En julio de 1915, en reconociendo a los méritos
adquiridos y servicios prestados a la patria y al ejercito, fue ascendido a
General de Brigada el Coronel del Regimiento de Valencia, don Casto Campos de Guereta.
Noticia que ya se esperaba y recibida con
satisfacción en Santander, por ser las simpatías que gozaba el heroico y bígaro
paisano.
En su hoja de servicios contaba el general con
hechos brillantísimos, algunos de los cuales le valieron para ostentar en su
pecho la Cruz de Beneficencia.
El señor Campos Guereta, ingresó en enero de 1893,
en la academia militar de Toledo, cuando los horrores de la guerra civil y de
la anarquía asolaban a España. Terminados sus estudios, se incorporó como
segundo teniente al regimiento inmemorial del Rey que luchaba en el Norte. Poco
después ascendió a primer teniente y tuvo ocasión de realizar aquel hecho
memorable que le valió la gran Cruz de la Orden de Beneficencia, y ser graduado
de comandante.
Fue en acto heróico que tanto se recuerda, como
una de las páginas más bellas del ejército. Por el teniente Campos, quien se
arrojó temerariamente en Logroño a un carro de municiones que iba á ser preso
de fuego, se evitó una catástrofe terrible.
Nombrado luego ayudante del comandante general de
alabarderos, don Joaquín Ozores, fué testigo de la desgraciada muerte de este
malogrado general, á consecuencia de una caída del caballo en Vitoria. Su
Majestad el Rey don Alfonso XIII, le nombró entonces aposentador del cuartel
real.
Ascendido a capitán, sirvió mucho tiempo en el
regimiento de Bailén y mandando unidades orgánicas, permaneció durante trece
años en Madrid, conquistando una reputación militar sólida y envidiable.
Al ascender a coronel, hacia siete años, vino
destinado al Regimiento de Valencia de Santander, de guarnición en esta
capital.
Era recordado lo mucho bueno, de los grandes
servicios que el pueblo debe al señor Campos Guereta. En la memoria de todos
está y de la gratitud que se le guarda nacía la simpatía que por el distinguido
militar y paisano se sentía.
La banda del Regimiento de Valencia obsequió a su
coronel por el ascenso a general con un concierto, ejecutado bajo los balcones
de su casa.
Por la tarde, la banda infantil de la Casa de
Caridad, obsequió también con una brillante serenata al señor Campos Guereta,
quien agradeció grandemente a los humildes muchachos esta prueba de cariño, gratificándoles
espléndidamente.
Los jefes y oficiales del Regimiento de Valencia,
como demostración de la simpatía que siempre sintieron por su coronel, obsequiaron
esa noche con un banquete en el restaurante Royalty, al nuevo General de Brigada,
señor Campos Guereta.
El 11 de julio de 1915, se celebró en el Royalty
el banquete con que los jefes y oficiales del Regimiento de Valencia,
obsequiaron a su coronel, don Casto Campos Guereta, con motivo de su ascenso a
General de Brigada.
A la hora de los brindis, el general Ampudia,
gobernador militar de la provincia, ofreció el banquete y dió las gracias a las
oficialidad del Regimiento de Valencia por su brillante comportamiento.
El teniente coronel, señor Clar, felicitó al nuevo
general y brindó porque sea destinado a este Gobierno Militar.
El señor Campos Guereta, dijo que cuando llegó al
Regimiento de Valencia a ser el hermano mayor de los que lo componían, que
tenía la satisfacción de haberlo cumplido y prometía que en cualquier sitio que
se encontrara, seguiría siendo el hermano mayor, al servicio de todos.
El señor Campos Guereta fue objeto de una cariñosa
ovación de sus compañeros de armas.
Al terminarse el banquete se hicieron varias
fotografías de los asistentes al acto. (me hubiera encantado tener una de estas fotos)
El 11 de julio de 1915, se hizo cargo del mando
del Regimiento de Valencia, por ascenso del coronel señor Campos Guereta, el
teniente coronel del mismo, don Arturo San Román.
