Iglesia de Muslera antigua
Iglesia de Muslera actual
La historia de esta Iglesia de
Nuestra Señora de Muslera data de 1068, pero su origen pudiese ser más antiguo,
pues existe al parecer documentación sobre el año 857, en que Ordoño I dona, en
su testamento, el Monasterio de Muslera al Obispado de Oviedo.
Sancho II de Castilla se lo
entregó al Monasterio de la Oca en 1068. Aquel santuario que sería cabeza del
arciprestazgo de su nombre, nucleó a la población de behetría de mar a mar.
En 1148, pasó del Obispado de
Oviedo al de Burgos.
En 1419, por Bula del Papa Martino,
este monasterio se incorporó al Monasterio de Jerónimos de Monte Corbán. La
anexión supuso un duro golpe para los habitantes de Guarnizo, pues además del
pago de diezmos suponía la pérdida de derechos, como el del nombramiento de
clérigo para el templo o la posibilidad de que el Abad de Córban pudiera
visitar la Iglesia sin previo aviso.
En el año 1413, en Bula del Papa
Eugenio IV del 1 de septiembre de 1431, manda al Abad de San Salvador de Oña le
ponga en posesión del Monasterio del Monte Corbán, pues el antipapa Pedro de
Luna se lo había concedido al Monasterio de Santa Marina de Don Ponce.
El 10 de julio de 1435, se dio
posesión del Monasterio de Muslera al Monasterio de Monte Corbán.
Alrededor de este centro de fe se
fue organizando el poblamiento de toda la zona, que daría origen al actual
pueblo de Guarnizo. Durante los primeros siglos de su existencia la Iglesia
ejerció una gran influencia sobre tierras y habitantes, que tendrán en la
agricultura y en actividades relacionadas con el mar sus medios de vida.
La devoción de la Virgen de
Muslera es muy antigua y se hallaba difundida entre los marineros y pescadores
habitantes en los pueblos de las riberas de la Ría de Solía, celebrando todos
con gran devoción y afluencia la fiesta que como costumbre venia celebrándose
el 15 de agosto. Dicho día se veían bajar por las aguas de la ría numerosas
embarcaciones marineras engalanadas que llevaban tripulantes y peregrinos hasta
el santuario.
Con el establecimiento del Real
Astillero de Guarnizo el estado de las cosas se alteró sustancialmente;
llegaron gentes de otras regiones, irrumpieron con fuerza nuevas actividades
económicas. Pero la imagen de Nuestra Señora de Muslera siguió siendo el eje
espiritual de la comarca; ya no sólo presidia las vidas de campesinos y
pescadores, sino que eran muchos los carpinteros de ribera, soldados y marinos
quienes se encomendaban a la Virgen.
En el siglo XVI se documenta el
arzobispo de Muslera con jurisdicción sobre treinta núcleos de población.
En el edificio se aprecia
diversas fases de construcción. El Monasterio de Corbán aprovecho la estructura
preexistente, ampliándola. En la remozada Iglesia aparece por doquier la rueda
de Santa Catalina, símbolo de los nuevos dueños Jerónimos. Se emplea entonces
un estilo gótico tardío aún en boga, y en los capiteles aparecen figurar con
rasgos todavía más marcados.
A finales del siglo XVII, el
aumento de fieles que trae consigo la gran actividad del astillero obliga a
ampliar la Iglesia y con el transcurrir del tiempo se irían añadiendo nuevas
estructuras relacionadas con el culto. También en esa época se levanto, anejas
al templo, las viviendas donde residirían los sucesivos directores del astillo.
En 1948 se reutiliza para
albergar el Museo Naval del Real Astillero de Guarnizo, inaugurado el 22 de
agosto.
(fuente: Rincones de nuestra
historia (El Astillero-Guarnizo)
La iglesia de Nuestra Señora de
Muslera se construyó a principios del siglo XV, siendo por obra de los
Jerónimos de Monte Corbán, construida, o mejor dicho, ampliada antes la
presencia de feligreses. Primero, su construcción corrió a cargo de los
vecinos, con subvenciones a cargo del Estado y a "escote" entre
ellos.
Durante la Edad Media se dice que
hubo dos monasterios con el nombre de Muslera, uno a cada lado de la ría de
Solía: el de Guarnizo, que en aquellas fechas se denominaba de Nuestra Señora
Santa María de Sobelías, y el de Pontejos, conocido como de Nuestra Señora de
Muslera.
Gracias a un documento fechado el
7 de febrero de 1552, existe constancia que originalmente la imagen de la
Virgen de Muslera estuvo en el santuario de Pontejos.
En el siglo XV tuvo lugar un
importante cambio para la iglesia de Muslera como consecuencia de la
reorganización eclesiástica que se produjo en toda la región, lo que trajo
consigo la consolidación del monasterio de Santa Catalina de Monte Corbán como
un gran centro de poder gracias a las numerosas donaciones de las que fue
objeto. Una de esas donaciones, fue el santuario de Muslera.
