El 3 de diciembre de 1923, falleció a las cinco de
la madrugada, en la corte, el maestro Bretón, víctima de la dolencia que sufría
desde hacía bastante tiempo. Este desenlace no sorprendió a cuantos le
conocían. Su antigua enfermedad, tuvo una crisis gravísima en diciembre del
anterior año, vencida la cual, el autor de la "La Verbena de la
Paloma" como uno de sus últimos actos profesionales dirigió el estreno de
su obra "La Dolores" en el teatro Real, cantada por Hipólito Lázaro.
En el verano antes de su muerte, la enfermedad del
maestro Bretón continuó su curso fatal, hasta el punto de que, hacia días su estado ya era bastante grave.
El domicilio del insigne maestro fue visitadisimo
durante todo el día y los pliegos puestos para recoger firmas había sido
llenados por lo más selecto de la intelectualidad. Artistas, músicos,
periodistas, actores, hombres de ciencia, etc. fueron a testimoniar su pésame a
la familia.
En los círculos literarios y artísticos fueron
colocado negras colgaduras para mostrar su unión al sentimiento nacional.
El maestro cumplía el día 29, setenta y tres años.
El mismo día de su fallecimiento, durante el
concierto celebrado en el Monumental Cinema, el maestro Arbós, que dirigía la
orquesta, dio cuenta al público del fallecimiento del maestro.
Así se hizo y el público de pie y en medio de un
silencio sepulcral, escuchó la jota.
Fueron momentos de gran intensidad emotiva.
A las once, de la mañana del día 4, se celebró el
entierro del maestro Bretón.
La comitiva partió de la casa-mortuoria calle de
Campomanes hasta la Sacramental de Nuestra Señora de la Almudea.
En la comitiva figuraban todos los artistas que se
hallaban en Madrid.
Se formaron dos representaciones, la de la familia
y la del honor.
Sobre la carroza y en otro coche se veían
numerosas coronas dedicadas al maestro por amigos y admiradores.
Abrió la comitiva la Guardia municipal a caballos,
seguidos por los porteros del Circulo de Bellas Artes, Conservatorio y teatro Real,
con hachones.
La comitiva marcho sin interrupción hasta el
Conservatorio, donde la orquesta del Real interpretó la composición del finado
"La Alhambría"
Después continuo hasta el teatro Eslavia, donde
fue depositada sobre el féretro, una monumental corona.
A continuación paso por la Academia de San
Fernando y el teatro Apolo.
Aquí la orquesta interpretó varios de los más
escogidos trozos de "La Verbena de la Paloma", que el público escucho
descubierto, y el maestro Vivas, con un hijo del maestro Caballero y dos
tiples, coloco en la carroza otra monumental corona de flores naturales,
siguiendo el fúnebre cortejo hasta el Sacramental.
Con la muerta de Bretón perdió el arte lírico
nacional uno de sus más sólidos prestigios.
Tomás Bretón y Hernández, había nacido en
Salamanca, el día 29 de diciembre de 1850.
El 23 de marzo de 1924, el pueblo de Astillero,
tributó a la memoria del ilustre maestro Bretón, un homenaje con todos los
caracteres de un gran acontecimiento y revistió una excepcional brillantez.
Eminentemente popular, fue un tributo sincero y
espontáneo que supo rendir todo el vecindario al genial compositor que tanto
enalteció al Astillero al hacer de aquel pueblo pintoresco y laboriosos su
residencia veraniega y al escribir allí la inmortal partitura de "La
Dolores".
Por el cariño y la admiración al ilustre Bretón
están grabados tan profundamente en el corazón del pueblo, que el acto de
honrar la memoria del maestro, descubriendo una lápida por sí mismo una
solemnidad tan extraordinaria, que no necesitaba de concurso extraño para su
conmemoración y se bastaba para vivir perdurablemente en la memoria de las
gentes.
El domingo desde mucho antes de la hora anunciada,
reinaba una animación extraordinaria en el Astillero.
De todos los pueblos vecinos acudieron mucha gente
y los trenes y los tranvías llegaban llenos de gente.
La muchedumbre se desbordaba por las calles,
mientras otros grupos se estacionaban frente al Ayuntamiento esperando la
llegada de los tranvías especiales que habían de conducir de Santander a la
Banda y a los Orfeones. Otras muchas personas iban ocupando los lugares más
estratégicos del magnífico paseo de la Planchada.
Muchos balcones del pueblo y todos los de las
casas de la Planchada lucían colgaduras.
