viernes, 22 de septiembre de 2023

ASTILLERO comedores escolares.

 


Comedor del Colegio San José (Convento)



Escuelas parroquiales



Astillero, desde hace muchos años, ha mantenido comedores escolares para atender las necesidades de los niños que por su situación familiar lo necesitaba.

Con la llegada de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en 1906, se fundó el Asilo y posteriormente el Colegio San José.

Los primeros años se formó una Junta de Señoras, como presidenta doña Maria Abascal de Lavín, que se encargaron de conseguir ayuda económica y con el dinero recaudado, se daba de comer a decenas de niños, que estaban a cargo de las Hermanas.

Esas familias que carecían de recursos, colocaban en una bolsita un trozo de pan y un poco de postre para completar la comida. Las Hermanas preparaban un buen cocido, que los niños saboreaban y comían con gusto.

Anexo al Asilo y en unas pequeñas aulas se acogía a más de un centenar de párvulos que recibían educación, enseñanza y alimentación.

Así funcionaba el comedor, hasta que la ayuda económica iba disminuyendo y era entonces la Comunidad religiosa, quienes hacían cargo de dichos gastos, para seguir manteniendo sus comedores.

Esas familias dentro de sus posibilidades aportaban la cantidad de una peseta y más tarde ya fueron tres pesetas o lo que podían aportar.

Llegado el año 1917, cuando ya era Colegio San José, además de tener una labor educativa, los niños y niñas comían en el comedor, de la comida que llevaban de sus casas.

 

 

 

En octubre de 1962, se inauguraron los comedores escolares, uno para niños y otro de niñas, para el Grupo Escolar.

Cada comedor tenía una capacidad de 27 comensales y económicamente correría a cargo del Fondo de Igualdad de Oportunidades para la Enseñanza Nacional.

Hubo una Comisión nombrada de acuerdo con el Reglamento, para realizar la selección de niños que podrían aprovecharse de esos beneficios, selección hecha de acuerdo con un criterio establecido en dicho Reglamento con carácter general.

Se tenía en cuenta diversas circunstancias, como la situación económica de la familia, números de hermanos, distancia y medios usuales de locomoción.....

Ese nuevo servicio representaba una importante ayuda en favor de los 54 niños seleccionados.

 

 

En las fechas de abril, de 1963, existían las escuelas parroquiales de reciente fundación,  como alternativa al aumento constante del censo escolar en las escuelas municipales.

Estas ya no podían acoger el exceso de matriculas infantiles sin detrimento de su propio desarrollo didáctico normal.

Por eso, fue la idea de crear el centro docente vinculado a la parroquia, para albergar en él a los que no podían ir a las municipales.

Pronto, ante la importancia y necesidad que urgía, se creó en los bajos de la iglesia dos aulas, que llegaron albergar a más de cien niños de ambos sexos.

Se creó un Patronato para ese fin, siendo su presidente, el párroco don Francisco.

Al frente de ello, estaban dos maestros nacionales, doña Teresa Vega Cantolla y don Leopoldo Pérez.

Se matriculaban a partir de los cinco a siete años, aunque llegaban a permanecer hasta los catorce.

Estas escuelas no contaba con ninguna subvención de tipo estatal o municipal, únicamente su mantenimiento era por aportaciones particulares, anónimas y de la parroquia.

Paralelo a la enseñanza que se practicaba, se puso en marcha un comedor parroquial, que comenzó con quince niños y poco a poco fue aumentando.

La elección para este servicio, se tenía en cuenta la situación económica, distancia, estimulo de estudio.....

El comedor era totalmente gratuito

 

 

El viernes 11 de diciembre de 1964, a la una del mediodía, tuvo lugar en las escuelas municipales de Astillero, los actos de inauguración oficial de tres comedores escolares.

Estos comedores serviría durante el curso dar comida gratuita a todos aquellos alumnos que lo necesitarían por su situación familiar o económica.

El acto, que consistió en la bendición de dichos comedores por el párroco, don Francisco Martinez, estuvo presidido por don Julio de las Cuevas (delegado provincial) de Servicio Escolar de Alimentación; don José Manuel Cabrales (inspector provincial); don Leopoldo Pérez (alcalde de Astillero) toda la Corporación municipal; y profesores con sus respectivos directores.

Finalizado el acto se procedió por parte de todos a la degustación del "plato del día", en compañía de los pequeños, menú que por otra parte, mereció el elogio general, por lo exquisito de su condimentación y que consistía en "potaje de garbanzos con arroz, hígado con patatas, un vaso de leche y una ración de pan".

Hubo de reconocer el excelente menú servicio y como características de los comedores, su limpieza y distribución de los servicios, donde cada comensal recibía una bolsa conteniendo los cubiertos y una servilleta, así como las necesarias lecciones para utilizarlos correctamente, en mano femenina de las profesoras del Centro para dar el ambiente hogareño y material a ésta y que sería la continuación del propio hogar de los alumnos.


Hoy en todos los colegios, existen ya comedores, creados por Ley, a través del Real Decreto del 13 de octubre de 1983.

 

















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