viernes, 25 de septiembre de 2020

ASTILLERO panaderías y confiterías (1.882-1979)

 


Panaderia de Jesús Gutiérrez Herrán




Confiteria de Vicente Rivero


La existencia de Panaderías y Confiterías en Astillero, data de hace muchísimos años, los primeros podríamos considerarlos como panaderos o hornos de pan, en 1882, hasta que en 1894, se estableció la panadería denominada LA PROVIDENCIA, después ya aparecieron otras más panaderías.

También aparece en los años 1882, como pastelería, la del señor Antonio Villegas.

 

El periódico La Voz Montañesa, de fecha 14 de marzo de 1884, anunciaba que el establecimiento "Los dos amigos" en el Astillero, se vendía pan de 1ª al precio en que Santander, esto era, a pesetas los panes llamados de 6 libras, dándose también la llamada libra del mismo pan, a 20 céntimos de pesetas.

Por ello, varios vecinos del Astillero, daban las gracias al dueño del establecimiento denominado "Los dos amigos", por haber hecho una rebaja tan considerable en el precio del pan, pues los panes que en aquella localidad se vendían pocos días a 40 cuartos, quedaba a 32.

 

Por 1898, en prensa, se anunciaba el traspaso o arrendamiento de una panadería con buena parroquia, al no poder atender su dueño el negocio (no indicaba el nombre de ella)

 

Por entonces los panaderos con horno, suministraba el pan, directamente a las casas y no tenían local para atender a su clientela y tampoco podríamos considerar Panadería, aquellas que no tenían despacho alguno para ello.

Por eso, podría ser que la primera panadería fue la del señor Casimiro Tijero, que abrió un despacho al público en el  edificio conocido como el Cuartel.

Años posteriores, tenía como competencia de llamarlo de alguna forma, a la COMPETIDORA de la familia Gutiérrez, una dinastía de familiares que sucesivamente iban heredando el negocio familiar, hasta que lo dejaron con la muerte de don Tiburcio Gutiérrez, un gran panadero y popular personaje en Astillero, vinculado a la calle Churruca.

En posteriores años, La Providencia y la Panadería LA TRIGUERA, está situada en calle Prosperidad, se fusionaron para crear la panadería LA PANIFICADORA de ASTILLERO, en el mismo domicilio de la calle 18 de julio, nº 3.

 

De las confiterías pocas hubo en Astillero, la primera la del señor Vicente Rivero en calle San José y después regentada por su viuda, CONFITERIA VIUDA DE RIVERO.

Después la CALIFORNIUCA, en calle San José nº 25, que se trataba de un pequeño local dedicado a la venta de pasteles, que los traía por entonces de la Confitería La Nacional de Santander.

También por los años 50, los establecimientos PETIT y EL TITI, compartían las cafeterías con sus confiterías.

 

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LA PROVIDENCIA.

Esta fábrica de pan, conocida como LA TAHONA, fue fundada por don Casimiro Tijero Aguirre y don Tomás Tijero Cordero, en 1894.

Este mismo año, la sociedad LA PROVIDENCIA, fue disuelta como sociedad anónima para constituirse en sociedad comanditaria, bajo la denominación LA PROVIDENCIA, habiéndose nombrado socios gerentes a los señores don Eduardo de la Torre y don Ramón Aguirre, quienes girarían bajo la razón social de Torre, Aguirre y Compañía.

Al frente el gerente Alberto Corral (1903)

Se dedicó a la elaboración del pan, fideos, galletas, pastas y bizcochos.

El establecimiento o fábrica, estaba dividido, en almacén, amasado en batidores mecánicos para las pastas, el de coacción, enfriamiento y empaquetado.

Tenían instaladas máquinas, provistas de rotativas, troqueladores, depositadores de bizcochos, hornos y uno a carbón, gas pobre y eléctrico, maquinaria refinadora, estufas para el secado, cilindros.

Con despacho para venta al público.

En octubre de 1912, se anunciaba con su producto AMERICAN-CRACKER, especialidad para te y meriendas. Depósito en Santander, calle Muelle, 7 y 8

En estas fechas, la fábrica había puesto en venta unas riquísimas galletas estilo inglés, tipo especial para el té y meriendas, que tendría buen acogida por aquellas personas que las probasen, pues su elaboración esmerada, unida a su buena presentación, no tenía nada que envidiar a lo mejor conocido en su clase.

