viernes, 30 de noviembre de 2018

CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DE ASTILLERO-GUARNIZO (1936-1979) - (IV)





(del libro Ayuntamiento Astillero Historia Gráfica)



Desde 1936 hasta 1975, los Bomberos Voluntarios de Astillero intervinieron con éxito en numerosas ocasiones donde se habían producido incendios u otras labores de emergencia, pero no he podido localizar aquellas en que no se publicaron como noticias de prensa.


El 15 de febrero de 1941, los Bomberos de Astillero, tuvieron que intervenir en varios incendios de viviendas y destrozos sufridos por el fuerte viento huracanado que sufrió en esas fechas la provincia.



El domingo 14 de abril de 1957, llegó a Astillero una bomba marca "Janet" adquirida en Bilbao, por el Ayuntamiento para reforzar al Parque de Bomberos. La bomba era moderna y de gran capacidad, 60 Tms. hora.

El día 21 domingo, se efectuaron las pruebas oficiales dirigidas por los técnicos de la empresa constructora, en presencia de autoridades y del Consejo de Administración, jefes y personal del Cuerpo.

Las pruebas fueron satisfactorias y al domingo siguiente se hicieron otras pruebas de menor importancia frente al Ayuntamiento con el fin de que el pueblo pudiera observar su funcionamiento y juzgar la nueva adquisición.



El domingo 11 de diciembre de 1962, con motivo del LX aniversario de su fundación, los Bomberos Voluntarios de Astillero, organizaron un programa de actuaciones para ello.

A las once y cuarto de la mañana se celebró una misa en la Iglesia parroquial en memoria de los miembros fallecidos del Cuerpo.

A la una, en la calle San José, la imposición de insignias y práctica de diversos ejercicios en colaboración con los Cuerpos de Bomberos Municipales y Voluntarios de Santander, de Torrelavega y de Reinosa, que a tal efecto desplazaron equipos de personal y material.

Al mediodía en la calle San José, enfrente del grupo escolar, hicieron una exhibición y demostración del material que disponían.

En estas pruebas, pusieron en manifiesto el alto grado de preparación de los bomberos y aprovecharon para estrenar los nuevos motores recientemente adquiridos para las dos motobombas con que contaban.

Este material funcionó a la perfección y los ejercicios se desarrollaron, conforme a lo previsto, con el más notable éxito.

Después los miembros del Cuerpo de Astillero, juntamente con sus colegas invitados de esas poblaciones y autoridades locales, se reunieron en un almuerzo de hermandad.

A este acto fueron invitados las autoridades locales y las principales industrias que radican en el municipio.

Para celebrar este aniversario, el cuerpo de bomberos habían perfeccionado sus elementos de impulsión del liquido y que consideraron estar satisfechos de la máxima eficacia para los casos que fueran requeridos sus servicios.

Estos actos conmemorativos extrañaron al mismo tiempo un recuerdo emotivo y un sentido homenaje a todos los que, ya por fallecimiento o por otras causas, dejaron de pertenecer al cuerpo y principalmente a don Rosendo Torconal Samperio, primer jefe fundador desde el año 1903, hasta su fallecimiento y a don Angel Diaz Toca, que le sucedió en el cargo.



En el año 1964, el Cuerpo de Bomberos, se encontraba en una difícil situación económica y ello pudiera haber originado la desaparición de esta institución.

En esas fechas, habían "socios" de tres pesetas anuales y necesitaban aumentar el número de socios y en ello estaban, para ello habían organizado una campaña de inscripción de nuevos socios.



El día 21 de diciembre de 1965, se produjo un incendio en el Cine Pax, que dejó destruida la pantalla y el escenario del mismo. El fuego, se debió a una cortocircuito, fue extinguido por los Bomberos Voluntarios de la localidad y con la ayuda de los bomberos de Santander, que fueron requeridos en los primeros momentos.



En enero de 1967, el Cuerpo de Bomberos celebraron el día de Reyes su acostumbrada reunión anual.

En ella cambiaron impresiones sobre la marcha de la organización, mejoras a introducir en el local que ocupaba en la calle San José, conservación y mejora del material contra incendios y habilitación de un compartimiento suficiente confortable para la instalación de los números que han de constituir retén en las épocas de mayor peligro y cuando las circunstancias lo aconsejasen.

Trataron de las gestiones realizadas en las suscripciones entre los vecinos del pueblo y de la conveniencia de interesar más a las industrias en las mejoras del cuerpo.

Dieron cuenta del proyecto que tenían previsto de organizar un curso de socorrismo y en especial para los elementos más jóvenes.



El 29 de abril de 1971, los Bomberos Voluntarios municipales, intervinieron en la extinción del fuego producido por la fortísima explosión del tanque del buque "Okeania" que se encontraba en el dique de los Talleres de Astillero.



