viernes, 30 de septiembre de 2022

ORFEON ASTILLERO-GUARNIZO a Ontaneda el 10 junio de 1928 y a La Cavada, el 24 de junio.

 


El Orfeón, en La Cavada, el 24 junio 1928



Por junio de 1928, el pueblo astillerense acudió al llamamiento que se les hizo para acompañar a la masa coral en su excursión al pintoresco pueblo de Ontaneda.

Ya en los locales del Orfeón, estuvieron durante la mañana del domingo 10 de junio, concurridísima, unos a canjear sus vales por el billete y otros a compartir con sus compañeros de expedición.

A las doce y media de la tarde, partió para la estación el Orfeón, bien formado con su estandarte al frente. La música interpretó un bonito y afinado pasodoble por las calles de Astillero, hasta la estación, acompañados de muchísima personas.

A pesar del tiempo lluvioso, las ocho unidades de que se componía el tren especial, iban abarrotadas de excursionistas, predominando el femenino, que dieron una alegre nota de color a la numerosa excursión.

Cuatrocientos veinticuatro billetes se despacharon para la gira, sin contar los que por otros medios de locomoción acudieron al pueblo con destino a Ontaneda, sin miedo a lluvia.

A las dos y media de la tarde, salió el tren para Ontaneda, compuesto de dos locomotoras adornadas con mucho gusto con banderas y flores y ocho unidades que trasportaba a los 124 expedicionarios, que partieron al pueblo de Ontaneda.

Al paso por todas las estaciones, el público curioso saludaban el paso de la caravana, que correspondieron con saludos y aplausos.

En la estación de Ontaneda y en sus inmediaciones se habían congregado un público numerosísimo, para recibir a los visitantes.

Al llegar el tren y durante el trayecto hasta el balneario de Ontaneda, fueron disparados gran número de cohetes anunciando la llegada. Al descender, el abanderado, era calurosamente ovacionado.

Para recibir a la coral habían acudido los Coros Toranceses, con su estandarte, y al frente de ellos, don Julio Bravo, presidente del mismo.

Organizada la comitiva, y con la Banda popular astillerense al frente, se dirigieron los excursionistas, seguidos de numeroso público torancés al balneario de Ontaneda, en una de cuyas galerías había de tener lugar el concierto, y hasta la hora de dar comienzo la Banda recorrió las poblaciones de Ontaneda y Alceda tocando alegres pasodobles.

En éste, fueron recibidos por el señor Carreño, administrador del establecimiento, inspector de Sanidad, don Angel Sanjurjo, y don Isaías Bobo, médico del Balneario; los cuales hicieron objeto de las mayores atenciones a directivos y orfeonistas que quedaron complacidos de tanto obsequio y generosidad.

Fue de destacar, también, entre lo que con más cariño y desinterés había cooperado al engrandecimiento de la fiesta, a don Julio Braun, que desde el primer día que supo del proyecto, estuvo al lado poniendo todo su valor y todo inagotable entusiasmo.

Con el local lleno de público, entre el que figuraban bellísimas señoritas torancesas,  a las cinco, dio comienzo  el concierto, ejecutándose las obras anunciadas en el programa.

La primera parte del programa, era compuesto con las siguientes canciones: "Cantos Asturianos"; "El Anochecer"; "La Trilla" y "En la rama de un árbol".

En la segunda parte: "Una Eder Bat"; "La Retreta"; "Juveniola"; "Festara"; "La Mañana" y "Sanctus", de la gran Misa.

Todas las obras, fueron magistralmente interpretadas por los coristas, cosechando muchos aplausos por su admirable labor, especialmente la de su director, don José Soto.

Algunas de ellas, como "En la rama de un árbol", composición del sacerdote y excelente músico, don Luis Usobiaga, de difícil ejecución; "Juveniola", de Millet; "La Retreta", de Rillé, y "La Mañana" de Bat, fueron interpretadas primorosamente.

Donde el entusiasmo del público fue a la terminación de la parte sacra del concierto. El "Sanctus" de la Misa de Witt y el hermoso "Credo" de la segunda pontifical de Perossi, en el que tomaron parte los niños del orfeón, con mucha seguridad y afinación, escuchados con religioso silencio y cantados admirablemente, oyendo la coral una gran ovación.