Su propietario Casimiro Tijero.

En 1914, esta fábrica de pan y galletas, estaba bien considerada y conocida en toda la comarca, abastecía el pan no solamente al Astillero, sino a todos los pueblos colindantes. Su producción diaria era de dos mil kilos de pan de excelente fabricación.

Su propietario señor Tijero, era persona activa y de gran inteligencia para los negocios. Tan acreditado en el mercado se hallaba el pan de su fábrica como el artículo de galletas de esmeradísima elaboración, y que justamente merecía la aceptación que en el público tenía, y el aumento de pedidos que a diario se recibía en la fábrica, de tal modo que el Sr. Tijero se vio obligado a ampliar su industria.

En esas fechas estaba a la altura de las mejores en el importante ramo de las panificadoras y eso justificaba el crédito de que disfrutaba en toda la Montaña.

Era indiscutible esta fábrica de las más importante de Astillero, no sólo por la cantidad que producía, sino por el buen genero que elaboraba.

En 1921, se hizo cargo del negocio continuando con los mismos productos, don Vicente Martin Palencia y cambiando su denominación comercial a VICENTE MARIN Y COMPAÑIA.

Este panadero por 1929, había recibido multas impuestas por la Junta de Abastos, al ser reincidentes en la venta de pan con falta de peso.

 

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LA COMPETIDORA


Una panadería familiar, todos con antecedentes de panaderos y vinculados a la calle Churruca.

Desde 1882 vinieron practicando el oficio de panaderos toda una generación familiar, terminando con  el último, que fue don Tiburcio.

En 1894, se encontraba la panaderia Jesús Gutiérez que elaboraba toda clase de pan.

Se establecieron con local y despacho al público, en la calle San José, por Jesus Gutiérrez Herrán y Jesusa Cagigas Liaño, ambos panaderos.

Por 1932, suministraba el pan al Asilo de San José.

Su inicio fue la empresa familiar conocida como "Ingenio Panadería", luego ya seria LA COMPETIDORA, en la misma calle San José.

El horno de pan le tenía ubicado en la calle Churruca y el despacho en la calle San José.

Toda la familia trabajaban en este negocio y especialmente y el más conocido, el señor Tiburcio, quien durante muchos años repartió el pan directamente por las casas y en su carro.

En 1956 LA COMPETIDORA, figuraba ya a nombre de Fernando Ruiz Villar, en la misma calle San José, 15, con telef. 73.

Su especialidad, a parte del pan, era las Vienas y Gallofas.

Después paso a propiedad de Pedro Aguilera, que estuvo durante muchos años.

 

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LA TRIGUEÑA

 

Panadería instalada en el Barrio de la Prosperidad, propiedad de Ramiro Garcia Alonso y su hermano Antonio Garcia Alonso.

En el despacho estaba Nina Cebrecos. (mujer de Ramiro)

Por diciembre de 1930, durante la huelga general de esas fechas, el señor García Alonso, se vio obligado a vender su producción total en su despacho, por haber suspendido el reparto a domicilio.

Esta panadería se fusiono con La Providencia, formando la Panificadora de Astillero, en la calle 18 de julio nº 3.

Tras dejar la industria panadera, se instaló en el mismo local el establecimiento de venta de especialidad en cunicultura, ganadería, jardinería, piensos y semillas con el nombre de La Trigueña "Cebrecos", en calle Prosperidad, 7 . telef. 541663.

 

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Panaderia "LA VICTORIA"


Panaderia ubicada en la calle Industria, cerca de donde estuvo Bodegas Uriarte, en un pequeño local, tenia don Antonino Liaño su despacho.

Data desde 1940 y desde 1943, empezó a trabajar su hijo, Chele, conocido como el "Panadero".

Negocio que fue heredado por sus hijos y en1958, se unieron en sociedad con otros panaderos para formar "La Panificadora de Astillero"

 

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LA PROVIDENCIA. (1953-1958)

 

En 1953, don Antonio González Saiz, adquirió el negocio a los hermanos Tijero, para continuar con la elaboración de pan y dedicarse además a la pastelería.

Dedicada especialmente como panadería y despacho al público, pero su especialidad era la confitería.

Para la elaboración del pan, instaló un horno eléctrico  que consumía  unos 3 sacos de 100 kilos cada uno de harina.

