Comedor del Colegio San José (Convento)
Astillero,
desde hace muchos años, ha mantenido comedores escolares para atender las
necesidades de los niños que por su situación familiar lo necesitaba.
Con la
llegada de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en 1906, se fundó el
Asilo y posteriormente el Colegio San José.
Los primeros
años se formó una Junta de Señoras, como presidenta doña Maria Abascal de
Lavín, que se encargaron de conseguir ayuda económica y con el dinero
recaudado, se daba de comer a decenas de niños, que estaban a cargo de las
Hermanas.
Esas
familias que carecían de recursos, colocaban en una bolsita un trozo de pan y
un poco de postre para completar la comida. Las Hermanas preparaban un buen
cocido, que los niños saboreaban y comían con gusto.
Anexo al
Asilo y en unas pequeñas aulas se acogía a más de un centenar de párvulos que recibían
educación, enseñanza y alimentación.
Así
funcionaba el comedor, hasta que la ayuda económica iba disminuyendo y era
entonces la Comunidad religiosa, quienes hacían cargo de dichos gastos, para
seguir manteniendo sus comedores.
Esas
familias dentro de sus posibilidades aportaban la cantidad de una peseta y más
tarde ya fueron tres pesetas o lo que podían aportar.
Llegado el
año 1917, cuando ya era Colegio San José, además de tener una labor educativa,
los niños y niñas comían en el comedor, de la comida que llevaban de sus casas.
En octubre
de 1962, se inauguraron los comedores escolares, uno para niños y otro de
niñas, para el Grupo Escolar.
Cada comedor
tenía una capacidad de 27 comensales y económicamente correría a cargo del
Fondo de Igualdad de Oportunidades para la Enseñanza Nacional.
Hubo una
Comisión nombrada de acuerdo con el Reglamento, para realizar la selección de
niños que podrían aprovecharse de esos beneficios, selección hecha de acuerdo
con un criterio establecido en dicho Reglamento con carácter general.
Se tenía en
cuenta diversas circunstancias, como la situación económica de la familia, números
de hermanos, distancia y medios usuales de locomoción.....
Ese nuevo
servicio representaba una importante ayuda en favor de los 54 niños
seleccionados.
En las
fechas de abril, de 1963, existían las escuelas parroquiales de reciente
fundación, como alternativa al aumento
constante del censo escolar en las escuelas municipales.
Estas ya no podían
acoger el exceso de matriculas infantiles sin detrimento de su propio
desarrollo didáctico normal.
Por eso, fue
la idea de crear el centro docente vinculado a la parroquia, para albergar en
él a los que no podían ir a las municipales.
Pronto, ante
la importancia y necesidad que urgía, se creó en los bajos de la iglesia dos
aulas, que llegaron albergar a más de cien niños de ambos sexos.
Se creó un
Patronato para ese fin, siendo su presidente, el párroco don Francisco.
Al frente de
ello, estaban dos maestros nacionales, doña Teresa Vega Cantolla y don Leopoldo
Pérez.
Se
matriculaban a partir de los cinco a siete años, aunque llegaban a permanecer
hasta los catorce.
Estas
escuelas no contaba con ninguna subvención de tipo estatal o municipal, únicamente
su mantenimiento era por aportaciones particulares, anónimas y de la parroquia.
Paralelo a
la enseñanza que se practicaba, se puso en marcha un comedor parroquial, que
comenzó con quince niños y poco a poco fue aumentando.
La elección
para este servicio, se tenía en cuenta la situación económica, distancia,
estimulo de estudio.....
El comedor
era totalmente gratuito
El viernes
11 de diciembre de 1964, a la una del mediodía, tuvo lugar en las escuelas
municipales de Astillero, los actos de inauguración oficial de tres comedores
escolares.
Estos
comedores serviría durante el curso dar comida gratuita a todos aquellos
alumnos que lo necesitarían por su situación familiar o económica.
El acto, que
consistió en la bendición de dichos comedores por el párroco, don Francisco
Martinez, estuvo presidido por don Julio de las Cuevas (delegado provincial) de
Servicio Escolar de Alimentación; don José Manuel Cabrales (inspector
provincial); don Leopoldo Pérez (alcalde de Astillero) toda la Corporación
municipal; y profesores con sus respectivos directores.
Finalizado
el acto se procedió por parte de todos a la degustación del "plato del día",
en compañía de los pequeños, menú que por otra parte, mereció el elogio general,
por lo exquisito de su condimentación y que consistía en "potaje de
garbanzos con arroz, hígado con patatas, un vaso de leche y una ración de
pan".
Hubo de
reconocer el excelente menú servicio y como características de los comedores,
su limpieza y distribución de los servicios, donde cada comensal recibía una
bolsa conteniendo los cubiertos y una servilleta, así como las necesarias
lecciones para utilizarlos correctamente, en mano femenina de las profesoras
del Centro para dar el ambiente hogareño y material a ésta y que sería la
continuación del propio hogar de los alumnos.
Hoy en todos
los colegios, existen ya comedores, creados por Ley, a través del Real Decreto
del 13 de octubre de 1983.
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