El 29 de junio de 1931, desde
Londres, comunicaban la explosión de una caldereta del buque "Emilia S. de
Pérez", con el resultado de dos muertos y cinco heridos, todos tripulantes
montañeses.
A bordo del vapor español, de
3.997 toneladas de la matricula de Santander "Emilia S. de Pérez"
surto en el puerto de Hartlepool, explotó la caldereta, causando la muerte de
dos tripulantes y siete heridos graves.
La noticia de la explosión
ocurrida en el vapor santanderino, se recibió en la Casa consignataria.
El despacho del capitán del buque
dio cuenta de la explosión de la caldereta que produjo la muerte del segundo
maquinista, don Ramón López y la del fogonero, don Emilio Vidal.
Resultaron heridos a consecuencia
del accidente, don José Díez, mayordomo; don Emilio Torregrosa, cocinero; don
Alfredo Sanz, camarero; don Elias Cillero, palero; y don Benito Crespo,
fogonero. También resulto herido uno de los guardias ingleses de servicio en la
zona marítima.
Todos los tripulantes eran de
Santander, y habían embarcado por primera vez en el "Emilia S. de
Pérez".
Desde Hartlerpool, volvieron a
comunicar que las dos personas fallecidas, eran el segundo maquinista y un
engrasador.
Por la tarde, había fallecido en
el Hospital, el herido José Díez, de Astillero.
El 1 de julio de 1931, se había
recibido la nota de la explosión del buque "Emilia S. de Pérez", en
el puerto de Hartlepool.
El capitán del buque envió dos
despachos telegráficos, en uno de los cuales decía que la explosión había
causado averías de importancia en el barco, destruyendo la cocina, el guarda
calor y los callejones y también la chimenea con daños importantes.
En el otro, daba cuenta del
fallecimiento de unos de los heridos, el mayordomo Cayetano José Díez, soltero
y natural de Astillero.
Otro nuevo telegrama recibido,
anunciaba que el tripulante Angel Sanz, camarero, y el carabinero inglés se
encontraban en estado muy grave y que el resto de los heridos seguían
mejorando.
Estas noticias publicadas en
prensa, acerca del accidente gravísimo ocurrido a bordo del vapor-buque
"Emilia S. de Pérez" había causado en el pueblo de Astillero, gran
impresión y mucha tristeza por confirmarse los fallecimientos de tres
convecinos.
En el buque navegaban por primera
vez don José Díez Toca, mayordomo del barco, fallecido a consecuencia de las
graves lesiones sufridas, y el camarero Alfredo Sanz, ambos de Astillero.
El 2 de julio, se confirmaba que
el camarero, Alfredo Sanz, que había resultado gravemente herido en el
accidente ocurrido en el vapor "Emilia S. de Pérez", había fallecido
tras grandes sufrimientos. Esta noticia se había recibido con honda emoción.
En poco días, el pueblo, se ha
encontrado con la muerte trágica de tres de sus vecinos.
Este barco había sido botado en
los astilleros Gourlay Bross, de Dundee, el 3 de abril de 1893, para la compañía
R.A. Mudie and Sons con el nombre de MATIN.
Su armador original lo había
dedicado al tráfico con la colonia de la India, donde desarrollo efectivamente
su trabajo hasta su compra, por la Naviera de Angel Pérez, el 22 de febrero de
1913, por un valor de 15.990 libras, recepcionandolo en el puerto de Newcastle.
Su característica eran: Eslora
entre perpendiculares: 110,64 metros; manga 13,65 metros; puntal 8,02 metros;
3.838 toneladas de registro bruto en origen, que tras las transformaciones a
que se sometió en una reparación en los talleres de Cádiz, en 1920. en el que
se le instala un puente de mando cerrado, se le suprime una bonita pasarela de
conexión desde la superestructura central al castillo de proa y se le cambian
los palos, pasando a ser de 3.997 toneladas; 5.379 toneladas de peso muerto;
una máquina de triple expansión para un solo eje.
Su vida operacional estuvo
salpicada de incidentes.
En el mes de junio de 1931, el
EMILIA S. DE PEREZ, al mando del capitán don Carlos Ferrer, realiza un viaje al
Mar del Norte con piritas de Huelva, con el retorno de carbones a puertos
italianos. En este viaje, estando el día 29 de junio en West Hartlepool,
explotó su caldereta. El buque sufrió importantes averías en toda la estructura
central, superestructuras y chimenea.
El 14 de agosto se vendió in situ
para su desguace y su final corrió a cargo de la famosa empresa Hugthes
Belckow, en su tradicional factoría desguazadora de Battleship Warf.
Triste final para este bonito
vapor de ajetreada vida salpicada de incidentes.
La prensa inglesa publicó la noticia de esta explosión;
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