Su pastelería era totalmente artesanal y destacaba los polvorones que eran extraordinarios. Además de hacer galletas, pasteles y tartas.

 

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LA PANIFICADORA DE ASTILLERO.

 

En 1958 se fusionaron los panaderías de La Trigueña (los hermanos Garcia y herederos), el matrimonio Restituto Rivero y Dolores Liaño, más don Antonio González, creando esta nueva Panadería.

Al mismo tiempo compraron todo el edificio a los hermanos Tijero.

Aprovecharon para actualizar la maquinaria y llegar a consumir. 9 sacos de 100 kilos de harina.

En 1972, fue traspasado a don Valentín Hurtado López, quien continuó el negocio.

La tradición panadera de la familia Hurtado data de mediados del siglo XIX, cuando los antepasados de Valentín Hurtado se dedicaban a la molinería. Fue en el año 1971, cuando Valentín Hurtado adquirió la Panificadora de Astillero comenzando su actividad cubriendo las necesidades de su población.

Tenía en su obrador una línea tradicional, en la cual se cumplía todos los estrictos métodos artesanales en la elaboración de panes, además de una moderna tecnología para una elaboración de un pan de alta calidad y una exquisita bollería y repostería.

Era su especialidad los bizcochitos rellenos.

 

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Aunque es muy difícil concretar cuantas panaderías, panaderos  y confiterías estuvieron en el Astillero, quiero clasificar de alguna manera las que he podido localizar desde su principio.

 

Año 1.882 - Andrés Gutiérrez Trueba (panadero) murió 1 mayo 1907
                   Ignacio Gutiérrez Trueba (panadero)
                   Balbino Sánchez (panadero)
                   Antonio Villegas (pastelería)

 

Año 1.883 - Andrés Gutiérrez Trueba (panadero)
                   Ignacio Gutiérrez Trueba (panadero)
                   Paulino Sainz (panadero)
                   Antonio Villegas (pastelería)
 
Año 1.885 - Andrés Gutiérrez Trueba (panadero)
                   Ignacio Gutiérrez Trueba (panadero)
                   Paulino Sainz (panadero)
                   Antonio Villegas (pastelería)
 
Año 1.888 - Andrés Gutiérrez (panadero)
                   Paulino Sainz (panadero)
                   Antonio Trueba (panadero)
 
Año 1.891 - Andrés Gutiérrez Trueba (horno de pan)
                   Ramón Gutiérrez Trueba (horno de pan)
                   Paulino Sainz Toca (horno de pan)
                   Antonio Trueba Albo (horno de pan)
 
Año 1.893 - Confitería Vicente Rivero
 
Año 1.894 - Confitería Vicente Rivero Senties
                    La Providencia
                   Jesús Gutiérrez Herrán
 
Año 1.900 - Jesus Gutiérrez Torre y Cia. (Panadería)
                    Confitería Vicente Rivero
 
Año 1.903 -  Zárraga y Compañía (dos hornos - vendedor ambulante)
                     Jesus Gutiérrez Herrán ( 1 horno placa fija)
                    Gregorio N. Torre (1 horno placa fija) en Guarnizo
                    Paulino Sainz (1 horno placa fija) en Guarnizo
                    Bernardino Aguirre (1 horno placa fija y puesto)
                    Emilio Pedraja (1 horno placa fija)
                    Rosillo Hermanos (Confitería)
                    Vicente Rivero (confitería)
 
Año 1.908 - Confitería Viuda de Rivero
 
Año 1.910 - Jesus Gutiérrez (horno de pan en la Churruca)
 
Año 1.911 - existía una Confitería
                   existían cuatro panaderos
 
Año 1.917 - Sebastián Altonaga (vendedor de pasteles) en el Mercado
                    Dionisia Rabago (venta de pan)
                    Manuela Garcia (venta de pan)
                   Frutos Abascal (venta de pan)                                    
                    Casimiro Tijero (fábrica de galletas y Tahona con dos hornos)
                    Jesús Gutiérrez Herrán (horno, cilindro y aparato)
                    Esteban Zamacona (horno, cilindro y aparato)
                   Viuda de Rivero (Confitería)
 
Año 1.921 - Vicente Marín y Compañía (fábrica de pan) Vicente Marín 
                    Palencia
 
Año 1.924 - Enrique Rivero (Confitería)        
                    hijo de Vicente Rivero Senties y Rosa Maza
 
Año 1.928 - Vicente Marín y Compañía (fábrica de pan)
 
Año 1.930 - Vicente Marín y Compañía (fábrica de pan)
 
Año 1.934 - LA SARA (Confitería) en calle Prosperidad 15-17
 
Año 1.940 - La Trigueña,  en calle Prosperidad
                     Nino Liaño.
 
