El día 8 de julio de 1968, se
inauguró el Monumento a la Marina de Castilla y al Emigrante, erigido en Peña
Cabarga, por la Diputación Provincial.
Presidió los actos el Ministro de
Marina, almirante Nieto Antúnez, a quien le acompañaban los ministros de la
Gobernación y Comisario del Plan de Desarrollo, señores Alonso Vega y López
Rodó, respectivamente; gobernadores civil y militar de Santander, presidente de
la Diputación con la Corporación provincial en pleno; el capitán general del
Departamento Marítimo de El Ferrol; el comandante general de la Flota; alcalde
de Medio Cudeyo con la Corporación municipal en pleno; vicario general
castrense, director general de la Guardia Civil, alcalde de Santander y otras
numerosas jerarquías y representaciones nacionales y provinciales.
La compañía de la Flota, con
banda de música, rindió los correspondientes honores militares.
Efectuada la bendición del
monumento por el vicario general castrense, el presidente de la Diputación hizo
uso de la palabra para después de saludar a autoridades y asistentes, comenzó
su discurso.
Tras los discursos, el ministro
de Marina procedió a descubrir la lápida conmemorativa del monumento, en tanto
la banda de Marina de guerra, interpretaba el himno nacional.
El solemne acto finalizó con la
visita al monumento por las autoridades e invitados que fueron obsequiados por
la Diputación con un vino español.
Era magnifica la iluminación que por
las noche se veía en el Pico Yen de Peña Cabarga, unas ráfagas luminosas hacían
que el gran faro dedicado a la Marina de Castilla y al Emigrante se viese a
muchos kilómetros de distancia. Se había conseguido un efecto fantástico.
Se trataba de unos potentes
reflectores de cuarzo de yodo proyectados sobre los cuarenta metros de superficie
de la torre cilíndrica.
Su instalación fue realizada por
la empresa montañesa "Hermanos Bolado"
Importante también fue la
instalación del pararrayos radiactivo "E.F." indispensable para
lograr una protección eficaz en cualquier instalación o edificio.
Con el pararrayos radiactivo
"E.F." se obtendrían un resultado eficaz previniendo la formación del
rayo o controlando su descarga, si ésta se ha formado fuera de la esfera de
acción del pararrayos.
La instalación del pararrayos lo
efectuó el distribuidor en Cantabria, Electricidad Comercial del Norte, S.A.
"Econsa"
También trabajo en la
construcción del monumento, la empresa AGOSA.
Coincidió la inauguración con la
Semana Naval.
Por entonces fue una obra vanguardista tradicionalmente incomprendida por los ciudadanos.
La Diputación Provincial tenía a
su cargo las obras de los edificios y sus servicios, y TVE las instalaciones
del interior, maquinaria, ingeniería y antena. En 1973 se intentó establecer el
repetidor para la segunda cadena de televisión, pero se optó por construir un
segundo edificio.
En la época en que se construyó,
se levantaron en distintos países torres de comunicaciones muy espectaculares,
mucho más altas, pero el Monumento a la Marina de Castilla se alcazaba sobre
una alta montaña y por tanto, no fue necesario un alarde de ingeniería para desarrollar
un gran edificio en altura.
Hubo unos años, que al edificio
se le había realizado labores de limpieza, mantenimiento e instalación de la
Cámara Oscura, para potenciarlo turísticamente. De esta gestión estaba Cantur.
Fue construido en 1968, bajo el
diseño del arquitecto Angel Hernández Morales y del ingeniero de caminos José
Calavera Ruiz, también autores del Teleférico de Fuente Dé.
Ha habido periodos que el
edificio se ha encontrado en abandono y si ninguna gestión por parte de los
gestores públicos.
En el año 2007, se instaló en el
monumento una "cámara oscura" de 23 metros cuadrados con capacidad
para 58 personas, reabriéndose un restaurante. La inauguración fue el 19 de
mayo del 2007.
Después había quedado como Centro
de Interpretación de la Geografía y Historia de Cantabria.
Desde hace muchos años, se
encuentra sin uso, tras haberse utilizado como torre de telecomunicaciones,
estación repetidora de RTVE, Museo Naval, Restaurante y Cámara Oscura.
El Monumento se encuentra en un
lugar privilegiado ubicado en Peña Cabarga y en un espacio natural de enorme
valor ambiental.
La situación es perfecta para
contemplar perspectivas visuales magnificas, llegando a divisar a lo lejos la
Bahía de Santander.
Para muchos vecinos de Astillero,
subir a Peña Cabarga o Pico Yen, era un gustazo, donde tienen las mejores
vistas de su pueblo.
Además, es un sitio privilegiado
para hacer fotos espectaculares
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