Antes de
octubre de 1896, la compañía The Orconera Iron Ore Company Limited, había
adquirido las minas que venía explotando don Jose Mac Lennan, además de los
inmuebles utilizado para oficinas, almacenes y viviendas que el señor Lennan había
construido para sus empleados.
Como también
terrenos a la lado de la carretera, de propiedad de don Dámaso Oria y doña
Marcelina Cedrún.
Por
diciembre de 1897, la Orconera Iron Ore, se dirigía a los contratistas solicitándoles
proposiciones para la construcción de dos manzanas de casas para obreros y de
una casa-chalet.
Los planos y
las condiciones se hallaban expuestos en la oficina que poseía la Compañía en
Solía.
Sobre esos
terrenos, la Compañía Orconera, construyó dos edificios de viviendas para
empleados, uno de dos alturas con dos viviendas por planta en el terreno de
Dámaso Oria y otro de tres alturas y dos viviendas por planta en el terreno de
Marcelina Cedrún.
A este
último edificio en el año 1935, se le añadió un anexo con dos alturas y dos
viviendas por planta que pasaría a ser utilizado como Casa Cuartel de la
Guardia Civil.
Sobre el
resto de la finca se construyeron dos chalet, para residencia de los ingenieros
de la compañía.
En el año
1950, Orconera Iron Ore, formalizó con cinco empleados de su oficina de
Astillero, para la construcción de cinco chalet, en terreno de su propiedad,
ubicados cerca del depósito de minerales del embarcadero de la ría.
El acuerdo
de la Compañía con estos empleados, no solamente era facilitarles el terreno,
sino la piedra para la mampostería que se bajaba de las minas y hizo cargo de
los gastos de construcción, que posteriormente repercutió en ellos, con cuotas
mensuales.
En el año
1954, comenzaron las obras. Constaba de planta baja o sótano de 76 metros
cuadrados y planta superior de 79 metros que correspondía a la vivienda a la
que se accedía por una escalera exterior adosada a la fachada lateral norte.
En los años
60, la compañía Orconera Iron Ore, inicio un gran proyecto para la construcción
de varios grupos de viviendas.
Los lugares
donde tenían previsto construir fueron: en Solía, entre Liaño y Guarnizo y en
Astillero, junto a los cinco chalet ya anteriormente construidos.
La empresa
constructora prevista era Hermanos de la Hoz, de San Salvador. Paralelamente de
construiría un edificio de cuatro viviendas, en Astillero.
En la tarde
del 26 de abril de 1963, inauguraron en el pueblo de Solía (Ayuntamiento de
Villaescusa) y Astillero, el acto de
bendición y entrega de un total de 32 viviendas construidas por Orconera Iron
Ore, C.L. enclavadas en un maravilloso paraje del primer pueblo, 28 de ellas,
las cuatro restantes en Astillero.
Completó el
acto inaugural la entrega de pensiones complementarias de jubilación creadas
por la misma empresa para su personal obrero y empleado, al objeto de ayudar a
sus trabajadores cesantes por razones de edad, jubilación...
Dio
prestancia a la jornada inaugural de varias personalidades provinciales y
locales, entre ellas, el delegado de Trabajo, don Vicente Diego Bedia; el
ingeniero jefe del Distrito Minero, don Miguel Gómez Ortiz, y el director de la
Mutualidad de Minas Metálicas, don Vicente Herrera Díez.
Asimismo
hicieron acto de presencia el arquitecto de las obras, don Javier G. Riancho;
aparejador, don Angel Vega Lloreda; contratista señor De la Hoz; alcalde de Villaescusa y Astillero, don
Higinio del Rio y Alberto Manchado; curas párrocos de ambos pueblos, don
Francisco Martinez y Eduardo Rábago; don Nemesio Mercapide; el capitán de la
Guardia Civil, don José Fernández del Rio; comandantes de sus puestos de
Villaescusa y Astillero, señores Herrería y Centeno.
