viernes, 1 de febrero de 2019

ASTILLERO las primeras casas









En un documento fechada en la "Nueva Población de Astillero de Guarnizo", el 9 de diciembre de 1790, se decía:

"....que hace más de medio siglo que el territorio donde se situó dicho astillero, no tenia casas ni habitación alguna, hasta que, con motivo de haberse elegido para la construcción de navíos, se fabricaron tres casas por cuenta de V.R.P. (Vuestra Real Persona -era un documento dirigido nada menos que al Rey-) que sirvieron de hospedaje del comisario de Marina y otros dependientes de ella, pero, desde luego, se fue poblando".

Cuando el célebre don Antonio Gaztañeta, por mandato del omnipotente ministro Patiño, se desplazó a Guarnizo para poner nuevamente en marcha su viejo astillero y habilitarlo para construir en él fragatas y navíos, como así ocurrió, máximo exponente del poderío naval de aquella época, el Monte Marítimo de Guarnizo era un frondoso bosque de álamos, robles y cajigas, solamente hollado su suelo por algún que otro cazador y pescadores de ocasión.

En esas condiciones, Gaztañeta situó las gradas en la zona tradicional, exactamente en el lugar ocupado hoy por la central de transformación de energía eléctrica de la Electra de Viesgo, S.A., y en lo que hoy es la localidad de Astillero, edificó para la Maestranza y personal que lo inauguró las tres casas de que nos habla el documento citado al principio.

Estas tres casas eran:

Primera, la que estaba situada en la parte oeste del Grupo Escolar de la Planchada, separados ambos edificios por la calle de Tomás Bretón. Fue demolida, por encontrarse en ruina, por el año 1950 y sobre su solar y finca anexa se han edificado recientemente grupo de viviendas.

Fue la segunda, la que después se denominó "Casa de los Comandantes", sin duda porque se alojaban en ella. Estaba situada en la calle San José y fue derruida a finales del siglo pasado, para construir sobre su solar otro edificio al gusto de la época. La casa original tenia entrada por la calle San José y por la calle de Churruca; hoy la tienen solamente por la calle de San José y lleva el número 17.

La tercera y última casa estaba situada en la actual calle del Generalísimo, esquina a la citada calle y a la Travesía de Orense. Fue su último inquilino la familia del doctor Ezquerra y ha sido derruida muy recientemente por su propietario, don Ignacio Vega Gorostegui, quien ha cedido graciosamente la mayor parte de su solar al Municipio para calle de dominio público y sobre su huerta acaba de construir el mencionado señor un grupo de viviendas para el personal de su empresa.

A la vez que estas viviendas, construyó Gaztañeta un gran edificio que se denominó "La Casa del Rey" y últimamente "El Colegio", pero Gaztañeta construyó solamente el pabellón orientado este-oeste, ya que anexo y perpendicular a él se construyó otro más tarde, en el año 1746, siendo director del Astillero, don Roque Martinez Herrera, marqués de Conquista Real. Ha sido demolido este año 1972 para construir sobre su solar un gran edificio de viviendas.

Otro gran almacén, de cerca de cien metros de longitud, construyó en la calle San José. Fue derruido por el año 1880 para construir sobre una parte de su solar el actual edificio del Ayuntamiento.

Finalmente, construyó en la parte este del Colegio la capilla de San José, pequeñita, adecuada a la escasa población que iba a cobijar. Esta capilla se amplió en el año 1747 por el que entonces dirigía el Astillero. Se derribó y se construyó otra en el mismo lugar, de planta octogonal, en el año 1890, la que a su vez fue demolida para construir otra mucho mayor que se inauguró en el año 1949, que es la que se conoce.

Es de advertir que estos edificios, que constituyeron con el tiempo el arranque de las principales calles de la localidad, no los conocimos, tal como los construyó Gaztañeta, pues por la acción del tiempo habrían desaparecido ya hace muchos años.

Las tres casas, pues, originales de Gaztañeta, sus almacenes y capilla, han desaparecido totalmente 

Es realmente triste que de aquel incipiente astillero de hace exactamente 250 años, noble cuna del Astillero actual, no exista una inscripción, una modesta lápida que lo recuerde; solamente la Minerva que a la entrada de uno de los edificios figuraba como adorno secular y que el mencionado señor Vega Gorostegui dono a la Diputación Provincial de Santander para que figurase, una vez restaurada, en el Museo Provincial.

(habrá que investigar que fue de esta placa)










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