viernes, 26 de octubre de 2018

TEATRO-CINE BRETON en Astillero









Los inicio del teatro y del cine en Astillero, comenzaron primeramente por el Salón Cortabitarte, que se inauguró el día 15 de junio de 1.909.

Por 1914, este salón que se destinaba para baile de salón, comenzaron a proyectarse películas mudas y posiblemente,  hubiera sido de las primeras salas de cine en la Provincia, por supuesto, Santander ya estaban proyectándolas.

Las primeras películas mudas que se proyectaron fueron acogidas con gran regocijo y eran amenizadas por una señorita pianista muy conocida en Astillero.

Tenía un amplio escenario en donde se representaron buenas obras de teatro por reconocidas compañías artísticas de aquella época. A su vez, se habilitaba para baile, sacando los bancos desmontables al patio, en donde los mayores se divertían siempre bajo la severa vigilancia del llamado "bastonero" que evitaba la entrada de menores y mantenía el orden.

En el Salón o Teatro Cortabitarte también empezaron a desfilar por el escenario, distintas comedias que procedentes de Madrid aprovechaban la temporada de verano en Santander para venir a Astillero.


En 1924, cambio la denominación de Teatro Cortabitarte por la de Teatro-Cine.


El 28 de marzo de 1928, se expuso una proyección científica, más bien una especie de conferencia gráfica sobre avariosis, y la película estaba editada por la Dirección General de Sanidad; la entrada fue gratuita y el señor alcalde, dispuso la prohibición a los jóvenes menores de quince años.


En fecha 28 de diciembre de 1932, figuraba aún el Teatro Cortabitarte, donde había organizado un festival cultural.


El día 1 de enero de 1933, se hicieron cargo del teatro de la calle de Jaime Vera, antes de Doña Ana, la nueva Empresa arrendataria, que, proponía hacer algunas reformas en el local, para que los espectáculos serian del agrado del público.

Mantuvo el nombre de Teatro-Cine.

Rápidamente se llevó a cabo en el Teatro las obras necesarias, para mejorar las condiciones de confort y comodidad al espectador.

Montaron un excelente aparato de proyecciones,  decoraron el salón con buen gusto, se aumentaron el número de butacas y las películas que se proyectarían serian igualmente o mejores que las proyecciones de los principales cinema de la Provincia.

En enero de 1933, la nueva Empresa del teatro había adoptado el acuerdo de darle el nombre de Teatro Bretón, como homenaje al insigne compositor Tomás Bretón.

Por esas fechas, anunciaron la inauguración de la temporada de cine, después de haberse terminado las obras de embellecimiento del local y reforma en las localidades.

Para ese acto, quedaron invitados las autoridades y otras personas para apreciar los nuevos espectáculos cinematográficos, que tanto interés esperaba el público astillerense.


El domingo 15 de enero de 1933, en sección infantil tuvo lugar en el Teatro Bretón (antes Teatro-Cine) la inauguración de la temporada de cine, con un lleno de espectadores.

A las seis y media dio comienzo la proyección, con la película "La ley del harén", de José Möjica y Carmen Larrabeiti y el noticiario Fox.

Por febrero de 1933, la nueva empresa del Teatro Bretón, había acordado dar espectáculos los martes, jueves, sábados y domingos.

Los dos primeros días laborables de la semana no encajaban en las costumbres de la afición y no respondía, lo que se redujo al jueves, con una sola función a las siete y cuarto de la noche, continuando con las del sábado por la noche y las tres funciones de cada domingo.

Los nuevos empresarios, señores Ortaola y Hermosa, rectificaron cambiando la función del jueves a las ocho de la noche, para así poder acudir los componentes del Orfeón, a los ensayos del grupo.

En abril de 1933, la nueva Empresa, se había desligado de todo compromiso con la anterior y empezó a programar proyecciones habladas en español, empezando por la película "Un yanki en la Corte", seguidas de "Esclavas de la moda", "Vidas truncadas", "Sombras de gloria", "Vayas mujeres"...


