Emilio
Calleja e Isasi (1830-1906), murió en Guarnizo el 7 de septiembre de 1906.
Sus
restos, fueron trasladados a San Sebastián, donde quedó sepultado.
Casado
en 1863, con María de los Dolores Martínez y Adrian, fue un gran militar de
origen burgalés de larga trayectoria tanto en la Península como en América.
Primeramente
sirvió en el cuerpo de infantería hasta 1857, que pasó a la infantería de
marina como teniente graduado de capitán.
Luchó
en Santo Domingo y fue ascendido a comandante cuando este territorio se
reincorporó a España siendo enviado en 1867 a Puerto Rico como teniente
coronel, donde mandó el batallón de marina. En 1869 fue enviado a Cuba a luchar
contra los independentistas, alcanzando el grado de brigadier. A finales de
1872 regresó a la Península encargado de gestionar el envío de refuerzos y
participó entonces en los combates contra el cantón de Cartagena y contra los
carlistas en el norte de España, siendo ascendido a general de división.
Nuevamente, en marzo de 1886 fue destinado a Cuba, como segundo cabo de la Capitanía
General y después como gobernador militar de varias provincias cubanas.
Retornado
a España, el General Calleja solicitó plaza en Guarnizo, donde residió todo el
año de 1887, siendo nombrado Teniente General y Capitán General de Sevilla y de
Castilla la Nueva.
En
enero 1888, dado su conocimiento de Cuba, el Gobierno le designó para formar
parte de la Comisión creada para "estudiar y proponer la reformas
administrativas necesarias a nuestras provincias de Ultramar" y, casi al
mismo tiempo, fue nombrado Director General de Artillería. Tras la
reorganización de las dependencias superiores centrales pasó, en 1893, a
desempeñar el cargo de Consejero del Supremo de Guerra y Marina y a finales de
enero de ese año fue nombrado Gobernador y Capitán General de la Isla de Cuba,
embarcando en Santander el 20 de agosto. Volvió a Santander tras la
independencia de la colonia y se retiró a su casa de Guarnizo.
Al
parecer él no construyó la casa sino que la compró a un indiano, pero se supone
que la reformó en profundidad, añadiéndola, entre otras cosas, los emblemas
militares que pueblan tanto la cerca como el remate sobre la fachada principal.
La
casona tiene sobre la puerta principal la fecha de 1871, cuando Calleja se
encontraba en Cuba y por ello, hay que pensar que se trata de la datación de la
construcción original, posteriormente adquirida por el militar.
Se
trata de un edificio de planta rectangular muy sobrio y regular, de dos plantas
más ático, salvo el énfasis puesto en la escalera exterior, el alero (ménsulas,
jarrones) y en el remate del centro de la fachada, terminado en frontón, sobre
cañones-columna, reloj y decoración de significado militar (cañones, banderas,
casco, coraza, yelmo, bombas, pica, lanza, espadas, tambor) así como el nombre
de la casa "Villa Rosario".
Noticia publicada en
prensa en agosto de 1.926:
Hace años el general, de
común acuerdo con el Ayuntamiento de entonces, realizó por su cuenta y previa
formación del oportuno expediente, las obras de captación de un manantial de
aguas en el sitio de Juncosa, de Guarnizo, para abastecimiento del mismo, construyendo
a su costa, una fuente, un lavadero y un abrevadero. A cambio de esto, el
Ayuntamiento, por escritura pública, se comprometió al entretenimiento de las
obras y a concesión de un excesivo número de litros de agua por segundo para el
servicio de la casa que el citado general habitaba y que después temporalmente
usaban sus herederos.
Pasaron los años y la
tubería de conducción a la mencionada casa sufrió los consiguientes deterioros
que impedían que las aguas de la fuente de Juncosa llegaran al edificio, por lo
que hubo de facilitarse la de la traída de Robledo y Lusa, que, como todos
sabían, en época de estiaje, apenas bastan para abastecer al vecindario.
Por ello, los herederos
del general, reclamaron el cumplimiento de las condiciones de la escritura, lo
que implicaba el gasto por parte del Ayuntamiento de unos cuantos miles de
pesetas para el arreglo de dicha cañería, a la vez que reduciría
considerablemente el caudal de agua de la fuente de Juncosa, de la que, cuando
se captó el manantial, se servían contados vecinos; pero que hoy, con el
aumento de población, sería insuficiente, sobre todo en el estío, para cubrir
las necesidades del vecindario, en el caso del cumplimiento estricto de la
escritura.
El abogado de los
herederos del general presentaron un escrito a la Corporación municipal en el
que veladamente dejaba entrever la amenaza de un litigio, de no cumplirse lo
convenido en la aludida escritura.
Este asunto termino resolviéndose
por las gestiones del alcalde, señor Nieto y a la generosidad de los herederos,
que, convencidos por las justísimas razones expuestas por nuestro alcalde, han
renunciado a todo derecho, a cambio únicamente de que durante la época
veraniega se les facilite el agua necesaria para el servicio exclusivo de su
casa.
Esa renuncia, que a
petición de los propios interesados se elevara a escritura pública, significo
para el Municipio la economía de unos miles de pesetas y un mejor servicio de
aguas para el pueblo de Guarnizo, , al que los herederos del general, han
querido demostrar su afecto, ya que entre aquella vecindario vienen conviviendo
hace muchos años en perfecta armonía.
La
Villa Rosario, es conocida como la casa de la Generala, por los vecinos de
Guarnizo.
Estaba
cerca de la estación antigua y de la casa de mis abuelos.
Nuestra
abuela materna nos comentaba que su padre había sido "cochero" del
General en Madrid.
En
la finca actualmente residen otros descendientes que la utilizan por
temporadas.
Hoy, los restos se encuentra en el Cementerio de Guarnizo
Hola ... mi nombre es Yaniel Calleja Rodríguez... hay alguna posibilidad que este señor sea mi pariente ??
ResponderEliminarViendo esta entrada antigua sobre el General Calleja, me doy cuenta que en la documentación por ti manejada comentas que fue enterrado en San Sebastian, lo cual puede ser veraz, pero lo que sí es cierto que sus restos descansan en el cementerio de Guarnizo en una tumba con su nombre, situado en el pasillo central (muy cerca de la tumba de mis abuelos). Un saludo cordial.
ResponderEliminarSus restos fueron en efecto trasladados desde San Sebastián a principios de los dos mil o finales de los noventa. Como nieto de su nieta mayor, me consta
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