viernes, 19 de enero de 2024

UNION CLUB - Cultural Deportiva de Guarnizo (1 de febrero 1925)

 



Unión Club año 1925


Había gran expectación por presenciar el encuentro, entre el Unión Club de Astillero y la Cultural de Guarnizo.

Los recientes castigos que la Federación había impuesto a algunos de los jugadores del Guarnizo, por los incidentes del encuentro Racing-Cultural, en el Sardinero y la enorme rivalidad que siempre existía entre los dos equipos vecinos, llevaron al campo de la Cultural a muchísima gente.

Del arbitraje polémico se había encargado de dirigirlo el señor Romualdo Balbás.

 

El 1 de febrero de 1925, se enfrentaron en los campos de Guarnizo, el Unión Club y la Cultural Deportiva de Guarnizo.

Ambos equipos se presentaron con sensibles bajas.

El primer tiempo fue llevado con juego de mucha codicia, pero sin violencia. Se jugó con verdadero ardor deportivo, pero con procedimientos legales.

El juego, en principio, se desarrolló en ambos campos, pero al final se impuso el dominio unionista.

Los de la Cultural, realizaron varios ataques, sin peligrosidad, que no supieron rematar su delantera.

En este primer tiempo el partido terminó con un tanto a cero. Fue conseguido por Furty, en una melé que se produjo ante la portería cuando solamente faltaba cinco minutos para terminar la primera parte.

En el segundo tiempo, empezó dominando la Cultural, que intensificó su juego violento.

Por esta causa se desconcertaron un poco los astillenreses y se replegaron hacia sus líneas defensivas.

Pudieron reaccionar y conseguir los tantos que significaron su victoria.

Fueron éstos tres más. El segundo de la tarde, lo consiguió Benavente, aprovechando un pase de Furty. El tercero lo consiguió Polé, rematando preciosamente de cabeza y el cuarto, y último del encuentro, le obtuvieron los unionistas, en offside, de Pis y de Benavente.

De la decisión del árbitro protestaron los jugadores, Casuso y Vallecillo, primero cantando la jugada, después haciendo ruidosamente la protesta ante el árbitro.

Fue cuando el colegiado, Romualdo Balbás, ordenó la expulsión de los dos jugadores. El señor Casuso se negó a obedecer. Intervino el delegado de la Federación Regional y entonces si obedeció.

Salieron del campo entre las protestas de parte del público.

Siguió el juego, pero nada más que breves instantes, un jugador de la Cultural, dirigió una frase a uno del público. Con el espectador se encontraba una hermana suya, la cual se desmayó. Hubo más que palabras entre el espectador y el jugador.

Todo se complico y parte del público, unos en pro y otros en contra, hasta que termino por intervenir la Guardia Civil.

El público salto al campo, unos espectadores agredieron a otros.

El árbitro no suspendió el encuentro y se siguió jugando, ya con los nervios muy excitados, unos en pro y otros en contra del árbitro, hasta que terminó el encuentro.

Cuando el árbitro señor Balbás, se dirigió a la caseta, el jugador de la Cultural, Pozo, se dirigió a él y le acusó de haber sido el culpable de su descalificación.

El señor Balbás se volvió hacia el jugador, pero éste se lanzo sobre él y le produjo una contusión en el ojo derecho que le causó bastante hemorragia, donde fue asistido en la propia caseta.

A su llegada a la ciudad, dio cuenta de lo sucedido al presidente de la Federación Cántabra y presentado una denuncia contra el agresor.

El Unión Club, jugó más que la Cultural, destacándose la delantera, con Furty y Benavente. En la media no hubo nada destacable. En la defensa reapareció Iriguren, quien estuvo aceptable. Su portero no tuvo motivos para lucirse.

De la Cultural destacó la línea de medios El mejor el pequeño en estatura, pero grande en el juego, Toraya. La delantera floja y la defensa muy violenta durante todo el partido. Su portero tuvo intervenciones aceptables.

El árbitro estuvo regular. El cuarto tanto fue un offside clarísimo e indiscutible.

Una vez, el señor Balbás, en la capital y acompañado del presidente del Colegio, señor Gacituaga, se trasladaron a la Casa de Socorro, donde fue curado de las heridas ocasionadas.

Fue un partido lamentable con muchas incidencias y agresiones.

Por esas fechas, el entrenador del Unión Club, era J.J. Martinez (Tato).

 

Con esta última jornada, se había terminado el Campeonato de Cantabria, quedando campeón el Racing de Santander y como "colista", la Cultural de Guarnizo.



Entre los comentarios publicados sobre los equipos, se decía, del:

 

Unión Club de Astillero. El triunfo alcanzado por este equipo ha sido indiscutible no sólo por el envidiable puesto que ha llegado a alcanzar, sino también porque ha demostrado ser uno de los clubs más compenetrados de la táctica del buen futbol.

Ha demostrado que está en posesión de esa ciencia que conduce a los equipos al triunfo. Su actuación en el segundo tiempo en la lucha que recientemente sostuvo contra el equipo campeón, lo confirma. Es un equipo que está dignamente en primera categoría.

 

 

El 13 de febrero, se celebró por la noche el banquete homenaje dedicado al equipo deportivo Unión Club, por la Directiva, en la "Sala Cortabitarte".

Más de cien comensales se reunión para homenajear a los excelentes jugadores que habían alcanzado el tercer puesto en el campeonato cántabro.

Alineados en las mesas preparadas en forma de U, se colocaron en primer término en su centro presidiéndola, don Alfredo Nieto, en representación del Municipio, y a su derecha, Roberto Alvarez, presidente de la don Roberto Alvarez, presidente de la Federación, siguiendo a la derecha e izquierda, los jugadores: Ayllón, Furty, Crespo, Ibaseta, Iraegui, "Chuchi", Benavente y Pis; Martinez (entrenador del equipo), Vega (Angelín), Castillo (Angelín), Polé y Quevedo.

En dicho lugar y frente a los mismos, los señores: Cortabitarte, Tarrero, Azcárate (hijo), Pérez y Castillo.

Entre otras personas forasteras, amigas del deporte y admiradoras del equipo, se encontraban los señores, Rozas, Lanuza, Campos, Sentíes, Martinez, Gutiérrez, Quevedo; los señores de la Directiva y parte de sus socios incondicionales.

Al pie del escenario se hallaban alineadas las tres copas de honor ganadas por el equipo y colocadas encima del piano teniendo en su centro el grupo fotográfico del mismo.

Terminada la cena, dio comienzo el baile de invitación al que concurrieron numerosísimas y simpáticas jóvenes que realzaron con su belleza la fiesta.

Al final del baile y por acuerdo de varios jóvenes se hizo una colecta dedicada a los jugadores ausentes, los jóvenes: Sierruca, Selaya y Somonte, que estaban prestando sus servicios para con la Patria.

Pudieron recaudar cincuenta pesetas, que fueron enviadas a los mismos en conmemoración del homenaje a sus compañeros de equipo.

 

   



Arbitro Sr. Balbás
















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