(del libro Astillero, Historía Gráfica)
No se conocía
desde muchísimos años que en el pueblo se hubiera celebrado la Fiesta del Árbol,
una hermosa fiesta que debiera tener lugar en todos los pueblos, por lo
beneficiosa que les resultaría.
Son muchos
los beneficios que reporta: a la agricultura, a la salud pública y con el tiempo
los vecinos podrían proveerse de aquellos arboles para sus fincas. Además de
embellecer los campos y dejar un recuerdo testimonial para las generaciones
venideras.
Por enero
del 1.926, el Ayuntamiento de Astillero, tenía previsto celebrarla la fiesta
con la plantación de unos centenares de arbolitos en terrenos del procomún que
con el tiempo servirían de viveros para surtir al vecindario y al ornato de la
población,
El terreno
sería del Ayuntamiento, uno de su propiedad cercado de alambrada en el sitio de
la Habanera.
Contarían
con los niños de las escuelas para ser más atractivo la Fiesta del Árbol,
juntos con sus profesores asistirían al acto, a fin de plantar con sus manos
infantiles cada uno un arbolito y en la simpática fiesta entonarán los pequeños
un himno alusivo y algunas bonitas canciones, cuyos ensayos se vienen haciendo
desde hace unos días, bajo la dirección de los señores maestros y así dar mayor
realce al acto que se tiene previsto.
La Fiesta
del Árbol prometía ser un acontecimiento y para dar mayor brillantez, se
representaran en ella todas las entidades locales y asistirán todo el vecindario
del pueblo.
La fiesta
prevista revestirá gran solemnidad y a ella, están invitados todas las autoridades,
los niños de las escuelas nacionales y de los colegios particulares, el señor
delegado gubernativo, el señor inspector de primera enseñanza de la zona, los
señores párrocos de Astillero y Guarnizo y nuestro orfeón local.
La
comitiva de invitados saldrán a las tres de la tarde del día 7 de marzo, desde
las Casas Consistoriales hasta el sitio de La Habanera, donde han de hacerse
las plantaciones por los niños de las escuelas, que durante el trayecto irán
cantando el himno de los exploradores y una vez en el lugar designado entonarán
un canto al árbol y recitarán algunas composiciones alusivas.
Fue a las
tres y media de la tarde del domingo, cuando se organizó la comitiva frente a
las Casas Consistoriales por el orden siguiente: niñas y niños, con sus
profesores doña Luisa Garay (directora), doña Enriqueta Garay, doña Florentina
López, don Víctor Garcia (director), don Robustiano Carrera, don José A.
Safont, de las graduadas de Astillero; doña Felipa Solache, doña Maria González
y don Serapio Gutiérrez, de las escuelas de Guarnizo; colegio particular de
niñas de la cultísima profesora doña Encarnación Garcia, niños y niñas del
Asilo de San José, con las Hermanas de la Caridad, que lo regentan; orfeón
Astillero-Guarnizo, el Ayuntamiento en pleno, juez municipal, teniente de
Carabineros, comandante del puesto de la Guardia Civil, contramaestre del
puerto y nuestro digno párroco señor Palazuelos.
Las
autoridades iban presididas por el pundonoroso y dignísimo teniente coronel don
Antonio de la Escosura, delegado gubernativo.
Partió la
comitiva con el estandarte de las Mutualidades escolares en cabeza y su paso fue
presenciado por un numeroso público.
Las niñas
de las graduadas y algunas más dieron una nota muy simpática luciendo en el
pelo lazos de los colores nacionales.
Una vez en
el campo de La Habanera, sitio destinado para la plantación, procedió nuestro
virtuoso párroco a la bendición del campo de los árboles.
A
continuación los niños cantaron un himno alusivo y compuesto por la maestra
doña Enriqueta Garay y seguidamente se empezó a la plantación, que verificaron
los pequeños con esmerado cuidado y con una encantadora algarabía.
El señor
delegado gubernativo y demás autoridades invitadas y muchos particulares
también plantaron su arbolito.
Durante
este acto, el querido orfeón interpretó algunas obras y terminado, los pequeños
escolares volvieron a cantar.
Entre los
discursos, hubo uno pronunciado por la pequeña Irene Biscarola, que produjo una
honda emoción en cuantos la escucharon.
Fue un
discurso sencillo y emotivo, que con sus palabras llevo al ánimo de todos tan
grata impresión.
Este es el
discurso:
"
Señora y señores: Estoy convencida que al verme aquí, en vuestro interior habrá
surgido esta ó parecida pregunta: ¿Qué podrá decirnos de importancia una niña?.
Poca cosa, seguramente. Mas he ahí vuestro error; no creáis eso. No dejará de
ser de vital importancia la materia de mi conversación con vosotros, no. Voy á
deciros lo mejor, lo más claro y alto que me sea posible, que hoy, los niños
todos de este pueblo, estamos muy contentos, somos felices, felicidad que
debemos á las dignas autoridades por haber iniciado y llevado á cabo un acto
tan simpático, útil y de transcendental importancia como es la Fiesta del Árbol,
fiesta que lejos de ser banal é inútil, como tantas otras, nos ha producido
íntima y santa satisfacción al habernos permitido poner en condiciones de vida
y desarrollo a 400 seres más, 400 arbolitos, hoy débiles cual nosotros, pero
que en fecha próxima, serán vigorosos y fuertes. Estos arbolitos, con su
benéfica influencia y riqueza natural, contribuirán, como si fueran
conscientes, á enriquecer este querido pueblo, á embellecerlo generosamente, ya
que sólo piden de nosotros, para realizar el milagro, respecto y tiernos
cuidados, para pagar con creces nuestros desvelos y afanes. Estos cuidados no
dejaremos de prodigárselos, pues son nuestros, ¡muy nuestros!. ¿Y quién será
capaz de negar cariño y protección á seres débiles, que tanto lo necesitan?.
Nosotros no sabríamos hacerlo, dirigiéndose a los niños y al público, ¿verdad?
que tampoco?. Por eso, doblemente alegres al contar con vuestro cariñoso
concurso, emprendemos desde hoy la santa cruzada de dotar á este rincón de la
amada Tierruca de árboles, arbustos y flores que la engrandezcan y adornen. "
Terminado
los actos, se repartió a todos los niños de las escuelas que concurrieron a una
modesta merienda.
Después de
esta fiesta, ya se preparaba la de la
festividad de San José, con un amplísimo programa de festejos.
Fiesta religiosa solemnísima, cantada por el orfeón; grandes bailes en el paseo de Bretón y en el antiguo Salón Cortabitarte; interesante partido de futbol, en el que se enfrentarán el Unión Club contra el Real Racing, campeón de Cantabria.
Fiesta religiosa solemnísima, cantada por el orfeón; grandes bailes en el paseo de Bretón y en el antiguo Salón Cortabitarte; interesante partido de futbol, en el que se enfrentarán el Unión Club contra el Real Racing, campeón de Cantabria.
Mi
pregunta hoy: ¿quedara aún algún árbol de aquellos que se plantaron en el año
1.926?
No hay comentarios:
Publicar un comentario