Año 1.950 - La Providencia
 
Año 1.952 - La Trigueña, en Barrio de la Prosperidad
 
Año 1.954 - Confitería Californiuca, calle San José 25
                    La Providencia, calle 18 julio, 3 (Antonio González Sáiz) telef. 46
                    Petit - confitería, en calle San José 21 - telef. 63
 
Año 1.955 - La Competidora (Fernando Ruiz Villar) en calle San Jose, 15
                   La Providencia (Antonio González Sáiz)  18 julio, 3 telef. 46
 
Año 1.956 - Confitería Californiuca
                    La Providencia
                    La Competidora, en calle San José 15 (Fernando Ruiz Villar)
                    telef. 15
                   El Titi - confitería - pasteles de La Cavada
 
Año 1.957 - La Providencia
                   La Competidora (Fernando Ruiz Villar)
                   Confitería Californiuca
 
 
Año 1.958 - La Competidora
                    Confitería Californiuca
                   La Providencia
                   Petit,  Confitería
 
Año 1,959 - Panificadora de Astillero, en calle 18 julio, 3
                    La Competidora (Fernando Ruiz Villar)
                   Petit, Confitería
                   Confitería Californiuca
 
Año 1.960 - La Competidora (Pedro Aguilera) en calle San José, 15
                    Panificadora de Astillero
                   Petit, Confitería
                   Confitería Californiuca
 
Año 1.961 - Panificadora de Astillero
                    La Competidora
                   Confitería Californiuca
                   Petit, Confitería
                   El Titi, Confitería (pasteles de la Cavada)
 
Año 1.962 - La Competidora
                   Petit, Confitería
 
Año 1.966 - La Competidora
                   Confitería Californiuca
                   Panificadora de Astillero
                   El Titi(Confitería)
 
Año 1.967 - La Competidora (Pedro Aguilera) especialidad en pan francés
 
Año 1.968 - Panificadora de Astillero
                   La Competidora
                   Confitería Californiuca
                   El Titi (Confitería)
 
Año 1.969 - La Competidora (Pedro Aguilera)
                    Panificadora de Astillero
                   El Titi(Confitería)
 
Año 1.971 - HORNO CAMPURRIANO , en trav. 18 Julio (Colonia S, José)
                    especialidad en Pan-Tortillas, tartas, pasteles y caramelos
                    Panificador de Astillero, en calle  18 julio, 3
                   La Competidora
 
Año 1.976 - Panificadora de Astillero (Valentín Hurtado López)
                   Horno Campurriano
                   La Competidora (Pedro Aguilera)
                   El Titi (Confitería)
 
Año 1.977 - CONFITERIA EVA, en calle  Tomás Bretón, 5 - telef. 418
                    alta repostería
 
Año 1.981 - PANIFICADORA DE ASTILLERO (V. Hurtado)
                   LA COMPETIDORA (Avelino y Antonio) San José
                   LA CONFITERIA EVA
                  PANADERIA HURTADO calle Industria, 94
                  LA TAHONA de ISABEL Pl. Gral. 5
 

 

 

Recuerdo de joven y siendo gran amigo de Antonio, hijo de los propietarios de LA TAHONA quienes nos invitaban a mí y otros amigos, a entrar a la trastienda del local y lugar donde elaboraban los pasteles, para comer los recortes de ellos que sobraban y que para nosotros era un lujo.   













       

            


viernes, 18 de septiembre de 2020

SORTEO LOTERIA NACIONAL del 14 de mayo de 1965












Una de las fechas más agradables que haya ocurrido en el pueblo de Astillero, fue la del 14 de mayo de 1965 y que para algunos lo tienen que recordar.


Astillero le llego la suerte con todas las series del tercero premio, correspondiente al sorteo de la Lotería Nacional, celebrado el 14 de mayo de 1965, en Madrid y que fue la Administración oficial de Astillero, quien repartió los décimos.