A las diez de la mañana llegaron al Astillero los
tranvías especiales que se trasladaron al vecino pueblo, la Banda municipal,
que había sido cedida por nuestro Ayuntamiento, los Coros Montañeses y la Coral
de Santander, que habían asociado al homenaje.
Acudieron a recibir a estas entidades artísticas
de la capital, las autoridades del Ayuntamiento y un gentío inmenso que acogió
con prolongadas ovaciones a los expedicionarios.
Después se puso en marcha la comitiva con
dirección a la Planchada.
La finca "La Dolores" del insigne
Bretón, había sido engalanada con colgaduras y adornada con guirnaldas de
flores.
En el balcón se había colocado el retrato del
maestro, ornado con una monumental corona de laurel.
La lápida estaba cubierta con la bandera nacional.
El espacio destinado a las autoridades invitados,
Banda y orfeones en el trozo de acera frente a la casa de Bretón, se hallaba
circundado con maromas recubiertas con artísticas guirnaldas.
Entre las personas allí congregadas en torno de
don Abelardo Bretón, hijo del llorado maestro, se hallaban la representación
del Ayuntamiento de Santander, formada por el teniente de alcalde, don
Celedonio Herrera y el concejal don Salvador González; el alcalde del
Astillero, don Adolfo Nieto y los concejales señores, Campo, Vega, Malagón,
Fuentes, Read y Cavadilla; el capitán de la Guardia Civil, don Jesús López
Lapuente; juez, don Eliseo Azcárate; el ayudante de Marina, don Manuel
Rodriguez; el oficial de Aduanas, don Dictinio Velloso; el farmacéutico, don
Antonio Arce y el veterinario, don Valentín Maté; y en representación del
Ateneo de Santander, don Antonio Lavín, don Antonio Gorostiaga y don Gabriel
Imaz; presidente del Sindicato Metalúrgico, don Luis Pérez; señores don Antonio
Arce y don Cesar Maté y Comisión organizadora: don Félix Gutiérrez, don Vicente
Sentíes y don Emilio Criado Gallo.
La banda municipal ejecutó el pasodoble de
"La Dolores" que fue estruendosamente ovacionado.
Acto seguido, el alcalde del Astillero descubrió
la lápida.
El acto fué de una emocionante sencillez.
En el público -más de cuatro mil personas- se hizo
un silencio sepulcral.
La lápida simbolizaba toda la admiración y el amor
de todo un pueblo, más aún de la Montaña, al insigne Bretón.
Sólo hubo un discurso el del alcalde de Astillero.
A continuación actuaron la masa coral que muy
ovacionada y los coros montañeses, con la canción montañesa "Mirame paloma
mía".
La niña Violeta Carral y Aurelio Ruiz cantaron
unas canciones populares, que el público oyó con entusiasmo.
A continuación el tenor Aurelio Ruiz cantó la jota
de "La Dolores" con la siguiente letra, que produjo gran emoción en
el auditorio: "Si vas a Calatayud" no preguntes por Dolores
Por último La Coral y la Banda municipal unidas,
ejecutaron la incomparable jota de "La Dolores" cantando las jotas y
el dúo el tenor señor Leira y el barítono señor Muñiz.
Terminado el acto, fueron obsequiados los
invitados y todos los artistas con un lunch en el Ayuntamiento.
Don Tomás Bretón, fue el veraneante más ilustre
que tuvo Astillero y tanta admiración se le tributó, que aún perdura el
recuerdo y se sigue manteniendo, con el nombramiento de una calle y la sala de
cine.
Estimado, Ricardo: Me gustaría poder utilizar la foto que ilustra este artículo tuyo sobre Tomás Bretón en un artículo mio para el suplemento del Diario, edición Astillero. ¿Sabes si la foto procede del propio Diario montañés?
ResponderEliminarMuchas gracias por tu atención.
El anterior comentario es de Jesús Mª Rivas
ResponderEliminarEstimado, Ricardo: Me gustaría poder utilizar la foto que ilustra este artículo tuyo sobre Tomás Bretón en un artículo mio para el suplemento del Diario, edición Astillero. ¿Sabes si la foto procede del propio Diario montañés?
ResponderEliminarMuchas gracias por tu atención.
Perdone no habia visto los comentarios hasta ahora. Las fotos que tengo publicadas son de los periodicos El Cantabrico y La Esfera, creo que no exista problema alguno para que las pueda utilizar
ResponderEliminarMuchas gracias Ricardo
EliminarAparezco con nombre desconocido pero quien escribe es Jesús Mº Rivas. Gracias de nuevo
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