Habiéndose
suspendido el domingo 16 de enero 1927, el partido entre el Unión Club y el
Real Racing Club, debido a la persistencia del temporal de agua y el campo de
juego aún se encontraba en malas condiciones para la práctica del futbol, el
Comité de la Federación Regional Cántabra designo para jugarse el partido entre
el Unión Club de Astillero y la Real Sociedad Gimnástica, el campo del Eclipse,
F.C. a propuesta del Unión Club.
El partido
se jugaría el domingo día 23 de enero, a las tres y cuarto de la tarde y seria
arbitrado por el colegiado de Valencia, Vidal Royo.
Encuentro
que ofrecía mucha expectación, pero fue todo lo contrario, mucho nerviosismo y
mucha brusquedades.
El 23 de
enero, se jugó el esperado partido entre el Unión Club y la Gimnastica de
Torrelavega, en los campos de los Arenales de Santander.
La
Gimnastica, consiguió imponerse a los astillerense y con ello se aseguraba ser
subcampeones del Campeonato.
El resultado
final del encuentro fue de 5-1, a favor de los torrelavegueses.
Los terrenos
del Eclipse rebasaba como nunca se habia conocido en el campo de los Arenales.
La entrada era superior a la registrada desde su inauguración.
El gol
astillerense, fue marcado de penalti por Benavente.
La
alineación del Unión Club fue:
Arteche;
Montoya, Martinez; Santamaria, Vega, Herrera; Rodriguez, Castillo, Ibaseta,
Salas y Benavente.
El arbitraje
del valenciano Vidal Royo, fue desastroso, no hubiera sido necesario traer un
colegiado desde esa tierra.
El día 26 de
enero, reunido el Comité de la Federación Regional Cántabra, habían tomado los
siguientes acuerdos:
Por el plazo
de seis meses, a los jugadores del Unión Club, Rafael Montoya y Manuel Salas,
por agresión a otro jugador, a la terminación del partido celebrado el domingo
23.
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