viernes, 30 de marzo de 2018

ASTILLERO dique flotante.




Zwarte Zee





Una autentica masa de hierro, mastodóntica masa de 180 metros de longitud y de 6.000 toneladas de peso, pudieron ver los madrugadores del día 5 de mayo de 1972, deslizarse sobre las aguas de la bahía el enorme dique flotante que para "Astilleros de Veracruz, S.A." había construido los "Astilleros de Santander, S.A." de Astillero.

Las fechas programadas de construcción, de entrega y de envío hacia el puerto mejicano, se habían cumplido con matemática precisión.

Por ello, la mole del dique arrastrada por un potente remolcador, ponía proa al Atlántico.

El barco encargado de tirar de toda esta mole gigantesca, era uno de los más potentes remolcadores del mundo, el holandés "Zwarte Zee" (Mar Negros), que guarda en sus entrañas una fuerza nada menos que de 9.000 B.H.P., a pesar de tener, tan sólo un registro bruto de 1.539 toneladas. Es por tanto, un auténtico frasquito de esencia pura..

La maniobra de remolcar el gran dique flotante desde la factoría de "Astilleros de Santander", en Astillero, hacia la bahía de Santander a través de la ría, se inicio a las seis y media de la mañana, con el amanecer del día.

Se encargaron de traerle hasta el puerto santanderino, los remolcadores de Bilbao, "Aznar José Luis" y "Rocios", así como los santanderinos "Brioso", "Conde de Ruiseñada" y "Azcán", además de convoyarlos el "Capero", el "Castor" y el "Audaz" de matrícula de la ciudad.

El "Zwarte Zee" aguardaba la llegada de este singular cortejo junto a "La Horadada" o bien en la propia bahía.

Para formalizar la escritura de adquisición y tomar posesión del dique flotante -que precisamente era el primero que España construía con destino a la exportación- estuvieron el día antes en "Astander",  el director general de "Astilleros de Veracruz, S.A." , el ingeniero don Gonzalo Montalvo, así como los licenciados don Roberto Flores y don Fernando Estrada, ambos ejecutivos de "Nacional Financiera S.A." de Méjico.

Como datos complementarios, el remolcador "Zwarte Zee" llevaría remolcado al dique a una distancia de dos kilómetros. Él solito ya, a partir de la bocana del puerto, hasta cruzar así todo el Atlántico y tocar puerto en Veracruz, donde atracaría. si las cosas, como se esperaba y si los mares no haria de las suyas, dentro de unos cuarenta y un días.

Otros detalles también interesantes, es que el dique flotante tiene una capacidad de 13.000 toneladas de fuerza ascensional, lo que le hacía capaz para buques de hasta 40.000 toneladas de peso muerto.

Sus características más importantes eran las siguientes: 179 metros de eslora sobre plataformas; 37,50 metros de manga entre paredes exteriores, y su peso muerto de 6.000 toneladas. Sin embargo, a pesar de estas medidas impresionantes, su calado durante el remolque sería tan sólo de un metro.

El dique es de tipo autocarenable, es decir, que cualquiera de las pontonas que lo forman pueden ser varadas en el propio dique, para someterlas a las oportunas obras de reparación y conservación. Por lo demás, sus elementos y servicios, atienden a las técnicas más modernas.

El espectáculo que pudieron presenciar en la mañana del día 5, muchos santanderinos -todos los madrugadores que se asomaron al puerto- fue de los más insólito por lo desconocido. Ver avanzar lentamente, muy despacio, la inmensa mole del dique flotante arrastrada desde la factoría de "Astillero de Santander" de Astillero, donde se había construido, por los remolcadores "Aznar José Luis", "Rocio", "Brioso", "Conde de Ruiseñada" y "Azacán", mientras después en plena bahía, se hacía con la carga el "Zwarte Zee", uno de los más potentes remolcadores del mundo, con una potencia en sus máquinas nada menos que de 9.000 B.H.P. y así ya, en solitario, enfilaba la bocana del puerto en dirección a Veracruz, tras un periplo de 41 días de navegación.