En agosto de 1934, los propietarios del Gran Cinema de Santander, habían tomando en arriendo el Teatro Bretón, por un período de diez años.

Los señores Roldan y Gredilla, se propusieron dar gran impulso a los espectáculos, firmando las mejores cintas y reformando los aparatos de proyección y sonoro, para que el público astillerense no tendrían necesidad de desplazarse a Santander a ver cine.

En septiembre de 1934, los nuevos empresarios, habían realizado importantes mejoras en el lindo teatrillo.

Pronto inaugurarían la temporada de cine y la nueva Empresa se proponía pasar por la pantalla las mejores cintas y las más modernas que existiesen.

La  reforma había consistido en: en el salón, nuevo piso inclinado y nuevas butacas cómodas y bien acondicionadas, pintado y decorado convenientemente.

Habían adquirido una gran máquina sonora y proyector nuevo, además  proyectarían las mejores producciones sonoras conocidas.

Se venía anunciado la inauguración de la temporada de cine, una vez terminadas las obras por el embellecimiento del local y reforma en las localidades.

El domingo 30 de septiembre, se inauguró las nuevas reformas, con la película sonora titulada "Rasputin y la Emperatriz" en tres sesiones a las cuatro, siete y diez noche.

Todo el público quedo satisfecho de las reformas realizadas, tanto por visualidad, como la pantalla, comodidad de sus butacas y por los aparatos de proyección y alta voz que la nueva Empresa había realizado.

La gran película del domingo, fue vista y escuchada con gran atención por el público.

Desde el inicio de la sala, por Sala Cortabitarte y después como Teatro-Cine o Teatro Bretón, en distintas épocas han alternado el cine, con el teatro, las comedias y actuaciones musicales.


Por octubre de 1935, dio comienzo nueva temporada de cine en el Teatro (calle de Jaime Vera)  con una bonita opereta hablada en español que llevaba por título "Fra Diavolo" e interpretada por Stang Laureal y Oliver Hardy, que hicieron delicias en el numeroso público que asistió al espectáculo en sus tres secciones.


En los años 40, el Teatro Bretón, tuvo la iniciativa de entregar programas de mano entre los vecinos, anunciando las películas que se  iban a proyectar. Fue muy bien acogida entre el público aficionado al cine.

También por esas fechas, se anunciaban en los periódicos de la ciudad.


Al principio de 1951, el nombre de Teatro Bretón, fue cambiado por Cine Bretón, para darle más autenticidad como sala cinematográfica, pasando a segundo término las veladas teatrales o conciertos musicales.

En agosto de 1951, con la inauguración del Cinema Pax, Astillero paso a tener dos salas de cine.

Algunos de los últimos empleados del Cine Bretón, fueron: Luis, Raimundo, José Maria, Gelito y Urbano.


El 19 septiembre 1972 se derrumbo el edificio ocupado por el Cine Bretón.

Por noviembre de 1973, se encontraban en obras el edificio para reapertura de un nuevo cine en Astillero.

Por febrero de 1974, el que fue viejo teatro-salón Cortabitarte, luego Teatro Bretón y después Cine Bretón, se iba a convertir en Cinema Beatriz.

Se desconocía el motivo del cambio de nombre, pero los propietarios, así lo habían acordado, sin tener en cuenta y respetado su pasado.

En febrero de 1974, se abrirían el nuevo cine con el nombre de CINE BEATRIZ cuyo nombre disgusto a los vecinos por no haber mantenido el nombre antiguo por parte de los nuevos propietarios.


El 12 de febrero de 1999, se inauguró la nueva Sala Bretón, que se trataba de un nuevo centro cultural y donde acogerían representaciones teatrales, proyecciones cinematográficas y también, actuaciones musicales.

Esta sala de usos múltiples fue adquirida la propiedad de las instalaciones del antiguo Cine Beatriz y sobre en el que se ha construido la nueva Sala Bretón y perteneciente al Ayuntamiento de Astillero.

Los programas de cine, tiene un poder nostálgico, que recuerda a nuestra infancia y juventud.

