viernes, 28 de abril de 2023

ASTILLERO inauguración de la Casa Consistorial año 1878

 



(Postal propiedad de Ricardo Vega)



La Casa Consistorial inaugurada se encontraba en el solar conocido con el nombre de "Casas de la Plaza" perteneciente a la Junta de Comercio, quienes en 1875, cedieron al Ayuntamiento, para la construcción de la Casa-Ayuntamiento y escuelas con viviendas para su maestros.

Para su construcción hubo que modificar su alineación con objeto de regularizar la citada calle y dar mayor acceso al paseo de "La Planchada"

El edificio, se ha mantenido prácticamente intacta su estructura, aunque ha tenido periodos que han sufrido distintas remodelaciones.

Constaba en su planta baja de unos portales que daba ingreso a la Casa-Ayuntamiento y las habitaciones de los maestros de ambas escuelas, en cuyas salas podían recibir la primera enseñanza unos 120 niños y niñas.

A los largo de un centenario de años, el salón donde se celebraba sus sesiones situado en la planta principal, como los despachos de las autoridades, siguen distribuidos hoy como entonces.

  

El 30 de mayo de 1878, fue inaugurado las obras de la Casa Consistorial y dos escuelas de primera enseñanza.

 

En abril de 1878, el Ayuntamiento de Astillero-Guarnizo había señalado el día once de Mayo próximo, a las once de la mañana, para la adjudicación en pública subasta de las obras de construcción de la Casa Consistorial y Escuelas de ambos sexos para este Ayuntamiento, cuyo presupuesto ascendería a 54.122 pesetas.

La subasta se celebraría en el Ayuntamiento, hallándose en la Secretaria de manifiesto para conocimiento del público, los planos, presupuesto y condiciones.

Las proposiciones se presentarían en pliegos cerrados, arreglándose exactamente al modelo adjunto, debiendo consignar previamente como garantía para tomar parte en la subasta, dos mil setecientas pesetas en metálico, debiendo acompañar a cada pliego, el documento que acredite haber realizado el depósito en la Depositaria municipal.

En el caso de resultar dos o más proposiciones iguales, se celebraría únicamente entre sus autores, una segunda licitación, debiendo ser la primera mejora de cien pesetas y quedando las demás a voluntad de los licitadores, siempre que no bajen de diez pesetas.

 

El R.O. del 6 de abril del Ministerio de Fomento, visto el expediente instruido por el Ayuntamiento del Astillero, en solicitud de subvención de los fondos del Estado para construir escuelas públicas de niños:

Vistas la R.O. de 24 de julio de 1856 y la orden del Poder Ejecutivo de 22 del mismo mes de 1874.

Resultado que se han cumplido las formalidades y requisitos que dichas ordenes previenen para justificar la necesidad del auxilio y que el Municipio es acreedor por su celo y sacrificios de la primera enseñanza al 50 por 100 del coste total de las obras destinadas exclusivamente para Escuelas y  habitaciones de los Maestros:

Considerando que el presupuesto que acompaña al proyecto formado por el Arquitecto provincial arroja la suma de 36.008 pesetas.

S.M. el Rey, de acuerdo con el Consejo de Instrucción pública, se ha dignado a conceder al Ayuntamiento del Astillero una subvención de 18.004 pesetas con cargo al cap. 22 art. 4º del presupuesto corriente de este Ministerio, cuya cantidad deberá librarse por el Ordenador de Pagos a favor del Alcalde cuando acredite con certificaciones del Director facultativo de dichas obras, visadas por el Gobernador de la provincia, que previa subasta y con arreglo al plano y pliegos de condiciones aprobados la tiene ya invertida el Municipio en la construcción de las escuelas dentro del año económico actual.

 

El día 30 de mayo de 1878, el vapor Corconera núm. 2 vistosamente engalanado con guirnaldas de laurel y flores salió para el Astillero con las personas invitadas al acto de la inauguración de la Casa Consistorial y dos escuelas de primera enseñanza.

El vapor conducía a su bordo comisionados de las Corporaciones civiles, militares, eclesiásticas, representantes de la prensa periódica y demás personas invitadas para asistir al acto inaugural.

Dos botes de la goleta de guerra "Consuelo", que se hallaba surta en el puerto, eran llevados a remolque por el vapor Corconera y esos botes conducían al Sr. Gobernador civil de la provincia, don Ricardo Villalba; al Sr. Casariego, Comandante de Marina; al Sr. Jefe de la sección de Fomento del Gobierno civil y señores comandante y oficiales de la mencionada goleta de guerra.