Lo que entusiasmo extraordinariamente a los oyentes fue el "Credo" de la segunda pontifical de Perossi, a tres voces mistas, con un afinadísimo coro de niños y con acompañamiento de armonium.

Acompañó con el armonium, recibiendo muchos aplausos, la simpática señorita de Ontaneda, Vicenta Sáinz, quien ya en distintas ocasiones fue presentada como gran artista.

A insistentes requerimientos del auditorio, el orfeón cantó de modo impecable "¡Viva la Montaña!", de Julio Soto, y "L'Ampordá", de Morera, que arrancaron muchísimos aplausos.

Se destacaron como solistas, Angel Maillo, en "Cantos Asturianos", y los niños Saturnino Piró y Fidel Argüeso.

Terminado el concierto, se organizó un animado baile y a las nueve y media la noche, regresaron los excursionistas a Astillero, siendo despedidos en la estación por los Coros Toranceses y numerosísimo público.

Entre ellos, figuraron el presidente del Orfeón, don Alvaro Lanuza; el párroco, don Valentín Palazuelos y el teniente alcalde, señor Castillo.

 

 

El día 24 de junio, festividad de San Juan Bautista, el Orfeón Astillero-Guarnizo, volvieron a realizar otra segunda excursión, a uno de los pueblos más bellos y pintorescos de la región, al real sitio de La Cavada.

La excursión fue por la mañana y el Orfeón cantó en la misa de la parroquia de dicho pueblo y por la tarde, en el salón Sañudo, dando un selecto concierto con las mejores obras de su amplio repertorio.

Primera parte.- "L'Emigrant" de Vives; "Llunavarra"; "La trilla" (cantos castellanos), de Haedo; "Boga, boga" (canción vasca), a cuatro voces; "L'Ampurdá" (sardana), de Morera.

Segunda parte.- "Cantos asturianos", de H. González; "Festara" (canción vasca); "La retreta", de Rillé; "Jovenivola", de Millet.

Otro nuevo triunfo del Orfeón, gracias a la labor de su director, señor Soto

Era la primera visita que el Orfeón hacia en este pueblo.

  

 











sábado, 24 de septiembre de 2022

SALON CORTABITARTE en Astillero (1909-1924)

 



     Teatro Bretón, anteriormente el Salón Cine Cortabitarte


Por las fechas de julio de 1909 y pronto a inaugurarse el Salón Cortabitarte, se proponía el arrendamiento del ambigú.

 

Por agosto, el señor Angel Cortabitarte, había solicitado autorización para abrir un salón-teatro, cuya construcción había terminado hacia días.

Con este motivo había sido convocada para el lunes la Junta provincial de teatros.

 

El 9 de agosto de 1909, se reunió en el Gobierno civil la Junta de espectáculos, acordando devolver la instancia presentada solicitando la apertura de un salón-teatro en el Astillero, para completar algunos requisitos necesarios para su tramitación.

 

El día 15 de agosto de 1909, de tres y media a siete y media, se celebró la inauguración del Salón Cortabitarte, con un gran baile de sala, con gran animación de jóvenes tanto del Astillero como de Santander.

Don Angel Cortabitarte Arribalzaga adquirió un terreno en la finca de "Lasa" y construyó el Teatro Cortabitarte que se inauguró con la obra musical titulada "El anillo de hierro".

Fue un edificio, de piso, buhardilla y planta baja donde estaba el ambigú, la cabina de cine y los servicios.

La fachada principal era por la calle 18 de julio y donde se encontraba la entrada al ambigú, al lado el vestíbulo con su taquilla y la entrada al salón hacia un patio amplio donde se utilizaba para el baile al aire libre.

En su parte posterior y comunicados entre sí estaba el salón de espectáculos de una sola planta con un gran escenario y vestuarios para las actuaciones teatrales.

Desde su inauguración, se completaba el baile con las veladas teatrales y ya posteriormente para proyecciones de películas.

