viernes, 19 de marzo de 2021

Carretera SANTANDER-ASTILLERO-SALVADOR - 4 febrero 1961.

 




Que decir, si ya se hablaba en el año 1916, del proyecto de la carretera de Santander-Maliaño y al Astillero y esta se terminase en el año 1961, ¿cuales fueron los motivos de no hacerse realidad durante tantos años?

Por mayo de 1916, se hablaba de lo que podría ser para obtener del turismo muy positivos beneficios, cuando se tratase de abrir nuevos y fáciles caminos que, a la vez, que acortarían las distancias facilitadas a la contemplación de los hermosos paisajes que ofrecía la Naturaleza.

Una de esta vías era abrir desde el puente de San Salvador, en el Astillero, por las marismas existentes frente a las fábricas de petróleo; por el muelle o muelles del Astillero; por la marisma del señor Cortines; por la de la marisma del Carmen, en Maliaño; por las marismas de los señores Villegas y Garcia Rozas; los terrenos de Nueva Montaña y los de la Sociedad de los Arenales de Maliaño, haciendo su entrada por el último muelle de aquella parte de la zona marítima.

Esta carretera, acortaría mucho la distancia entre el Astillero y Santander, y sería de gran conveniencia para el servicio de automóviles, ya que la carretera que iba por Boo, Maliaño, Las Presas y Peñacastillo, se hallaba en un estado bastante regular, por efecto del tránsito de carros, resultando incómodo el paso por ella, para los viajeros de los autos.

Se intentaba describir los encantos de ese nuevo camino que, bordeante a la bahía, sería un paso verdaderamente delicioso. Desde él, se contemplaría el mar, se vería la ciudad, se disfrutaría de las bellezas de un magnifico panorama, de esos que cautivaría al paseante y que agradaría y deleitase al turista. Sería un camino el obligado y preferido paseo de los automóviles.

Se quería rogar una atención en este proyecto, y a la vez pedir a los representantes en Cortés, a las personas que influyesen en la pública administración, que vea bajo su protección este deseo, en el cual seguramente coincidiría con Santander y con toda la parte de la provincia, que por la nueva carretera seria de modo extraordinario favorecida.

Ello traería muchas ventajas en este proyecto.

Invitaban aceptar la idea, tomase con interés y empréndase un activo trabajo para conseguir que se realice y se tienda pronto a la orilla del mar, bordeando la bahía esa nueva carretera desde el Astillero a la zona de Maliaño.

Por entonces, el señor alcalde de Astillero, don Luis Garcia, aplaudía la idea de que se construyese la carretera que partiendo del puente de San Salvador llegase a la zona marítima de Santander

 

En mayo de 1928, hubo una reunión entre el vicepresidente de la Diputación, el alcalde de Santander y los de Astillero y Maliaño.

En la reunión se hizo la distribución proporcional con que la Diputación y los Ayuntamientos de Astillero y Maliaño, debían contribuir para la construcción de la anunciada carretera Santander-Astillero, cuya necesidad tanto se dejaba sentir.

 

Por junio de 1928, hubo una nueva reunión entre los alcaldes de Astillero y de Camargo, con el vicepresidente de la Diputación, don Luis Escalante, donde trataron sobre la construcción de la proyectada carretera de Santander al Astillero por la zona marítima y con buenos deseos de dar comienzo la obra en poco tiempo.

 

En las fechas de febrero de 1929, el alcalde de Astillero, recibió el proyecto de la carretera de San Salvador a Santander, de que era autor el ingeniero señor Garelly.

En el proyecto figuraba la carretera con un ancho de diez metros, y se trataba de una vía de comunicación de indudable importancia.

 

En las fechas de febrero de 1933, existía una nota de la Dirección General de Caminos (Construcción de carreteras), que decía así:

" Examinada la instancia de ese Centro, fecha 10 de octubre de 1932, y en la que se solicita la construcción de una carretera de San Salvador a Santander, por la costa, esta Dirección General tiene el gusto de participarle que con esta fecha se pasa la misma, planos e informe de la Jefatura de Obras públicas de esa provincia, a conocimiento de la Comisión, para la revisión del plan de carreteras del Estado, para que, caso de ser procedente, la incluya en el nuevo plan que se está desarrollando".