Empezaron a divulgarse por los años 30 y decayó su uso en la década de los 70.

Los repartían en las salas de cine o bien al salir de ellas.

En Astillero, he podido averiguar que empezó en los años 40.

El tamaño del programa solía ser de dimensiones reducidas y de forma rectangular o vertical. 

Algunos se distinguían por la fantasía de su diseño.

Podían ser de una sola hoja, o bien dobles.



























Existían coleccionistas de estos programas como hobby, que durante muchos años reunieron miles de ejemplares.


Entre ellos, uno mi amigo Enrique Curto y Angel Saiz, de Torrelavega.







viernes, 19 de octubre de 2018

ASTILLERO baloncesto año 1966





May-Astillero 1966

xx - José Luis Garcia - Justo Mazo - Benito Andia - José Maria Montoya
Santi Diego - Maso - Tito Sancha



En día 30 de junio de 1966, terminó el Campeonato Regional Primera Categoría de baloncesto, después de dieciocho jornadas.

El título de campeón fue para el Santander OJE, que realizó una brillante campaña y estuvo a punto de haber concluido su participación sin haber conocido la derrota; pero en el encuentro que tenían aplazado los santanderinos frente al Corrales E. y D., y que tuvo lugar en la cancha corraliega, sufrieron su única derrota por el resultado de 34-18.

El segundo puesto fue para el May-Astillero, lo que constituyó una sorpresa, al quedar por encima de equipos más superiores, como eran los de Los Corrales y Sniace.

En ese Campeonato Regional, intervinieron los equipos de Santander OJE, May Astillero, Corrales  E. y D., Sniace E. y D., Parayas OJE, Solvay E. y D., Peritos, Hermandades, Standard E. y D y S.D. Torrelavega.

El equipo astillerenses obtuvo 32 puntos.

En marzo de 1966, el Comité de Competición de la Federación Cántabra de Baloncesto emitió sus fallos en relación con los incidentes producidos en la fecha del jueves, en Astillero, con motivo de la eliminatoria de la Copa del Generalisimo, entre los equipos Astillero-May y el Santander O.J.E.

Se dio vencedor al "cinco" de la capital y se sanción a perpetuidad al jugador del Astillero, Diego y por ocho encuentros a su compañero de equipo, Montoya.



El 31 de marzo, en la cancha de La Planchada, se celebró el interesante encuentro regional, entre el May-Astillero y Sniace, con el resultado de 32-15.

El encuentro se jugó con mucha deportividad y flojo juego, terminando la primera parte con la ventaja local de 18-7.

La segunda parte, fue mucho mejor, destacándose los jugadores astillerenses, Manso, Montoya y José Maria.



El domingo 5 de junio, se disputó en la cancha cubierta de la Alameda de Oviedo el encuentro entre el Santander OJE y May-Astillero, decisivo para el desenlace final del Campeonato Regional de Primera Categoría. La victoria correspondió a los santanderinos, una vez más, por 56 puntos contra 35 de los astillerenses, con lo que los jugadores que dirigía Luis Fraga, además de conservar su imbatibilidad, pudieron decir que eran ya virtualmente campeones.

El encuentro fue, técnicamente malo, ninguno de los dos equipos gustaron y especialmente el Astillero que venían precedido de buenos resultados.

La victoria santanderina fue justa, ya que, tanto individual como colectivamente, fueron superiores a sus contrarios y, cuando menos, demostraron una mejor seguridad y acierto en los ensayos al aro, mientras que el May demostró ser muy inferior a los santanderinos.

Por los astillerenses, destacaron  Manso con 17 puntos y el entusiasmo de los veteranos, Sancha y Garcia.

Del Santander OJE, su director técnico, Fraga, fue el encargado, unas veces con más aciertos que otras de dirigir en la cancha a sus jugadores. Destacándose Peredo en su posición de "pivot" , además de Michelena, Ocejo y Fernández.

El arbitraje del señor Pinedo, fue lo mejor de todo el encuentro.

