jueves, 31 de mayo de 2018

MONTE ZALAMA en Astillero




(Colección J.M. Blanquez)














El 26 de septiembre de 1969, arribaba por la Osa, el gigante, lleno de "mataduras" del recuerdo de un amargo trance que casi acababa con él, en plena "infancia", dejándose trincar por los "gavilanes" domésticos, "Brioso" y "Azacán".

Entre ambos, el vasco, nacido en dos piezas por no permitir el Nervión otras alegrías natales y en los ilustres pero cortos "pañales" de Euskalduna, admiró navegando las proporciones de la bahía nuestra.

Dejó el desguace por el través de estribor y se atracó, finalmente en El Astillero, en las quietas aguas, las mismas pero un tanto menos claras, de la ría.

El "Monte Zalama" es parte de una serie de gemelos o casi gemelos, emparentados fraternalmente en la Naviera Aznar, formando una trinca a la que distingue la letra "Z" tras del "monte" genérico..."Zalama", "Zaraya", recientemente entrado en servicio y otro "zeta" a punto de ser entregado a sus armadores. A la misma serie de "carriers" pertenece, verbigracia el "Serantes", visita reciente de El Astillero y otros cuyos nombres no hacen al caso.

Todos ellos, salvo alguna diferencia de superestructura, fueron concebidos iguales en cuanto a casco -15.000 toneladas largas R.B. - y máquina, con la sola excepción del "Monte Zalama" precisamente, que se quedó algo más corto, unos diez metros.

Su mayor parte -popa con puente de gobierno y máquina y mucho de la "playa" por Euskalduna en Bilbao, hará un par de años y los propios astilleros construyeron el resto y la proa, pero en su sucursal de Gijón, puerto en el que fueron soldados ambas secciones y donde el "Monte Zalama" quedó hecho un barco (162 metros de eslora, entre perpendiculares, 22,40 metros de maga, 14,20 de puntal y 14.450 T.R.B.) y clasificado por el Lloyd como "buque apto para el transporte de carga general en navegación internacional, con habilitación y máquina de 20 B.H.P. a popa.

Todo bien, hasta que un día de mayo último, por el día 12, el "Monte Zalama" cargado de chatarra, estuvo a punto de devenir en lo mismo, merced a una alevosa sirte de la isla Navassa en el canal de Jamaica, en la que fue a meter la quilla.

Sitio "feo" por el sur de la base americana de Guantánamo, cuyas fotos recuerdan algo los acantilados de Langre, donde el barco se "acostó" y diese por perdido, pero del que pudo salir avante para entrar en un dique americano. Una reparación de fortuna en él -muchos "apósitos" de acero soldados de prisa en el pantoque y quedo de nuevo en condiciones aunque precarias de navegar.

Las mismas en que el sábado 21, arribó a Santander.

La sola reparación del "Monte Zalama" supone un estadía en dique seco de tres a cuatro meses, con la consiguiente pérdida por falta de explotación del buque, en ese tiempo.

Esa forzosa inmovilidad decidió a la naviera a proceder al ya previsto alargamiento del casco, y esa obra, quizá la más importante del género hecha en España, es la que, junto a la reparación definitiva, va a acometer Astander en el dique grande de El Astillero.

En concreto la obra tenía por objeto el alargamiento del casco en 12 claras de varenga, que equivale en metros a 9,60 y a 2.800 toneladas más de capacidad de carga, con lo que el buque quedaría sensiblemente igual -15.650 T.R.B.- al resto de sus hermanos de serie.

El "Zalama" entrara de popa en el dique. Al tercio, aproximadamente, de su eslora será cortado, quedando hundida la zona de popa y flote la de proa, que será separada.

Posteriormente, entre la zona vasca del buque y la asturiana, será colocada la montañesa que, soldada a las otras, dará lugar al nuevo "Monte Zalama" de 171,60 metros de eslora y de alrededor de 27.000 toneladas de peso muerto, la talla de su hermano "Zaraya" y de sus demás de la serie.

Es una obra importante, de las que dan categoría a un astillero y a una industria de Santander.

Se trata de una "cirugía" naval en el Astillero, la más importante obra de este tipo hecha en España.

El día 3 de enero de 1970, se hicieron las pruebas oficiales, que resultaron felizmente superadas por el "bulkcarrier" de la Naviera Azcana, el "Monte Zalama"

Para esa ocasión, el pueblo de Soba, donde alza sus 1.430 metros el Monte Zalama, rindió homenaje al "Monte Zalama".

Don José Luis Arenal Gómez, alcalde de Valle de Soba, al frente de una comisión de su Ayuntamiento, se hicieron a la mar y "corrió la milla" ante Cabo Mayor a bordo de el Monte Zalama.

En la fecha de enero, es cuando zarpa el Monte Zalama, a bordo don Luis Maria de Gorostiza, segundo comandante de Marina, en representación del comandante; don Carlos Angulo, apoderado general de la Naviera Aznar, armadora del buque; don Ramón Zubieta, consejero; don Luis Lomo, ingeniero inspector; don Ricardo Saura, ingeniero inspector de buques; don Ramón Gorbeña, director de Bergé y Cía; Mr. Larmont, inspector del Lloyd Register, y don Luis Arias, director de Astilleros de Santander. Actuó como práctico don José Bocanegra.

Durante las pruebas de velocidad el "Monte Zalama" alcanzo 17 millas, superando en una y media a la que con idéntico régimen de revoluciones lograra el año de su botadura.

Se hicieron también en la mar, un simulacro contra incendios y otro de abandono del barco arriando botes.

Una vez de regreso, las personalidades asistentes a las pruebas se reunieron en un almuerzo que fue servido en el Club Marítimo. A los postres leyó unas cuartillas el director de Astander. Tuvo palabras de agradecimiento para todos los circunstantes y para el alcalde de Soba.

El alcalde Soba ofreció una placa de plata que la municipalidad que preside dedico a la Naviera Aznar y al "Monte Zalama".

Una vez alargado, el "Monte Zalama", es el cuarto de una serie de gemelos encabezada por el "Monte Zaraya" a la que siguen los "Monte Zapola", y "Monte Zamburu" recientemente botado.

Tiene 183,10 metros de eslora, 22,40 metros de maga y 10,46 metros de calado máximo. Registra 15.368 toneladas brutas, 26.798 de peso muerto y es propulsado por un motor Elcano Sulzer de 9.200 H.P. que le faculta una velocidad de crucero de 15,50 nudos.

También que la popa con el puente de gobierno y máquina fue botada por Euskalduna en Bilbao, mientras que la zona de proa lo era en Gijón, puerto en el que fueron unidas ambas partes.

El 12 de mayo de 1969, sufrió un grave percance en la isla de Navasa, entre Jamaica y Haiti cuando navegaba cargado de chatarra. Pudo milagrosamente ser reflotado para entrar en el dique astillerenses en septiembre.

De los trabajos de reparación y alargamiento del buque "MONTE ZALAMA" en los talleres de Astander, no resultaron excesivamente dificultosos dada la experiencia que estos astilleros tenían en obras de este tipo de buques.

De los trabajos llevados a cabo en este buque, se realizó una interesante película industrial de 25 minutos de duración que mereció el segundo premio de esta especialidad en el IX Certamen Internacional de Cine Industrial celebrado en junio de 1971.

Desde esas fechas, el pueblo de Soba siempre ha estado unido con el de Astillero y muestra es la escultura de los escudos municipales de ambos pueblos, instalada en el área recreativa del mirador de La Gándara perteneciente al Valle de Soba.














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