viernes, 23 de febrero de 2024

ASTILLERO El sensacional folletín del Astillero - agosto 1929.

 



Uno de los casos que más llamó la atención a la prensa y que se publicó en distintas páginas nacionales, fue el conocido "folletín del Astillero".

En el pueblo del Astillero, se descubrió un embrollo, en donde un individuo que vivía y trabajaba en el pueblo, averiguaron de pronto que él no se casó nunca y que figuraba como casado desde hacía seis años y que la mujer que oficialmente pasaba como su esposa y que llevaba su nombre, no le había visto nunca.

Además de la Voz de Cantabria y los periódicos como el Heraldo de Madrid, el Liberal, La Voz de Aragón, El Nordoeste, de Gijón, El Carbayón de Oviedo, El Diario Palentino, Diario Regional de Valladolid  y otros más, dedicaron páginas sobre este asunto tan folletinesco.

"Vida y andanzas de Arcadio Bou, el aventurero que se volvió a casar suplantando la personalidad de un ex-teniente de Artillería"

El verdadero ex teniente de Artillería, que trabajaba en los talleres de calderería de los Talleres del Astillero, recibió la confidencia de que un sujeto que se hacía pasar por él, se había casado en Valladolid.

Y entonces hizo aparición en la vida de doña Elena Maria Petra Muñoz, su verdadera esposa, el auténtico José Antonio Montoro Martinez.

Este obrero de calderería de los talleres, tuvo que formalizar a reclamación legal a que tenía derecho ante el caso que acababa de descubrir de usurpación de su personalidad por un desconocido que había contraído matrimonio en Valladolid, utilizando su documentación.

El final, fue que el verdadero José Antonio Montoro Martinez, terminó en la cárcel por estafador y el falso, Arcadio Bou, huido.

 






















viernes, 16 de febrero de 2024

ASTILLERO inicio de las lanchas (1848-1919)

 










La célebre barca de Pontejos que venía cubriendo una amplia gama de servicios: laborales, turísticos, etc. desde época inmemorial, por lo menos desde que el Marqués de la Ensenada ordenó a D. Jacinto Navarrete, director del Astillero, en escrito de fecha 29 de enero de 1748, que la utilidad que produjese la barca de Pontejos, se distribuyese entre Pontejos y el Astillero de Guarnizo; y añadía el escrito ".... y también quiere Su Majestad que el lucro que corresponda al Astillero, se aplique a los gastos de la Iglesia de aquel pueblo, pues de este modo cesarán las disputas suscitadas por uno y otro vecindario, sobre la pretensión del primero..."

Esta orden estuvo vigente durante muchísimo tiempo.

(Nemesio Mercapide - Crónica de Astillero-Guarnizo)

 

El servicio de la barca a Pontejos, data de hace más de doscientos años.

Era un medio de transporte entre las dos localidades vecinas., Astillero y Pontejos y suponía el único desplazamiento más corto que existía para ellas.

Aunque también suponía un inconveniente cuando la ría soplaba su enemigo, el viento Sur, que por esas épocas era huracanado en ocasiones y las dificultades eran grandes para atravesar desde el muelle a la otra orilla de la ría.

No era solamente desplazarse a Pontejos, pues existía otro servicio de lanchas para desplazarse a la bahia.

 

Por mayo de 1848, se anunciaba al público del viaje de Las Lanchas del Astillero:

De Santander al Astillero, a las 6 de la mañana, a las 12 del día y a las 2 de la tarde.
Del Astillero a Santander, a las 7 y 9 de la mañana y a las 5 de la tarde.


 

Por mayo de 1849, existía los mismos horarios de pasajes. Pero se amplió con el muelle a Pontejos.

 

En 1852, la empresa de vapores de la bahía, deseaba continuar con los viajes a la población vecina del Astillero, con precios reducidos de dos cuartos para los pasajeros de proa en los día de labor y cuatro cuartos en los días feriados, sosteniendo el precio de dos reales para los pasajeros de cámara de popa.

En los días de fiesta había a bordo del vapor una mesa bien servida con viandas fritas, frutas, etc.

 

  • La salida desde Santander, a las 7 y 10 de la mañana y a las 2,30 de la tarde.
  • Desde Astillero a Santander. A las 8,30 y 11 de la mañana, a las 4,30 de la tarde.
  • En los días de fiesta, había dos salidas por la tarde.
  • Salida desde Santander, a la 1,30 y 3,30 de la tarde.
  • Salida desde Astillero.  A las 2,30 y 5 de la tarde.

