LA SARA
Estando interesado en la historia
de esta fábrica instalada en El Astillero y que fue muy importante en el
desarrollo industrial de esta población, solicite a mi amigo José Enrique
Cortina Ceballos, documentación que tuviese sobre ella, al estar también
interesado por motivos familiares.
Su impulsor y maestro galletero,
Cayetano Manchado Muñoz, natural de Burgo de Osma, provincia de Soria, tras
hacer fortuna en Uruguay, donde contrae matrimonio con doña Rosa Cortina Saiz,
regresan a El Astillero y fundan la gran empresa de "Galletas La Sara ", cuya denominación
corresponde al nombre de una de sus hijas. Tuvo tres hijos y sus nombres
fueron, María, Sara y Alberto.
Don Cayetano Manchado, falleció
en 1959 y tras su muerte, la fábrica fue dirigida por su hijo, Alberto Manchado
Cortina, quien también ocupo el puesto de Alcalde en el Ayuntamiento de El Astillero.
Don Cayetano Manchado
Sus comienzos se remotan a la
primera mitad del pasado siglo XX, estando las instalaciones iniciales
emplazadas en la calle Prosperidad, 15 y 17 del pueblo de Guarnizo.
En estas instalaciones se
comienzan a elaborar los primeros productos que consistían básicamente en las
rosquillas y las cocadas. Más tarde y cuando comienza la elaboración de el
caramelo, debido a la pequeñez de las instalaciones, deciden trasladarse a la
nueva fábrica que se ubica en la calle de Bernardo Lavín, 16, en la denominada
finca de "La Farruca ".
La fábrica tenía los teléfonos
números 45 y 202.
Esta nueva ubicación constaba de
un edificio de tres plantas, cuya planta superior se dedicó a la administración
y a la fabricación de el caramelo, la segunda a la fabricación de la galleta,
siendo la planta inferior y sótano la que se dedicó al almacenaje de las
materias primas. Dichas plantas contaban entonces, con la maquinaria y enseres
que el mercado demandaba en aquellos momentos.
Esta nueva fábrica radicaba ya en
el pueblo de El Astillero. La denominación de la marca figuraba entonces como
Industrias La Sara ,
Cayetano Manchado e Hijos, S.R.C.
En la década de los años sesenta,
el regidor de dicha fábrica entonces, hijo a su vez de Cayetano Manchado Muñoz,
Alberto Manchado Cortina, establecen un acuerdo mutuo con el francés Pierre May
para la instalación en España de una fábrica de chicles, naciendo entonces la
denominada May Española, S.A. ubicada también en la finca de "La Farruca ". Con este
motivo se realiza una gran campaña publicitaria en prensa, radio y televisión
de ambas marcas, es decir Caramelos y Galletas La Sara y a su vez de Chicles
May.
La casa matriz de Chicles May, se
encontraba en Sant Maur al Sur de Francia.
Fue una empresa modelo en la que
llegaron a trabajar más de 150 personas (entre ambas fábricas) y con motivo de
la crisis de final de los años setenta, en especial del año 1977, de materias
primas, la venta de los productos elaborados sufre un declive muy importante.
De la plantilla la mayor parte correspondía a mujeres y casi todos vecinos de
la localidad.
