Una de las
fechas más agradables que haya ocurrido en el pueblo de Astillero, fue la del
14 de mayo de 1965 y que para algunos lo tienen que recordar.
Astillero le
llego la suerte con todas las series del tercero premio, correspondiente al
sorteo de la Lotería Nacional, celebrado el 14 de mayo de 1965, en Madrid y que
fue la Administración oficial de Astillero, quien repartió los décimos.
El número
agraciado fue el 53.045
.
Dejó nada
menos que dos millones de pesetas repartidos entre la vecindad, y hubo una sola
persona que percibiría 400.000 pesetas.
La noticia
constituyó una verdadera sensación en Astillero y las calles del pueblo se
vieron rápidamente invadidas de una muchedumbre ávida de noticias que en esa
mañana todavía quedaba por esclarecer quienes eran los agraciados.
Los informadores
de prensa, fueron los primeros que intentaron localizar e interrogar aquellos
poseedores de los décimos.
Uno de los
vendedores, fue el Bar "Toki-Ona" y sus dueños confirmaban haber
despachados cuatro de los décimos agraciados con cincuenta mil pesetas cada
uno, habiéndose reservado ellos dos y devolviendo a la Administración otros
dos.
Los
propietarios del Toki-Ona, señores Larrinaga-Tezanos, mostraron satisfacción
más que justificada, por haber dado suerte entre sus clientes y a ellos
propiamente.
Entre los
conocidos a quienes les correspondió con algunas participaciones en el citado
premio fueron: Luis Manrique, productor de Talleres del Astillero; Gregorio
Angulo, jefe de la Policía Municipal, e hijo, empleado de Standard Eléctrica,
ambos de Astillero; señor Sardina, empleado en la Jefatura Local del
Movimiento; don Manuel Aguilera, de la firma "Emilio Aguilera, S.A.";
don Adolfo Jimenez y don José Parra, ambos de Astillero y cuatro tripulantes
del vapor "Agro Mayor" que se encontraba reparando en los diques.
Se desconocían
muchos de los agraciados y si de algunos como cuatro obreros de Talleres y un
empleado de la estación llamado Marcelino Bear
Como la
noticia se extendió a que en el Bar de la Estación, de la familia Pio Palacios
y Gloria Rodriguez, se habían despachado nada menos que veinte décimos,
transformados en la respetable suma de un millón de pesetas, repartidos en su mayoría
en fracciones de cincuenta mil, que corresponde a cada participación o décimo.
También los
dueños de este establecimiento se reservaron dos décimos.
Concretamente,
uno de los tripulantes del vapor "Agro Mayor", que en esos días reparaba
en el dique astillerense, era su mayordomo, Fernando Boa Cano, a quien le había
correspondido sesenta mil duros.
El señor Boa
Cano, adquirió los décimos, precisamente en la víspera del sorteo, en el bar
"La Estación".
Y para
celebrarlo, obsequió a todos sus compañeros a bordo con una cena del mencionado
establecimiento, por todo lo alto.
Se
confirmaba que la Administración, había devuelto muy pocos de los décimos
agraciados con este tercer premio, dándose la circunstancia de que incluso por
la mañana día del sorteo se hallaba la vendedora autorizada, ofreciendo dicho
número y otros más por las calles del pueblo.
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