 

En los años anteriores, habían desfilados por el escenario las compañías de comedia mas destacadas de Madrid aprovechando con las actuaciones de Santander, era en temporada veraniegas.

Tenía un amplio escenario en donde se representaron buenas obras de teatro por reconocidas compañías artísticas de aquella época. A su vez, se habilitaba para baile, sacando los bancos desmontables al patio, en donde los mayores se divertían siempre bajo la severa vigilancia del llamado "bastonero" que evitaba la entrada de menores y mantenía el orden.

En el Salón o Teatro Cortabitarte también empezaron a desfilar por el escenario, distintas comedias que procedentes de Madrid aprovechaban la temporada de verano en Santander para venir a Astillero.

Luego, en los locales anexos, se estableció un acreditado restaurante y una sala de juego.

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El día 22 de agosto, domingo, y al poco de su inauguración,  se celebró un gran baile de sala, de tres y media a siete y media de la tarde.

Con objeto de dar facilidades al público la Empresa había conseguido se le facilitasen billetes para el tranvía eléctrico, los cuales se expenden a los precios siguientes:

Caballero: Billetes de ida y vuelta, con entrada al baile, 1,50.

Señoritas; billetes de ida y vuelta, con entrada al baile, 0,60.

Los billetes se vendían en las tiendas escritorio La Ideal, de San Francisco, 31 y en el nuevo kiosco de la Dársena, Plaza de Velarde.

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El 20 de noviembre de 1909, se celebró un mitin  en el amplio local del Salón Cortabitarte, que era uno de los que mejores condiciones reunía para esta clase de actos.

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El domingo 5 de diciembre de 1909, se celebró en el local del Salón Cortabitarte, una función teatral en la que tomaron parte conocidos aficionados de Santander, muchos de ellos, ya aplaudidos en diversas ocasiones.

Se puso en escena el magnífico drama de tres actos y en prosa, original del aplaudido dramaturgo español, señor Dicenta, que llevaba por título "Aurora", con el siguiente reparto: Aurora, señora Vadilla; Matilde, señorita Vázquez; doña Remedios, señorita Lomaur; Petra, señorita González; Manuel, señor Vázquez; Enrique, señor Collado; don Ambrosio, señor Rado; don Homobono, señor Ramos; el doctor Ramirez, señor Torralva.

La función dio comienzo a las cuatro en punto de la tarde.

Los precios para esta función fueron: Butaca, 1,50 pesetas; delantera de general, 1; entrada general, 0,50.

Puntos de venta en el Astillero, hasta las dos de la tarde del día en que la función se celebrara, en los establecimientos de don Angel Díaz y "La Electra", de Domingo Pérez Reventún, y desde las tres en la taquilla del "Salón Cortabitarte".

En Santander; Barbería de Máximo Mayorgas, Alameda Primera, 18 y café "Le Compreir", de Serafín Hernández, Alameda Primera, 4.

Se les facilitaban la asistencia al espectáculo a los que de Santander deseaban asistir, las entradas para el mismo, con los billetes del tranvía, con los siguientes precios:

Butaca, con billete de ida y vuelta, 2,10 pesetas

Delantera de general, billete de ida y vuelta, 1,60.

Entrada general, billete de ida y vuelta, 1,10.

 

La función teatral celebrada el domingo, fue un éxito más para los distinguidos aficionados santanderinos que en ella tomaron parte.

"Aurora" la magnífica obra de Dicenta, que solo por ellos ha sido representada en Santander aún, obtuvo una esmeradísima interpretación, en la que se distinguieron muy notablemente la señora Vadillo, que hubo de ser ovacionada en algunos de los momentos culminantes del drama; la señorita Vázquez que tanta vida sabe prestar a los papeles de que se encarga, y la señorita González, siempre llena de gracejo y travesura que atraen las simpatías del público.

El señor Vázquez que interpretaba el papel del protagonista, desplegando todas las envidiables facultades artísticas que tantas veces se ha reconocido ya en él; demostrando una vez más ser un gran actor.

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En marzo de 1910, el Salón Cortabitarte, era uno de los salones mas distinguido de Santander y provincia, tenía un hermoso patio andaluz.

