viernes, 15 de enero de 2021

DEUTSCH Y COMPAÑIA fábrica de petróleo en Astillero

 



Henri Deutsch de la Meurthe 




Los señores Deutsch y Compañía, empezaron a construir su fábrica en  junio de 1880, bajo la dirección del ingeniero Sr. Etiene y en la fecha 21 de febrero de 1881, se encendieron los hornos comenzando a funcionar la fábrica.

Conocida como "La Cantábrica", constaba de diferentes edificios, con maquinaria en sus distintos departamentos de lo mejor que se conocía, con bombas enormes de absorción, colosales depósitos de hierro y grandes calderas; suponiéndose que no bajara de cuatro millones de reales el costo de todo ello lo que constituye terrenos, edificios y maquinaria.

En esta fecha, trabajaban 200 operarios, lo que representaba un gran alivio para las familias trabajadoras del Astillero y puntos alrededores.

Al frente, se hallaba el Director, señor Durney, antiguo empleado de las fábricas de Francia, de la misma empresa y persona que reunía las condiciones indispensables de actividad que requería el cargo tan importante.

En esta ciudad representarían a los señores Deutsch y Compañía, en los asuntos de esta gran fábrica, los señores Varona, Maraña y Compañía, que han prestado su eficacísima cooperación, venciendo no pequeñas dificultades que, desde el principio hasta la terminación de los edificios, han venido presentándose.

En las fechas de febrero de 1881, se anunciaba que la venta del refino de petróleo y gasolina para el público y negociantes de este artículo, eran los representantes en Santander y provincia, los Sres. Varona y Maraña y Cia., con domicilio calle Velasco núm. 1.

 

En las fechas de marzo de 1881, se había establecido en Astillero una magnifica fábrica de refinación de petróleo.

Esta fábrica había costado aproximadamente unos cuatro millones de reales y era muy probable que aún se emplearían en ella más millones, si las necesidades del consumo lo exigiese.

Pertenecía a la sociedad mercantil de los señores Deutsch y compañía, cuyo gerente, Mr. A. Deutsch, había adquirido elevada posición en el alto comercio de Francia.

Los Deutsch de la Meurthe eran una familia francesa conocida por su riqueza y por su activo patrocinio tecnológico, habiendo contribuido a desarrollar la industria de los aceites industriales en Francia.

En 1845 Alexander Deutsch fundó una compañía para el procesamiento y comercialización de aceites vegetales en La Villete. Con el descubrimiento de petróleo en Pensilvania en 1859, Deutsch comenzó a estudiar y a desarrollar el uso de los aceites derivados del petróleo en Francia. En 1877 incorporó a sus hijos, Henri y Emile, al negocio familiar.

 

El sitio elegido para esta fábrica modelo, hacia pocos meses, fue en una grande pradería de escasísima importancia.

Los planos del edificio, así como los  excelentes aparatos que en ella funcionaria, fueron levantados por Mr. Henry Deutsch, con el concurso de sus consocios Mrs. Etienne y Turuel, que habían dirigido las obras con mucho acierto.

Tanto en la construcción del edifico como en otros detalles del negocio, han auxiliado eficazmente a la empresa los comerciantes señores Varona y Maraña y compañía, que eran representantes de la misma para toda clase de asuntos.

El alcalde de Astillero, señor Tijero, comprendiendo la importancia que para el porvenir del municipio tendría el planteamiento de la nueva industria, había trabajado también mucho para conseguirlo, quedándole por ello muy reconocidos tanto el referido pueblo como los dueños de la fábrica.

Esta era susceptible de producir unas 2.000 cajas de petróleo por día, y la calidad superior de sus productos los ponía en condiciones de luchar ventajosamente con los que pueda importarse del extranjero.

Las fábricas de la misma clase establecidas hace poco tiempo con muy buen éxito en Alicante y Sevilla, pertenecían también a estos dueños del Astillero.

Ocuparía la nueva fábrica un espacio de 300 carros de tierra y en ella estarían empleadas unas 250 personas.

Tenían vías férreas en distintas direcciones, grandes almacenes; uno especial para el servicio de la aduna, en que podían alojarse, un vista; un pesador y 78 carabineros; grandes vertederos donde, por medio de bombas de absorción, se llevaría el petróleo a unos gigantescos depósitos de hierro; una maquinaria tan sencilla como curiosa; ocho grandes hornos con sus calderas y otros muchos servicios.

 

En las fechas de septiembre de 1881, los señores Varona, Maraña y Compañía, en representación de Deutsch y Compañía de Paris, solicitaron construir un muelle de carácter permanente en el punto de la Puntona, de Astillero, y con el objeto de que sirva para el desarrollo de la fábrica de refinamiento de petróleo.