Santander OJE: Vilas (4), Ocejo (14), Peredo (14), Fraga (4), Michelena (10), Fernández (10), Salvador y Villar.

May-Astillero: Sancha, Garcia (6), Andía (7), Montoya (2), Marcelino (3), Manso (17) y Huidobro.

Este equipo estaba formado con jugadores locales y ya en la temporada siguiente, ficharon jugadores importantes, como fueron:  Lecue, Paulino y Marcos.









viernes, 12 de octubre de 2018

MAY ASTILLERO de baloncesto año 1967









Benito Andía - Marcos - Paulino - Maso - Santi Diego
Lecue - Carlos Montoya - Marcelino Diaz






La Copa Presidente de baloncesto tenía en las fechas del 5 de mayo de 1967, ya sus finalistas, uno el Solvay de Barreda al retirarse de la competición el Santander OJE, el otro seria el ganador de la semifinal que se enfrentarían la May Astillero y N.M. Quijano, en cuyo encuentro de ida los astillerenses, habían vencido a los campeones regionales por nueve puntos de diferencia.

El 4 de mayo, volvieron a enfrentarse en Los Corrales, devolviendo la visita los del May. Nuevamente el triunfo correspondió a los astillerenses, por el resultado de 43-34 y clasificándose para la final de la Copa.

La victoria astillerense fue fácil. Los campeones regionales se presentaron con las sensibles bajas de dos de sus mejores jugadores, San Juan y Rebolledo. De ahí que el May Astillero no encontraron demasiadas dificultades para anotarse un nuevo triunfo sobre sus rivales, gracias principalmente, a la inspiradísima actuación de su "pivote" Pepín Lecue, que anotó 30 de los 43 puntos marcados por su equipo.

Con el resultado de este partido, la Copa Presidente y el trofeo juvenil Paquito Juanco, tenía ya sus finalistas.

En principio y conforme se había anunciado la final se jugaría la mañana del sábado en la cancha de la Alameda de Oviedo, pero la Federación Cántabra de Baloncesto decidió a última hora aplazar el encuentro para el próximo miércoles, en el mismo campo de la Alameda de Oviedo.

La doble jornada programada para el 11 de mayo de 1967, miércoles, con las finales correspondientes a las competiciones del Trofeo Juanco, de juveniles y Copa Presidente, para equipos de primera categoría regional, se quedó reducida a un simple encuentro, ya que el primero, entre Calasanz Racing y J. Lasalle, para el Trofeo Juanco, no llegó a disputarse, al no comparecer los calasancios, por ello, los sallistas fueron proclamados vencedores del partido, y, al mismo tiempo del torneo juvenil.

La final de la Copa Presidente, entre el May Astillero y Solvay, salvo en los minutos finales, careció de interés, debido a que, desde un principio los astillerenses dominaron con plena autoridad.

A los diez minutos el May ya habia anotado una ventaja de diez puntos (12-2) para llegar al descanso con el resultado de 28-12.

La ventaja de los astillerenses fue en aumento en el segundo periodo, gracias principalmente, a los santanderinos Lecue, Paulino y Marcos, en una tarde inspiradísima en los ensayos al tiro, completada más tarde por los desconcertantes aciertos de un Díaz, en sus tiros a distancia, que fueron los que dieron la "puntilla" a los de Solvay.

Reaccionó el conjunto barredense a partir del minuto ocho del segundo tiempo cuando llevaba una desventaja de 44-24.

El entrenador del May había sentado en el banquillo, primero a Lecue y luego a Paulino, amenazados con las cinco personales. La ausencia de uno y otro se dejó sentir.

Estos volvieron a entrar ya en los minutos finales y el equipo recobró su seguridad y firmeza y ya no fue suficiente para los rivales, acabando perdiendo por 54-46, después de que la derrota parecía iba a ser escandalosa, cuando los campeones se pusieron en un 44-24.

Arbitraron los colegiados señores Cieza y Angel Pérez, con ligeros errores, pero en general, bien sin influir en el resultado.