En 1975, ya había dejado de existir el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, todo el material estaba abandonado y deteriorado y muchos eran los astillerenses que deseaban una renovación urgente y poder recuperar lo que fue el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.

En febrero de 1975, se había declarado un gran incendio en Astillero en el edificio propiedad del señor Aguilera en la calle San José, enfrente del Ayuntamiento, en pleno casco urbano. 

Intervinieron rápidamente los bomberos municipales de la capital.



En la fecha del 25 de febrero de 1979, definitivamente, desaparece el Cuerpo de Bomberos Voluntarios poniendo a disposición del Ayuntamiento el material que poseía para su uso o donación.

El equipaje de cada bombero, se quedaron ellos mismos con él, como recuerdo y nostalgia de la labor que habían desempeñado desinteresamente y por tanto, se lo merecía como gratitud.

Lo que, por circunstancias desconocidas, se dio por desaparecido el famoso camión, pero no fue así, se sabe que persona ajena, le tiene como custodia y conservación.



















viernes, 23 de noviembre de 2018

RAMON TAMAYO personaje en la historia de Astillero




fotografia de Federico Ibaseta

Ramón Tamayo



Don Ramón Tamayo fue una persona conocidísima en El Astillero, infatigable trabajador, con un historial digno del mayor elogio, por su hombría de bien, fue considerado por la comisión de las Fiestas de San José 1982, el personaje importante a figurar en el programa oficial de las fiestas.


Su fecha de nacimiento fue en Astillero en el año 1902 y entró a formar parte de la plantilla de los Talleres de Bernardo Lavín en el año 1916, con 14 años cumplidos.

Dejó el taller cuando la huelga en el año 1928, pasando al ferrocarril de Astillero-Ontaneda en el año 1930, en el ocupó el cargo de fogonero por espacio de 4 años en una de aquellas inolvidables máquinas de vapor que se llamaron Soto-Iruz-Toranzo-Villaescusa y Penagos, pasando luego a maquinista y jefe de depósito de máquina en el que se retiró de su trabajo en el año 1965.

Después continuó con el mismo entusiasmo de sus años jóvenes, acudiendo diariamente a la mar en su viejo bote a dos remos al caladero del Piu Piu, a la altura de Pedrosa, pescando algún pez o más bien muchos.

Los primeros "cachones" que se capturaban en la ría eran de Ramón, hábil como él solo y conocedor de todos los rincones de la ría como muy pocos.

Formaba parte de un grupo de pescadores "amateurs" con base en el muelle de Astillero, a "guadañeta" en ristre y rastreando incansable "ahora p´arriba..ahora p'bajo" en busca de peces, que además de alegrar las mesas, les conducirían, tanto por suerte como por pericia, a "campeón de la temporada" por cuanto el número de capturas, y que se premiaba con el "Trofeo Restaurante Pedro del Castillo"

Hubo una época que eran famosísimo los personajes que se movían por el muelle, auténticos pescadores de anzuelo, muchos se les conocía por su mote, como "El Portugués" "Rellena", "Cambarín", "Pole", "Lin" y otros más.

A Ramón Tamayo, se le conocía como "Mon"

Destacaba por construir preciosas guadañetas, que era un orgullo artesanal y las empleaba para regalar a sus amigos y pescar en su paseos diarios por la ría de Astillero.

Después de ellos, ha habido muchos más, pues en Astillero se ha mantenido la tradición de la pesca y de salir con sus "botes" a recorrer de arriba a abajo la ría.

Uno también muy conocido, José Parra, que en septiembre de 1952, pescó cinco curvinas, con veintiún kilos de peso en total y una de estas peso ocho kilos y el día anterior trajo otra que pesaba nueve kilos.

Yo destacaría a mi amigo Vicentín (Garcia Llorente), gran pescador y que en agosto de 1964, hizo un record de la ría, al pescar 18 corvinas, que arrojaron un peso total de 25 kilos. y no más. porque se le había acabado el cebo.









sábado, 17 de noviembre de 2018

REGATA DESAFIO en la bahía de Santander el 16 septiembre del 2006.





(fotografias de Ricardo Vega)










El día 16 de septiembre del 2.006, se celebró la regata de desafío entre Cantabria, Oxford y Cambridge en aguas de Santander.

El barco de ocho con timonel de Cantabria, integrado por los remeros del C.R. Astillero, campeones de España de banco móvil, vencieron a las embarcaciones de Oxford y Cambridge en un desafío que se disputó, a dos tandas, en aguas de la Bahía de Santander, en una jornada en la que las condiciones del mar fueron formidables para que los numerosos aficionados que se acercaron a los muelles de la estación Marítima y de la Grúa de Piedra disfrutaron viendo en evolución a dos legendarias embarcaciones inglesas que llevan efectuando su conocido desafío durante 152 años.

Los vigentes campeones de España, algunos de los cuales forman también parte de la trainera (banco fijo) de Astillero, campeona nacional, lograron el triunfo en las dos tandas que se desarrollaron sobre una distancia de 700 metros.