El número agraciado fue el 53.045
.
Dejó nada menos que dos millones de pesetas repartidos entre la vecindad, y hubo una sola persona que percibiría 400.000 pesetas.

La noticia constituyó una verdadera sensación en Astillero y las calles del pueblo se vieron rápidamente invadidas de una muchedumbre ávida de noticias que en esa mañana todavía quedaba por esclarecer quienes eran los agraciados.

Los informadores de prensa, fueron los primeros que intentaron localizar e interrogar aquellos poseedores de los décimos.

Uno de los vendedores, fue el Bar "Toki-Ona" y sus dueños confirmaban haber despachados cuatro de los décimos agraciados con cincuenta mil pesetas cada uno, habiéndose reservado ellos dos y devolviendo a la Administración otros dos.

Los propietarios del Toki-Ona, señores Larrinaga-Tezanos, mostraron satisfacción más que justificada, por haber dado suerte entre sus clientes y a ellos propiamente.

Entre los conocidos a quienes les correspondió con algunas participaciones en el citado premio fueron: Luis Manrique, productor de Talleres del Astillero; Gregorio Angulo, jefe de la Policía Municipal, e hijo, empleado de Standard Eléctrica, ambos de Astillero; señor Sardina, empleado en la Jefatura Local del Movimiento; don Manuel Aguilera, de la firma "Emilio Aguilera, S.A."; don Adolfo Jimenez y don José Parra, ambos de Astillero y cuatro tripulantes del vapor "Agro Mayor" que se encontraba reparando en los diques.

Se desconocían muchos de los agraciados y si de algunos como cuatro obreros de Talleres y un empleado de la estación llamado Marcelino Bear

Como la noticia se extendió a que en el Bar de la Estación, de la familia Pio Palacios y Gloria Rodriguez, se habían despachado nada menos que veinte décimos, transformados en la respetable suma de un millón de pesetas, repartidos en su mayoría en fracciones de cincuenta mil, que corresponde a cada participación o décimo.

También los dueños de este establecimiento se reservaron dos décimos.

Concretamente, uno de los tripulantes del vapor "Agro Mayor", que en esos días reparaba en el dique astillerense, era su mayordomo, Fernando Boa Cano, a quien le había correspondido sesenta mil duros.

El señor Boa Cano, adquirió los décimos, precisamente en la víspera del sorteo, en el bar "La Estación".

Y para celebrarlo, obsequió a todos sus compañeros a bordo con una cena del mencionado establecimiento, por todo lo alto.

Se confirmaba que la Administración, había devuelto muy pocos de los décimos agraciados con este tercer premio, dándose la circunstancia de que incluso por la mañana día del sorteo se hallaba la vendedora autorizada, ofreciendo dicho número y otros más por las calles del pueblo.















viernes, 11 de septiembre de 2020

GRANJA DE APICULTURA en Guarnizo (1928-1930)








En Guarnizo, entre los años 1926 y 1930, existió una Granja Experimental dedicada a la Apicultura.

Por entonces, el Ministerio de Instrucción Pública facilitaba la instrucción apícola de los maestros nacionales y el de Fomento en su parte agraria, de Economía Nacional, habían publicado un programa oficial de Apicultura, por el que se había de regirse quien quisiese estudiar la industria y examinarse para alcanzar el "Diploma oficial" de Apicultor, que serviría para regir escuelas particulares de Apicultura y ocupar por concurso cargos auxiliares en los establecimientos o Centros apícolas oficiales.

La Diputación de Santander organizó en 1925, la enseñanza provincial gratuita de la Apicultura. Después el Gobierno la regularizaría y la elevaría nada menos que hasta crear un título oficial de apicultor.

En la provincia reunían condiciones de explotación de las abejas, por ello, la Diputación daba enseñanza en su escuela; pero enseñanza de verdad y práctica en cursos de varios meses. La enseñanza era gratuita.



Por las fechas de febrero de 1926, se estaba habilitando la Granja Apícola de Guarnizo, que dirigía el profesor, don Pablo Lastra.

Para ello, se habían recibido doce mil cincuenta moreritas para ser plantadas en la Granja.

El señor Lastra Eterna, haría en su granja de Guarnizo por encargo de la Diputación, una crianza de gusanos de seda, que serviría de experiencia fundamental y que permitiese dar cuenta del rendimiento y circunstancias de adaptación del gusano de seda en la provincia.