 

En 1929 hubo un proyecto solicitado por los Ayuntamientos implicados, que hicieron su estudio con carácter particular y redactado por ingenieros y técnicos sobre bases muy parecidas a la que en 1947, se encontraba presentado y pendiente de ejecución.

La nueva carretera que parte de la zona industrial de Maliaño a la capital, como prolongación de la construida en el mismo Santander por la Junta de Obras del Puerto, trataría de acortar distancias, reduciendo kilómetros de trazado, ofreciendo un nuevo camino más apto para el desarrollo de velocidades, tanto por su dimensión trasversal como por las condiciones de afirmado y, sobre todo, por la supresión de muchísimas curvas en todo el trayecto.

Quería decir que la carretera de Maliaño hasta San Salvador estaba desarrollada sobre la base de grandes rectas, contando doce de estas y la mitad en número de curvas, es decir, seis solamente y proyectadas y ejecutadas estas de una manera amplia, que reducía el peligro y permitiría velocidades muy superiores a la anterior.

Suprimía, los inconvenientes anteriores del trazado de esa carretera que estaba en servicio y que tenía cuatro pasos a nivel importantes entre la calle Castilla y San Salvador, acortándose el trazado en dos mil trescientas metros, habiendo 11.700 metros en el trazado de la del proyecto.

La anchura de la carretera tendría nueve metros de los cuales ocho van afirmados con disposición tal que podría ser ensanchada hasta doce. Su primer trozo tendría cuatro mil doscientas metros y el segundo tres mil quinientas.

El primer trozo terminaría en el cruce con el camino vecinal de Maliaño a Parayas y el segundo parte desde este punto al puente de San Salvador.

El primer trozo contaría de cuatro rectas y dos curvas solamente, y el segundo, ocho rectas y cuatro curvas hasta su final.

Ninguna obra de fábrica, contenía apenas el primer trozo, fuera del desagüe cerca de Nueva Montaña y de las llamadas marismas de Alday.

El segundo trozo contaría con varias obras, entre las que merecía mencionarse el paso por puente de tres grandes tramos sobre la ría de Boo, toda de hormigón ciclópeo. El paso superior sobre el ferrocarril de Santander a Bilbao, en Astillero, de un solo tramo recto y oblicuo y que eliminaba todo cruce sobre vías.

La primera parte de la carretera o el primer trozo, de la misma se encontraba complemente terminada, en 1947, a falta de algunos detalles que serian salvados en esos pocos meses que restaban hasta el verano y previsto su inauguración en esas fechas.



Quedaría ya la inauguración del segundo tramo, Maliaño-San Salvador.

Si la inauguración del puente Astillero-Pontejos, fue todo un gran acontecimiento para el pueblo de Astillero, la inauguración de la carretera Santander-San Salvador, también lo fue.

Esta carretera, trazada desde su arranque inicial en Santander sobre la misma marisma en buen parte de su longitud total, ya se encontraba abierta al tránsito desde hacía algunos años, hasta el pueblo de Maliaño.

Dificultades de diversas índole, una de ellas e importantísima fue la insuficientes consignaciones anuales que hizo frenar el ímpetu inicial de las obras, hasta tal punto, que entre Maliaño y Salvador, solamente se había realizado el desmonte.

Mientras tanto, los vehículos tenían que realizar una serie de desviaciones a través de las calles de Maliaño, para continuar hasta Astillero, con la pérdida de tiempo que ocasionaba estas dificultades.

Lo previsto era inaugurarlo para finales de 1960, pero la climatología no había ayudado nada y quedaba aplazada la anunciaba inauguración para febrero del año siguiente.

Y si se confirmase lo previsto,  la carretera quedaría lista para el tránsito en toda su longitud, es decir, desde Santander a San Salvador.

Simultáneamente a esta obra que realizaba Obras Públicas, ya estaban comenzado con el proyecto del puente de Astllero-Pontejos.

 

Por 1947 la Jefatura de Obras Públicas se encontraba en ejecución de un proyecto interesantísimo como era la carretera de Santander hasta San Salvador, lo que supondría una mejora considerable para la gran zona industrial de los alrededores de Santander.

 

En julio de 1948, quedaba terminada la carretera de Santander a San Salvador en su primer trozo que comprendería desde la calle de Marqués de la Hermida hasta el pueblo de Maliaño. Para seguir el camino a Astillero y Bilbao los autos habrían de cruzar el paso a nivel y salir a la carretera general por la Standard Eléctrica.

