Como prólogo al XIII Festival
Internacional de Santander se incluyo como años anteriores, el VI Festival Folklórico organizado por la
Obra Sindical de Educación y Descanso con la colaboración del Ministerio de
Información y Turismo.
Los tres programas del certamen
serán interpretados por siete grupos franceses y diez españoles, cuidadosamente
seleccionados, como siempre, a fin de que el certamen tuviese la mejor categoría
artística y la mayor pureza tradicional.
Los tres grupos procedentes de
Francia actuarían por primera vez en Santander, y contaban ya con un brillantísimo
historial de actuaciones y de premios. Destacaba, por su interés folklórico, el
grupo "Escolo del Fielibre de la Mar" de Marsella, cuyo fin esencial
era el mantenimiento de la propagación de la hermosa lengua provenzal y de sus
usos y tradiciones, ostentando auténtico vestuario marsellés del siglo XVII.
Los demás grupos franceses eran el "Auvernha Dansaira", de Clemont
Ferrand, que divulgaba las canciones populares y costumbres de Auvernia,
"Les Galvachers du Morvan", de Chateau Chinon, declarado Sociedad de
Educación Popular por el Gobierno francés, "Les Gauch' Nottes" de
Lexeuil Les Bains, "Lou Velout d'Arie" de Aries, el grupo folklórico
"Biroussan" de Saint Girons y "Lous Reousles" de la Reole,
con típico vestuario del siglo XVIII.
El folklórico español estaría
representado por el grupo "Virgen del Mar", de Almeria, el grupo de
danzas de Educación y Descanso de Gijón, y ocho conjuntos montañeses; "El
Sabor de la Tierruca", "Virgen del Campo", de Cabezón de la Sal,
el Coro Polifónico de grupo de empresa de Talleres de Astillero, el grupo
"Airiños d'a Terra", el Orfeón Cántabro, el Coro Ronda Ecos del Ebro,
que era la agrupación más antigua de la provincia.
La calidad y depuración de estos
grupos, unidos a la dilatada popularidad de que gozan, aseguraban el atractivo
y el interés de las tres veladas en que tomarían parte.
Más de cuatrocientos intérpretes
tomaron parte en el sexto certamen folklórico, integrando el vistoso desfile
inaugural que recorrió las principales avenidas de Santander en la primera
noche del certamen, entre las miradas entusiastas y cordiales de millares de
espectadores.
En esas fechas el panorama de
arte popular de España y de Francia presentado en este VI Certamen podía
considerarse de las mejores manifestaciones de este género en ambos países. En
los últimos años se había apreciado perfectamente el inmenso valor de la música
y danzas tradicionales. Los grupos que actuarían para nuestro público, a través
de las exhibiciones de los certámenes folklóricos de Santander, darían a
conocer todo un mundo de colores y de ritmos.
El éxito del VI Certamen
Folklórico Internacional presagia y aseguraba el camino ascendente de los años
próximos, confirmando que las expresiones de arte popular podían codearse sin
desdoro con el arte refinado producido por los grandes maestros.
Las actuaciones del 28 de julio
de 1964 de los distintos grupos que componían el VI Certamen Folklórico
Internacional, fueron , más interesantes y movidas que en el día anterior, y,
además trajeron la grata novedad de la presentación de otros grupos, tanto
franceses, como españoles, entre estos últimos el "Orfeón Cántabro",
que, muy bien conjuntado por el maestro Agustin Latierro, tuvo un éxito tan
grande como merecido. Muy bien timbradas sus voces, en particular las agudas,
algunas incluso de auténtica belleza.
Abrió el programa del día 28, el grupo "El Sabor de la Tierruca"
de Santander, que ofreció una nueva versión de su manera de hacer y cuya actuación
de la noche corroboro la opinión favorable sobre este grupo.
"Lous Reoules" de la
Reole, como casi todos los grupos franceses que ese año habían llegado, su
actuación fue más bien pobre artísticamente.
El Grupo de Danzas de Gijón, al
que ya se les conocía de otros años, tuvo el mismo éxito de siempre.
"El Escolo de Felibre de la
Mar" de Marsella, pasó sin pena ni gloria.
A continuación, actuaron los componentes del grupo Orfeón Cántabro, de Santander, que fue
este conjunto polifónico de lo mejor que se había escuchado en la noche.
La "Coral Polifónica"
de Astillero, tampoco se quedo atrás como conjunto polifónico, muy bien llevado
por Sáez de Adana. La canción "A la trilla", fue una delicia y
premiada por el público.
Lo más destacado de los grupos
franceses había sido "Lou Velout d'a Arle", de Aries, no sólo por su
mayor movilidad, sino por sus trajes de un colorido muy grato de ver.
Como final, el
grupo "Virgen del Mar" de Almeria, que por su colorido dinamismo y alegría,
fue la agrupación que indiscutiblemente
consiguieron el mayor triunfo en este VI Certamen: el "vito" y el
"fandango" entusiasmaron al público, que aplaudió fuerte y con
sinceridad.
El 29 de julio, concluyo en la
Plaza Porticada el VI Certamen que tan brillantemente desarrollado como
preámbulo al XIII Festival Internacional de Santander. Una vez más se había
manifestado la vitalidad del folklore, y el agradecimiento que se debió a las
agrupaciones que se habían preocupado de conservarlo, salvando del olvido a
danzas y canciones que son patrimonio entrañable de los respectivos pueblos.
El panorama de arte popular de
España y Francia presentado en este VI Certamen podría considerarse de las
mejores manifestaciones de este género en ambos países. En los últimos años se había
apreciado perfectamente el inmenso valor de la música y danzas tradicionales,
como expresión del alma nacional y a la vez como preciosas obras de arte independientes.
Los grupos que tomaron parte en este VI Certamen se encentraban entre aquellos
que mejor habían sabido depurar tales manifestaciones.
La noche del 28, los grupos
participantes ofrecieron su mejor programa, con ejemplos del folklore del Norte
y Sur de Francia, tan diverso y tan sugestivo, y con el encanto del folklore
francés, que ya seria familiar para el público, a través de las exhibiciones de los
Certámenes folklóricos de Santander que daban a conocer todo un mundo de
colores y de ritmos.
El éxito del VI Certamen
Folklórico Internacional presagiaba y aseguraba el camino ascendente de los
años próximos, confirmando que las expresiones de arte popular podían codearse
sin desdoro con el arte refinado producido por los grandes maestros.
No era la primera vez que el
grupo "Coral Polifónico de Astillero"
subían al escenario de la Plaza Porticada, su presencia había sido
reclamada en anteriores ocasiones, en todas y cada una de las cuales supo
ganarse, con todo merecimiento, los más expresivos y acreditados elogios, que
el pasado martes rebasaron todos los limites, arrancado del numeroso público
asistente espontáneas salvas de aplausos, como premio a su extraordinaria
actuación, interpretando cuatro obras netamente montañesas, una de las "La
Trilla" inédita e interpretada por primera vez en público.
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