Fruto de esa anexión fue la remodelación
del primitivo edificio. La presencia en el muro exterior de la capilla mayor de
dos aparejos diferentes (sillería en el cuerpo bajo y mampostería en el
superior) y llevaría a considerar que el primer santuario llegaba a la altura
del capitel que aún se aprecia en el muro meridional. La intervención que llevo
a cabo en el edificio en el siglo XV tendría como cometido dar mayor altura al
presbiterio, con el fin de cubrirlo con la bóveda de crucería octopartita que
presenta en la actualidad, al tiempo que se construiría la actual sacristía.
En 1675, el templo ya contaba con
una nave, en ese año se ordenó demoler las paredes del santuario que iban desde
la capilla mayor hasta la espadaña. Esta obra (encomendada a Francisco de la
Cavada Vedia y a Simón de Estanillo, vecinos de Pontejos y Elechas,
respectivamente) supuso la remodelación a la primitiva nave y la construcción
de la que conocemos en la actualidad.
En esta misma fecha, el retablo
ya estaba construido, pero posteriormente fue reformado en el siglo XIX.
Su estructura en tres calles,
flanqueadas por columnas de fuste liso y capitel compuesto, y se remata con un
ático coronado por un frontón semicircular, que alberga una copia de La Bien
Aparecida (hoy sustituida por la imagen de Jesucristo). En las calles laterales
se abren hornacinas con las imágenes de San José y la Virgen , sobre las que se
sitúan relieves de San Jerónimo y Santa Catalina, en clara alusión al
monasterio de Corbán. En la calle central se sitúa la Virgen de Muslera, obra
muy retocada, realizada posiblemente, en el siglo XV. Representa a la Virgen
sentada sobre un escaño, sosteniendo al Niño sobre su regazo.
En su parte antigua es gótica,
que comprende el presbiterio y el nudo o clave de la bóveda, pertenece a la
mitad del siglo XVIII, y alguna posible incrustación del siglo XVII, debido a
un posible desprendimiento.
Junto a ella vivían los monjes
que la servía y el general Gastañeta, encargado de la vigilancia y construcción
de los navíos, del Real Astillero de Guarnizo. De él dice la historia que los días
de temporal solía vigilar sus navíos desde lo alto de la iglesia.
Otros detalles de esta histórica
iglesia de Muslera, son los arcos que hacen las veces de soportes, separados
por tirantes, arrancan de capiteles, se apoyan en un haz y un fuste, los unos
del siglo XVII y los otros del XVIII, siendo los segundos más grandes.
Al hacerse cargo los jerónimos
del Monasterio de Corbán, estos, reformaron el templo; se elevó la altura y se
cubrió con una bóveda de crucería de ocho nervios, apoyados en capiteles. Los
dos capiteles más cercanos al arco triunfaltienen relieves que representan a
dos figuras sosteniendo un escudo de la Orden de los Jerónimos, un león
rampante coronado con un sombrero clerical, y en el resto de capiteles con
relieves está representada Santa Catalina, vestida de princesa y aparece con la
rueda dentada como instrumento de su martirio.
Con posterioridad, al siglo XVII,
se le añadió el actual cuerpo central, debido al aumento de habitantes que se
produjo con la creación del Real Astillero de Guarnizo y su posterior
consolidación a mediados del siglo XVII. A finales del siglo XX, fue restaurada
y ampliada.
En el siglo XVII se instaló el
retablo mayor, que fue reformado en el siglo XIX, período del que procede su
actual policromía, y que se estructura en un ático coronado por un frontón
semicircular bajo el que se disponen tres calles flanqueadas por columnas de
fuste liso y capitel compuesto, la hornacina del ático está ocupada por una
copia de la Virgen de la Bien Aparecida. En la calle central hay una imagen
gótica de madera policromada de Nuestra Señora de Muslera de la Baja Edad Media
y en las calles laterales se encuentran una imagen de San José y otra de la Virgen
Maria, sobre las que se sitúan relieves de Santa Catalina, en alusión al
monasterio de Corbán, y de San Jerónimo, representado semidesnudo y acompañado
de sus atributos: un león, un libro, una calavera y un sombrero.
La imagen de Nuestra Señora de Muslera ha sufrido
varios retoques, se le quitó el Niño que estaba sentado sobre su regazo para
poder vestir la imagen con mantos y la cabeza fue retocada para ponerla una
peluca y añadirla un vástago con el fin de poder poner una corona.