Veinte hombres integraban la tripulación del "Zwarte Zee" y cuatro la del dique flotante.

Fue realmente una pena que la salida de esta mastodóntica masa del dique flotante no hubiese acontecido a media mañana, o  media día, sino aprovechado el mayor coeficiente de marea que, a efectos de la ría, de Astillero, marcaba el máximo hacia las seis de la mañana de ese día. Así pues, fueron las circunstancias las que lo determinaron.

Y las circunstancias no son otras sino las que ya se conocen: que la ría de Astillero se encontraba prácticamente en estado natural. La ría, al menos lo que de ella interesa tratar, tiene una longitud de tres kilómetros. A lo largo de ellos existen, de modo concreto y aparte los bajos de fangos, dos puntos negros rocosos, como son "La Paloma" frente a la factoría de Recuperaciones Submarinas, y "La Tonada", junto al sanatorio marítimo de Pedrosa.

Existía un proyecto de dragado de esta ría presentado hacia años a la Junta del Puerto, que prometieron incluirlo en el primer Plan de Desarrollo; después ya en el segundo.

El proyecto comprendía el trazado de una canal de 75 metros de anchura, los suficientes no sólo para navegar grandes barcos, sino para hacer toda la maniobralidad con un calado medio en bajamar de seis metros, los suficientes también para barcos que utilizan la ría.

Para conseguirlo, era preciso efectuar voladuras en una superficie de 39.600 metros  cuadrados y por un volumen de roca de 42.000 metros cúbicos y por lo tanto lo que respecta a fangos, el volumen a dragar es el orden de los 85.000 metros cúbicos.

Por ello, era obligado a salir a través de la ría el dique flotante a una hora tan intempestiva.

Lo que no conozco, si después de este año 1972, la ría de Astillero, han sido dragada y retirado los fangos, para una mejor navegación.










viernes, 23 de marzo de 2018

JESUS SOTO director de la Coral Astillero-Guarnizo







El 22 de mayo de 1934, se celebró el homenaje en honor al director de la Coral Astillero-Guarnizo.

Con el teatro lleno de público se levantó el telón, y la presencia de la Coral, fue acogida con muchísimos aplausos, que se prologaron al saludar su director, don Jesús Soto, a quien se le tributaba la primera expresión de cariño.

Las ovaciones se repitieron estruendosas y prolongadas, y dio comienzo el concierto que fue escuchado con total silencio.

El coro de hombres cantó "L'Empordá", primera obra aprendida por el orfeón; "Cantos asturianos"; "Viva la Montaña"; y "Sirgadores del Volga", que fueron interpretadas maravillosamente dichas obras.

El solista Manolo Sierra fue objeto de una cariñosa ovación por lo bien que cantó el solo  de "Cantos asturianos" y el niño Titi Garcia, el benjamín de la coral, fue ovacionado cariñosamente por el exquisito gusto en el solo de "Viva la Montaña".

Antes de empezar el concierto, el concejal del Ayuntamiento de Santander, señor Campano, tras breves y sentidas frases de admiración a la Coral y a su director, hizo entrega al presidente de los diplomas correspondientes a los dos premios ganados en el concurso celebrado en la capital en el mes de septiembre último.

La segunda parte del concierto corrió a cargo de la notable agrupación artística Coro Parayas, que interpretó admirablemente "Mozuca en la romería", "De ronda" y "Cantos del pueblo".

Un grupo de danzantes, todos niños, sobresalió en el auditorio, quienes fueron premiados con efusivos aplausos.

