(Colección J.M. Blanquez)
El 26 de septiembre de 1969, arribaba
por la Osa, el gigante, lleno de "mataduras" del recuerdo de un
amargo trance que casi acababa con él, en plena "infancia", dejándose
trincar por los "gavilanes" domésticos, "Brioso" y
"Azacán".
Entre ambos, el vasco, nacido en dos
piezas por no permitir el Nervión otras alegrías natales y en los ilustres pero
cortos "pañales" de Euskalduna, admiró navegando las proporciones de
la bahía nuestra.
Dejó el desguace por el través de
estribor y se atracó, finalmente en El Astillero, en las quietas aguas, las
mismas pero un tanto menos claras, de la ría.
El "Monte Zalama" es parte de
una serie de gemelos o casi gemelos, emparentados fraternalmente en la Naviera
Aznar, formando una trinca a la que distingue la letra "Z" tras del
"monte" genérico..."Zalama", "Zaraya",
recientemente entrado en servicio y otro "zeta" a punto de ser
entregado a sus armadores. A la misma serie de "carriers" pertenece,
verbigracia el "Serantes", visita reciente de El Astillero y otros
cuyos nombres no hacen al caso.
Todos ellos, salvo alguna diferencia de
superestructura, fueron concebidos iguales en cuanto a casco -15.000 toneladas
largas R.B. - y máquina, con la sola excepción del "Monte Zalama"
precisamente, que se quedó algo más corto, unos diez metros.
Su mayor parte -popa con puente de
gobierno y máquina y mucho de la "playa" por Euskalduna en Bilbao,
hará un par de años y los propios astilleros construyeron el resto y la proa,
pero en su sucursal de Gijón, puerto en el que fueron soldados ambas secciones
y donde el "Monte Zalama" quedó hecho un barco (162 metros de eslora,
entre perpendiculares, 22,40 metros de maga, 14,20 de puntal y 14.450 T.R.B.) y
clasificado por el Lloyd como "buque apto para el transporte de carga
general en navegación internacional, con habilitación y máquina de 20 B.H.P. a
popa.
Todo bien, hasta que un día de mayo
último, por el día 12, el "Monte Zalama" cargado de chatarra, estuvo
a punto de devenir en lo mismo, merced a una alevosa sirte de la isla Navassa
en el canal de Jamaica, en la que fue a meter la quilla.
Sitio "feo" por el sur de la
base americana de Guantánamo, cuyas fotos recuerdan algo los acantilados de
Langre, donde el barco se "acostó" y diese por perdido, pero del que
pudo salir avante para entrar en un dique americano. Una reparación de fortuna
en él -muchos "apósitos" de acero soldados de prisa en el pantoque y
quedo de nuevo en condiciones aunque precarias de navegar.
Las mismas en que el sábado 21, arribó a
Santander.
La sola reparación del "Monte
Zalama" supone un estadía en dique seco de tres a cuatro meses, con la
consiguiente pérdida por falta de explotación del buque, en ese tiempo.
Esa forzosa inmovilidad decidió a la
naviera a proceder al ya previsto alargamiento del casco, y esa obra, quizá la
más importante del género hecha en España, es la que, junto a la reparación
definitiva, va a acometer Astander en el dique grande de El Astillero.
En concreto la obra tenía por objeto el
alargamiento del casco en 12 claras de varenga, que equivale en metros a 9,60 y
a 2.800 toneladas más de capacidad de carga, con lo que el buque quedaría
sensiblemente igual -15.650 T.R.B.- al resto de sus hermanos de serie.
El "Zalama" entrara de popa en
el dique. Al tercio, aproximadamente, de su eslora será cortado, quedando
hundida la zona de popa y flote la de proa, que será separada.
Posteriormente, entre la zona vasca del
buque y la asturiana, será colocada la montañesa que, soldada a las otras, dará
lugar al nuevo "Monte Zalama" de 171,60 metros de eslora y de
alrededor de 27.000 toneladas de peso muerto, la talla de su hermano
"Zaraya" y de sus demás de la serie.
