El 24 de julio de 1971, tuvo
lugar el acto de la bendición de la nueva trainera "San José II" y de
la nueva trainerilla, que fue bautizada con el nombre de "Virgen de
Muslera"
A las siete y media en punto, después
de que el párroco de Astillero, don Francisco, bendijera las dos nuevas
embarcaciones, éstas fueron lanzadas al mar, en presencia del teniente alcalde
de Astillero, señor Liaño, que representaba al alcalde, el presidente del Club
de Remo, Chiqui Castillo, de las madrinas de la trainera, señorita Manolita
Castillo y de la trainerilla, señorita Rosita Castillo, así como de los
numerosos invitados, entre los que se encontraban; el presidente de la
Federación Cántabra, señor Ramón Maliaño; representantes de los demás clubs de
remo montañeses y otras personalidades.
Fue una botadura por todo lo
alto, pues después de que la tripulación astillerense maniobrara durante breves
minutos sobre las nuevas embarcaciones, estas fueron retiradas y todos
incluidos el patrón y los remeros, asistieron al lunch con que fueron
obsequiados todos los invitados.
Ese año los de la Planchada
contaba con muchos remeros nuevos, nada menos que ocho entre titulares y
suplentes.
La tripulación que presentaba
para la temporada era:
Con J. Angel Lujambio de patrón,
se sentarán en las bancadas de la "San José II" -una preciosa
trainera, construida en Orio, de acuerdo con las técnicas más modernas y los
últimos adelantos- Daniel Rodriguez, proel, de Carasa; Manuel Rodriguez, popel,
de Carasa; Raul Pico, de Astillero; Manuel Gutiérrez, de Solorzano; Amalio
Barquin, de Rubayo; Alberto Rivas, de Argoños; José Antonio Rodriguez, de
Astillero; José Luis Soler, de Astillero; Serafín Palacios, de Argoños; Alberto
Maza, de Praves; Antolín Cuerno, de Santander; José Cano, de Carasa; Vicente Lavín,
de Villaverde de Pontones; Amalio Cedrún, de Hoznayo; Julio Saiz, de Puente
Arce; Pedro Solana, de San Salvador; José Luis Sánchez, de Astillero; José
Maria Serrano, de Astillero; Emilio González de Treto y Julio Castillo
-suplente del patrón- de Astillero y con 17 años.
La mayoría eran naturales de
Astillero.
Las traineras fueron regalos de
don Pablo del Castillo y las madrinas fueron sus hijas.
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