Antes de hacer entrega del regimiento, el señor
Campos Guereta publicó las siguientes ordenes:
"Mañana inspeccionaré en el campo del Rostrio
la instrucción del tiro del regimiento a cuyo efecto saldrá del cuartel el
primer batallón a las seis y el segundo media hora después.
Con dicho motivo, la primera comida se distribuirá
en el campo, disponiendo el señor capitán de cocina sea conducida en uno de los
carros la menestra y útiles necesarios.
El carro conduciendo el material de tiro y
municiones a cargo del ayudante del primer batallón, saldrá del cuartel a los
cinco, con objeto de tener colocados los blancos a la llegada de la fuerza.
El traje será de faena con botines, funda blanca,
correaje completo y morral".
Orden del regimiento del día 11 de julio de 1915.
Promovido al empleo de general de brigada por R.D.
de 9 del corriente mes, hago entrega de mando del regimiento al teniente
coronel don Arturo San Román Taboada, a quien por ordenanza corresponde.
Señores jefe, oficiales, clases y soldados:
Un ascenso que S.M. el Rey, se ha dignado
otorgarme va a separarme de vosotros; queda pues para los últimos momentos de
mi mando él para mi penoso deber de despedirme de los que a mis órdenes
compartisteis conmigo los trabajos que el uniforme importe a los que nos honramos
vistiéndole.
Desde que orgulloso y contento por haber sido
destinado al mando de tan brillante regimiento pisé por primera vez los
umbrales de este cuartel; hasta el día de hoy en que con verdadera sentimiento
entrego el mando de este Cuerpo, no se quebrantó ni un solo momento la cariñosa
solidaridad que dentro de la más pura disciplina debe reinar entre quienes por
comunidad de aspiraciones é identidad de deberes forman en las filas de un
regimiento; leales a vuestros juramentos, cumplidores de vuestros deberes y
entusiastas por vuestra profesión os encontré y así os dejo también, nunca me
falto vuestra cooperación ni me fue difícil el mando con vuestra ayuda,
supisteis mandar y obedecer más de una vez vuestro brillante comportamiento
hizo latir orgulloso mi corazón de soldado.
Al separarme de vosotros os dejo mi gratitud y me
llevo el recuerdo de vuestras virtudes militares, consideraré siempre como un
honor el haberos mandado y seguro de que a las ordenes de mi sucesor
continuaréis la gloriosa tradición de este regimiento para bien de la patria.
Contad siempre con que fiel al espíritu que nos unió os recodará con cariño.
Vuestro coronel, Campos".
El Diario Oficial, del ministerio de la Guerra
llegado ayer, publico el Real Decreto siguiente:
" En consideración a los servicios y
circunstancias del coronel de infantería, número diez y seis de la escala de su
clase, don Casto Campos Guereta, que cuenta la antigüedad y efectividad de
veintinueve de agosto de mil novecientos ocho.
Vengo en promoverle, a propuesta del Ministro de
la Guerra y de acuerdo con el Consejo de Ministros, al empleo de general de
brigada con la antigüedad de la fecha, en la vacante producida por pase a la
sección de reserva del Estado Mayor General del Ejercito, de don Francisco
Costa y Pérez de Pelinto, la cual corresponde a la designada con el numero
ciento veintiuno en el turno establecido para la proporcionalidad.
Dado en Palacio a nueve de julio de mil
novecientos quince. El Ministro de la Guerra Echagüe, Alfonso.
En marzo de 1916, fue nombrado general de la
segunda brigada de la undécima división el general de brigada Casto Campos
Guereta.
El 14 de noviembre de 1917, don Casto Campos
Guereta cesa del mando de la brigada de Infantería de la 12 división y pasa a
la situación de primera reserva por haber cumplido la edad reglamentaria.
Nacido en noviembre de 1854, en Astillero, hijo
del Jefe de Estudios de la Academia de Toledo, don Rafael de Campos de Molina.
fé de bautismo
El señor CASTO CAMPOS GUERETA fue un ilustre
vecino y veraneante en su casa de Astillero,
donde pasaba temporadas con su gente y en donde murió, el 26 de julio de 1921.
Fue enterrado en el cementerio de Guarnizo.
certificado de fallecimiento
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