En las
fechas de julio de 1927, la inspectora de Primera Enseñanza, señorita Dolores
Carretero, realizó una visita de inspección a las escuelas de Astillero, para
cumplir un precepto reglamentario.
Convocado
la Junta local de Primera Enseñanza, dio cuenta del estado de instrucción de
las niñas, el que pudo apreciar muy satisfactoriamente en general y
especialmente en los grados dirigidos por la señora directora de estas
graduadas, señorita Florentina Garcia y profesora señorita Enriqueta Garay,
donde habían comprobado notables adelantos en todas los ramas.
En la que estaba
a cargo la maestra señorita Luisa Edilla, habían podido observar que si bien la
instrucción no era perfecta, se debía al escaso número de niñas que acudían a
diario, lo que dificultaba la labor de conjunto, y el poco tiempo que llevaba
al frente de su grado la joven profesora. Esta reunía buenas aptitudes y gran
entusiasmo por la enseñanza, dotes que tuvieron en cuenta.
En la
escuela de párvulos de Guarnizo, costeada por el Ayuntamiento, y que estaba a
cargo la maestra doña Maria G. Rojo, la instrucción fue altamente satisfactoria,
a pesar de que existían 130 alumnos de niños y niñas que acudían a la clase.
En la
unitaria de este pueblo, no era tan satisfactoria, lo que, á juicio de la
señorita Carretero, era debido al delicado estado de salud de la maestra, doña
Felipa Salvache y, sobre todo, a las faltas de asistencia de las niñas a clase.
En virtud
de lo visto y de otras consideraciones hechas por la señora inspectora, la
Junta acordó dar un expresivo voto a favor de las profesoras señoritas Garcia,
Garay y G. Rojo, y consignar en acta la satisfacción con que habían visto los
buenos informes con respecto al entusiasmo y buenas aptitudes de la maestra
señorita Edilla, dado por la citada
señora inspectora.
El día 15 de julio de 1927, por la mañana, un
grupo de niñas que estudiaban el grado tercero en la escuela nacional de
Astillero y su profesora, Enriqueta Garay, visitaron el local del periódico EL
CANTABRICO.
Las niñas
acompañadas de una representación del periódico, recorrieron todos los
talleres, enterándose, con gran interés, del proceso de confección que seguía
EL CANTABRICO, mostrándose las niñas entusiasmadas a medida que iban
descubriendo ante sus ojos las grandes innovaciones materiales que iba
alcanzado la Prensa española.
Visitaron
luego, después de "posar" ante "Samot", las interesantes
exposiciones escolares de las graduadas de Numancia, felicitando a sus compañeras
por sus maravillosos trabajos.
Comieron
luego a la sombra de los arboles pinares del Sardinero, descendiendo después a
las playas, donde permanecieron hasta las seis de la tarde, hora en que
emprendieron el regreso a Santander y desde aquí a Astillero.
En prueba
de cariño y agradecimiento, la señorita Enriqueta Garay envió al periódico EL
CANTABRICO unas cuartillas para su publicación:
" El día 15 del actual, como final de
curso, las niñas del tercer grado de las escuelas nacionales de este pueblo verificaron
una excursión a Santander, de la que conservarán grata e imperecedera memoria.
En ella recibieron provechosas enseñanzas que
las permitirá ensanchar el pequeño horizonte de sus inteligencias, y en sus
tiernos corazones brotó espontáneamente la admiración y cariño hacia todos
aquellos que contribuyeron a ello, es especial, hacia el señor don José
Cervera, administrador de EL CANTABRICO, por el sin número de atenciones y
agasajos de que hizo objeto a las niñas, además del cariño y minuciosidad con
que les explicó el funcionamiento de la maquinaria toda de tan importante
diario, empezando por el departamento de linotipias, imprenta y estereotipia, para
terminar con la rotativa y salones de redactores y dirección.
Seguidamente se trasladaron las niñas a las
escuelas graduadas de Numancia, para ver y admirar las, por todos conceptos,
notables exposiciones que en ellas están expuesta.
Más tarde fueron a lo pinares del Sardinero,
donde con la algazara y apetito consiguientes, dieron cuenta de la comida, trasladándose
después a la playa, en la que pasaron el resto del día deliciosamente.
Ya de regreso, se detuvieron las pequeñas
escolares a contemplar y admirar, con entusiasmo, las estatuas de los
montañeses Velarde y Pereda, el heroísmo y el genio, reencarnados en el arte
escultórico.