Todas ellas
fueron recibidas por el subdirector gerente de la empresa, don Emilio de Ybarra
y Churruca; ingeniero director técnico, don Ramón Urquiri Martinez; abogados
asesores, don José Miguel Emaldi y don Agustín Bocanegra; jefe administrativo,
don Patricio Ayllón Martinez; médico, don Enrique Jimenez, así como el
arquitecto de la obra, don Javier G. de Riancho y el aparejador, don Angel Vega
Lloreda.
Una vez que
las autoridades accedieron a la barriada y fueron cumplimentadas por el alto
personal de Orconera, al frente del cual se encontraba el subdirector de la
misma señor Ibarra, procedieron a recorrer las viviendas, parándose a observar
detenidamente la magnífica construcción y distribución de las mismas, con
grandes elogios para cuantos de forma directa o indirecta han intervenido en la
construcción de estos hogares.
Estas
viviendas dotadas de cocina-comedor, tres dormitorios, aseo y solana, además de
sus correspondientes gallineros anejos, venían a solucionar una gran parte del
problema que los obreros y empleados de la Orconera venían sufriendo,
cumpliendo en ello con una encomiable labor social.
A
continuación el delegado provincial de Trabajo hizo entrega los títulos de
inquilino y llave a los beneficiados de estas viviendas, y también al personal
jubilado para recibir las pensiones asignadas.
Estos
obreros beneficiados a las viviendas son:
Romulado
Loricera; Manuel Regalado Cotero; Jesús Pernia Pérez; Juan A. Peña Velasco;
Pedro San José Sánchez; Felipe González Cuetara; Justo Ortega Iglesias; Adolfo
Cayón Castanedo; Amador Callirgos Carrera; Timoteo Rodriguez Carpintero:
Neftali Sainz López; Mario Fernández Gutierrez; Manuel Gutierrez Muñoz; Sixto
Ruiz Pereda; José Terán Montes; Claudio F. Montes Cavadilla; Saturno González
Herrera; Miguel A. Banco Hernando; Antolín Yebra Martinez; David López Campero;
Pedro Gómez Sainz; Luis Torices Pomar; José Manuel Ortiz Reigadas; Manuel
Martinez Valles; Manuel Preciado Sala; Antonino Montes González.
Los
beneficiados a las pensiones:
Romualdo
Campo Gómez: Julio Aspiazu Liaño; Pablo González Argueso; Atanasio Ansorena
Artiñano; Ramón Cruz López; Emilio Peña Fernández; Francisco Castanedo Fox;
Saturnino Cotero Lavín; Felipe Liaño Gato; Benito Garcia Escalada; Baldomero
Velasco López; Daniel Agudo Cobo; Marcelino Garcia Antón; Eduardo Montes
Echevarría.
Inmediatamente
después el jurado de empresa, señor Corrales, en representación de sus
compañeros, pronunció un discurso de agradecimiento a cuantos tomaron parte en
las tareas laborales de la empresa y haciendo votos para la prosperidad de la
misma
A
continuación pronunció unas palabras el subdirector gerente, don Emilio de
Ybarra, felicitando a todos los que hicieron presencia en el acto y a las
autoridades invitadas.
Se refirió
después de que su deseo era el poder reunirse cuantas veces pudiese, entre
todos los que integraban la gran familia de Orconera. Además de la felicitación
dirigida a los que iban a habitar las viviendas y a los jubilados pensionistas.
El barrio de
Santa Bárbara instalado en un lugar denominado Las Marismas de Solía, está magníficamente
orientado y construido en siete grupos de cuatro viviendas con entrada
independiente, forma un grupo de veintiocho hogares, con todas las comodidades
y adelantos domésticos.
Ya en
Astillero, una vez bendecido el bloque de viviendas allí ubicado por don
Francisco Martinez, párroco de Astillero, como antes en Solía lo hiciera el
párroco de La Concha
Estas
viviendas formaba parte de un nuevo grupo de cuatro viviendas y que son
similares a los del Grupo Santa Barbara, sirviéndose después por la dirección
de la Empresa, un vino español.
En los
primeros meses de 1984, la Compañía Agruminsa, vendió estas viviendas a sus
inquilinos, formalizándose los actos ante el Notario que fue de Astillero, don
José Maria de Prada Díez.
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