A continuación volvió aparecer en el escenario la Coral y el grupo de niños de las clases de solfeo, y el presidente hicieron una breve reseña de la meritísima labor que con los escasos medios y luchando con tantas dificultades, habían realizado, en tan largo periodo de tiempo, el homenajeado, don Jesus Soto, y le hicieron entrega de un precioso álbum, con las firmas de todos los coralistas, socios y muchos simpatizantes en cuya primera hoja figuraba un notabilísimo trabajo hecho a pluma, y en diferentes colores, obra del dibujante astillerense, Casto del Castillo, orfeonista de la Coral, y una sentida dedicatoria en verso.

Fueron momentos de intensa emoción para todos, pero singularmente para el homenajeado, que, visiblemente conmovido lo recibió y no acertó a expresar su agradecimiento.

El público rompió el silencio con una de esas ovaciones inenarrables y afectivas que pocas veces se había escuchado en Astillero.

También los niños de la clase de solfeo le hicieron regalos; el de un afecto sincero; una bonita corbata, dos preciosos pañuelos de crespón y un artístico estuche con caramelos.

Las señoritas de la Coral le hicieron objeto de su adhesión cariñosa con la entrega de un hermoso ramo de flores.

Seguidamente actuó de nuevo la Coral, con el coro mixto, con absoluta seguridad y excelente disciplina, la batuta de su director, interpretó "Les fulles seques" preciosa sardana, de Morera, que la borda la Coral; "El chénguere", "Coonantibus illis" y "La tarana", danza burgalesa, dos segundos premios del concurso regional, cantadas ambas con "amore", con depurado gusto, recreándose en la suerte y "Yo vi un día" interpretada de manera insuperable.

Los aplausos se repitieron calurosos y prolongados, singularmente en la interpretación de las dos obras del concurso mencionado, y el amigo Sierra tuvo que salir a recibir las ovaciones que se le tributaron, por el exquisito gusto con que cantó el solo de "El chénguere".

Como final de la fiesta, la bella señorita Mariuca Méndez, notable solista de la Coral santanderina, y el tenor Bienvenido Martinez, entonaron de manera irreprochable la canción de las flores, de "Luisa Fernanda". Les acompañó al piano la linda señorita Conchita Vicente.

Fueron objeto de ovaciones delirantes y merecidísimas, y se vieron precisados a repetir de nuevo la bella canción.

El público quedó sumamente complacido de la grata fiesta y después de terminarla se organizó un animado baile, que duró hasta bien avanzada la noche.

También concurrieron a la velada, varios tripulantes del vapor "Habana", pertenecientes al Orfeón del trasatlántico y un buen número de orfeonistas de La Coral de Santander, que quisieron asociarse al homenaje tributado a su profesor y compañero don Jesús Soto.

Queda por nombrar a los jovencitas alumnas de la clase de solfeo de la Coral y que con tanto entusiasmo habían participado en el homenaje a su maestro.

Son las siguientes:

Laura y Carmen Martinez; Dominica y Rosita González; Baltasara Gómez; Josefina Llorente; Lilia Cavada; Elena Cortezón; Maria Teresa Caballero; Carmen Arnuero; Maria Luisa de la Sota; Asunción Luque; Pilar Espeso; Irene Navarro y Carmen Safont.

Todas ellas futuras coralistas del Orfeón Astillero-Guarnizo.

Don Jesús Soto hizo público su gratitud al pueblo astillerense, a sus queridos coralistas y a todos que directo o indirecto le han testimoniado su adhesión con motivo del acto celebrado en su homenaje y que lo tendría para siempre en su memoria.

Estuvo dirigiendo el Orfeón, desde el año 1926 hasta 1934.











viernes, 16 de marzo de 2018

CIRCULO CATOLICO en Astillero








EL domingo 26 de junio de 1910, se celebró la inauguración de un nuevo Centro Católico en Astillero.


El Centro se había instalado en una amplia y bonita casa con jardín.

Al acto asistieron representaciones de los Centros y Círculos Católicos de la ciudad y muchas personas de Astillero y Guarnizo.

Cuando llegaron de Santander los representantes de los Centros y Círculos Católicos de la provincia, hallaron el local engalanado y fueron recibidos con aplausos de un gran número de católicos que les esperaban.

