Niños y niñas de los colegios de Astillero, en la Plaza de las Estaciones de Santander,
el 2 de junio de 1955
El día 16 de
mayo de 1955, hizo su entrada triunfal la imagen de Nuestra Señora Bien
Aparecida, Patrona de la Montaña, en Astillero, pasando por la parroquia de
Nuestra Señora de Muslera y de ésta a la iglesia parroquial de San José.
También fue
traslada al convento de San José, regido por las Hijas de la Caridad.
Esta visita
fue seguida por muchísimos feligreses en estas parroquias, para contemplar a la
Santuca.
Esos días la
imagen de la Virgen estuvo recorriendo distintas parroquias de la provincia,
como antelación a su coronación
El 28 de
mayo de 1955, dio comienzo las fiestas grandes de la Coronación canónica de la
imagen de Nuestra Señora Bien Aparecida, patrona de la Montaña (hoy de
Cantabria).
Los primeros
actos preparativos a este gran acontecimiento, para recibir a la Virgen de la
Bien Aparecida, comenzaron a las seis y media de la mañana en todos los templos
de la ciudad, quienes echaron las campanas al vuelo anunciando los actos
religiosos previstos con la asistencia de sus feligreses.
A las siete
de la tarde, un bandeo general de campañas en todos los templos anunciando la
llegada de la imagen a la ciudad, que desde su Santuario de Somahoz vino
acompañada por el Padre Provincial de los Trinitarios custodios suyos y
autoridades del arciprestazgo.
En todos los
pueblos del trayecto el vecindario rindió homenaje a la Patrona de la Montaña
desbordándose el entusiasmo de las gentes que la aclamaban con muestras
extraordinarias.
Esta foto es cuando pasaron por Astillero, enfrente del establecimiento de Pacón. (lugar que guardo muchos recuerdos de esta tienda, donde se encontraba el surtidor de Campsa)
Al paso por
San Salvador, en primera línea el sacerdote de este pueblo, Don Gregorio.
La imagen
hizo su entrada en la ciudad en un automóvil descubierto, en el que hizo el
viaje desde su Santuario, conducido por su propietario don Antonio Lavín
Maraña.
En el
Astillero se unió a la comitiva el presidente diocesano de Acción Católica, don
José María Jado Canales.
A su llegada
a Santander, la imagen de la Virgen fue depositada en la capilla de la Casa
Salud Valdecilla, donde fue recibida por el director de la Institución, doctor
don Abilio Garcia Barón; rector de la Universidad de Valladolid y ex director
de la Casa Salud Valdecilla, profesor don Emilio Díaz Caneja; jefes de
Servicios, médicos,...
Poco después
a las siete de la tarde llegaron a este lugar, el señor Obispo de la Diócesis,
don José Eguino y Trecu, acompañado de su hermano y secretario, el ilustre señor
don Luis Eguino y Trecu; el reverendo Padre don Luis Yagüe, abad del Monasterio
Cisterciense de Cóbreces; el apostólico de El Ecuador, señor don Wenceslao
Gómez de la Orden Carmelita y natural de Santander y otras autoridades.
Desde la
Casa Salud Valdecilla se trasladaron al Ayuntamiento y por donde las calles
estaban totalmente ocupadas por un gentío enorme.
En el
pórtico de la Casa Consistorial, mientras la banda municipal de música
interpretaba la Marcha Real, el señor don Manuel G. Mesones, alcalde de la
ciudad y toda la Corporación, rindieron homenaje a la Patrona de la Montaña.
Colocada la
imagen de la Bien Aparecida sobre unas andas fue traslada a hombros de
concejales, al salón del trono del Ayuntamiento, procedida por los maceros
municipales con sus trajes de gala.
Todas las
personalidades asistentes, ocuparon el salón alrededor de la imagen, ante la
cual el alcalde pronunció una salutación fervorosa, haciéndole entrega del
bastón de mando como Alcaldesa honoraria de la ciudad.
Terminada la
ofrenda del señor alcalde, la imagen de la Virgen fue llevada al balcón
principal del Ayuntamiento, mostrándola al pueblo, que la aclamó y vitoreo
durante largo rato con muestras de indescriptible entusiasmo.
La banda
municipal de música interpretó el Homino procesional de la Bien Aparecida,
compuesto por el Prelado, que fue cantado por la Schola Cantorum del Seminario
diocesano de Monte Corbán, dirigida por el maestro de Capilla de la Santa
Iglesia Catedral, don José Elorza, y por la Escalonia de Padres Trinitarios.
La imagen de
la Virgen Bien Aparecida fue trasladada después procesionalmente, a la S.I.
Catedral, a hombros de miembros de la Acción Católica.
Esperaba la
llegada de la Bien Aparecida, bajo los arcos de entrada a la Catedral, el ilustrísimo
Cabildo Catedral, presidido por el Dean y Vicario, señor Agustín Tobalina y
muchas otras autoridades, personalidades y representaciones.
La imagen de
la Bien Aparecida, luciendo el bastón de mando ofrecido por el alcalde, fue
colocada en un precluso trono dorado, cuajado de flores, sobre el altar mayor,
mientras la Schola Cantorum de Monte Corbán, entonaba en el coro el Himno oficial
de la Bien Aparecida del maestro don Cándido Alegría.
Seguidamente
dieron comienzo los actos en honor de la Virgen, presididos por el señor Obispo
de la Diócesis.
El día 2 de
junio, todos los niños y niñas de la ciudad y provincia se concentraron a las
once de la mañana, en la Plaza de las Estaciones, como homenaje a la Bien
Aparecida.
El director
del Secretariado Catequístico, ilustre señor Juan Antonio Val, Canónigo de la
Santa Iglesia Catedral, quien preparó esta concentración, bajo la dirección del
Prelado, doctor Eguino y Trecu.
Este acto
estaba previsto celebrarse en la Plaza Porticada, pero la organización,
acertadamente cambio sus planes para pasarlo a la Plaza de las Estaciones, por
no poder reunirse tantos miles de niños y niñas en la primera.
Un programa
breve y de gran agilidad, porque los millares de niños concentrados, solamente
estuvieron en los actos tres cuartos de hora justos.
Allí
estuvieron gran parte de niños de los colegios de Astillero y también los del
colegio de San José, acompañados de las Hijas de San Vicente de Paul.
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