El sábado 1 de enero de 1966, se jugó en los
campos de Astillero, el encuentro entre el Unión Club y el potente equipo
Gimnastica de Torrelavega.
En este encuentro, se batió el
record de espectadores que se haya conocido anteriormente en la historia del
Unión Club, miles de aficionados, con predominio torrelaveguense, hasta el
punto que era imposible diferenciar el ambiente de la calle o del mismo campo
con el de un día festivo como el de San José.
Cientos de vehículos ocupaban
materialmente las calles de acceso al pueblo y todavía más al del campo.
Con tiempo espléndido, pero el
campo embarrado y principalmente en las áreas, pese a la arena esparcida en la víspera.
Dio comienzo el partido a las
cinco menos cuarto de la tarde.
Los gimnásticos desde principio
imprimieron al juego una endiablada velocidad, a lo que los unionistas
respondieron con eficacia, debido, particularmente al infranqueable bloque
defensivo y la destacada labor de Conde, uno de los mejores sobre el terreno.
Sin embargo, éste dominio de los
torrelaveguenses no lograba marcar, dado lo remiso e indecisiones de sus
delanteros en el tiro a puerta.
Lo que el encuentro ofreció fue
una Gimnástica con aureola de conjunto con aspiraciones al ascenso a la Segunda
División, hacia amilanarse a cualquier rival que se le enfrente, y viendo un
Unión Club que quizá, con menos individualidades y menos técnica, supo, a lo
largo de los 90 minutos de juego, neutralizar esa innegable clase de sus
contrarios, a base de un derroche de facultades digno de encomio.
Fruto de este coraje y del tesón
por la victoria, fue el tanto logrado para los verdinegros por su extremo
derecha, Lolis, al rematar bajo los palos un balón desperdiciado en una mal
entendimiento de Ingelmo con sus defensas.
El segundo gol de la tarde sería
el que valdría a los gimnásticos anotarse otro positivo para la clasificación.
Fue en el minuto 42 de la segunda
parte, cuando Gradín, muy trabajador toda la tarde, logró un buen servicio por
alto, batiendo a Miguelo.
El empate produjo una notable algarabía
entre los muchos seguidores torrelavegueses que se habían desplazado a
Astillero.
El resultado de empate había
sido, en justicia, el mejor de todos los resultados.
No habría que destacar a ninguno
de los jugadores, todos estuvieron sobresaliente.
La corrección de todos e incluido
el del público, fue lo más destacado de
la jornada en un día de Año Nuevo.
Las alineaciones:
Gimnástica: Ingelmo; Ceballos,
Gómez, Amavisca; Pardo, Félix; Alciturri, Resqué, Grandín, Acero y López.
Unión Club: Miguelo; Casuso,
Rafa, Valverde; Carús, Conde; Lolis, Armando, Main, Campín y Chuchi.
Arbitro el señor López. Bien,
aunque tuvo algunos errores, ninguno de ellos influyó en el resultado.
La Gimnastica en esta temporada
terminó campeón y ascendió a la Segunda
División.
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