De los trabajadores podemos citar
algunos, como Cándida Díaz, Alfonso Galarza Aguero y Juan Galarza Manchado (gerencia), José Luis
Cortina Pardo (ventas), Facundo Cavadilla y Juan Cortina Camargo
(contabilidad), Ana Egusquiza, Margarita Taranco, Jesús García Sardina y María
José Fernández (oficina), Enrique Pinilla (mantenimiento), Ricardo Manterola,
Gabino Castanedo, Luis Maza, Petra Quintanilla Verrire, Liuki Vega, Alfredo Pico, José
Luis Pérez Maza, Pedro Pardeiro, Jesús Velarra, Emilio Collantes González, Francisco
Collantes González, Fernando Collantes González, Chelo Monar Placer, Conchita Marin, Antonio Espeso,
Alfredo Herrán, José González, Adela González, Nieves Quindos Poncela, Alberto Cortina
Camargo, Tinuca Miera, Jesús Senties, Leandra Cavada Grau, Maria Jesús Berruecos Montes, Belinda Cuartango Lozano y Begoña Cuartango Lozano, Pilar de los Rios (La Sara), Isabel Simal (May) y Pili Simal (May, Soledad Cortina Blanco, Mari Carmen Garcia Fernández (May), Candida Diez Martinez, Manolín Pérez Maza, Beni Gañan Ponce, Maribel Teran López, Juan José Valiente Vaquero (oficina), Tati Garrote Garrote (oficina), Gelines Díez (de Pontejos)Félix Fernández Garcia, Baltasar Fernández Garcia y Sara Dehesa; desde los 14 años hasta los 25 años......unos en La Sara y otros en May.
Juan Senosiain y Fernando Cano, como comerciales en Chicle May.
Juan Senosiain, falleció de infarto en la propia fábrica el 29 de abril de 1974, considerandose como accidente de trabajo. Un hecho que fue en su día muy comentado.
Nos faltan aún más nombres del resto de los demás empleados, que agradecería quien lo conozcan, me lo facilitasen para incluirles en esta
relación.
En el año 1980, ambas marcas
deciden fusionarse y pasan a denominarse Ibérica de Confitería, S.A.
"Confiberia".
Por la crisis y por diferentes
avatares padecidos, deciden cerrar en el año 1983.
GALLETAS LA SARA
En sus inicios comenzaron a
elaborar básicamente las rosquillas y las cocadas, ya posteriormente
comercializaron otros productos como la : Tostada, María, Chati, Any, Ñaqui, Petit Beurre, Duquesa, Atlántica
(Galleta tipo Sandwich), Gaufrettes (Galleta de vainilla, rellena de Nata,
Chocolate, Limón, etc.), Bizcochos “La
Sara ”, Pastas “Montañesas”, Galletas rellenas de chocolate,
de nata, de limón, de coco, Galletitas Aperitivo, Rosquillas, Cocadas, Galletas
Surtido Normal (caja verde), Galletas Surtido Especial (caja roja) ...........
Su producto estrella, era la María , con destacada
publicidad, en la que se reflejaba una muñeca con cara de galleta vestida de
montañesa y que fue un acontecimiento publicitario.
Llegó a tener depósitos en las
ciudades de Madrid y Barcelona, donde sus productos eran conocidos nacionalmente,
compitiendo con otras marcas como Fontaneda y Cuétara.
Asistían a distintas ferias
internacionales, en todas fueron representadas por Benigno Cortina Saiz y
Soledad Cortina Blanco, figuras principales de los éxitos obtenidos en estas ferias
y concretamente en la del Campo de Madrid.
También en la fábrica, se elaboraban
los caramelos La Sara ,
que tenían gran aceptación, extendiéndose su venta por toda España.
Los fabricaban de distintos
sabores y quien no hemos chupado estos caramelos que siempre los recordaremos.
Estos
eran de: Toffee, Toffee Chocolate, Toffee Nata, Toffee apiñonado, Menta, Menta
Inglesa, Menthol, Menthol Eucalipthus, Crocanti, Crocanti praliné, Crocanti
relleno de vainilla, Nata, Nata-fresa, Coco, Limón, Naranja, Melocotón,
Frambuesa etc., Caramelo relleno (diferentes sabores), Caramelo masticable
(sabor a fresa, Nata, Menta, Limón, etc.), Pastillas de Café, Pastillas de Café
con Leche, Bolas de Anís , Surtido Extra, Surtido Royal, Surtido Tenis, Chupeta
con palo de diferentes sabores, Chupeta multicolor (diferentes sabores en la
misma chupeta) ..........
El producto estrella que más se
solicitaba era el toffee, que valía 2 reales.