 

No se permitía subir sobre los tambores o puente. La carga debía bajarse a la cámara y en los días de mucha concurrencia se recomendaba a los pasajeros se sentasen en la cámara para evitar balances e incomodidad general.

 

Por 1919, se mantenía el servicio de barca a Pontejos, con los precios de 0,60 y 0,15.

En esas fechas, se desplazaba la juventud de Astillero al baile en Pontejos, donde existía un amplio local construido a la orilla, donde se divisaba un magnífico panorama, el cual era, por sí sólo, un atractivo para disfrutar de unas horas de recreo.

Han sido muchos los años despues que ha existido este servicio de barcas para desplazarse entre los dos pueblos.

 

http://astillero-guarnizo.blogspot.com/2018/07/servicio-de-barcas-astillero-pontejos.html















jueves, 8 de febrero de 2024

ASTILLERO velada a beneficio del Asilo San José.

 




El miércoles día 13 de mayo de 1925, el escenario del Teatro-Cine estaba artísticamente adornada con flores de diversos colores y presentaba un aspecto encantador.

Había sido vestido y amueblado con exquisito gusto por las simpáticas "artistas de la compañía de aficionados" y por ello, recibieron unánimes elogios.

La bonita comedia de Muñoz Seca, "El conflicto de Mercedes", tuvo una interpretación acertadísima por parte de todos los aficionados. La simpatiquísima Regina Erasun, en su papel de Mercedes, se reveló, una vez más, como una verdadera dama joven, ingenua, juguetona, a la par que sentimental y apasionada; una verdadera actriz que podría quitar moños a muchas que andan por esos escenarios.

La señorita Elvira Pardo, interpretando el personaje de Julia, la madre amantísima de Mercedes, dispuesta a sacrificar el cariño inmenso que profesa al elegido por su corazón en aras del amor maternal, estuvo sencillamente admirable, diciendo y sintiendo su papel como una profesional, a pesar de ser la primera vez que pisaba un escenario.

No menos digna de elogio, fue la interpretación del personaje de Romana, la doncella enamoradiza "canaria" y sabihonda por parte de la señorita Vicenta Asenjo, que, con su gracejo natural, dió gran relieve a su papel e hizo reír estrepitosamente a la concurrencia, que premio su labor con ruidosos aplausos, aplausos que también se prodigaron a las señoritas Pardo y Erasun, por cierto bien merecido.

Los señores Tijero (T.), Ezquerra (J.L.) y Asenjo (S.) en sus respectivos papeles de Andrés, señor marqués y Ricardo, estuvieron hechos unos actorazos y cosecharon muchos aplausos.

En uno de los entreactos se precedió a la rifa de un hermosos cubretiestos de plata, donado por nuestro convecino don Casimiro Tijero y de un precioso estuche de esencias y jabones, de la fábrica "Rosario", regalo del dueño de aquella señor Gutiérrez Calderón, cuyos productos vinieron a engrosar los ingresos de taquilla.

Del reparto de papeletas estuvieron encargadas las niñas de Tijero, Blanco, Casanova, Ezquerra y Jimenez, que recaudaron un buen puñado de pesetas. Las niñas Carmenchu Tijero, Conchita Ezquerra y Conchita Rozas, alumnas del Colegio San José, entregaron en nombre de los niños, preciosos ramos de flores a las bellas señoritas Regina, Vicente y Elvira.

Al final de la velada, el orfeón Astillero-Guarnizo, cantó cuatro obras y fue objeto de calurosas ovaciones.

 

El jueves día 14, con numerosa concurrencia, se repitió la velada a las seis y media de la tarde, acudiendo bastantes familias de la buena sociedad de la capital y pueblos inmediatos.

La velada se celebró con sujeción al mismo programa del día anterior, con la actuación del Cuadro Artístico de aficionados y el Orfeón, quienes fueron objeto de grandes ovaciones.

El adorno y arreglo del escenario en ambas funciones se hizo bajo la dirección de la señora de Casanova, ingeniero éste de los talleres del Astillero.

También fueron dignos de elogio los señores, Rozas y Díaz, directores de escena, que en muy pocos ensayos  lograron que los aficionados se pusieran en condiciones de obtener un éxito artístico rotundo.