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El nueve de febrero de 1911, tuvo lugar en el Salón Cortabitarte, un mítin el socialista, Pablo Iglesias.

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En la fecha junio de 1911, el Salón Cortabitarte, se anunciaba con dos magnificas funciones de la compañía de zarzuela que dirigía el primer actor don José Morcilla, y en la que figuraba la primera tiple Lola Ramos.

En la tarde, que daría comienzo a las seis y media, se pondrían en escena la opereta bíblica "La Corte de Faraón" y la preciosa zarzuela "Los granujas" y en la de la noche, que empezara a las nueve, "La Corte de Faraón", "Los tres gorriones" y "El dinero y el trabajo".

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El 1 de diciembre de 1911, con un lleno rebosante, hasta el extremo de quedarse sin poder penetrar en el local, por haberse agotado las localidades puestas a la venta, más de 300 personas, se dieron cita en el amplio y bonito salón Cortabitarte, la anunciada velada dramática a beneficio de los presos por los sucesos de Cabárceno.

El drama de Dicenta "Juan Jose", una de las obras con mas amores y cariño representa el cuadro artístico-socialista, fue preciosamente ejecutado en conjunto.

El Orfeón Obrero se vio obligado a cantar todas las obras de su repertorio.

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El 23 de diciembre de 1911, a las ocho y media de la noche, se celebró una velada dramático-musical, organizada por la Agrupación socialista santanderina, con la cooperación del Orfeón Obrero y del Cuadro Artístico socialista, en el Salón Cortabitarte, en beneficio de las familias de los obreros presos por los sucesos de Penagos.

El programa fue el siguiente:

1º. Sinfonía

2º. El precioso drama en cuatros actos y en verso, original del aplaudido autor don Joaquin Dicenta, titulado "El suicidio de Werther".

 

El orfeón obrero cantó durante los entreactos varias obras escogidas de su repertorio.

Los precios de entrada: Butaca, 1,50 pesetas; preferencia, 1 pesetas y general 0,50 pesetas.

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En el año 1914 en que ya se destinaba también el local a baile, se comenzaron a proyectarse películas mudas, convirtiéndose así en el primer local de cine de la provincia de Santander, excepción los de la ciudad.

Los precios eran de 0,15 la general y 0,75 la butaca.

Las primeras películas mudas que se proyectaron fueron acogidas con gran regocijo y eran amenizadas por una señorita pianista muy conocida en Astillero.

En este año, el Teatro Cortabitarte pasó a denominarse Salón Cortabitarte y el local se destinaba a baile los domingos, pues se sacaban las butacas fuera y tambien comenzaron a proyectarse películas mudas, por lo que tuvieron que volver a cambiar de nombre, denominandose finalmente Cine Salón Cortabitarte.

Por el local fueron desfilando las compañias de comedia más notables de Madrid, cuando venian a Santander en temporada de verano.

En los locales anexos, se establecieron un restaurante y una sala de bingo.


El 18 de abril de 1914, se celebró por la noche en el Salón, la primera de las veladas con la intervención del Orfeón Obrero de Santander.

El programa para esta función fue:

1º. El coro a cuatro voces, del maestro Thomas, titulada "El Rhin"

2º El episodio histórico en dos actos y en prosa, original de don Pablo Parellada, que lleva por título "El himno de Riego"

3º En el intermedio del primero al segundo acto el Orfeón Obrero ejecutó la preciosa obra a cuatro voces, del maestro Pedro Retana, titulada "Las tres".

4º La rondalla Sotileza que obtuvo el primer premio en el concurso de rondallas celebrado en Castro Urdiales, ejecuto algunas obras de su extenso repertorio.

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Del Libro Amigos de la Fuentuca


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En octubre de 1914, se celebró la fiesta de fin de carrera de peritos industriales, que comenzó con una buena comida, admirablemente servida por el encargado del establecimiento y ambigú del mismo salón, don Gerardo Vela.

Después se improvisó un baile de manubrio, al cual asistieron bastantes jóvenes de ambos sexo del pueblo.

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Por 1915, en el elegante Salón Cortabitarte, se venían dando desde algún tiempo funciones de cine semanales, a las cuales concurrían numeroso público.