La representación tuvo en su
origen una gran devoción, sobre todo en habitantes del Valle de Camargo y de
Villaescusa, aparte de los habitantes de El Astillero, aunque ha sido perdiendo
fieles a medida que se establecían personas de otras localidades en estos
municipios. Antiguamente los habitantes de Villaescusa llegaban al santuario
cruzando la ría de Solía en barcos adornados con motivos florales para celebrar
la festividad del 15 de agosto.
La imagen se le atribuye haber
aparecido en una red de pescadores que la trasladaron al santuario de Pontejos.
Testimonios de la época afirman que la imagen se pasó por milagro a Guarnizo
cuando fue testigo del pecado cometido por una monja, que se encargaba de la
ermita, al haber tenido relaciones sexuales con un hombre llamado Perión,
también se la atribuyen curaciones y milagros, como en 1678, cuando se puso a
la Virgen en la popa de un navío que no podía botarse y la embarcación se
deslizó sin haber gente en el barco.
Adosado al ábside de la iglesia,
se encontraba la Residencia de los intendentes del Real Astillero de Guarnizo.
Es un edificio de planta cuadrangular y que fue construido a finales del siglo
XVII, en su origen se dividía en dos cuerpos con dos plantas rematados con
pirámides con bolas, el edificio sufrió una ampliación a mediados del siglo
XVIII y se añadió un tercer cuerpo adosado e idéntico al primero. El cuerpo
central se encuentra adelantado y rematado por un frontón triangular partido,
los vanos presentan una decoración con marcos en orejera.
En 1948 la Diputación Provincial
de Santander, inauguró el Museo del Real Astillero de Guarnizo a petición del
Centro de Estudios Montañeses en la residencia de los intendentes que cerró en
1968. Actualmente es un albergue de peregrinos del Camino de Santiago.
En 1992 se realizó una excavación
de urgencia en la iglesia, motivada por las obras de restauración que se estaba
realizando, acometidas por el Ayuntamiento de Astillero. Se actuó durante la
excavación principalmente en el ábside y, más secundariamente, en la nave
central y en la "Casa de la Campanera". En el ábside se documentaron
cuatro fases estratigráficas de enterramientos, las dos primeras corresponden
al conjunto de los siglos medievales, pudiendo remontarse las fosas excavadas
de la fase I a la mención más antigua del templo en el siglo IX.
A principio del 2014, con la
colaboración del Ayuntamiento y la parroquia, se llevó a cabo diversas obras en
el presbiterio del templo que incluía la restauración del retablo existente.
El retablo cuya antigüedad sea
del siglo XVII, aunque seguramente sea anterior, siendo su autor desconocido.
La restauración realizada por la experta encargada de la rehabilitación, Lydia
Quevedo, de la empresa Grap, S.L, se centró en la retirada de la base piedra
sobre la que se asienta el mural, que estaba hecho a base de madera de nogal, y
su posterior reconstrucción, así como en el saneamiento de la pared que lo
soporta.
Lo mismo en la recuperación de su
policromía original, cuya existencia se había constado tras retirar las capas
de barniz que presentaba y que ocultaban, así como el colorido original.
Asimismo, en el transcurso de las labores de restauración, se detectaron la
existencia en las hornacinas del retablo de ángeles pintados en diversos
colores y que apenas eran visibles por los barnices que los cubrían,
oscurecimiento que ha sido agravado por la oxidación a la que estaban expuestos
desde hace siglos.
Asimismo y tras realizar algunas
pruebas en las columnas que delimitaban el retablo, se descubrieron algunas
pruebas en las columnas que delimitaban el retablo, descubriendo que la capa
lisa que las cubría tapaba su forma estriada original y tras las tareas se podrán
ver de la misma manera en que fueron concebidas.
Hoy el retablo, le podemos
considerar como una "joya" artística y religiosa.
La parroquia de Muslera, ha
sufrido desde su construcción distintas restauraciones en beneficio de los
muchos fieles que acuden a esta iglesia.
La estructura exterior del
santuario de Muslera ha quedado parcialmente encubierta por la última
reconstrucción a la que había sido sometida, fruto de la cual son las
dependencias que lo rodean en la zona de los pies. A ello se añade el hecho de
que tanto su cabecera como el muro Norte están rodeados por la casa donde
vivieron los regidores de los Reales Astilleros.
Aún se pueden apreciarse ciertos
elementos de la fábrica original, como la espadaña de dos troneras que se alza
a los pies, realizada en sillería, material empleado para el único contrafuerte
que presenta la cabecera, así como para las esquinas y vanos, en contraste con
la mampostería utilizada en resto del edificio.
Uno de los sacerdotes querido y
que es parte de la historia de esta iglesia, fue don Cándido Rodriguez
Fernández (fallecido el 27 febrero del 2014)
Don Cándido
Y esta es la efemérides histórica
de la iglesia.
Para mí, es la iglesia preferida,
la tengo gran devoción, por muchos motivos y con muchos recuerdos.
Hoja casamiento año 1943