Los dos protagonistas de la tradicional regata que cada año tiene lugar en el rio Támesis no pudieron con los cántabros, que consiguieron tres segundos de ventaja en el cómputo total de las dos tandas.

Cantabria cubrió la primera regata en 1.50.93 minutos, mientras que segunda fue Oxford con 1.52.07 y tercera Cambridge con 1.53.32.

La serie transcurrió con igual pero los dos últimos cien metros de la embarcación cántabra anularon toda posibilidad de triunfo de los representantes ingleses.

En la segunda tanta, los remeros de Astillero y los de Cambridge remaron a la par durante casi todo el recorrido, aunque en el último momento la embarcación cántabra consiguió el triunfo.

La buena actuación de Cambridge en la segunda tanda hizo que lograra la segunda plaza de este desafío, en el que Cantabria consiguió un tiempo total de 3.42.57 minutos, Cambridge 3.45.70 y Oxford 3.46.87.

Tras el desafío, las tres tripulaciones se mezclaron para ofrecer al público una exhibición de traineras, en la que los remeros británicos habían pedido participar para vivir la experiencia de bogar en las embarcaciones de banco fijo típicas del Norte de España.

Sus delegados consideraron la experiencia como muy positiva y muy complicad para sus remeros fundamentalmente en las ciabogas.

Los protagonistas fueron:

Astillero: Israel Bolado, Luis Pazos, Jon Saldamendi, José Antonio Errasti, Diego, Vasile, Mauri, Javi y Guillermo Zubillaga como timonel.

Cambridge: Wyper, James, Scott, Champion, Altamn, Billings, Cullen, Hopper y Jose Jones como timonel.

Oxford: Kosmicki, Kaykor, Wriht, Fleming, Mullin, Killicoat, Ejsmond y Nick Brodie de timonel.

Esta regata ha sido para la ciudad, un espectáculo único, donde se ha podido contemplar a tres fantásticas embarcaciones y especialmente a dos históricas que son Oxford y Cambridge.

Fue un día histórico para el Club de Remo Astillero, con la participación de sus remeros.

No me lo perdí y allí estuve en el muelle presenciando y fotografiando la regata.



























viernes, 9 de noviembre de 2018

UN EPISODIO INEDITO DE LA HISTORIA DE ASTILLERO (IV)





Amadeo I de Saboya



Guarnizo vuelve a formar parte del Ayuntamiento.

El Alcalde Tijero mando para el tren en que viajaba Amadeo I, para cumplimentarle.



Faltaba dar remate definitivo y contundente a la consolidación del Ayuntamiento. Parecía como si la conminatoria orden de 29 de julio de 1868 por la que se suprimía nuestro Ayuntamiento, presentarse al Astillero desde el Alto de Maliaño, su siniestro perfil. Y este remate, definitivo y contundente le dio don Venancio Tijero, consiguiendo con mano maestra, la anexión de Guarnizo al Astillero, anexión que se efectuó seguidamente, como lo vamos a indicar.

Mientras El Astillero luchaba valerosamente por mantener su independencia municipal, es natural que se enfervorizaran sus ánimos en defensa de sus instituciones locales y Guarnizo, que seguía y observaba con suma atención el desarrollo de estos acontecimientos, decidió aprovechar esta coyuntura para solicitar como lo hizo ya entrado el año 1871, a través del excelentísima Diputación Provincial de Santander, su segregación del valle de Camargo, para su incorporación automática al Ayuntamiento del Astillero.

Guarnizo que tenía desde antiguo ciertos resentimientos con los pueblos del valle de Camargo, siempre fue y será más afín al Astillero, no obstante sus frecuentes controversias y debates, siempre a nivel familiar, sobre sus múltiples y ordinarios problemas. Por otra parte, la sierra de Guarnizo suponía entonces más que ahora, un fuerte obstáculo para sus comunicaciones de éste con Camargo.

Lo solicita Guarnizo

La Diputación de Santander envío para informe al Ayuntamiento del Astillero, la instancia firmada por casi todos los vecinos de Guarnizo, en la que solicitaban este cambio de jurisdicción, informe que evacuó El Astillero en agosto del mismo año 1871, basándose en que Guarnizo, al solicitar este cambio, estaba en su perfecto derecho conferido por las disposiciones entonces en vigor, en que ambos pueblos estaban unidos, desde tiempo inmemorial, moral y jurisdiccionalmente, por pertenecer a la misma feligresía tener el mismo facultativo para atender a sus dolientes y recibir los niños de Guarnizo su educación en la escuela pública del Astillero y en la unión de vínculos de sangre hasta formar prácticamente una sola entidad.