May Astillero: Montoya (2), Paulino Casado (14), Pepín Lecue (16), Marcos (14) y Díaz (8)

Solvay: Barroso (8), Egusquiza (2), Eduardo Ruiz (16), Alejo Gómez (14), Castillo (2), Udías (2) y Ruiz (2).

Fue ese año cuando en Astillero existió un gran equipo de baloncesto, con grandes jugadores , con los santanderinos  Lecue, Paulino y Marcos, los cuales también jugaban al mismo tiempo al balonmano en los torneos que se celebraban en la conocida cancha de la Plaza de José Antonio (hoy de Pombo)

A estos jugadores, les acompañaba los astillerenses, Benito Andia, Santi Diego, Carlos Montoya.

Esta final en la cancha de la Alameda de Oviedo, estuve presente, me acerque como en otras ocasiones para ver partidos de baloncesto y también era asiduo a la plaza de José Antonio, para ver los partidos de balonmano,










viernes, 5 de octubre de 2018

UNION CLUB campeón de la COPA CANTABRIA de 1966






Miguelo - Arenal - Conde - Rafa - Casuso - Carus
Kubalita - Lolis - Cobo - Ismael - Campín.






El 27 de junio de 1966, se cumplió del pronostico y el Unión Club se proclamó campeón de la Copa de Cantabria, al vencer en la final jugada en los campos de Astillero al Camargo.

En un partido que resultó ser muy interesante, los astillerenses vencieron por cuatro tantos a cero a los camargueses.

A los veintidós minutos de la segunda parte el Unión Club marcó su primer tanto, ya que hasta entonces el juego había transcurrido muy igualado.

El árbitro dejo sin sancionar un penalty que incurrió los del Astillero, por empujón claro dentro del área de Casuso a Chileno y hubiera tenido otras consecuencia para el encuentro.

Pero el árbitro no estimó la falta y lo que pudo haber sido un uno a cero favorables al Camargo, se convirtió dos minutos más tarde en un uno a cero en contra, que quitó las ilusiones a los camargueses, que a partir de ese momento quedaron a merced de los de Astillero.

Después se reflejo la superioridad de los astillerenses y se transformó en tres tantos más.

El partido como estaba previsto despertó gran expectación y los campos de Astillero registraron una buena entrada, con muchos seguidores de Camargo.

El primer tiempo, finalizó con empate a cero y fue muy disputado con ligero dominio del Unión Club, prodigando peligrosos contraataques el Camargo.

En la segunda parte, en el minuto veintidós, Lolis, en una gran jugada personal, marcaría el primer gol de los del Astillero.

A los veintiocho minutos en fuerte disparo Cobo se convierte en el segundo gol para los locales. A los treinta y dos se produce una nueva gran jugada de Lolis, con pase a Kubalita, que remata el tercero y poco antes del final, en una falta contra la puerta de Tagle, Carús de un potente disparo, consigue el cuarto y último para el equipo.

Arbitro el señor Zurita, que salvo la apreciación del penalty, cumplió, formando los equipos:

Unión Club: Migueol; Ismael, Rafa, Casuso; Conde, Arenal; Kubalita, Carús, Cobo, Campín y Lolis.

Camargo: Tagle; Rivero, Bedia, Militos; Cayón, Cos; Chileno, Julio, Caves, Gerardo y Balbino.

Al final del encuentro y por un miembro de la Federación, se hizo entrega al capitán del Unión Club de la copa de campeón entre ovaciones del público.

Con esta final, el Unión Club cerraba la temporada 1965-1966

Para llegar a la final, el Unión Club, eliminó al Reocín con cuatro a uno, con goles de Carús, Kubalita, Lolis y Casuso. En este encuentro fueron expulsados Gelo del Reocín y Armando, del Unión Club.


Me supongo que el partido haya tenido gran expectación, por la rivalidad de existía entre las aficiones tan cercana y también por ver al Camargo, con jugadores que han pertenecido a la plantilla del Unión Club y que eran bien conocidos por los astillerenses, Bedia, Cos, Chileno, Julio, Caves y Gerardo.