El 22 de mayo de 1934, se celebró el
homenaje en honor al director de la Coral Astillero-Guarnizo.
Con el teatro lleno de público se
levantó el telón, y la presencia de la Coral, fue acogida con muchísimos
aplausos, que se prologaron al saludar su director, don Jesús Soto, a quien se
le tributaba la primera expresión de cariño.
Las ovaciones se repitieron estruendosas
y prolongadas, y dio comienzo el concierto que fue escuchado con total
silencio.
El coro de hombres cantó
"L'Empordá", primera obra aprendida por el orfeón; "Cantos
asturianos"; "Viva la Montaña"; y "Sirgadores del
Volga", que fueron interpretadas maravillosamente dichas obras.
El solista Manolo Sierra fue objeto de
una cariñosa ovación por lo bien que cantó el solo de "Cantos asturianos" y el niño
Titi Garcia, el benjamín de la coral, fue ovacionado cariñosamente por el
exquisito gusto en el solo de "Viva la Montaña".
Antes de empezar el concierto, el
concejal del Ayuntamiento de Santander, señor Campano, tras breves y sentidas
frases de admiración a la Coral y a su director, hizo entrega al presidente de
los diplomas correspondientes a los dos premios ganados en el concurso
celebrado en la capital en el mes de septiembre último.
La segunda parte del concierto corrió a
cargo de la notable agrupación artística Coro Parayas, que interpretó
admirablemente "Mozuca en la romería", "De ronda" y
"Cantos del pueblo".
Un grupo de danzantes, todos niños,
sobresalió en el auditorio, quienes fueron premiados con efusivos aplausos.
A continuación volvió aparecer en el
escenario la Coral y el grupo de niños de las clases de solfeo, y el presidente
hicieron una breve reseña de la meritísima labor que con los escasos medios y
luchando con tantas dificultades, habían realizado, en tan largo periodo de tiempo,
el homenajeado, don Jesus Soto, y le hicieron entrega de un precioso álbum, con
las firmas de todos los coralistas, socios y muchos simpatizantes en cuya
primera hoja figuraba un notabilísimo trabajo hecho a pluma, y en diferentes
colores, obra del dibujante astillerense, Casto del Castillo, orfeonista de la
Coral, y una sentida dedicatoria en verso.
Fueron momentos de intensa emoción para
todos, pero singularmente para el homenajeado, que, visiblemente conmovido lo
recibió y no acertó a expresar su agradecimiento.
El público rompió el silencio con una de
esas ovaciones inenarrables y afectivas que pocas veces se había escuchado en
Astillero.
También los niños de la clase de solfeo
le hicieron regalos; el de un afecto sincero; una bonita corbata, dos preciosos
pañuelos de crespón y un artístico estuche con caramelos.
Las señoritas de la Coral le hicieron
objeto de su adhesión cariñosa con la entrega de un hermoso ramo de flores.
Seguidamente actuó de nuevo la Coral,
con el coro mixto, con absoluta seguridad y excelente disciplina, la batuta de
su director, interpretó "Les fulles seques" preciosa sardana, de
Morera, que la borda la Coral; "El chénguere", "Coonantibus
illis" y "La tarana", danza burgalesa, dos segundos premios del
concurso regional, cantadas ambas con "amore", con depurado gusto,
recreándose en la suerte y "Yo vi un día" interpretada de manera
insuperable.
Los aplausos se repitieron calurosos y
prolongados, singularmente en la interpretación de las dos obras del concurso
mencionado, y el amigo Sierra tuvo que salir a recibir las ovaciones que se le
tributaron, por el exquisito gusto con que cantó el solo de "El
chénguere".
Como final de la fiesta, la bella
señorita Mariuca Méndez, notable solista de la Coral santanderina, y el tenor
Bienvenido Martinez, entonaron de manera irreprochable la canción de las
flores, de "Luisa Fernanda". Les acompañó al piano la linda señorita
Conchita Vicente.
Fueron objeto de ovaciones delirantes y merecidísimas,
y se vieron precisados a repetir de nuevo la bella canción.
El público quedó sumamente complacido de
la grata fiesta y después de terminarla se organizó un animado baile, que duró
hasta bien avanzada la noche.
También concurrieron a la velada, varios
tripulantes del vapor "Habana", pertenecientes al Orfeón del
trasatlántico y un buen número de orfeonistas de La Coral de Santander, que
quisieron asociarse al homenaje tributado a su profesor y compañero don Jesús
Soto.
Queda por nombrar a los jovencitas
alumnas de la clase de solfeo de la Coral y que con tanto entusiasmo habían
participado en el homenaje a su maestro.
Son las siguientes:
Laura y Carmen Martinez; Dominica y
Rosita González; Baltasara Gómez; Josefina Llorente; Lilia Cavada; Elena Cortezón;
Maria Teresa Caballero; Carmen Arnuero; Maria Luisa de la Sota; Asunción Luque;
Pilar Espeso; Irene Navarro y Carmen Safont.
Todas ellas futuras coralistas del
Orfeón Astillero-Guarnizo.
Don Jesús Soto hizo público su gratitud
al pueblo astillerense, a sus queridos coralistas y a todos que directo o
indirecto le han testimoniado su adhesión con motivo del acto celebrado en su
homenaje y que lo tendría para siempre en su memoria.
Estuvo dirigiendo el Orfeón, desde el
año 1926 hasta 1934.
No hay comentarios:
Publicar un comentario