astillerenses con Don Francisco, en enero 1947
1 - Jaime Vaquero2 - Cayetano Fernández3 - xx4 - Miguel Rey5 - Garate6 - Berenguer I7 - xx8 - Ramos9 - xx10 - xx11 - Manolin Matos12 - Chuchi Ayllón13 - Sevares14 - Totito del Campo15 - Pepin Encinas16 - Pepe Velasco17 - José Maria Senties18 - xx19 - Vicente20 - Demetrio21 - Jose Antonio Monar22 - Ortega23 - xx24 - Tito Fernández25 - Gerardo26 - José Antonio Martinez Liaño (Coto)27 - Campuzano ?28 - xx29 - José Vega (Churrucano)30 - xx31 - Ricardo Usin32 - Berenguer II33 - xx34 - xx35 - Gonzalo Gómez Altonaga36 - José Antonio Campo (Campin)37 - Manolin38 - José Antonio Ibañez Monterola39 - xx40 - Pin Rana
Al otro lado
del Astillero, en Pedreña, este pueblecito de pescadores y grandes remeros,
resguardada de los vientos y saturado por la brisa marina, se encuentra una
magnifica casa señorial, rodeada de un hermoso parque.
Frente a
ella la embocadura del puerto, y muy cerca, cara al mar abierto, centinela en
vigilia, el peñasco de "Hano", en otro tiempo fortaleza donde la batería
de "Santa Cruz de la Cerda", se aposentara y en el que se alzó el
Castillo de "Hano", ocupado un tiempo por los franceses y al que
trataron de rendir en 1812, desde la isla de Mouro, fuerzas inglesas que de
ella se habían apoderado.
Grandioso
espectáculo el que se alcanza desde el emplazamiento de esta casa señorial,
frente al que se cruzaron en tiempos de nuestro imperio para recaer en la bahía
santanderina, gallardas embarcaciones portadoras de princesas que habían de
compartir el trono con los príncipes de la Casa de Austria.
En la
mansión señorial de los Condes del Portillo, convertida en casa de religión
donde acuden todos los años miles de hombres a meditar en silencio.
Por la Casa
de Ejercicios, de Pedreña, han pasado durante unos cuantos años, cientos y
cientos de hombres de todas las clases sociales, banqueros, industriales, jefes
de Empresa, comerciantes, oficinistas, dependientes de Comercio y obreros de
fábricas y ferrocarriles.
Los
Ejercicios lo realizaban por grupos agrupados por una misma categoría e nivel
cultural, para facilitar la labor a realizar por los Padres encargados de su
cuidado espiritual, pues el programa de Ejercicios tenían que realizarse con
arreglo al grado de cultura religiosa.
Estos
ejercicios en retiro, eran convenientes y beneficiosos para todos y
especialmente para el obrero, los cuales después de esos Ejercicios, habían
quedado fortalecidos en la fe y cuyos sentimientos conseguidos les hacia
disfrutar de paz y sosiego espiritual
De todas las
industrias de la Montaña, han acudido obreros en grupos a la Casa de Pedreña.
En el año
1942, lo que mayor contingente acudieron fuera los de la ferroviaria, más de
doscientos ejercitantes de la capital y provincial asistieron a los ejercicios.
En mayo de
1943, un grupo de jóvenes de la Acción Católica de Astillero, estuvieron en la
Casa de Pedreña, dirigidos por el reverendo Padre Encinas, Superior de los
Padres Jesuítas de Santander.
Todos los
años, un grupo de hombres de Astillero, organizado desde la parroquia y
dirigido por don Francisco, acudían a estos ejercicios durante un mes
aproximadamente.
Por 1944
fueron muchos las personas que se inscribieron en las listas de ejercitantes,
que para poder complacer a todos hubo que ampliar la Casa de Pedreña,
insuficiente ya para poder alojar en ella a tantos solicitantes e iniciaron las
obras para habilitar la capacidad de habitaciones para unos cincuenta
ejercitantes, en lugar de los veinticuatro que mantenía anteriormente.
Mientras
duro las obras los Ejercicios se vinieron celebrando en el Hotel Roma, del
Sardinero.
En enero de
1947, jóvenes del Centro de A.C. de San José de Astillero, asistieron a los
ejercicios espirituales en la Casa de Pedreña, acompañados y dirigidos por el
reverendo Padre Serrano.
Entre el 31
de marzo al 3 de abril de 1954, asistieron en Pedreña a los Ejercicios
Espirituales jóvenes de Astillero, guiados por el párroco don Francisco
Martinez.
Entre ellos,
aprendices, estudiantes, dependientes de comercio, obreros, etc. se dieron cita
en la Casa de Pedreña.
En las
fechas de abril de 1957, fueron unos cuarenta y ocho jóvenes de Astillero
quienes celebraron los ejercicios espirituales en Pedreña, bajo la dirección
del padre Luis Galindo, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas.
En los años
40, 50 y 60, desde Astillero acudían grupos de jóvenes para asistir a los
Ejercicios.
La historia
de los ejercicios de Pedreña data de 1945, cuando el 10 de junio de ese año,
comenzó la primera reunión de jóvenes y no tan jóvenes a asistir a la Casa de
Pedreña.
El chalet y
terrenos fueron donados por señores de Portillo a la institución de PP Jesuitas.
La casa de
ejercicios de Pedreña pertenece a la Compañía de Jesús, que en colaboración con
laicos, entregados a la misión, llevan adelante el proyecto de la Casa de
Ejercicios Espirituales desde su fundación el año 1945.
Actualmente
siguen manteniéndose estos Ejercicios Espirituales.