Don Juan en el puerto de Santander
Acuerdan no anexionarse a Camargo
En sus gradas se construía la famosa fragata "Don Juan"
La fórmula que se arbitró, para continuar legalmente el municipio
astillerense, consistió en lo siguiente:
La Diputación Provincial de Santander, envío al Ayuntamiento de
Astillero, un escrito-propuesta que constaba fundamentalmente, de dos partes:
En la primera parte se decía que era preciso que el pueblo de Astillero
expresara de una manera masiva y terminante, si deseaba continuar o no con su
propia administración local, sin anexionarse al Ayuntamiento de Camargo. En la
segunda parte se solicitaba del Ayuntamiento que manifestase claramente, las
dificultades que, a su juicio, pudieran derivarse de su anexión a Camargo.
Para contestar a la primera parte de esta requisitoria, se convocó a
toda la vecindad, solemnemente, a toque de campaña, el día 16 de mayo de 1870.
El alcalde, don Venancio Tijero Cordero, informó a todos los asistentes del
objeto de la reunión, y finalmente, invitó a firmar una declaración de todos
aquellos cabezas de familia partidarios de que continuase El Astillero con su
autonomía municipal, entendiéndose que los que se obtuviesen de firmar,
deseaban la incorporación al Ayuntamiento de Camargo.
Del centenar de vecinos que aproximadamente tenía entonces El
Astillero, 83 firmaron la declaración de conformidad con la conservación del
propio Ayuntamiento, o sea, la totalidad de los vecinos asistentes a la
reunión. Los no asistentes justificaron su ausencia, bien por enfermedad o bien
por encontrarse fuera de la localidad.
De esta histórica reunión se levantó la siguiente:
Acta de acuerdo del vecindario de El Astillero
En El Astillero, a los 16 días del mes de mayo de 1870, se reunió el
vecindario de esta población y distrito a toque de campana, presidido por el
señor alcalde, don Venancio Tijero. El señor alcalde hizo saber al vecindario
el contenido de un oficio de la excelentísima Diputación Provincial, en el cual
se previene que el Ayuntamiento manifieste si la mayoría de los vecinos de que
se compone el distrito, están conformes en que continúe formando Ayuntamiento
como hasta aquí, o quieren incorporarse a otro distrito: que en consecuencia, la Corporación había
acordado convocar al vecindario a toque de campana, para que resuelva por mayoría
lo que le convenga, manifestando que los que suscriban esta declaración están
conformes en continuar con su Ayuntamiento, tal como lo viene siendo desde
antiguo.
Enterado el vecindario de todo, manifestó que están conformes en
continuar con hasta aquí formando él solo distrito municipal, sin querer
incorporarse a ningún otro distrito, como lo tiene manifestado en diversas
ocasiones. En fe de cual lo firmaron con el señor alcalde, de los que
certifico:
Venancio Tijero; Francisco Peñil; Antonio Cuesta; J.M. Montero; Ignacio
Gutiérrez; Maria Solana; Francisco Iturzaeta; Bonifacio Garcia; Prefa Ventisca;
José Tejera; Antonio Blanco; Manuel Bedriñana; Pascasio Rivero; Vicente Rivero;
Ignacio Casuso; Maria Pazos; Manuel Pérez; Lorenzo Meléndrez; Fidel Ibaseta;
José Madariaga; Francisco del Castillo; Agapito Serna; Ramón Venero; Joaquin Timoteo Vega (mi bisabuelo); Francisco Garcia;
Benito Fresnedo; Antonio Ostolaza; Paulino Ontavilla; Antonio Aizpurua; Ramón
Castanedo; Severo Gutiérrez; Felipa Garcia; Juan Dirube; Angel del Rio;
Mauricio González Mediavilla; Luis Ruiz; Cosme de Quevedo; Antonio Velasco;
Pedro Amortegui; Juan Pagarizabal; Ignacio Pagarizabal; Roque Rodriguez; Juan
Méndez; Dionisia del Rio; Antonio Sanchez; Carmen Cascillo Collantes; Martin
Ortiz Oribe; Pedro Muñoz; Joaquin del Rio; Dionisio Bolado; Gregorio de la
Llama; Angela Loredo; Teresa Lafe; Ramón del Hoyo; Francisca Cabada; Maria
Fernández; Andrés Gutiérrez; José Cruz; Mauricio González Ibaseta; Justo
Barcena; Matilde del Peral; Juan Serna; Hilario Serna; Urbano Estébanez;
Antonio Echevarria; Pablo Carral; Florencio Garcia; Eugenio Bolado; José
Casuso; José de Lara; Marcelino Sierra; Antonio Peñil; Francisco Maruri; Luis
Breda; Nicolás de Laza; Juana Generosa; Bernardino Gómez; Virginia del Rio;
Felipe del Rio; Marcelo Peña; Ignacio Gorostegui; Maria Pérez y Bautista
Galdós.