En resumen, un día aprovechado y feliz.
firmado: Enriqueta Garay
Esto me
recuerda, las excursiones que realizaba al terminar los cursos, con las monjas
del Convento, nos llevaban a algunos lugares de la Provincia, por ejemplo a
Comillas (visite el Seminario) o Santillana (aquí las cuevas originales),
parecía que nos íbamos al fin del mundo.
Por eso,
entiendo que en esas fechas de 1927, para estas niñas de Astillero, debió ser
una excursión inolvidable que, por supuesto, como bien dice la profesora
Enriqueta Garay, siempre lo habrán tenido en su memoria ese día.
La maestra
Enriqueta Garay, terminada sus oposiciones en Valladolid, se la adjudicó en
septiembre de 1915, la plaza de maestra para la sección de Graduada del
Astillero.
La
calificación de estas oposiciones, fue de setenta plazas, la correspondió el
número 41, para elegir.
Por
decreto del 19 de agosto de 1915, quedo ingresada en su categoría para la
escuelas de Astillero.
En abril
de 1926, la señorita Enriqueta Garay, dio una conferencia escuchada por su
hermosa disertación, si interesantísima en el fondo, por su provechosas
enseñanzas, bellísima y amena en la forma irreprochable y en la dicción
impecable.
La
señorita Garay, en quien todos ya reconocían una ilustración nada común, se había
revelado como una oradora elocuentísima y como una socióloga documentada.
Las
últimas palabras fueron:
" Que
si a la mujer se la educa y prepara para llenar su alta misión en la sociedad,
no como objeto de lujo y frivolidad, llegará con el tiempo á ser la verdadera
regeneradora de la humanidad. Sólo el hombre ha sido y es el responsable de que
la mujer no ocupe un lugar preeminente como madre, como esposa y como hija, y
si tan bello ideal ha de cumplirse en el mundo, para alcanzar el mayor grado de
felicidad en la vida, procúrese a la bella mitad del género humano los medios
de educación y preparación necesarios a tan altos fines................"
Una
prolongada ovación premió a la maestra señorita Garay, a quien toda la
concurrencia felicitó personalmente, comentándose unánime y elogiosamente la
meritísima conferencia desarrollada por la culta maestra de las graduadas.
En abril
de 1926, se celebró una velada teatral en el Teatro-Cine, con la interpretación
de las niñas de las escuelas nacionales.
Después, sería
el coro de niñas y de niños de las escuelas, acompañados al piano por la
señorita Inés Mier y dirigida por la maestra Enriqueta Garay, otra de las
virtudes de esta maestra.
En
septiembre del mismo año, la señorita Enriqueta Garay fue designada como
becaria, para tomar parte en el curso de perfeccionamiento para maestros, en
Valdecilla.
Una
designación que fue recibido con satisfacción en el pueblo y por sus compañeros
de la Graduada.
En octubre
de 1926, se dio en la Sociedad Cultural Recreativa de Guarnizo, una conferencia
a cargo de doña Enriqueta Garay, culta maestra de las escuelas nacionales de
Astillero, quien disertó sobre el tema "La niñez abandonada y delincuente"
En agosto
de 1933, por el Ministerio de Instrucción pública había sido nombrado el
tribunal que había que juzgar los ejercicios de selección profesional para el
ingreso en el Magisterio nacional.
Para la
provincia de Santander, se designó a unos cuantos profesores, entre ellos a:
Doña
Enriqueta Garay, de Astillero, como Tribunal segundo.
En diciembre
de 1933, ocupaba el puesto de secretaria del Magisterio nacional.
En la
convocatoria del 9 de junio de 1934, para proveer por concurso-oposición dos
plazas de Maestra (una de párvulos y otra de Sección), de la Escuela graduada aneja
a esa Normal de Magisterio Primario de Santander, se presentaron distintitas
aspirantes y entre ellas, doña Enriqueta Garay y Isusi
La
señorita Garay, la faltaba de completar documentación.
Por
octubre de 1934, fue destinada a la plaza de maestra a la Sección
"Concepción Arenal".
En B.O.E
de fecha 20 de junio de 1942, se publicaba la Orden del 13 de junio de 1942,
por la aplicación de nuevas plantillas del personal del Magisterio Nacional
Primaria en su quinta categoría de maestras.
Entre la
lista de maestras, figuraba doña Enriqueta Garay y Isusi, como maestra de
Santander.
En el
Diario de Burgos, de fecha 8 de marzo de 1945, aparecía relación de maestras
que ascenderían al sueldo de 9.600 pesetas anuales y una de ellas era:
Doña
Enriqueta Garay y Isusi, de Villafruela.
Como
maestra, tenía asignado el número 3.619