Las salas y gabinetes del Centro eran insuficientes para acoger a la concurrencia y el acto se celebró en el jardín, dispuesto al efecto con bancos y sillas para los invitados.

En el acto de inauguración ocuparon la presidencia el presidente del Centro Católico electoral de Santander, don José Maria Gutiérrez Calderón; el concejal don Eduardo de Huidobro y don Marcial Solana, candidato a diputado a Cortés en las últimas elecciones.

El presidente del nuevo Centro, don Nicolás de la Torre, abrió la sesión inaugural y luego pronunciaron discursos, don Marcelino Tarrero, profesor de instrucción pública; el obrero del Circulo de Santander, señor Calzada; el concejal don Emilio de Arri y otros señores, cerrando el acto el señor Gutiérrez Calderón con la lectura de algunas cuartillas.

Tras las discursos de los oradores, a continuación el párroco de Astillero, don José Tejedor, pronunció unas últimas palabras dirigidas a los católicos.

El nuevo Centro del Astillero-Guarnizo comenzó inicialmente con sesenta socios.

Componían la mesa: don Nicolás de la Torre, como presidente; don Juan Fombellida, vicepresidente; don Alejandro ibaceta, secretario y don Feliciano de la Riva, tesorero.

El Centro Católico, se encontraba situado en una finca enfrente de las escuelas públicas y junto a la fonda de Encinas.

También poseía una bolera para el disfrute de sus asociados.









viernes, 9 de marzo de 2018

ASTILLERO Fiestas de San José en 1910




Vapor Corconera 








Anuncios de 1910








Por aquellos años 1910, las Fiestas de San José se conmemoraba casi de la misma forma que ahora, pero en el fondo eran completamente distintas, había más fe y más ansias de divertirse.

Había los mismos actos religiosos que los de ahora, cine, baile, también cucañas, concurso de bolos, carreras de cintas....

Ese día amaneció radiante, para hacer honor el Santo.

Lavín, era el heraldo anunciador. Los seis famosos soldados de su lírica, tocaban diana apenas apuntaba el día. No se podía descifrar si era diana de infantería, marcha nupcial o pasodoble "El Vito"; Lavín era Lavín y para ese día no había otra banda que la de Lavín.

Después de recorrer la banda todas las calles del pueblo, se subía al balcón del Ayuntamiento y desde allí deleitaba con su extenso y variado repertorio. A las doce ya desfilaba hacia la iglesia, para asistir a misa mayor, tocando también "El Vito" como pasacalles.

Después de la misa, todos los jóvenes desfilaban a sus casas tras la pitanza que ese día era extraordinaria.

Nada más comer, se corría a la Planchada abajo para ver entrar a los romeros de Santander que venían en trenes y corconeras. Los que venían en corconeras, de lejos, ya se les oía cantar a coro.

Pronto la Planchada quedaba repleta y entre el bullicio imponente de aquel gentío, anuncios de barracas y humo de churrerías, Lavín organizaba sus huestes y se ponía a tocar en el Redondel.

Las piezas eran larguísimas, sin duda para no agotar el repertorio, pero terminaban...

Al empezar la siguiente era ella...

¿Qué tocamos, Lavín?, le decía el subdirector.

Y Lavín, tras meditar un momento, contestaba:

La misma, pero un poco más fuerte.

Cansados ya los bailarines romeros de oír repetir siempre a Lavín el mismo pasodoble, la misma polca y el mismo vals, se dirigieron al presidente de la Comisión de Festejos, que era don Alfredo Quevedo y le preguntaron un tanto indignados:

¿Nos quiere decir, señor Quevedo, si habrá en toda la provincia otra banda de música peor que esta?
Y Quevedo, con aquella fina ironía que le caracterizaba, contestó:

Sí, señor: esta misma el año que viene.