Se hallaba a disposición de las personas a quienes podría interesar su conocimiento, la obra "Nociones elementales apicultura o zootecnia apícola", editada por la Corporación Provincial.

Como el reparto se hacía gratuitamente, con objeto de difundir y fomentar en la provincia la industria apícola, bastaba solamente solicitar dichos ejemplares en las oficinas de la Diputación.

En marzo de 1926, la Diputación aprobó que en la Granja Apícola de Guarnizo, dé su propietario y director, don Pablo Lastra, un curso de apicultura para adultos, que duraría, por lo menos, cinco meses y que comenzaría el día 15 de abril.

La matricula seria gratuita.

A finales de ese mes, la Diputación Provincial de Santander, edito las bases para dar comienzo el curso teórico-práctico en la enseñanza práctica de la Apicultura en la Granja de Guarnizo.:

1ª. No disponiendo la Corporación provincial de Granja-Escuela en terreno propios, se dará la enseñanza de esta industria en la Granja experimental de Apicultura instalada en el lugar de Guarnizo, al que conducen fácilmente los tranvías eléctricos y varias líneas férreas.
2ª. De la enseñanza, según acuerdo de la Comisión provincial, queda encargado el profesor de industrias rurales, don Pablo Lastra Eterna, director de dicha Granja.
3ª. La enseñanza comenzará el jueves 15 de abril próximo, y durará hasta el 31 de agosto, siendo las clases alternas, con el fin de armonizar las enseñanzas teóricas y prácticas con la preparación del material necesario en los talleres de la Granja.
Las clases tendrán lugar de diez a doce de la mañana, para alumnos matriculados solamente, y, por lo tanto, no serán admitidos oyentes.
4ª.  La matricula será gratuita, pero obligatoria, y se hará en las oficinas de la Diputación, o en la misma Granja de Guarnizo, desde esa fecha, hasta el 14 del mes de Abril.
5ª. Los alumnos podrán ser de los dos sexos.
6ª. Los que se matriculen con el fin de acreditar cuando les convenga su aptitud profesional de apicultor, lo harán constar así en la matrícula y, después del curso, previo examen teórico-práctico ante un tribunal competente y demostrada así su suficiencia apícola, les será entregado un Diploma de apicultor.
7ª. Los alumnos que no pretendan ostentar su condición de "diplomados" y si solamente adquirir los conocimientos industriales de la enseñanza apícola, serán provistos de un "certificado" de asistencia a un curso de Apicultura y no sufrirán examen, pero en este caso, como en el especificado en la base anterior, es condición indispensable la asistencia a las clases durante el curso integro.
8ª. Los alumnos señalados en las bases 6ª y 7ª que por su asistencia asidua a las clases y por su aprovechamiento se distingan como más aventajados o por otras circunstancias que la Excma. Diputación estime merecedoras de estímulo y protección, serán, además premiados con colmenas modernas completas y utensilios complementarios o auxiliares de la industria apícola.
9ª. La asignatura no está sujeta a texto obligatorio alguno, haciéndose los estudios teóricos por las explicaciones del profesor, pero, como los prácticos, se ordenarán en un programa impreso que se entregará gratuitamente a los alumnos.

Coincidiendo la apertura del curso de Apicultura con las prácticas sericícolas que se venían efectuando en la Granja, los alumnos que serian de ambos sexos, serían también instruidos, en el cultivo industrial del gusano de seda.

En abril, se aprobaba por la Comisión provincial, los gastos originados por don Pablo Lastra para la formación de un vivero de moreras de doce mil plantas, que poseía en Guarnizo.

En abril de 1926, se inauguró el curso de apicultura organizado por la Diputación, en la Granja Apícola de Guarnizo, habiéndose matriculado veinte alumnos procedentes de Santander, Monte, Peñacastillo, Astillero, Guarnizo, Sarón, La Concha, Maliaño, Herrera de Camargo, Obregón y Ruiloba.

La experiencia que en la misma Granja se estaba realizando con una crianza de más de cincuenta mil gusanos de seda, se llevaría a cabo, con éxito excelente, esperando obtener en un tiempo, una abundante cosecha de seda.

Eran bastantes las personas que diariamente acudían a la Granja a recibir lecciones sobre avicultura, apicultura y sericicultura.