 

En R.O.. del Ministerio de Fomento del 3 de marzo de 1882, y resultando favorable el proyecto de construcción de obras antes dichas por el Ayuntamiento de Astillero, la Comandancia de Marina, la Junta provincial de Sanidad de Santander y la Capitanía general de Burgos, se ha servicio conceder la autorización solicitada por los señores Varona Maraña, para construir un muelle embarcadero de carácter permanente en la margen izquierda de la ría de Astillero, sitio llamado de la Puntona, con arreglo al proyecto presentado por don Mauricio Martinez Calonge el 24 octubre de 1889, para el servicio de la inmediata fábrica de refinación de petróleo, titulada La Cantábrica, sujetándose las concesionarios a las condiciones siguientes:

1ª. Que las obras del muelle de atraque habrán de empezarse en el término de seis meses, a contar desde la fecha de concesión; debiendo darse por terminadas en el plazo de dos años, contados desde la misma fecha.

2ª. Durante el primer año deberá invertirse el 35 por 100 del presupuesto que acompaña al proyecto presentado, y el 65 por 100 restante, en el segundo año; a fin de que las obras se lleven a cabo en el plazo total concedido para su terminación.

3ª. Que la parte más avanzada de la cabeza del embarcadero ha de establecerse dentro de la canal en bajamar equinocial, pero a la distancia de cuatro metros respecto de la arista superior del cantil de dicha canal.

4ª. Que una vez construidas estas obras, quedarán sujetas a la servidumbre de vigilancia y salvamento, conforme se previene en la legislación de puertos.

5ª. Que los peticionarios, en garantía del cumplimiento de su obligación, habrán de prestar la fianza de 143 pesetas, equivalentes al 1 por 100 del presupuesto de las obras que afectan al dominio público, la cual será devuelta a los interesados cuando hayan ejecutado obras por valor de la tercera parte de dicho presupuesto.

6ª. El ramo de Guerra podría utilizar el muelle-embarcadero en los casos de necesidad, sin indemnización de ninguna especie, para embarque y desembarque de tropas y material.

7ª. Las obras del muelle-embarcadero se ejecutarán bajo la inspección y vigilancia del Ingeniero Jefe de la provincia, quien justificará al terminarlas que se han llevado a cabo con arreglo al proyecto y a las presentes condiciones, siendo de cuenta del concesionario los gastos que este servicio origine.

8ª. El concesionario queda obligado a demoler el muelle-embarcadero y retirar los materiales empleados en él, siempre que hayan de ejecutarse obras en aquella parte de la ría por cuenta del Estado y á cuyo establecimiento sea un obstáculo dicho muelle, cualquier que sea el sistema que para llevarlas a cabo haya de seguirse. En tal caso el concesionario no tendría derecho al abono de indemnización de ninguna clase.

9ª. Se declarará caducada la concesión si se faltase cualquiera de las condiciones anteriores, siguiéndose entonces trámites análogos a los que se determinan en el art. 29 y siguientes del reglamento de 6 de julio de 1877 para la ejecución de la ley general de Obras públicas.

De Real Orden lo digo a V.I. para su conocimiento y demás efectos. Madrid 3 de marzo de 1882.

 

El 4 de mayo de 1887, entró en la ría del Astillero una magnifica corbeta italiana con 1.400 toneladas de carga, que consistía en 34.000 cajas de latas de petróleo en bruto.

Las operaciones de descarga estaba conduciendo la carga de la barca italiana, en centenares de latas a medida que estas iba llegando en las vagonetas de descarga.

 

En agosto de 1891, el señor Sergio Maraña, en nombre de los señores Deutsch y Compañía, había presentado al Ayuntamiento del Astillero una importante instancia solicitando que la citada Corporación tomase medidas a fin de que, por cuenta de quien corresponda, se hagan las obras necesarias para proteger los depósitos de petróleo y gasolina de su fábrica, La Cantábrica, de todo riesgo de incendio, debido a la proximidad de las calderas y hornos de destilación de la nueva refinería de petróleo que construyen contigua a la citada fábrica, los señores Desmarais Hermanos.

Fúndase la solicitud en que diferentes reales ordenes sobre establecimientos peligrosos prescriben que las industrias de esta clase deben establecerse a cierta distancia de poblado y casas habitadas y sus obras no perjudicar en nada a los intereses vecinos ya creados.

  

En mayo de 1906, lo señores Deutsch y Compañía, se había adjudicado la subasta de suministro de petróleo para el alumbrado de los faros de España en los años 1906, 1907 y 1908, por la cantidad de 621.153,27 pesetas.

Esta fábrica tras una gran desarrollo industrial, en las fechas de 1928, fue absorbida por el Monopolio de Petróleos (Campsa)

 

En 1911, el director de la fábrica Deutsch y Compañía, era don Alejandro Hanquez.

 

 

https://astillero-guarnizo.blogspot.com/2016/06/deutsch-y-compania-fabrica-el-leon.html












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