Se hacían también consideraciones relativas a que la incorporación de Guarnizo al Astillero, en nada perjudicaba a Camargo, puesto que aún le quedarían más de quinientos vecinos, que el pueblo de Guarnizo tenía su territorio propio bien deslindado y bien determinadas sus vías públicas, por lo que no podría surgir en este aspecto, problema alguno.

Se hacía constar en el informe, finalmente, que la unión de los dos pueblos de un mismo origen en un solo Ayuntamiento, habría de resultar altamente beneficioso, tanto en el orden civil como en el religioso, estrechando aún más sus íntimas relaciones.

 Lo aprueba Amadeo I

Este expediente concluyó con una Real Orden de 30 de diciembre de 1871 del Ministerio de Gobernación en la que se comunicaba que su majestad el rey, de conformidad con el parecer del Consejo del Estado en Pleno se había servido resolver que los pueblos de Astillero y Guarnizo formasen Ayuntamiento independiente segregándose del de Camargo.

R.O. brevísima, firmada por Amadeo I, de Saboya, pero de máxima importancia para los pueblos de Astillero y Guarnizo.

Así, pues tras dos largos años de desvelos y de grandes preocupaciones, ya pudo El Astillero, por fin, dormir tranquilo respecto a su supervivencia como entidad administrativa independiente. El Ayuntamiento del Astillero, desde esta fecha ya cumplía prácticamente todas las condiciones exigidas por la invocada Ley de Ayuntamiento.

Seguidamente se formó el Padrón Municipal del Ayuntamiento completo (Astillero y Guarnizo) con su correspondiente censo electoral.

Los datos que arrojaron fueron los siguientes:

                                                                  Astillero                           Guarnizo                   Total
Vecinos.........................................................101....................................94.........................195
Habitantes....................................................508..................................487.........................995
Censo electoral............................................107...................................99..........................206

El primer alcalde de Barrio de Guarnizo, fue don Manuel Campo y suplente don José Rabas.

Cuando don Amadeo pasaba en el tren

No queremos terminar este trabajo publicado como es natural para conocimiento de los vecinos de Astillero y Guarnizo principalmente, sin hacer referencia a un hecho anecdótico ocurrido en la estación de Boo, del que fueron protagonistas nuestro alcalde don Venancio Tijero y su majestad Amadeo I, acompañado de su jefe de Gobierno, Ruiz Zorrilla, de sus ministros de Guerra y Marina, señores Fernández de Córdoba y Berenguer, y otras relevantes personalidades.

Eran mediados de julio de 1872 y el rey se dirigía a Santander.

Para esto, el alcalde ya había recibido del Ministerio de la Gobernación, un telegrama por el que se le ordenaba que saliera a cumplimentar al rey en la estación de Boo; pero bien porque el convoy real viniese con retraso o por alguna otra causa, el hecho en que el tren continuaba viaje sin parar en la estación.

En cuanto el alcalde se apercibió de ello, comunicó al jefe de la estación a que detuviera inmediatamente el tren mediante el aparato de señalización orden que el jefe cumplió en el acto. El tren paró y dio marcha atrás hasta situarse correctamente en el andén. Nuestro alcalde subió al convoy y dirigiéndose directamente al rey, le dijo: "Majestad": he ordenado parar el tren para cumplimentar a S.M. a su paso por esta estación, de acuerdo con instrucciones telegráficas que no puedo menos de cumplir".

A lo que el rey contesto: "Le felicito, así quiero a mis alcalde"

Don Venancio a continuación, le dirigió un discurso breve, sincero y valiente, cuyo texto tengo delante, pero no me decido a transcribirlo. No quisiera dar lugar a que los "mandamases" del periódico del que reconozco que ya he abusado bastante, piensen para su capote ¡pero qué se habrá creído ese señor!

Termino, pues rindiendo mi homenaje de admiración a las grandes virtudes ciudadanas que adornaban a los astillerenses de hacer cien años y considerando de qué magnitud pueden ser las posibilidades reales de todo orden que tiene un pueblo por modesto que sea, cuando está regido por un alcalde competente y sacrificado, bien arropado por sus vecinos. El ejemplo que dio Astillero, es terminante.


 (Nemesio  Mercapide - 6 noviembre 1968 diario el Alerta)










UN EPISODIO INEDITO DE LA HISTORIA DE ASTILLERO - III




Don Juan en el puerto de Santander



Acuerdan no anexionarse a Camargo

En sus gradas se construía la famosa fragata "Don Juan"


La fórmula que se arbitró, para continuar legalmente el municipio astillerense, consistió en lo siguiente:

La Diputación Provincial de Santander, envío al Ayuntamiento de Astillero, un escrito-propuesta que constaba fundamentalmente, de dos partes:

En la primera parte se decía que era preciso que el pueblo de Astillero expresara de una manera masiva y terminante, si deseaba continuar o no con su propia administración local, sin anexionarse al Ayuntamiento de Camargo. En la segunda parte se solicitaba del Ayuntamiento que manifestase claramente, las dificultades que, a su juicio, pudieran derivarse de su anexión a Camargo.

