Pepita Posse
de 1955
Por noviembre de 1931, un grupo de encantadoras
muchachas, bulliciosas y algareras, habían visitado algunos comercios del
municipio, para recoger objetos donados para la fiesta de las Modistillas.
La señora viuda de Solana, dono un
precioso corte de traje de crespón de seda, un pañuelo-bufanda y un bonito
paraguas para señora, además de un juego de corbata y pañuelo para caballero.
Don Angel Díaz, un artístico reloj de
sobremesa. Don Ricardo Fernández, un elegante paraguas de señora.
Don Valeriano Gutiérrez, un imperdible y
par de pendientes y su hija, señorita
Amalia, un frasco de esencia para la que resulte elegida "Señorita
Astillero" y un precioso par de medias para la que luzca el gorro más artístico
en el baile del domingo.
La señora viuda de Quintanal, dos
botellas de vino jerez añejo.
Don Vicente Marín, una caja de galletas
finas, de su fábrica.
Don Germán Fernández, una hermosa y
elegante caja de chocolatinas.
Don Sebastián Asenjo, un precioso
estuche de manicura.
Don José Navarro, un juego de boquillas
y una estilográfica. Don Cayetano Manchado, una hermosa caja de mazapán,
elaboración de la Casa.
Don Florencio Aparicio, una botella de
jerez quina y un bote de melocotón.
Don Eloy Herrero, dos botes de
melocotón.
Don Joaquín Gutiérrez, una botella de
jerez.
La preciosa lámpara regalada por la
Sociedad Anónima Celuloide, fue expuesta al público en los escaparates de la
Casa Azcárate, por donde han desfilado muchísimas personas haciendo grandes elogios
de tan artístico regalo.
De la foto publicada, como bien decía el
corresponsal, el grupo de bellísimas modistillas astillerenses, posan ante la
máquina fotográfica de Hojas, porque las encantadoras hijucas con esos ojos
retrecheros y asesinos, con ese palmito ondulante y sandunguero, con su charla
cascabelera y zumbona y con su irresistible simpatía ponen en grave aprieto al
más casto cenobita ¿Por qué si estáis monísimas!
Estas lindas son: Trial del Rio, Soledad
Gómez, Amelia Garcia, Clotilde López, Mercedes Rodriguez, Sabina Santisteban,
Vicenta Castillo, Rosario Castillo, Pepita Posse, Salomé Garcia y Fermina
Fernández.
El primer festejo inaugural de la fiesta
modisteril, fué la velada del sábado en el Salón Cortabitarte, rebosante de
público como en muy contadas ocasiones.
La velada a cargo del Cuadro Artístico y
de la rondalla del Orfeón, en la que también tomó parte el coro femenino de la
laureada masa coral, fue un rotundo éxito artístico y de taquilla.
Las lindas "actrices" y los simpáticos
jóvenes que integran el mencionado Cuadro Artístico y la ronda estuvieron
acertadísimos en su cometido y lograron prolongados y cariñosos aplausos.
En los intermedios se verificó la rifa
de seis regalos, dos de los cuales tocaron al vecino Ramón Casuso y su linda
hermana Ascensión, que los donaron para ser subastados. La rifa y la subasta
rindieron un buen puñado de pesetas.
Al final, las lindas coralistas,
acompañadas al piano por el joven convecino Manolo Fernández, simpático
muchacho que desinteresadamente prestó a ello, interpretaron el Himno a las
modistas, del maestro Vilches, con la letra reformada (perdón, amigo
"Nostradamus"), arrancando estruendosas ovaciones y viéndose
precisadas a repetirlo.
El domingo y después de la misa solemne
a la que asistieron muchas modistillas, se dedicaron éstas a recorrer el
municipio postulando para los obreros en paro forzoso, y a cambio de una flor
prendida por sus manos nacarinas, recaudaron 250,25 pesetas.
A las cinco de la tarde hubo una bonita
sesión de cine, con el salón hasta los topes, y en los intermedios se rifaron
más objetos de los donados para la fiestas de la modistas. Obtuvieron una buena
recaudación.
A las nueve y media de la noche dio
principio el baile, que estuvo muy concurrido, y en él lucieron las bellas modistillas
preciosos y artísticos gorros, dando con ello la nota de color a la velada.
El salón estaba engalanado con follaje,
flores, cadenetas, banderillas y farolillos. Presentaba un aspecto magnifico y
a esta labor de embellecimiento contribuyeron con su trabajo muchas
costurecillas y varios jóvenes desinteresadamente.
Los organizadores de la fiesta, Lorenzo
Casuso y Antonio Egusquiza, fueron los artífices del éxito de la Fiesta.
Una notable orquesta amenizó el baile, y
la juventud, incansable, bailó y se divirtió de lo lindo.
Se rifaron varios objetos de los
regalados, se sorteó entre las modistas un hermoso lote de regalos y por
votación entre el sexo fuerte fué elegida "Señorita Astillero" a
Pepita Posse Muñoz.
El premio para gorros correspondió al
taller de doña Eusebia González y el regalo sorteado entre las modistas, a la
señorita Josefina Fernández, del taller de doña Candelaria Llata.
Por motivo de estas fiestas, unos
militares astillerenses que hacen el servicio militar en Burgos, enviaron una
carta al corresponsal de El Cantábrico, que decía:
"Burgos, 16 de diciembre de 1931.
Señor Otero.
Muy señor nuestro: Enterados del exitazo
obtenido en el festival de las modistas, no podemos menos de facilitarle a
usted, como iniciador, y a los señores Lorenzo Casuso y Antonio Egusquiza, que
parte tan activa han tomado en él, rogándole que, por conducto del periódico de
su digna corresponsalía, haga llegar a nuestra más sincera felicitación a todos
y ofrecer nuestros respectos a la reina de las modistas de sus paisanos que
están cumpliendo sus deberes militares en Burgos. ¡Viva Astillero!, y gracias
anticipadas por el favor.
-Eusebio Carretero-Francisco
Salcines-Restituto Oviedo-Francisco Fernández-Manuel López-Esteban de
Diego-Salvador Heras y Andrés Navedo.-
Según me he ido informado, la señorita
Pepita Posse, mantuvo durante muchos años su taller de costura en Boo de Guarnizo.
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