La meritísima labor que el señor Lastra venía realizando en su granja era digna de todo elogio, no sólo por los resultados prácticos que de aquellas enseñanzas podían derivarse para los convecinos sino por los beneficios que podría reportar a la economía de la región.

El señor Lastra Eterna, tenia perfectamente instaladas y acondicionadas las diferentes secciones de su Granja en la que había plantado 12.000 moreras en vivero a disposición de las personas que deseaban hacer plantaciones con destino al cultivo de la sericicultura.

En mayo, el presidente de la Diputación visitó la Granja agropecuaria de Guarnizo, deteniéndose especialmente ante el vivero de moreras, luego al de los gusanos de seda, quedando satisfecho por la labor que se venia realizándose en la Granja.

También se interesó por el curso que venía funcionando con asistencia de veinticinco alumnos. Este curso estaba subvencionado por la Diputación.

En octubre de 1926, la Diputación provincial, al dar comienzo el curso de prácticas de sericicultura en la Granja, prometió obsequiar con colmenas, perfeccionadas con los necesarios materiales, a los alumnos que resultasen destacados.

El director de la Granja, dio cuenta de esos alumnos que a su juicio fueron los más distinguidos en el pasado curso:

Francisca Fernández, de Maliaño; Claudio Echevarría, de Peñacastillo; Joaquin Sánchez Losada, de Muriedas; Fidel Obregón, de Obregón; Jesús Castanedo, de Herrera de Camargo y José Fernández de la Reguera, de Maliaño.

En diciembre de 1926, se constituyó la "Sociedad de Apicultores de Cantabria", en el domicilio social de la Granja de Apicultura de Guarnizo.



En febrero de 1927, se anunciaba el nuevo curso para la fecha del 22 de febrero, dirigidos por el señor Lastra Eterna y las clases serian los martes, jueves y sábados, de 10 a 12 de la mañana.

La matricula seguiría gratuita y la edad de 15 años como mínimo, para alumnos de ambos sexos y duraría hasta septiembre.

Aprovechándose la época de la cría del gusano de seda, se daría también clases de sericicultura a los que lo desearían.

En diciembre, en vista de la memoria redactada por don Pablo Lastra, dando cuenta de los adelantos obtenidos por los alumnos que habían asistido al curso ya terminado, se concedió una colmena como premio a cada uno de los alumnos siguientes: Manuel Valle Ricalde, de Santander; José Díez, de Parbayón; señoritas Asunción Armilla, Felisa Fernández y Consuelo Cagigas, de Maliaño, y a los demás alumnos se les entrego un certificado.



En enero de 1928, la Diputación provincial, aprobó conceder a don Pablo Lastra, la cantidad de 2.500 pesetas como retribución de su trabajo por las enseñanzas rurales que esa Corporación le habían encomendado.

En las fechas de marzo de 1928, se abría el plazo de matrícula para el curso de apicultura práctica en la Granja de Guarnizo, de propiedad de don Pablo Lastra, ampliándose por ese año las enseñanzas de conocimiento de avicultura, por considerarlo de interés para la provincia.

Los cursos serían desde el 17 de abril hasta el 29 de septiembre, los martes, miércoles y jueves, de diez a doce de la mañana.

En ese año, el curso se amplío a la Avicultura y podrían concurrir alumnos matriculados de uno y otro sexo que tuviese más de quince años y que residan en la provincia.

En diciembre de 1928, se anunciaba el reparto gratuito de moreras, que se recibirán en la Secretaría de la Diputación y en la Granja Apícola de Guarnizo, los pedidos de plantas de morera que las personas que lo deseen tengan a bien reclamar, siempre que los pedidos excedan de 25 plantas.

El peticionario debía indicar claramente su residencia y estación a que se facturarían los arboles, acompañando al pedido quince céntimos por planta en concepto de indemnización por los gastos que origen el arranque y acarreos.



En abril de 1929, se anunciaba el comienzo del nuevo curso de enseñanza de apicultura a cargo del profesor don Pablo Lastra, que se iniciaría en mayo próximo.

El programa que se regían estos estudios era el oficial aprobado por el Real Orden del Ministerio de Fomento del 21 de mayo de 1928.

Para este curso se matricularon 16 alumnos y que sería de cinco meses.



En octubre de 1930, el señor Pedro Lastra fue contratado por la Diputación de Barcelona.