Para contestar a la primera parte de esta requisitoria, se convocó a toda la vecindad, solemnemente, a toque de campaña, el día 16 de mayo de 1870. El alcalde, don Venancio Tijero Cordero, informó a todos los asistentes del objeto de la reunión, y finalmente, invitó a firmar una declaración de todos aquellos cabezas de familia partidarios de que continuase El Astillero con su autonomía municipal, entendiéndose que los que se obtuviesen de firmar, deseaban la incorporación al Ayuntamiento de Camargo.

Del centenar de vecinos que aproximadamente tenía entonces El Astillero, 83 firmaron la declaración de conformidad con la conservación del propio Ayuntamiento, o sea, la totalidad de los vecinos asistentes a la reunión. Los no asistentes justificaron su ausencia, bien por enfermedad o bien por encontrarse fuera de la localidad.

De esta histórica reunión se levantó la siguiente:

Acta de acuerdo del vecindario de El Astillero

En El Astillero, a los 16 días del mes de mayo de 1870, se reunió el vecindario de esta población y distrito a toque de campana, presidido por el señor alcalde, don Venancio Tijero. El señor alcalde hizo saber al vecindario el contenido de un oficio de la excelentísima Diputación Provincial, en el cual se previene que el Ayuntamiento manifieste si la mayoría de los vecinos de que se compone el distrito, están conformes en que continúe formando Ayuntamiento como hasta aquí, o quieren incorporarse a otro distrito:  que en consecuencia, la Corporación había acordado convocar al vecindario a toque de campana, para que resuelva por mayoría lo que le convenga, manifestando que los que suscriban esta declaración están conformes en continuar con su Ayuntamiento, tal como lo viene siendo desde antiguo.

Enterado el vecindario de todo, manifestó que están conformes en continuar con hasta aquí formando él solo distrito municipal, sin querer incorporarse a ningún otro distrito, como lo tiene manifestado en diversas ocasiones. En fe de cual lo firmaron con el señor alcalde, de los que certifico:

Venancio Tijero; Francisco Peñil; Antonio Cuesta; J.M. Montero; Ignacio Gutiérrez; Maria Solana; Francisco Iturzaeta; Bonifacio Garcia; Prefa Ventisca; José Tejera; Antonio Blanco; Manuel Bedriñana; Pascasio Rivero; Vicente Rivero; Ignacio Casuso; Maria Pazos; Manuel Pérez; Lorenzo Meléndrez; Fidel Ibaseta; José Madariaga; Francisco del Castillo; Agapito Serna; Ramón Venero; Joaquin Timoteo Vega (mi bisabuelo); Francisco Garcia; Benito Fresnedo; Antonio Ostolaza; Paulino Ontavilla; Antonio Aizpurua; Ramón Castanedo; Severo Gutiérrez; Felipa Garcia; Juan Dirube; Angel del Rio; Mauricio González Mediavilla; Luis Ruiz; Cosme de Quevedo; Antonio Velasco; Pedro Amortegui; Juan Pagarizabal; Ignacio Pagarizabal; Roque Rodriguez; Juan Méndez; Dionisia del Rio; Antonio Sanchez; Carmen Cascillo Collantes; Martin Ortiz Oribe; Pedro Muñoz; Joaquin del Rio; Dionisio Bolado; Gregorio de la Llama; Angela Loredo; Teresa Lafe; Ramón del Hoyo; Francisca Cabada; Maria Fernández; Andrés Gutiérrez; José Cruz; Mauricio González Ibaseta; Justo Barcena; Matilde del Peral; Juan Serna; Hilario Serna; Urbano Estébanez; Antonio Echevarria; Pablo Carral; Florencio Garcia; Eugenio Bolado; José Casuso; José de Lara; Marcelino Sierra; Antonio Peñil; Francisco Maruri; Luis Breda; Nicolás de Laza; Juana Generosa; Bernardino Gómez; Virginia del Rio; Felipe del Rio; Marcelo Peña; Ignacio Gorostegui; Maria Pérez y Bautista Galdós.

Total de vecinos que han firmado el acta 83. El secretario, José Matías Montero.

Los vecinos que figuran de apellido vasco, eran, sin duda, sucesores de aquel numerosos grupo de carpinteros calafates, llegados a El Astillero, de Guipuzcoa y de la reía del Nervión, cien años antes, en tiempos de Fernández de Isla.