En la construcción de esta parte de carretera, había habido dificultades por ser en gran parte una obra marítima y las más importantes la económica.

Este primer trozo de la carretera de Santander a San Salvador, media 4.100 metros desde el Cuadro o final del Puerto Pesquero hasta el pueblo de Maliaño. El trozo segundo desde Maliaño a San Salvador pasando por Astillero, tendría una longitud de 3.800 metros.

Los presupuestos iniciales de ambas obras fueron de dos millones y millón y medio, respectivamente.

Por entonces la distancia entre Santander y San Salvador, por Muriedas, era de 12.400 metros, resultaba que con la nueva obra habría un ahorro de distancia de 2.000 metros. A esto habría que unirse un mejor trazado, menos curvas y travesías y ninguna cuesta ni paso a nivel.

El ancho de la carretera seria de nueve metros, que en su día será de firme especial asfáltico.

 

En las fechas de diciembre de 1951, en el Boletín Oficial del Estado, se publicaba la terminación de los trozos primero y segundo de la carretera de Santander a San Salvador, por Nueva Montaña.

La subasta de las obras, habían sido adjudicadas, por la Dirección General de Obras Públicas, al contratista, don Arturo Díaz Marquina, se que se comprometía a terminarlas en cincuenta y nueve meses, una vez comenzadas.

El precio de la subasta, había sido de 5.357.254,55 pesetas.

 

En las fechas de enero de 1958 y mediante el anuncio oficial de la Jefatura de Obras Publicas, se hacía apreciar algunas omisiones de nombres de los propietarios de los terrenos expropiados y por ello se modificaba nueva relación de esos propietarios de fincas que se publicó en el Boletín Oficial y eran estos:

1º. Talleres de Astillero, S.A., Astillero; clase de finca marisma saneada, sitio en que radica, marisma de Cortines.

2º. F.C. de Santander a Bilbao, erial; marisma de Cortines.

3º. Antonio Gorostiza; Astillero, casa de baños; playa de Astillero.

4º. Prácticos del Puerto; Astillero; caseta de servicio; Plaza de José Antonio.

5º. Ayuntamiento de Astillero; árboles y bancos; Plaza de José Antonio.

6º. F.C. de Zalla a Solares, casa; marisma.

7º. F.C. Santander a Bilbao; marisma saneada (erial)

  

A principio de 1961, ya se estaba trabajando en el medio kilómetro que quedaba por asfaltar para llegar a San Salvador.

 

El 4 de febrero de 1961, se inauguró y quedo abierta para el tránsito la carretera Santander-San Salvador, dando fin al tramo último de las obras que habían quedado pendiente, desde Maliaño.

Al acto asistieron el señor Gobernador Civil, don Antonio Ibañez Freire; presidente de la Diputación Provincial, don José Pérez Bustamante; alcalde de Santander, don Manuel González Mesones; ingeniero-jefe de Obras Públicas, don Evaristo Lavín del Noval, y otras autoridades y técnicos, quienes fueron saludados al comienzo del nuevo tramo a inaugurar en Maliaño, por el primer teniente alcalde y alcalde en funciones del Ayuntamiento de Camargo, don Cesáreo Ezcurdia, así como por el de Astillero, don Alberto Manchado, acompañados, ambos por varios concejales de sus respectivos Municipios.

La caravana de coches oficiales recorrió el nuevo tramo en toda su longitud, deteniéndose unos momentos en el lugar en donde arrancaría el puente que uniría Astillero con Pontejos.

Desde allí, autoridades e invitados se trasladaron al Ayuntamiento de Astillero, en donde fueron obsequiados con una copa de vino español.

La carretera que había entrado totalmente en servicio, proporcionaría una serie de ventajas enormes a miles de vehículos que por ella iban a transitar en uno u otro sentido, ya que la distancia entre ambos puntos de arranque se acortaba en cuatro kilómetros, y por su trazado excelente, apartada de los núcleos de población, con muy pocas curvas y sin pendientes, iba a ser la carretera principal de acceso a Santander, para los vehículos que procederían de la zona Oriental de Cantabria.

De un ancho de ocho metros en toda su longitud se acometería en breve un nuevo ensanche de tres metros, con objeto de transitar cómodamente y sin riesgo para los peatones y bicicletas.

Recuerdo la nueva carretera y los primeros vehículos que circulaban por ella.

 

 







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