Las Hermanas que regentaban el Asilo de San José, se encargaron de dar las gracias más expresivas a cuantas entidades y personas contribuyeron en su labor artística y al mayor éxito de la obra de caridad iniciada por un grupo de señoritas y de jóvenes de la localidad.

 















jueves, 1 de febrero de 2024

UNION CLUB - Deportivo Naval - 23 noviembre 1931

 


Unión Club, de Astillero - año 1931


El Campeonato Regional de Segunda Categoría B, correspondiente a la temporada 1931-1932, participaron los equipos Unión Montañesa, Deportivo Torrelavega, Tetuán F.C., Deportivo Naval, Barreda Sport, Cultural de Guarnizo y Unión Club de Astillero.

El día 23 de noviembre de 1931, se jugó el encuentro entre el Unión Club y el Deportivo Naval, en los campos de Astillero, con el resultado de 1-2 a favor de los visitantes.

El partido dio comienzo a las tres de la tarde y arbitrado por el colegiado señor Celestino Rodriguez, acompañado por los jueces de línea, señores Rivero y Arce. Delegado federativo, señor Simón (F).

De este encuentro, tuvo un enlace triste por los acontecimientos que se produjeron y más en lo deportivo, al sufrir los astillerense una derrota inmerecida.

Todo por la injusticia del árbitro, señor Celestino Rodriguez, al dejar sin señalizar tres penaltis a favor de los locales y con el consiguiente, de que el publico exteriorizó ruidosamente su protesta y no ocurrió algo más grave, en parte, por la conducta de una mayoría de aficionados que asistieron al encuentro.

En lo deportivo, hubo que reconocer que el Naval jugó mucho mejor en la primera parte, consiguiendo su primer gol.

En la segunda, fueron los astillerenses que dominaron, pero volvieron a marcar el segundo y a los pocos minutos recortaría el resultado, al marcar Hilario.

 

Días después de ese encuentro, se reunieron los miembros del Comité de la Federación Cántabra, para tratar de los incidentes ocurridos a la terminación del partido celebrado en Astillero.

A tal efecto, se requirió al árbitro como al delegado de esa Federación que había asistido para ampliar la información que constaba en las actas correspondientes, lamentando profundamente ese Comité, no sólo la agresión que se le hizo victima en la estación de Astillero y en la de Maliaño, por desconocidos entre la multitud y en la obscuridad, sino también las graves ofensas de que fue objeto el árbitro por parte de algunos jugadores y nadie podía disculparse ante esas incidentes.

En virtud de ello, se tomaron los siguientes acuerdos:

Al jugador Alejandro Mata, que fue el que más se distinguió en ofender gravemente al árbitro y al delegado de esa Federación, se le inhabilitó para tomar parte en lo que restaba del campeonato, haciendo uso de las facultades conferidas en los artículos 81, 86 y 100 del Reglamento.

A los jugadores Manuel Tamayo, Alfredo Molinuevo e Hilario Garcia, dos semanas de suspensión, por ofensas al árbitro y al delegado, en virtud de las mismas atribuciones.

También se acordó hacer constar, en acta la satisfacción ejemplar, deportiva y caballerosa conducta del capitán, TOMAS BENAVENTE, que, sin perjuicio de hacer la protesta que estimó oportuna, supo no sólo respetar las personas, sino prestarlas su más decidido apoyo.

Iguales manifestaciones en hacer con referencia a los directivos del Unión Club, don Luis Garcia y don José Navarro, que actuaban de delegados del Club en el partido y que hicieron cuanto a su alcance estuvo por evitar los incidentes ocurridos y en todo momento prestaron, tanto al árbitro como al delegado, su más decidido apoyo, lo que permitieron el uso de la facultad que les concede el articulo 97 para no aplicar sanción alguna al campo en casos como el que se presentaba.

 

No tiene explicación que el señor Celestino Rodriguez, de los tres penalti que ignoró en la área del Naval, al menos, haber pitado alguno de los tres y hubiera evitado el monumental disgusto de la afición astillerense.

Y todavía, con más motivos, cuando este árbitro en el encuentro Athetic de Bilbao y Levante en San Mamés, tuvo la valentía de pintar tres penalti.

Ese partido se jugó el 4 de mayo de 1947, y el Athetic de Bilbao jugaron Lezama, Fernández, Oceja. Celaya, Nando, Barrenetxea, Iriondo, Panizo, Zarra, Iraragorri y Gainza.

También hay que decir que este arbitro cántabro, tuvo una brillante historial deportivo.



Celestino Rodriguez