Por que no se anexiono a Camargo

Solicitaba la Diputación Provincial, en la segunda parte de su escrito-propuesta, que el Ayuntamiento indicase claramente las dificultades que pudieran derivarse de la anexión de El Astillero a Camargo

Se alegró, a este respecto que El Astillero dista más de una lengua a la sede de cualquier otro distrito, distancia demasiado larga para el invierno en un país lluvioso como es éste. "Y es mayor perjuicio en verano -continuaba literalmente el informe- porque la gran afluencia de forasteros a tomar aguas y baños, que es notoria en toda la nación, exige la permanencia de alcaldes, jueces de paz, médicos o cirujanos y toda clase de servicios, centralizados en este punto, y fuera suponer muy poco criterio para dejar de comprender que se habrían de seguir graves perjuicios, teniendo que ir a buscarlo todo al distrito de Camargo, debiendo tenerse en cuenta que este no forma población completa sino que se compone de nueve pueblos distantes unos de otros como caseríos rurales, y podrían encontrarse, como sucede generalmente, las autoridades locales, en el punto más remoto, o sea, a más de dos lenguas de distancia, y por lo tanto más perjudicial para la buena administración"
Y el informe terminaba con el siguiente párrafo:

"El Ayuntamiento no concluirá sin llamar la atención de V.I. sobre la condiciones especiales de carácter, oficios y posición de este distrito, y que en el caso actual, la existencia de este municipio es un hecho consentido y consumado, que la revolución volvió a este distrito su modo de ser inmemorial ininterrumpido por dos meses, y que de él han nacido los sufragios para diputados a Cortes Constituyentes Provinciales y residen en él todas las autoridades legítimamente nombras y constituidas con arreglo a las leyes que hoy rigen".

Después de ésto, ya podía contar El Astillero con alguna garantía, al menos relativa, de continuidad legal.

Además, la construcción por entonces de la fragata "Don Juan", de 200 pies de eslora y 1.168 Tm. de carga, el barco más grande que figuró por aquellos años en la matricula del puerto de Santander, contribuyó mucho a levantar la moral del pueblo, porque traía a su memoria nostalgias de la época de esplendor e infundía esperanzas de mayor actividad y prosperidad para un futuro próximo e incluso inmediato, aunque estas esperanzas se frustrarán rápidamente, ya que después de esta fragata, no se volvieron a construir en El Astillero, barcos que merecieran la pena.



(Nemesio Mercapide - 5 noviembre de 1968  del diario Alerta)








viernes, 2 de noviembre de 2018

UN EPISODIO INEDITO DE LA HISTORIA DE ASTILLERO - II






General Prim



Se constituye el nuevo Ayuntamiento
Una adhesión en dinero al Gobierno Provisional

La política gubernamental de González Bravo se agravaba de día en día y, al amparo de su propia debilidad y decadencia, los astillerenses, más por premeditación y calculo que por sus convicciones políticas, hicieron causa común con los partidos avanzados que orquestaron la célebre revolución y se manifestaron en la forma tumultuosa a que al principio nos hemos referido.

Parece que don José Maria Pereda estaba pensando precisamente en este episodio del Astillero, cuando unos cuantos años después escribía a su intimo amigo don Benito Pérez Galdós: "Muchos hombres que no son progresistas, pero que tienen interés en que ciertas cosas sucedan, son los promovedores de esas algaradas anacrónicas, que en nombre de la libertad de pensar y de creer, arman las inflamables muchedumbres al estilo de las de setenta años atrás, porque para ciertas gentes, el tiempo no pasa, ni varían de tema las funciones de la sustancia gris".

Como es sabido, a pesar del rotundo aunque efímero éxito del general don Eusebio Calonge en Santander, ya había triunfado totalmente para fines de septiembre la revolución en toda España, constituyéndose por el general Serrano el Gobierno que se denominó "Provisional".

Lo que Astillero esperaba

Este acontecimiento político de tanta trascendencia nacional, era lo que El Astillero buscaba y se sirvió de él de maravilla, para sus propios fines.

Constituida en Santander, como en las demás provincias, la Junta Revolucionaria con prohombres de los partidos demócratas, progresista y unión liberal, se cuidó de imponer, con su poder ejecutivo casi absoluto, el espíritu de la revolución, revocando, como es natural en todo lo posible, cuantas órdenes y disposiciones dimanaban de la situación derrocada (González Brabo, Narváez y O'Donell, los Gobiernos de la represión)

La Comisión que el Ayuntamiento del Astillero nombró en el mes de julio para gestionar su reposición, presentó su factura política a la Junta Revolucionaria de Santander y, la verdad, no le fue muy difícil convencerla de lo razonable de sus aspiraciones.

Corrían, por otra parte y afortunadamente para ella, vientos favorables, momentos de euforia y optimismo para toda la nación. El triunfo de la revolución fue total.

El famoso matador de toros Antonio Sánchez Garcia "El Tato", reflejó bien este ambiente en su célebre brindis de la corrida que en aquellos días se organizó en la capital de España.

Supresión por su presión

¿Quién suprimió el Ayuntamiento del Astillero? ¿El Gobierno de González Bravo?. Pues si él lo suprimió, nosotros, naturalmente, lo reponemos. ¡Pues no faltaba más!.

