Orfeón Astillero-Guarnizo, en el Salón Cortabitarte
El Orfeón de
Astillero-Guarnizo, se fundó tras una reunión de jóvenes de Guarnizo, en el año
1921.
Su primer
director provisional fue don Jesús Soto y el lugar de ensayo estaba situado en
Astillero, en los locales del Salón Cortabitarte.
Su primer
director oficial y al mismo tiempo propulsor del Orfeón, fue don Antonio
González, presidente del Circulo de Recreo de Astillero, del cual eran socios
la clase más selecta de la comarca y parte de Santander.
Con motivo
de hacerse cargo del Coro, don Antonio, en el año 1924, se celebró un acto
emotivo durante el cual se hizo entrega al Orfeón de unas simbólicas llaves del
pueblo y una bandera de Guarnizo, en la cual ponía "Noble Guarnizo, de
ascendencia celta, el Cielo está contigo".
Con este
detalle se le agradecía al Orfeón su personalidad y actividad. Después de la
bendición de la bandera, por el párroco de Guarnizo, don Jesús Sainz, se celebró
una misa, acompañado de varias obras del maestro Will, magistralmente
interpretadas por el Orfeón.
De esta
manera, quedó fundado el famoso Orfeón de Guarnizo-Astillero.
En este
acto, se interpretaron varias sardanas, por un grupo de catalanes residentes en
la comarca, destacando entre ellas una, que hubo de ser interpretada tres veces
y cuyo nombre correspondía a "L'Ampurdá", del maestro Morera.
Con motivo
de este acto, se celebró una chocolatada entre los vecinos, así como una romería
y otros festejos, no faltando el tiro de cuerda, las carreras a pie y un
partido de futbol entre la Unión Montañesa y el Unión Club.
Por la noche
continuaron los actos, con una velada en el Salón Cortabitarte, a cargo del
cuadro artístico del Círculo de Recreo de Astillero, el cual interpretaron las
obras de "El político" y "El novio de doña Inés".
Por las
fechas de febrero de 1927, la Coral Orfeón Astillero-Guarnizo, estaban a punto
de terminar los ensayos de una difícil y bella obra del maestro Eslava,
"El Amanecer", obra que el día que lleguen a estrenarla, había de
proporcionarles un nuevo triunfo resonante y seguían con otras dos obras de
ambiente castellano "La trilla" y "La siega", que la Coral
Zamorana les había regalado para confeccionar un selecto programa para su próximo
concierto.
En marzo de
1927, tomó posesión de cargo la nueva Junta directiva de Círculo de Recreo y
Orfeón Astillero-Guarnizo.
Componían la
Junta los señores: Presidente, don Bernardo Peche; vicepresidente, don Tomás
Garcia; tesorero, don José Lorenzo: secretario, don Ramiro Garcia;
vicesecretario, don José Maria Molleda; vocales: don Teodoro González, don
Rafael García y don Conrado Fernández.
Todos estos
eran orfeonistas, excepto el vocal don Rafael García.
El día 19 de
marzo de 1927, fiesta de San José, el Orfeón precedido por la banda municipal,
a las diez de la mañana se dirigieron a la iglesia parroquial para cantar la
misa, uniéndose en la Casa Consistorial con la Corporación municipal y demás
autoridades militares y civil.
Un numeroso
gentío acompañaron a la coral hasta el templo, que se encontraba lleno de
fieles y seguidores del Orfeón.
El Orfeón,
bajo la inteligente batuta de su director, don Jesús Soto, y acompañado al
armonium por su hermano, el excelente pianista, don Julio, interpretaron la
"Misa", a cuatro voces, de Witt; el "Credo", sonoro y
armonioso, de la segunda pontifical, de Perossi y una plegaria al glorioso
Patricarca, nuestro Santo Patrono.
Las dulces y
tiernas armonías del canto religioso impresionaron emotivamente al auditorio y
la coral se pudo sentirse orgullosa de su actuación.
Por la
noche, en el Teatro-Cine, tuvo lugar el concierto dado por el Orfeón, donde
consiguió calurosos aplausos en la interpretación de las obras que figuraban en
el programa.
