sábado, 20 de agosto de 2022

ASTILLERO - ingenieros ingleses en Astillero - 5 septiembre de 1896

 



5 septiembre 1896


El 4 de septiembre de 1896, llegaron los ingenieros ingleses en el vapor "Ormuz" a Santander  y el consignatario Yllera puso el vapor "Bilbao" a disposición de ellos, para atracar en tierra.

Estos señores, vinieron con el objetivo de conocer las zonas mineras cercana a la Peña Cabarga.

El día 5 de septiembre de 1896, salieron los excursionistas ingleses en visita a las minas más próximas a la ciudad y concretamente las de la zona de Solía, San Salvador, Obregón y Reocin.

Se trasladaron a estos lugares, en trenes, bajándose en las estaciones más próximas.

Al paso del tren por las estaciones eran recibidos por mucha gente que saludaban afectuosamente a los excursionistas.

Al llegar a la estación del Astillero, estos vieron desde el tren los muelles de los señores Mac-Lennan, vistosamente engalanados con banderas, gallardetes, colgaduras y ramaje.

En lo alto de la montaña próxima a la estación,  un tren de mineral con las vagonetas y locomotoras muy adornadas a los invitados por los señores Mac-Lennan a la fiesta organizada en honor a los ingenieros ingleses.

Continuaron en el tren hasta la estación de Solares, donde también eran esperados por muchísima gente. Las casas inmediatas a la estación estaban completas y en la carretera, esperaban unos cuantos coches para los excursioncitas.

En la estación, un artístico arco de follaje, con letreros muy visibles en que se leía "Wel come".

Montaron los excursionistas en los carruajes y se encaminaron hasta la Fuente del Francés.

A las doce y media, el sonido de una campana avisaba a todos que era el momento del lunch y los invitados penetraron en los comedores del Hotel Suizo, donde se habían dispuesto cuatro largas mesas, y otras dos pequeñas, adornadas de flores, servidas con exquisito esmero y con los indispensables bouquet, muy primorosos, al lado de cada plato.

Se habían dispuesto cubiertos para noventa personas, pero hubo que aumentar el número de aquellos, pues los invitados que se reunieron pasaban de ciento. Las señoras ocupaban los sitios de preferencia; el número de las damas ascendía a sesenta y cinco, incluyendo en ellas distinguidas señoras y señoritas que habían ido de la ciudad en compañía de los excursionistas extranjeras.

En la presidencia de la mesa principal se sentó el profesor Roberts-Austen, teniendo a su derecha a lady Dale, esposa del Presidente del Instituto del Hierro y Acero.

A las tres y media, se tomaron nuevamente los coches, volviendo a la estación de Solares, desde donde se hizo el viaje de regreso por el ferrocarril de Bilbao a Santander.

 

Al regreso a Santander, los excursionistas se reunieron de nuevo para visitar las distintas minas que ellos tenían previsto.

Los expedicionarios se dividieron en cinco grupos, el Grupo E, correspondía a los de Solía.

 

El 5 de septiembre, desde las ocho y media de la mañana se hallaban ya en el muelle de las Corconeras todos los excursionistas y los que formaban la Sociedad inglesa del Hierro y del Acero, para visitar las minas de Solía, propiedad de los señores Mac-Lennan.

Este grupo de excursionistas, eligieron las minas de Solía y se desplazaron directamente a El Astillero.

Compuesto de cien individuos y con el Presidente de la sociedad se dirigieron, en Corconeras, al Astillero, donde eran esperados por el señor don José Mac Lennan.

Estos eran del Iron and Steel Institute.

Las dos Corconeras atracaron al costado del vapor ingles "Rennie", que se hallaba junto al embarcadero y desde dicho buque, por medio de una escalera de madera, pudieron hacerlo cómodamente el desembarque

Fueron recibidos por el señor Mac-Lennan, que se encontraba allí con otras personas esperando a los excursionistas.

La escalera de hierro de la machina se hallaba cubierta, al costado, por una colgadura con los colores nacionales, y en lo alto del muelle, a ambos costados, se veían gallardetes con iguales colores colocados en perchas.