CHICLE MAY
Al poco tiempo de instalarse May
Española, surgió May Portuguesa, S.A., instalándose una nueva fábrica en
Portugal, en la localidad de Coina, cerca de la ciudad de Lisboa
Los famosos chicles May, eran
conocidos por su elasticidad, sabor y sobre todo, por el fabulosos aroma que
desprendían.
Estos eran los productos que
elaboraban: Tabletas: Tropical, Spearmint, Stramberry, Chlorophylle, Reglisse,
Lemmon, etc. etc., Crackies (cajitas de grageas, de diferentes sabores: Menta,
Fresa, Limón, etc. etc.), Chicles hinchables diferentes sabores, (Fresa, Menta,
Limón, etc. etc.), Bolas de Chicles multicolores y diferentes sabores, Bolsitas
de Chicles Polvo, con sabores diferentes, etc. etc.
Competían comercialmente con
chicles Bazooka.
Aunque siempre recordaremos por
los albums de fútbol, que se publicaron y que se rellenaban con pegatinas que acompañaban
a la goma de mascar hinchable y que al dorso se encontraba el jugador.
También tenían un concurso
conocido como niños "May Listos", que se participaba enviando 10
envoltorios.
Esta marca también colaboró ya
entonces con el deporte, especialmente con el equipo de baloncesto de
Astillero, donde sus camisetas llevaban el nombre de Chicles May.
También, agradecería aquellos que tuviesen más documentación o fotografías
de La Sara ,
pudiera enviármelas.
FOTOGRAFIAS HISTORICAS
Don Pablo Tarrero vicepresidente del Banco Santander y accionista de May Española, S.A.,
visita la fábrica junto con el Sr. Pierre.
(Colección Luis Castanedo)
(Colección José Enrique Cortina)
(Colección José Enrique Cortina)
(Colección José Enrique Cortina)
(Colección José Enrique Cortina)
Ramos-Enrique-Falagan-Manuel de la Hoz-Santiago Diego-Carlos Montoya-Gelín Moncada
José Luis Garcia-Justo del Mazo-José Maria Montoya
ANUNCIOS DE PRENSA
Mi madre, Leandra Cavada Grau, también trabajó en La Sara.
ResponderEliminarMe ha encantada leer este post.
Muchísimas gracias
Mi tía María Jesús Berrueco Montes también trabajó en Chicles May. Estuvo desde los 14 a los 25 años trabajando.
ResponderEliminarLe ha hecho muchísima ilusión recordarlo todo.
Enhorabuena!!!!
Muchas gracias.....que nostalgia.....
ResponderEliminarEnhorabuena por este post, lo acabo de ver Con mi madre que trabajo en chicles may y se ha emocionado muchísimo, también trabajo allí mi tía recién fallecida, os agradecería que pasarán a formar parte de esa lista. Belinda Cuartango y Begoña Cuartango.
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
Me alegra mucho lo q habéis puesto de la Sara y la May pues en la Sara trabajo mi madre Pilar de los Ríos y en la May mi hermana y yo Isabel. SIMAL Y Pili Simal bonitos recuerdos
ResponderEliminarQue alegría al ver esto por internet , les mando un cariñoso saludos a todos.
ResponderEliminarMi padre era Secundino Garcia Fernández
agente comercial de esa casa para todo Asturias y Galicia .
Conocí su fábrica en una visita en la compañía de mi padre y para una niña pequeña creo que tendría unos 6 años fue como una aventura fantástica guardo un gran recuerdo .
Un saludo para todos .
Enhorabuena por haber realizado este gran trabajo. Mi padre, Juan Senosiain y mi tío, Fernando Cano fueron comerciales de Chicle May. Los dos ya fallecidos lamentablemente. Me encantaría que figurasen en el listado. Muchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias por publicar los nombres. Por cierto, mi padre Juan Senosiain Olza, falleció de un infarto en la propia fábrica trabajando, el sábado 27 de abril de 1974 por la mañana y fue el primer caso en Santander considerado accidente laboral, fue un caso bastante comentado.
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