Efectivamente, el día 18 de octubre de 1868, don José Maria Olarán, vocal de la Junta Revolucionaria de Santander, como comisionado de la misma, en unión de su colega don Francisco Junco, sin que éste pudiera desplazarse por reclamarlo otras ocupaciones, se presentó en El Astillero para constituir o mejor dicho, restablecer su Ayuntamiento, en virtud de decreto anterior de dicha Junta, a propuesta del mismo señor Olarán y como consecuencia de incitación y deseos manifestados unánimemente por sus vecinos, de mantener Ayuntamiento propio, independiente del de Camargo.

El señor Olarán traía en su cartera la lista de los siete concejales que constituirían el nuevo Ayuntamiento. Se nombre alcalde a don Ignacio Gutiérrez y tiene alcalde a don Venancio Tijero, el cual con su gran talento y singular energía, había de influir decisivamente en los años sucesivos en el desarrollo y engrandecimiento del pueblo.

El delegado de la Junta Revolucionaria tomó juramento en el mismo acto a los nuevos ediles, de fidelidad a la Patria y del leal desempeño de sus cargos, "Por Dios Nuestro Señor y por la nación".

Adhesión al Gobierno provisional

En el mes de diciembre del mismo año, este Ayuntamiento quiso dar una muestra de adhesión a la nueva política gubernamental y, para ello, acudió, dentro de sus escasísimos recursos económicos, al llamamiento del Gobierno Provisional, convirtiendo en Bonos del Tesoro la cantidad de 321.515 escudos (cada escudo valía diez reales), para contribuir a cubrir el empréstito nacional que acaba de emitir por un importe de 200 millones de escudos, "deplorando no poder disponer de más numerario, para dar una prueba al Gobierno Provisional del acierto con que rige los destinos de nuestra amada Patria".

El Astillero se mostró así, una vez más, pobre pero agradecido.

Esa cantidad era parte de la que tenía el Ayuntamiento abonada por el Estado en la Caja de Depósitos, procedente de la tercera parte del ochenta por ciento del importe de los bienes enajenados en virtud de las célebres leyes desamortizadoras. El Gobierno de la nación ya había autorizado previamente como es natural, la realización de esta clase de operaciones.

Elegido alcalde, en los primeros días de enero de 1869, don Venancio Tijero Cordero, hizo El Astillero un esfuerzo extraordinario para adquirir categoría, hacerse respetar y justificar, ante todo el mundo, su inquebrantable decisión de continuar con su independencia administrativa.

Se saneó la administración, si inicio el expediente -con grandes probabilidades de favorable resolución- del viejo problema de los cuantiosos bienes que el Estado poseía en El Astillero, semiabandonados, procedentes de sus antiguas instalaciones para la construcción de navíos y se acometieron obras importantes de interés general.

Como todo, no se sentía muy seguro el Ayuntamiento del Astillero, resucitado, puede decirse, gracias a circunstancias tan especiales y a momentos de euforia política de un "Gobierno Provisional". Era menester buscar, y se encontró, una fórmula que desarrollada inteligentemente, garantizara la continuidad legal de la Corporación de forma que en nada le afectase en lo sucesivo la famosa orden de supresión de 29-7-1868 que, por ser de rango ministerial, continuaba imponiendo, pese a todo cierto temor y respeto.


(Nemesio Mercapide - 3 noviembre 1968 - diario el Alerta)











UN EPISODIO INEDITO DE LA HISTORIA DE ASTILLERO - I






Luis González Bravo
(1811-1871)
Autor Eduardo Balaca




Por qué apoyó con entusiasmo la revolución de 1868.
El Ayuntamiento de González Bravo había suprimido el Ayuntamiento.

En el mes de septiembre de 1968, acaba de cumplirse el primer centenario, apoyó El Astillero, con un entusiasmo sorprende, el movimiento progresista español que prosperó con el prestigio de Espartero,  y que entonces acaudillaba el general Prim.

Se produjeron algaradas y tumultos callejeros, y por la calle San José (que entonces se llamaba Principal), desfiló todo el pueblo con aire revolucionario, esgrimiendo los hombres letreros y armas de toda clase, al grito tímido al principio, pero que pronto había de ponerse en boga en todo el amplio sector liberal, de ¡Abajo los borbones!

¿De qué le vino al Astillero aquel extraño y espectacular entusiasmo tan avanzadas de entonces? ¿Eran los mineros, que habían comenzado ya a plantear reivindicaciones económico-sociales? No, porque hacía solamente un año que se habían concedido en El Astillero a don José Fernández y socios, la primera explotación minera. Las huelgas -huelgas fueron ellas- vinieron años después, cuando se intensificaron las explotaciones.

Vamos a tratar de explicar por qué aquellos astillerenses de septiembre de 1868 eran tan ·progresistas".

