jueves, 2 de abril de 2020

LA MONTAÑESA en Astillero

















El 17 de agosto de 1880, la prensa publicaba la pérdida en el pueblo de Astillero de un perro perdiguero, capa chocolate, con pintas blancas, cabeza color chocolate, jaspeado, de propiedad del señor Ignacio Jimenez.

(podemos considerarlo como anécdota de que el citado perro de color chocolate propiedad de Ignacio Jimenez, quien fue propietario de la fábrica de chocolate La Montañesa).


El día 14 de julio de 1886, se inauguró la nueva fábrica de chocolates "LA MONTAÑESA", en Astillero
Al poco tiempo, su propietario, don Ignacio Jimenez,  solicito se le permitiese estampar en las etiquetas el escudo de armas de Santander.
Esta fábrica movida al vapor y montada con los últimos adelantos y según los elementos que disponía este establecimiento en actividad y competencia, aseguraba un buen éxito a su industria.
Una vez en funcionamiento, sus productos estuvieron en venta en los establecimientos de Santander, como Confitería Gaditana, de Tomás Velasco, de Enrique López Barredo, de Cipriano López, señores Rosales y Hermanos, además de las principales tiendas de ultramarinos.

En agosto de 1886, la fábrica se anunciaba con chocolates especiales, recomendando a probar. De cuatro a doce reales paquete con venta en las principales confiterías y tiendas de combustibles.
También directamente hacia tareas especiales de encargo desde siete reales hasta catorce reales.
Cafés superiores molidos en la misma fábrica.

En poco tiempo, se fue extendiendo sus clientes y ya lo vendían en Santander, en los establecimientos, de Enrique López Barredo, Confitería Gaditana, Tomás Alvarez, Tomás Velasco, Viuda de Carreras, Cipriano López. Velarde y Saiz y en las principales tiendas de ultramarinos.
En las ventas por encargo, no se comprometía a entregarlos hasta tres días después de encargarlos.
La fábrica se componía de una amplia base rectangular achaflanada, bordeadas por una verja caprichosa, se funda una pirámide de 250 metros de altura, rodeada de tres mesetas con marquesinas caladas, terminada con otra meseta de adorno de doble crestería y rematada en bolba parecida a calabaza de peregrino, que sostiene una lanza de 60 centímetros con una gallardete triangular de raso en que campa el nombre de la fábrica.
A la vista del éxito y la demanda que había tomado la exquisita pasta de cacao puro que elaboraba la fábrica de chocolates La Montañesa, su dueño, don Ignacio Jimenez. en su constante afán de agradar a sus clientes, se puso hacer la pasta aromatizada con canela o vainilla, a fin de que las múltiples familias que dudaban de la pureza de los chocolates de la fábrica, pudiera añadir a las chocolateras la mayor o menor cantidad de azúcar que agradezca al paladar.
Los precios que eran veinte reales la pasta hecha de puro Cácao, con o sin canela y de 18 la hecha con Chorini y Chuao por iguales partes, aún cuando parezcan excesivos, no lo era teniendo en cuenta que la cantidad de azúcar que se agregaba hace al chocolate todo lo económico que se quiere.
De esta rica pasta lo vendía el establecimiento de Santander, de don Enrique López Barredo.
También tenían café y té. sin alteración.


En la fecha 17 de agosto de 1887, se celebró la Exposición Provincial, concediéndose a la fábrica propiedad de don Ignacio Jimenez, la medalla de bronce por las muestras de chocolate y café presentadas a nombre de "La Montañesa".
Por agosto de 1887, se anunciaba la fábrica La Montañesa, llamando la atención a sus consumidores acerca del excelente "chocolate" que venían elaborando en la fábrica.
También de la venta de estos chocolates en las principales tiendas de ultramarinos, como de hacer tareas expresamente de encargo desde los precios de 6 a 16 rs. por paquete de 400 gramos.
Así mismo vendían cafés y té de superior calidad, cuyos pedidos habían que dirigir al establecimiento a su dueño y director de la fábrica.


En 1888, tenia depósito en Madrid, Zacarias Rodriguez, en calle Noviciado, 12


En 1890, se anunciaba como los chocolates más puros e invitaba a visitar la fábrica en las horas de elaboración.


Por 1893, el periódico El Heraldo de Madrid, a sus suscriptores les facilitaba un prospecto de La Montañesa.


El fundador y dueño de la fábrica LA MONTAÑESA, fue don Ignacio Jiménez Serna, residió muchos años en Astillero, recién venido de América concretamente de Cuba , donde supo labrarse como tantos otros montañeses, una fortuna a fuerza de constante laboriosidad y una honradez intachable.
Se estableció pronto en su pueblo natal, instalando una fábrica, conocida como La Montañesa.

El 3 de enero de 1882, fue constituido el nuevo Ayuntamiento de Astillero, nombrando de Alcalde, al señor Ignacio Jimenez Serna, quien ocupo la alcaldía aproximadamente un año.

Murió el 26 de noviembre de 1897 y la fábrica paso a ser Viuda de Ignacio Jimenez, regentada por su familia y bajo la dirección de don Adolfo Jimenez Méndez.




Ya en los últimos de existencia de la fábrica, bajo el control familiar, fue perdiendo calidad sus productos y la demanda de clientes, hasta que cerró por los años 50.



                                                         http://astillero-guarnizo.blogspot.com/2013/06/la-montanesa.html














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