Con motivo del Santo, existía una costumbre de felicitarse por mediación de artículos en prensa, en uno de ellos, la señora Esperanza, peinadora de Astillero, recibió uno que la hizo mucha ilusión y decía:

Te agradezco de veras
tu simpatía
¡oh gentil peinadora
del alma mía!

firmado por las jóvenes del taller de Esperanza Bolicón.

Por los años 1910, cuando las minas estaban en su mayor producción, vivió Astillero su mejor y más prospera época, también sus más turbulentos tiempos de luchas política y sociales ocasionados por ser centro de una vasta zona minera de mucha importancia.

En todos los pueblos de esta comarca el marxismo había instalado sus centros obreros y el de Astillero era el rector de todos ellos.

Muchas huelgas revolucionarias hubieron de soportar los vecinos en esos tres años con el consiguiente alojamiento de tropas, aunque no hubo que apuntar ninguna agresión de ningún género. Astillero y su zona minera se distinguieron siempre por su educación y cultura cívica, por eso, cuando ocurrían convulsiones de huelgas revolucionarias, la tropa no tenía nada que hacer más que pasear por la cera de la Confitería y divertirse.

En 1910 llegaron fuertes vientos de fronda marxista con la subida de Canalejas al Poder, y según las noticias de prensa de aquel año, en todo el norte de España se acentuaron los sucesos sociales, aunque Astillero seguía comportándose sensata y moderadamente.

Sólo un hecho hubo que, por su trascendencia y originalidad, terminó en festivo lo que en un principio revistió caracteres bastantes serios, dada la categoría intelectual, política y religiosa de los personajes que en él intervinieron:

Regía el Centro Obrero de Astillero un tabernero de profesión que solía escribir sus diatribas con el clero, en El Cantábrico. Utilizaba el seudónimo de "doctor" y por ello le llamaban "El doctor Porguasa"

Sintióse "El doctor Porguasa" mucho más envalentonado con el cambio político y solicito a Barcelona, para la enseñanza de ese Centro, un profesor laico, y consiguió importar nada menos que a un discípulo del tristemente célebre anarquista Francisco Ferrer Guardia, fundador de la Escuela Moderna.

El tal profesor era un tipo de buena estampa, inteligente y, a juzgar con los adeptos que conseguía en una campaña mitinesca anticlerical que emprendió a poco de llegar, parecía llevarse a toda la juventud por su simpatía y elocuencia.

¿Llegó a preocupar a los católicos y a la jerarquía eclesiástica de Santander, el profesor anarquista?

Fuera por esto o por coincidencia, el caso fué que, cuando este profesor terminaba casi triunfalmente su campaña anticlerical, la Iglesia anunciaba unas misiones en la parroquia de Guarnizo.

Al frente de esta campaña misional venían dos eminentes religiosos redentoristas padres, Gil y Turiso.

Como combatiría el padre Turiso, las teorías del profesor laico, amigo de "El doctor Porguasa", que éste se sintió ofendido y le lanzó un reto en la prensa para una controversia pública.

El padre Turiso, sereno y batallador, aceptó el reto, que también fue publicado en la prensa. Como el retado elegía lugar y día, éste eligió el campo de la iglesia de Guarnizo y el mismo día del final de las misiones.

Entre tanto llegaba ese día, el maestro laico no pudo contenerse y se decidió a lanzar sus diatribas en hojas sueltas, combatiendo a la iglesia y sus teorías, haciendo una gran defensa de las ateas y materialistas..."Revolución y odio -decía- contra el oscurantismo clerical: la Escuela Moderna dará la pauta a las nuevas generaciones para construir el mundo del porvenir".

El padre Turiso, contestaban a estas andanadas, también en hojas sueltas, sin hacer la menor alusión, hablando de la hermandad humana, de la evolución natural del hombre; del amor...

En los campos de la iglesia, se encontraba el padre Turiso en su tribuna, dando sus últimos discursos eclesiásticos, cuando quedo interrumpido por una manifestación al frente el profesor laico.