A la terminación del embarcadero, próximo al sitio en que se hallaban los trenes esperando ya a la comisión visitadora, se había levantado un arco en el que se leía: "Bienvenidos 1896". Las letras se habían hecho con guirnaldas y flores colocadas, por el lado que miraba al mar, sobre los colores de la matricula de Santander, y por el otro, sobre los nacionales.

Cuando atracaron los dos vapores que conducían a los expedicionarios, se dispararon muchas bombas y cohetes.

La comisión se dividió en tres grupos, que fueron colocándose en los improvisados coches, que consistían en vagonetas de las destinadas al transporte de mineral, convenientemente pintadas y con asientos de madera.

Los trenes salieron en intervalos y eran conducidos por las maquinas "Astillero", "Dora" y "Pamanes", que se hallaban engalanadas con flores y laurel.

Durante el trayecto se dispararon multitud de voladores y al arrancar el tren, la sociedad de bandurrias y guitarras "La Ibérica", tocaron un bonito pasodoble, que lo agradecieron los excursionistas.

En El Astillero recibieron a los expedicionarios, el Alcalde, don Angel Díaz y varios concejales, en representación del Ayuntamiento y comisiones de algunas minas limítrofes, los directores de las dos fábricas de petróleo, Mr. Felisat y Mr. Alliot; don Casiano Arrarte, los médicos señores Salinas y Mora y algunas personas que acompañaron a los ingleses hasta Obregón.

A la llegada de los trenes a Solía, donde estaba la lavadera de la mina del señor Mac-Lennan, se dispararon muchos cohetes y se hicieron varias fotografías.

En todo el trayecto de Solía a Obregón, habían colocadas muchas banderas españolas e inglesas.

Los trenes recorrieron en 20 minutos la distancia de Astillero a la minas de Obregón.

Los expedicionarios reconocieron el mineral de los señores Mac Lennan, declarando que era de lo mejor que se producía en toda la costa cantábrica.

En esas minas trabajaban alrededor de 490 hombres; pero, según se manifestó el señor Mac-Lennan , dentro de dos meses, cuando se hiciera cargo de ellas la compañía Orconera, emplearía en el desarrollo de las mismas más de 3.000 hombres.

Después se prologó la visita de los ingleses, visitando los lavaderos.

Examinadas y admiradas las minas por los expedicionarios, cuya curiosidad respecto de ellas fueron satisfecha y elogiada por los señores Mac-Lennan (don J. y G.), regresaron en los mismos trenes, que hicieron alto en los lavaderos de mineral, a los cuales subieron la mayor parte de los que componían la comisión.

A todos les llamó la atención lo bien establecidos que se hallaban y las máquinas que en él funcionaban, de sistema moderno, llamando la atención el gran motor de 250 caballos de fuerza, que ponía en movimiento los seis tambores lavadores y el resto de los aparatos.

Terminándose con un servido lunch, colocado en un magnifico pabellón construido expresamente.

El menú fue el siguiente;

  • Preparado de galantina trufada
  • Merluza a la mayonesa
  • Jamón en dulce al madeira
  • Pollos asados a la jardinera.
  • Roastbeeff.
  • Postres - Quesos: Holanda y Reinosa.
  • Pasteles y frutas.
  • Café y té.
  • Vinos - The Queen, Nava, Stfani y Jérez.
  • Tintos - Rioja, Clareta, Rioja Alta y Stefani.
  • Campagne - Ayala: Viuda Ciicquot.
  • Licores - Whisky, Martel, Cartreuse.

Terminado el lunch, la orquesta "Laudicore" volvió a tocar el himno inglés, como despedida del magnífico día concurrido.

 

Al regresar al Astillero, los excursionistas, les fueron arrojados al tren algunos ramos de flores por varias jóvenes que se encontraban en el trayecto.

 

Y a las cinco y media todos los visitantes regresaron a Santander. que a bordo del remolcador "Bilbao" regresaron al "Ormuz" para volver a su pais.

La despedida fue cariñosísima y entusiasta.

 









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