su
difícil trabajo, para el cual reciben encargos en la calle de Becedo, 1,
telefono 1645. Este trabajo es establecido en todos los pavimentos de madera,
resulta siempre perfecto.
Otra cosa que ha llamado la atención, por su elegancia y
vistosidad a la vez que dentro de la seriedad que requiere un Templo, ha sido
la instalación de apliques eléctricos, dos grandes y diez pequeños, colocados entre los arcos de
las naves y que prestan a la iglesia una luz intensa a la par que un tono
austero y religioso.
Esta instalación ha sido hecha por "Talleres
Artísticos Cantabria" cuya fábrica esta instalada en la travesía del Cubo,
7, con oficinas y exposición permanente en Juan de Herrera, 2 entresuelo.
Esta importante casa santanderina , que ha instalado,
entre sus muchas obras, todas las arañas y lámparas de la Delegación de Hacieda
y de la mayor parte del mucho comercio de la ciudad, tiene su especialidad en
arañas y lamparas de bronce y cristal, apliques y objetos de arte, trabajadas
metalisteras en todas las especialidades, con dibujos originales de la casa,
trabajos artísticos en metal, para escaparates, muebles y vitrinas.
"Talleres Artísticos Cantabria" han obtenido
primera medalla y diploma de artesanía en el Concurso provincial celebrado en
Santander hace dos años.
Esta clase de fabricación no existía en Santander hasta,
que ha sido montada esta Iglesia de verdadera categoría artística, de la que
los santanderinos debemos mostrarnos muy orgullosos.
Entre la enorme concurrencia que asistió el domingo a la
inauguración de la Iglesia llamó poderosamente
la atención el soberbio techo, de estilo mudéjar, hecho en los
importantes talleres de los escultores y decoradores "Casa Rios", muy
conocida en Santander y la provincia por la enorme labor realizada en toda
clase de construcciones, entre las que figuran las de la avenida de Calvo
Sotelo. La "Casa Rios" se dedica a la ornamentación de fachadas,
artesonado, cornisas, florones y decoración de habitaciones en escayola.
El techo de referencia es monumental, y su diseño se debe
al arquitecto señor Resines. También la "Casa Ríos" ha hecho las
repisas y adornos de las hornacinas del Altar Mayor.
Esta antigua y acreditada "Casa" tiene montadas
sus talleres en la calle Arrabal 17 y todos sus trabajos son de verdadera
calidad.
Entre los detalles más interesantes de este magnifico
templo figuran unas preciosas vidrieras policromadas fabricadas por "Unión
de Artistas Vidrieros" de Irún, cuyo representante, en Santander, es
Manuel Lanza.
Esta obra a la que el pueblo
respondió a través de colectas mensuales y otros donativos, ascendió a
1.028.143,67 pesetas.
A falta de terminar algunos
detalles, se inauguró solemnemente el templo el día 28 de agosto de 1949,
Por aquellas fechas se
consideraba este Templo como uno de los mejores de la provincia.
Habría que destacar también el
"Cristo Yacente" , adquirido en 1949, cuya imagen de
extraordinario valor y belleza representa para la Iglesia, su mejor "joya"
Esta obra de Victor de los Ríos
se integra dentro del barroquismo de la tradición imaginería española. Labrada
en el año 1949, muestra la particular visión del cántabro sobre los modelos
castellanos y levantinos del tema de Cristo Yacente en el Sepulcro.
Fue realizada para la Procesión
del Santo Entierro de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la
Santa Vera Cruz, de León, la cual, pese a contar con el extraordinario conjunto
del Sagrado Descendimiento de Ríos (1945), acabó rechazándola, según sus
argumentos, por tener un excesivo tamaño para el desfile.
Una vez devuelta a su autor, la
efigie acabó siendo trasladada a la Iglesia de San José del municipio de
Astillero, donde también forma parte de sus procesiones de Semana Santa. Pese
al desagrado inicial por parte de los cofrades leoneses, siempre ha estado
considerada como una de las piezas cumbres del escultor.
Sobre un áspero lienzo de color
marrón se dispone el cadáver de Cristo. La cabeza, bastante desplomada hacia
atrás, muestra el rostro ligeramente desencajado y el cabello desparramado en
gruesos mechones. Los signos pos mortales son apreciables en las suaves
livideces, la hinchazón del torso y el hundimiento del vientre.
Ríos pretendió innovar disponiendo una especie de lienzo
enrollado sobre la mitad superior de la espalda, en lugar de la habitual
almohada sobre la que descansa la testa, lo cual acentúa la elevación del
pecho, así como el sudario ocre que se recoge en la zona lumbar. Las manos
horadadas por las muñecas son un grafismo típico del artista.
En el año 1955, se celebraron los
actos conmemorativos del cincuentenario de la creación de la parroquia de San
José de Astillero. Los más importantes y solemnes tuvieron lugar el día 9 de
octubre, coincidiendo con las bodas de plata de la organización sacerdotal del
párroco, D. Francisco Martínez. Asistió a ellos el señor Obispo de la Diócesis.
Por entonces ya se habla
adquirido el valioso "Paso" del "Cristo Yacente" obra del
escultor D. Víctor de los Ríos. Adquisición que influyo para realzar la
solemnidad de la Semana Santa.
Posteriormente ya se fueron
ampliando las escuelas, los salones, el Cinema Pax, la sacristía y la biblioteca.
Existían actos religiosos como las procesiones del Sagrado Corazón, las comuniones, las del Corpus y
San José, que se venían realizando durante el año, recorriendo principalmente
la calle San José y a los que asistían muchísimos vecinos.
Desde entonces el templo ha sido reformado
en distintas ocasiones. La más importante data de los años 50, con la donación de la
magnifica lámpara y los apliques por Don Pablo Tarrero, cuyas piezas pertenecían
al Banco Santander.
"Relación de los párrocos".
Tengo buenos recuerdos de infancia
de la iglesia, la misa de los domingos y las catequesis.
En esta Iglesia hemos sido
feligreses toda la familia, especialmente mi padre, que desde su nacimiento en
el año 1913, ya figuraba en los libros de la Iglesia.
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