Desde otra tribuna instalada, el profesor laico, comenzó con un discurso de disparates que hizo estallar a la muchedumbre gritando: "Abajo de la tribuna o la derribamos...."

El tabernero, orador improvisado y el maestro tuvieron que abandonar la tribuna y el campo abucheados por la multitud.

Y la comitiva que habían irrumpido gallardamente, desfilaron avergonzados, mientras el padre Turiso seguía de brazos cruzados en su puesto de combate sin haber podido esgrimir sus armas dialécticas.

Así termino aquel memorable acto en el pueblo de Astillero.














viernes, 2 de marzo de 2018

ASTILLERO fiestas de Nuestra Señora año 1897





(Vapor Corconera en el muelle de Santander donde salian para Astillero año 1897
postal colección Ricardo Vega)





(anuncio en Astillero año 1897)





Podemos decir que las fiestas de San José y de Nuestra Señora de Astillero, son muy antiguas, data a fechas anteriores al siglo XX y no podríamos concretar en qué año dió comienzo las mismas.

Si he podido localizar las de 1897, donde por esas fechas, ya existía un programa de festejos tan amplio como los que se vienen efectuando en estos recientes años.

El programa de 1.897, era:

El día 15 de agosto, gran romería en la Planchada y por la noche verbena en Guarnizo.

Día 16, romería en Guarnizo.

El día 22, festejos en la ría del Astillero, regatas de mujeres y palo ensebado con importantes premios.

Día 29, regatas por hombres y cucañas para los mismos.

El día 5 de septiembre, carreras de burros en la Planchada con premios y al anochecer fuegos artificiales.

El día 12, certamen de juegos de bolos con importante premios.

El día 12, certamen de baile del país con premios.

El día 3 de octubre, música en la Planchada de once y media a una de la noche. Por la tarde procesión, cohetes y fuegos artificiales.

Con motivo de la romería en honor de la Asunción de Nuestra Señora, el domingo 15, la Compañía del ferrocarril de Santander a Bilbao dispuso un especial servicio de trenes:

Salida de Santander para el Astillero: 2,55 - 3,25 - 4 - 4,15 y 4,35 tarde.

Salidas del Astillero para Santander: 5,25, 6,25, 7,10 tarde; 8,15 y 8,40 noche.

También, habrá vapores (Corconera)  extraordinarios desde las dos de la tarde. Queda suprimida la primera como en años anteriores. Precio de ida 35 céntimos y vuelta 35 céntimos. Del Astillero saldrá el último vapor a las 7,30

El lunes 29 de agosto, se celebraron las regatas con seis barquías, haciéndolo en un recorrido de dos tandas, llevando cada embarcación, como distintivo, una bandera.

El jurado lo componían don Juan del Castillo, cabo de mar; don Gonzalo Abad, capitán de "El Gallo", el presidente de la comisión de Festejos, don Luis Rubio y don Alfonso Huidobro.

Situándose el jurado frente al muelle de los Corconeras, dieron la salida, desde allí a las distintas embarcaciones que tomaron parte en las regatas.

En éstas ganaron los premiso las embarcaciones "Ana" (80 pesetas) y "Luisa" (35 pesetas).

En la cucaña del palo ensebado ganó el primer premio, Arsenio Munitis; el segundo, Lorenzo Ganzo; el tercero, Arsenio Munitis, y el cuarto, Santos Merino.

En las carreras de cintas ganaron los tres premios, Santos Merino, Clemente Abascal y Lorenzo Ganzo.

Acudieron a las regatas, el balandro "Mechelín" (remolcado por el vapor Santo Domingo), "El Pez" y otros.

Algunas embarcaciones estaban engalanadas con banderas.

Durante esos días, fue extraordinaria la concurrencia de público que acudieron a las fiestas.

Programa donde destacaría las romerías y verbenas, pero también existía los festejos marítimos y especialmente los fuegos artificiales.