Por febrero, se celebraron los carnavales en el Salón, para los cuales habin pintado unos artisticos carteles el señor Valles.

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Por febrero de 1918, el Salón Cortabitarte, se anunciaba grandes bailes de máscaras tanto el domingo y martes de Carnaval por la tarde y el domingo de Piñata tarde y noche, amenizados por una brillante banda de música.

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En 1920 fue un año que se celebraron mucho teatro y peliculas de cine las cuales eran estrenadas antes en Astillero que en Santander.

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En 1924, cambio la denominación de Teatro Cortabitarte por la de Teatro-Cine Bretón, pasando el negocio a una firma santanderina, quienes se dedicaron exclusivamente a la proyección de películas.

Desde esta fecha, durante unos cuantos años, se anunciaba el Teatro-Cine Bretón, y el nombre de antiguo Salón Cortabitarte.

 



 

 







 

 

 

 

 

 

 


viernes, 16 de septiembre de 2022

ASTILLERO fiestas de San José 1933

 




Por las fiestas de San José de 1933, la renombrada romería del Santo Patrono, se celebraría en el paseo Bretón (vulgo La Planchada), donde habría bailes de música, pito y tamboril; y el consabido manubrio.

No faltaran los columpios de barcas, mesas de refrescos, puestos de avellanas, pasteles, "chumpos" y demás menudencias apropiadas para hacer un buen consumo de agua de Carabaña.

En el salón del Teatro-Cine, amenazará el baile una brillante Banda de música, con el correspondiente jazz-band y por la noche la masa folklórica "Ronda Montañesa", dando un magnífico concierto, con arreglo al siguiente programa:

Primera parte: "Montañesuca", canción popular, con pito y tambor y solo de tenor; "Cantas los mozos", tonadas; "Ya no me da el sol"; bailes típicos, por la pareja de la "Ronda" ; "Tonadas montañesas", por el niño José Bezanilla; "Trozos montañeses", potpurrí.

Segunda parte: "Marinera", solo de tenor, con acompañamiento de coro; "Dicen que vas a la fuente"; "Canciones de aldea"; "Trozos montañeses", de S. de Adana; canciones y tonadas a cargo de los afamados contadores Cesáreo Velarde y el niño José Bezanilla; "Mozuca en la romera", campurriana.

Tercera parte: "Noche de marzas", escena montañesa; Solistas, Emilio Cabañas y Angel Atirora, tenores.

 

El día 19, se celebró la romería en la Planchada y hubo también baile público amenizado por una Banda de música, sufragado por el Ayuntamiento y organizado por la Comisión de Festejos.

Durante las fiestas, hubo dos verbenas, ambas en la calle San José.

Las verbenas, poco concurridas, por lo desapacible de la noche de la víspera y de la del día de la fiesta.

Si estuvo concurrido, fue el Cine, en la noche del día 21, proyectándose una bonita película, que gusto al espectador.

Se trataba de la película, hablada y cantada en inglés, titulada "La castigadora de Broadway".

 

El día de la festividad y organizado por la Sociedad Deportiva Unión Club, a las dos de la tarde, se jugaría el partido de futbol entre los equipos infantiles Athlétic Club de Astillero y el Astillero F.C.

Ambos equipos se disputaron una bonita Copa, donada por el Unión Club.

La copa fue ganada por el Astillero F.C., equipo que ya contaba en su breve historial con brillantes actuaciones.

Del partido, destacaron Andrés, Toca, Garcia (M) y Corrales y por el Athlétic, Gabriel.

 

A las cuatro de la tarde jugaron otro partido, entre la Cultural Deportiva de Guarnizo y el Tolosa F.C., de Santander, quienes nunca habían jugado en Astillero, por lo que el encuentro despertó mucha expectación.

La Cultural jugó en representación del Unión Club, por tener que jugar los astillerenses por la mañana en los Arenales contra el Rayo F.C., en partido eliminatoria del campeonato "amateur"

El resultado del partido fue de dos a uno, a favor de los santanderinos.