Al desembarcar la comitiva en el puente construido en la casa de baños del Astillero, vistosamente engalanado con arcos de laurel y banderolas, fueron recibidos por la Comisión compuesta por el Alcalde, D. Venancio Tijero, de los señores concejales, cura párroco, Juez municipal y Secretario del Juzgado.

El repique de las campanas, las salvas que se hacían desde la Planchada, daba más solemnidad al acto que empezaba a celebrarse.

Desde el embarcadero hasta el pie de las obras que iban a inaugurarse, estaban adornada con gallardetes y perchas forradas con follaje; las casas del recorrido y otras muchas más del pueblo, lucían elegantes y bonitas colgaduras.

 

El alcalde, don Venancio Tijero, secundado por el ayuntamiento que presidia, venia hacia ya mucho tiempo, con la idea que llegaría ese momento ser una realidad.

Consiguieron ver puesta la primera piedra de un edificio, destinado a dos usos tan importantísimo como son las escuelas públicas y la Casa Consistorial, una institución de las más relevantes.

La comitiva oficial desembarcó en el pueblo, todos los concurrentes, precedidos del señor Tijero y de las autoridades de la capital, dirigiéndose al sitio señalado para la ceremonia.

En todo el solar, que ocuparía el edificio, vistosamente engalanado con banderas y ramajes, y en el centro de aquel un cabria formada por tres maderos, de los cuales pendía la piedra que había de servir para encerrar el acta de la inauguración de las obras.

Después de firmado el documento por todos los concurrentes, se procedió a la bendición de la piedra, ceremonia de la cual estaba encargado el secretario del Sr. Obispo, don Pedro José Espinosa, por delegación de Su Ilustrísima.

Inmediatamente se depositó en el sitio destinado al efecto una caja de zinc, herméticamente cerrada, que contenía el acta inaugural, dos ejemplares de cada uno de los periódicos de la capital y varias monedas, procediéndose enseguida a la colocación de la piedra, que recibió varias paladas de cal de los señores Gobernador Civil, Vice-Presidente de la Diputación Provincial, secretario del señor Obispo y diputado del distrito.

 

La acta de la ceremonia, se firmó por las personas que componían la comitiva en la forma siguiente:

* En el pueblo del Astillero á treinta de Mayo de mil ochocientas setenta y ocho, reunidos los señores que suscriben, previa citación al efecto del Ayuntamiento de éste término municipal, por el Sr. D. Ricardo Villalva, Gobernador civil de esta provincia, se procedió a colocar la primera piedra en el edificio destinado a Escuelas y Casa Consistorial en este pueblo; y en fe de haberlo así verificado lo firman todos los señores concurrentes de que certifico - El Gobernador, Ricardo Villalva - El Alcalde del Astillero, Venancio Tijero - etc.etc. *

 

Terminado el acto oficial de la inauguración, al que concurrió el vecindario y un gran número de personas de Santander que, como día de fiesta, habían ido a pasar la tarde en Astillero.

Por invitación del señor Tijero pasó la comitiva al salón alto de la fonda, donde había preparado un abundante y bien servido buffet.

Llegado el momento oportuno, inauguró los brindis el señor Gobernador Civil y después de cumplir con los deberes de su carácter oficial, manifestó su deseo de que en el salón de sesiones de la Casa Consistorial, cuyas obras acababan de inaugurarse, se colocaría una lápida con el nombre de don Venancio Tijero.

Después de los discursos, fue el señor Tijero quien se levantó a dar gracias a todos los concurrentes y por el acto inaugural que se había verificado en el pueblo.

Merecía también elogios la empresa de los vapores al Astillero por el buen servicio de los mismos, pues la travesía se hizo en el Corconera núm. 2, con una rapidez extraordinaria, gracias a la excelente construcción que reunían dichos barcos a la comodidad que ofrecían a los pasajeros.

Tampoco se omitieron el agradecimiento a los dueños de la fonda del Astillero que tanto se esmeraron en el servicio del buffet, a pesar del gran número de personas que ocuparon las mesas.

La despedida del vapor fue correspondida con cañonazos y con una gran salva de cohetes.

A las ocho desembarcaba la Comitiva de regreso a la ciudad, todos satisfechos por el buen trato recibido por las personas que componían en el Astillero la Comisión organizadora de ese acto inaugural.

 

 

 













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