Total de vecinos que han firmado el acta 83. El secretario, José Matías
Montero.
Los vecinos que figuran de apellido vasco, eran, sin duda, sucesores de
aquel numerosos grupo de carpinteros calafates, llegados a El Astillero, de
Guipuzcoa y de la reía del Nervión, cien años antes, en tiempos de Fernández de
Isla.
Por que no se anexiono a Camargo
Solicitaba la Diputación Provincial, en la segunda parte de su
escrito-propuesta, que el Ayuntamiento indicase claramente las dificultades que
pudieran derivarse de la anexión de El Astillero a Camargo
Se alegró, a este respecto que El Astillero dista más de una lengua a
la sede de cualquier otro distrito, distancia demasiado larga para el invierno
en un país lluvioso como es éste. "Y es mayor perjuicio en verano
-continuaba literalmente el informe- porque la gran afluencia de forasteros a
tomar aguas y baños, que es notoria en toda la nación, exige la permanencia de
alcaldes, jueces de paz, médicos o cirujanos y toda clase de servicios,
centralizados en este punto, y fuera suponer muy poco criterio para dejar de
comprender que se habrían de seguir graves perjuicios, teniendo que ir a
buscarlo todo al distrito de Camargo, debiendo tenerse en cuenta que este no
forma población completa sino que se compone de nueve pueblos distantes unos de
otros como caseríos rurales, y podrían encontrarse, como sucede generalmente,
las autoridades locales, en el punto más remoto, o sea, a más de dos lenguas de
distancia, y por lo tanto más perjudicial para la buena administración"
Y el informe terminaba con el siguiente párrafo:
"El Ayuntamiento no concluirá sin llamar la atención de V.I. sobre
la condiciones especiales de carácter, oficios y posición de este distrito, y
que en el caso actual, la existencia de este municipio es un hecho consentido y
consumado, que la revolución volvió a este distrito su modo de ser inmemorial
ininterrumpido por dos meses, y que de él han nacido los sufragios para
diputados a Cortes Constituyentes Provinciales y residen en él todas las
autoridades legítimamente nombras y constituidas con arreglo a las leyes que
hoy rigen".
Después de ésto, ya podía contar El Astillero con alguna garantía, al
menos relativa, de continuidad legal.
Además, la construcción por entonces de la fragata "Don
Juan", de 200 pies de eslora y 1.168 Tm. de carga, el barco más grande que
figuró por aquellos años en la matricula del puerto de Santander, contribuyó
mucho a levantar la moral del pueblo, porque traía a su memoria nostalgias de
la época de esplendor e infundía esperanzas de mayor actividad y prosperidad
para un futuro próximo e incluso inmediato, aunque estas esperanzas se
frustrarán rápidamente, ya que después de esta fragata, no se volvieron a
construir en El Astillero, barcos que merecieran la pena.
(Nemesio Mercapide - 5 noviembre de 1968 del diario Alerta)
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