Para existir a este encuentro, los socios del Unión Club podían hacerlo presentando el carnet de socio a la entrada de los campos.

Ambos partidos fueron arbitrados por el veterano jugador del Unión Club, Benavente

 

El día 19, se celebró la misa solemne, en la que oficio el párroco de Santiago de Heras, don Paulino Fernández, ayudado por los párrocos de Guarnizo y Pontejos, don Jesús Saéz y don Felipe Sobrado. El sermón corrió a cargo del párroco de Castañeda, don Ernesto González de la Pedrosa.

El Presbiterio se hallaba ocupado por la junta directiva en pleno de la J.C. de Astillero y delegados de la de Guarnizo.

La Coral , cantó por primera vez una de las misas del maestro Perossi, de manera irreprochable. Las voces blancas de las lindas coralistas, con bellos uniformes; el nutrido y bien disciplinado coro de tenores; la cuerda, potente y ajustada, de barítonos y bajos, bajo la dirección de don Jesús Soto, formaban un conjunto admirable, que dio la sensación de que se estaba escuchando un coro profesional.

Acompañó al armontium, el profesor don José Soto, hermano del director de la Coral, quienes fueron justamente elogiados como lo fueron todos los componentes de aquélla.

Los coralistas fueron obsequiados con un "lunch" en su local.

La Iglesia y sobre todo el altar mayor, se encontraba iluminada con luces, presentando un aspecto deslumbrador.

Anteriormente hubo dos misas de comunión, a las siete y ocho y media y en las cuales recibieron la Eucaristía unos 800 feligreses.

Por la tarde, se celebró en el paseo Tomás Bretón, la romería, que favorecida por una hermosa tarde de primavera, se vio animadísima.

La verbena de la noche fue suspendida, debido a la lluvia, lo que favoreció al cine, que registro un llenazo. Se proyecto la bonita cinta, hablada y cantada en inglés, "Las castigadoras de Broadway"

Invitado el fotógrafo "Samot" a estas fiestas de San José , aprovecho para realizar varias fotos de la Coral Astillero-Guarnizo, después de terminada la misa.


La foto publicada esta hecha en el jardín del hotel del respetable caballero don Federico Abascal, habitado por su sobrino, don Severiano Setién, quien dio toda clase de facilidades para ello.

 

 


 

 

 

 

 

 

 


viernes, 9 de septiembre de 2022

ALBERTO MANCHADO CORTINA - industrial y ex-alcalde

 



Alberto Manchado Cortina



Por enero de 1954,  Alberto Manchado había sido designado alcalde del municipio de Astillero.

Hijo de Astillero y uno de los impulsores de su desarrollo industrial, llegaba al cargo con profundo conocimiento de las necesidades y aspiraciones del municipio, que estaba vinculado al progreso de Santander y su provincia..

 

En noviembre de 1961, el señor Manchado fue nombrado vicepresidente segundo del Real Santander, en sustitución de Felipe Serrano Renedo.

 

En octubre de 1963, se le rindió homenaje de despedida a quien fue durante nueve años alcalde de su pueblo, Astillero.

Algunos de sus culminaciones importantes en los proyectos municipales, habría que destacar la mejora del servicio de agua; el matadero municipal; las nuevas escuelas de Guarnizo;barrio San Camilo, con viviendas para sus maestros y algunas otras menos importantes, pero necesarias para el vecindario.

 

Pero en donde se le debe agradecer es por sus proyectos industriales.

Si en una época a El Astillero era conocido, durante  unos años más, todo por su fábrica de galletas y caramelos, así como de chicles creación de un empresario llamado Alberto Manchado Cortina.

Aunque como él decía, fue el continuador de un negocio aunque pequeño como correspondía a esa época de principio de siglo, lo había iniciado su padre.

Don Cayetano Manchado, quien llego a la Montaña procedente de la Meseta de Castilla, concretamente de Soria.

Pronto se colocó de mozo en la panadería de los Cortina y con el tiempo se casó con una de las hijas del dueño. Años más tarde, sobre todo a causa de las huelgas fracasó y se hundió el negocio.

La ruina para dicho negocio era total y para buscar nuevos horizontes, el joven matrimonio emigro al Uruguay.