Es una obra importante, de las que dan categoría
a un astillero y a una industria de Santander.
Se trata de una "cirugía"
naval en el Astillero, la más importante obra de este tipo hecha en España.
El día 3 de enero de 1970, se hicieron
las pruebas oficiales, que resultaron felizmente superadas por el
"bulkcarrier" de la Naviera Azcana, el "Monte Zalama"
Para esa ocasión, el pueblo de Soba,
donde alza sus 1.430 metros el Monte Zalama, rindió homenaje al "Monte
Zalama".
Don José Luis Arenal Gómez, alcalde de
Valle de Soba, al frente de una comisión de su Ayuntamiento, se hicieron a la
mar y "corrió la milla" ante Cabo Mayor a bordo de el Monte Zalama.
En la fecha de enero, es cuando zarpa el
Monte Zalama, a bordo don Luis Maria de Gorostiza, segundo comandante de
Marina, en representación del comandante; don Carlos Angulo, apoderado general
de la Naviera Aznar, armadora del buque; don Ramón Zubieta, consejero; don Luis
Lomo, ingeniero inspector; don Ricardo Saura, ingeniero inspector de buques;
don Ramón Gorbeña, director de Bergé y Cía; Mr. Larmont, inspector del Lloyd
Register, y don Luis Arias, director de Astilleros de Santander. Actuó como
práctico don José Bocanegra.
Durante las pruebas de velocidad el
"Monte Zalama" alcanzo 17 millas, superando en una y media a la que
con idéntico régimen de revoluciones lograra el año de su botadura.
Se hicieron también en la mar, un
simulacro contra incendios y otro de abandono del barco arriando botes.
Una vez de regreso, las personalidades
asistentes a las pruebas se reunieron en un almuerzo que fue servido en el Club
Marítimo. A los postres leyó unas cuartillas el director de Astander. Tuvo
palabras de agradecimiento para todos los circunstantes y para el alcalde de
Soba.
El alcalde Soba ofreció una placa de
plata que la municipalidad que preside dedico a la Naviera Aznar y al
"Monte Zalama".
Una vez alargado, el "Monte
Zalama", es el cuarto de una serie de gemelos encabezada por el
"Monte Zaraya" a la que siguen los "Monte Zapola", y
"Monte Zamburu" recientemente botado.
Tiene 183,10 metros de eslora, 22,40
metros de maga y 10,46 metros de calado máximo. Registra 15.368 toneladas
brutas, 26.798 de peso muerto y es propulsado por un motor Elcano Sulzer de
9.200 H.P. que le faculta una velocidad de crucero de 15,50 nudos.
También que la popa con el puente de
gobierno y máquina fue botada por Euskalduna en Bilbao, mientras que la zona de
proa lo era en Gijón, puerto en el que fueron unidas ambas partes.
El 12 de mayo de 1969, sufrió un grave
percance en la isla de Navasa, entre Jamaica y Haiti cuando navegaba cargado de
chatarra. Pudo milagrosamente ser reflotado para entrar en el dique
astillerenses en septiembre.
De los trabajos de reparación y
alargamiento del buque "MONTE ZALAMA" en los talleres de Astander, no
resultaron excesivamente dificultosos dada la experiencia que estos astilleros
tenían en obras de este tipo de buques.
De los trabajos llevados a cabo en este
buque, se realizó una interesante película industrial de 25 minutos de duración
que mereció el segundo premio de esta especialidad en el IX Certamen Internacional
de Cine Industrial celebrado en junio de 1971.
Desde esas fechas, el pueblo de Soba
siempre ha estado unido con el de Astillero y muestra es la escultura de los
escudos municipales de ambos pueblos, instalada en el área recreativa del
mirador de La Gándara perteneciente al Valle de Soba.
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