El Astillero en aquella época por su escasísima extensión geográfica (Guarnizo, como luego veremos, no pertenecía aún al Ayuntamiento del Astillero), por su muy reducida población y otras causas, era en muchos aspectos y, en especial, en el económico un municipio francamente "deficitario".

Y como eran muchos los Ayuntamientos que en toda España se encontraban en el mismo caso, para remediar, en lo posible, esta situación anómala, el Gobierno de don Luis González Bravo dictó una orden del Ministerio de Gobernación de 23-X-1867 en virtud de la cual, los gobernadores provinciales habían de presentar propuestas de supresión de todos aquellos Ayuntamientos que para serlo, no reunían las condiciones que exigía la entonces vigente Ley de Ayuntamientos.

La supresión

El gobernador civil de Santander, en cumplimiento de aquella orden ministerial, propuso la supresión de diversos Ayuntamientos montañeses agregándose sus territorios a otros limítrofes más importantes. En esta lista figuraba el del Astillero que debía anexionarse al valle de Camargo no a Guarnizo de donde había sido anteriormente segregado.

Los demás Ayuntamientos de la Montaña suprimidos entonces, fueron; el de Argoños, que se unió a los Ayuntamientos de Bárcena de Cicero y Escalante; el de Noja, que se unió al de Arnuero; el de Marrón, a Ampuero; los de Colindres y Seña, al de Limpias; el de Los Carabeos, al de Valdeprado; los de Anievas, Rivaldeiguña, San Vicente de León y Los Llares, a Arenas; el de Espinama, al de Camaleño; los de Bárcena de Pie de Concha y Pujayo, a Molledo, y el de Rioseco, al de Santiurde de Reinosa.

Se suprimían casi todos -y el del Astillero también- porque no llegaban a 200 vecinos (no habitantes), que exigía el art. 71 de la mencionada Ley de Ayuntamientos.

Había que atenerse al censo de población del año 1860, según el cual, El Astillero no llegaba ni a los 100 vecinos. En su ritmo ascendente, aunque muy lento, contaba en el año de autos 1868, un centenar de vecinos (unos 500 habitantes), o sea, la mitad de lo que exigía la Ley de Ayuntamientos.

Reacción violeta

Al publicarse la correspondiente orden de sucesión, ministerial y ejecutiva de 29.7.1868, el Astillero reaccionó como si le hubieran dado un bofetón en pleno rostro. El Ayuntamiento del Astillero, dentro de su modestia se defendía mal que bien en todos los órdenes. Pero aparte de esto, nadie podía olvidar su importancia histórica del siglo anterior, lo cual hacia que se le mirase con cierto respecto.

Como noble venido a menos, daba en todo momento apariencia y pruebas de competencia y personalidad, tanto en su régimen interior, como en sus relaciones con el exterior y muy especialmente con los organismos oficiales.

La base de su economía la constituía por aquellos años la famosa fuente de La Planchada, cuyas aguas declaradas medicinales, gozaban de gran predicamento en toda la nación. Su colonia veraniega era numerosa y muy selecta. Sobre ésa pesaba principalmente el impuesto de consumos, renglón el más importante con mucho del presupuesto municipal de ingresos.

El Astillero tenía fe en sí mismo y en su destino. Por ello, cuando le fue comunicada la orden de su supresión como Ayuntamiento independiente y de su incorporación a Camargo, no se resignó ni se amilano. El alcalde, que era entonces, don Ramón Puebla, nombró una comisión para que, asistida de cuantos poderes y pruebas estimase necesarios y valiéndose de personas influyentes, hiciese cuantas gestiones estuviesen en su mano, con vistas a que el Ayuntamiento pudiese continuar, como hasta entonces con vida propia.

Esta curiosa alusión a "personas influyentes", se refería, sin duda y principalmente, a don Pedro Salaverria, varias veces ministro de Hacienda y de Fomento, y a don José María Orense, insigne político de filiación republicana, que aunque nunca perteneció al partido progresista a pesar de que le fue ofrecida la jefatura del partido en diversas ocasiones, fue uno de los principales preparadores desde el extranjero, de la revolución del 68; personajes ambos muy asiduos veraneantes en Astillero a los que el municipio pondría con el tiempo sus nombres a dos de sus calles. Un tercer personaje de aquella época, muy ligado al Astillero, fue don Pedro Gómez Hermosa, ministro del Tribunal Supremo de Justicia; tenía en Astillero una casa heredada de sus mayores.

Desconocemos con detalle las gestiones que la comisión pudo llevar a cabo durante el mes de agosto en cumplimiento de su importante y delicada misión, como no fuera la de informar del caso a los "señores" influyentes, anteriormente mencionados y la de excitar de los astillerenses en contra del gobernador civil de Santander, don Francisco Pareja de Alarcón, recientemente nombrado para este cargo y de la política nacional que, naturalmente, representaba


(Nemesio Mercapide - 2  de noviembre 1968 - el diario Alerta)