Pasaron un tiempo y con las fuerzas de trabajo lograron reunir algún dinero, para regresar y montar una industria primaria que estaba enclavada en la calle de la Prosperidad.

Fue una pequeña industria de pastelería seca -galletas, caramelos, confites- en lo que todo lo hacían allí en el establecimiento, tanto don Cayetano como sus familiares y a mano y sin ayuda externa.

Los productos elaborados lo vendían después transportados en carros por buena parte de la provincia.

Don Alberto Manchado hijo, tuvo la posibilidad de estudiar en Santander concretamente en la Escuela de Peritos Industriales.

Con quince años, se presentó en casa con varias asignaturas suspendidas.

Su padre le dio dos oportunidades, o seguir estudiando o trabajar con él y así lo hizo.

Desde ese momento comenzó su vida en el trabajo con dedicación constante al negocio, comenzado por lo más difícil, desempeñando la labor de hornero, esto era, cocer las pastas al horno.

Después se fue preparando en el comercio teórico-práctico y pudo orientarse hacia la expansión de mercados, aunque su padre continuaba siendo la cabeza visible del negocio.

En el año 1935, fue un punto clave en su vida. Su padre enferma y tiene que retirarse de la vida activa, esto le obligaba a hacer con las riendas del negocio, tenía entonces 18 años.

Después y durante la contienda civil, tiene que volver a empezar de nuevo, se habían quedado completamente sin nada y si medios económicos.

Vuelve a iniciar el negocio en unos años malos, más bien durísimos, al tener que sujetarse a los cupos y una producción limitada, hasta el año 1945.

Ya en 1942, con vistas a otros proyectos y que en los bajos de aquellas casas de viviendas de la calle de la Prosperidad, no se podía expandir el negocio, aprovecha una oportunidad adquiriendo unos terrenos magníficos como asentamiento ideal para la industria que el proyectaba en el futuro.

Fue una oportunidad y una gran inversión, comprando los terrenos por 45.000 pesetas el carro.

Por entonces la sociedad la formaban el grupo familiar, sus dos hermanas, Sara y Maria y como cabeza principal su padre, hasta que falleció.

Al grupo familiar, se venia incorporándose más descendientes y así se completaba la dirección:

Juan Antonio Galarza, director técnico de La Sara; Alberto hijo mayor, a la dirección de May y Antonio Egusquiza Manchado, que llevaba la dirección comercial del negocio en Madrid.

Otro año clave fue en 1945, cuando el Ministerio de Industria y Comercio y la Comisaria de Abastecimientos y Transportes, dictaron la ley de reservas de remolacha. Fue el comienzo de poder tener materias primas con que trabajar. Al año siguiente, otra ley referida a las reservas de trigo.

Apoyado en estas leyes y normalización de las materias primas trabajaron con todo entusiasmo con la celeridad.

Rápidamente marcho a ver el estado de las industrias similares por Europa. Visito Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Holanda...

Adquirió maquinaria que importó de esos países, que eran las primeras que se utilizaron en España.

Con todo ya instalado  y las naves terminadas, iniciaron la expansión y salida al mercado nacional con las galletas primero y luego los caramelos.

El nombre "La Sara" era conocido por todo el país, un éxito rotundo.

La empresa seguía aumentado con nuevas secciones, nuevos métodos modernísimos y nuevas "marcas".

En el año 1960, viaja a América y a Europa, para estudiar un nuevo producto a desarrollar, el consumo que en aquellos países, se hacen de ella: la goma de mascar.

Entonces, en vez de inventar, se asocia a la "May" francesa.

Crea nuevas naves para su fabricación como sociedad parte de "la Sara" e inicia la distribución de estos "chicles" por España y Portugal.

En la nación vecina monta en el año 1968, una nueva fábrica a 17 kilómetros de Lisboa, entre la capital y Setubal, con la que atiende la demanda portuguesa y de sus provincias ultramarinas.

Por el año 1970, la Sociedad tenia entre empleados, obreros y agentes de venta, a más de quinientas personas.

 

Falleció el 26-5-1977en Portugal.

 

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