Café Angelin
El día 1 de marzo de 1933,
llegaron a Astillero procedentes de Madrid, los señores Drago y Bleix, en
representación de la CAMPSA, para tratar a requerimiento del gobernador civil,
el conflicto que tenían planteado en la factoría de Astillero.
El origen del conflicto se debía
al traslado de un empleado de dicha fábrica a otra de distinta localidad.
En la reunión convocada para
solucionar el asunto, salieron pesimistas de lo tratado y volver a estudiar el
problema para darle una solución justa y legal;
evitando así la huelga que se
había anunciado.
En la fábrica de CAMPSA en Astillero, sus empleados eran trasladados a otras poblaciones por bien de ascensos o peticiones solicitadas por ellos.
Con motivo del ascenso y traslado
de los empleados de la factoría de Astillero, Bernardino Sala, Enrique Hermana,
Luis Alonso y Eugenio Gándara, los cuales se trasladaron a Toledo, Segovia,
Valladolid y Soria, respectivamente, se reunieron el día 3 de marzo de 1933, para
celebrar un banquete de camaradería, al cual fueron obsequiados por todos sus
compañeros, de las factorías de Astillero y Santander.
Se reunieron para el acto
fraternal en el Café Angelín.
A dicho acto, además de los homenajeados,
acudieron empleados de dichas factoría y
los de la "Cántabra-Montañesa", que eran; Don Ignacio Jimenez; Angel
Teja, Benito Rey, Luis Pombo, Justino de la Fuente, Alfredo Juanco, Severiano
Gómez, Manuel Fuente, José Martinez, Ramón González, Emilio Fernández, Federico
Greciano, Ramón Ripalda, Angel Vega, Ramón Alvarez, Domingo Losada, Martin
Ruiz, José Luis Sánchez, Federico Pérez, Angel López Ganivet, Florentino
Salaverry, Nicolás Manzano, Fernando Garcia, Augusto Echevarria, Prudencio Tous
y Francisco Herrera.
Fue una cena alegre y animada por
Manzano, Martinez y Pepe Luis, los cuales hicieron pasar un buen rato con sus canciones,
tangos y aires montañesas.
A los postres llegó el ingeniero
de la fábrica, don Fernando Alvear, el cual tomó parte durante su estancia de
la alegría reinante entre los reunidos.
Por el señor Manzano y a
requerimiento de José Señor, que no pudo acudir, se acordó enviar telegramas
firmados por todos los compañeros a los también empleados y trasladados a
Palencia y Recajo (Logroño), Joaquin Herranz y José Regateira.
La cena fue servida por el amigo
Angelín Díaz, y lo hizo como él solo sabia preparar estas cosas, y no faltó ni
el más mínimo detalle, estando al tanto durante la misma para que todo saliesen
satisfechos, como así sucedió.
Una vez terminada, salió una
caravana de automóviles para trasladar a sus domicilios, a los amigos de
Santander.
En esta cena, se
encontraba mi abuelo, Angel Vega.
En esta fecha, en Astillero se anunciaba que el sorteo del coche "Citroën", del día 28 de febrero, en el Café Angelín, no pudo efectuarse, rogándoles a los poseedores de papeletas las entregasen en ese café, donde se les devolverian el importe de las mismas.
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