"El
amanecer" de Eslava, que cantaron por primera vez y que fue interpretado
admirablemente, como las demás obras del programa.
El sábado 7
de mayo de 1927, el orfeón Astillero-Guarnizo, se trasladó al pueblo de
Guarnizo, para dar una velada musical, en el salón "La Perla".
La actuación
de la coral fue un éxito, consiguiendo calurosos aplausos de los que asistieron
a la fiesta artística celebrada.
Colaboró con
el Orfeón, el Cuadro Artístico que dirigía don Pedro Arnuero.
En las
fechas de junio de 1927, el Círculo de Recreo, fundador y sostenedor de la
coral Astillero-Guarnizo, había organizado una excursión al pueblo de Ontaneda,
con el fin de dar un concierto el laureado orfeón.
El viaje se
hizo en tren especial que salió de Astillero a las catorce del día 19 de junio
y el regreso se haría en el mismo tren, que retornó de Ontaneda a las veinte.
El costo del
viaje, fue de tres pesetas ida y vuelta y para ello debían proveerse con anticipación
de un ticket canjeable por el correspondiente billete el día de la jira.
Las obras
que el Orfeón interpretaron en Ontaneda fueron las siguientes:
Primera
parte.- "Bella amanecer", balada, a cuatro voces, Julio Soto; "Adiós,
marinos", canción vasca, a cuatro voces, A. Villar; ""Cantos
asturianos", a cuatro voces, H. González: "¡Viva la Montaña!, cantos
populares montañeses, a cuatro voces, Julio Soto.
Segunda
parte.- "Al rumor de las olas", bella composición marinera, letra del
notable literato, Fernando Segura y másica de A. Bretón, hijo del inmortal
autor de "La Dolores", escrita exclusivamente para la masa coral;
"Mi montañesa", cantos montañeses, a cuatro voces, Julio Soto;
"El anochecer, preciosa obra a cuatro voces; "Negra sombra", bellísima
y sentimental balada gallega a cuatro voces, J. Montes.
Tercera
parte.- "Yo no soy marinero....", inspiradísima canción montañesa, a
cuatro voces, Sáez de Adana; ¡Boga, boga!, hermosa y valiente canción vasca, a
cuatro voces; "Tierras llanas" (La trilla), conjunto de preciosas
canciones castellanas, a cuatro voces, armonizada de modo notable por el
director de la Coral Zamora, don Inocencio Ahedo; "L'Empordá", hermosísima
y alegre sardana, a cuatro voces, que el orfeón astillerense cantó de modo
insuperable, Morera.
Este
concierto se celebró el domingo 20 de junio.
En esas
fechas, en el Orfeón figuraba como destacado, el notable barítono solista, Angel Maillo.
En 1927 los
orfeonistas Julián González, Santiago Sierra y Rafael Giráldez, fueron
destinados a sus deberes militares.
El día 20 de
agosto de 1927, se celebró la velada musical en los salones del Teatro-Cine,
con la interpretación del Orfeón Astillero-Guarnizo.
El concierto
estaba organizado para obsequiar a sus socios y el público respondió admirablemente
al llenar la sala.
El orfeón
cantó en primer término la canción de "El emigrante". En el
"Canto del estudiante" el público ovacionó al barítono local, Angel
Maillo, quien recibió calurosos aplausos.
En la
interpretación de "Negra sombra" y "La trilla", hubo de ser
repetida por petición del público.
Al final el
Orfeón, cantó el "Viva la Montaña", obra clásica y genial que llegó
al corazón de los espectadores.
Aquí destacó
el niño, Delfín Martinez.
El día 12 de
octubre de 1927, en el salón Cortabitarte, tuvo lugar un interesante concierto
a cargo del Orfeón Astillero-Guarnizo, junto con la Coral de Laredo.
El programa
fue el siguiente:
Primera
parte.- El Orfeón astillerense, cantó: "Cantos asturianos", a cuatro
voces, H. González; "Anochece", coro a cuatro voces; ¡Boga, boga!
coro a cuatro voces.; "Une edit bar" coro a cuatro voces; "La
trilla" cantos llanos, J. Aedo.
Los precios
fueron de 1,50 pesetas butaca y 0,75 pesetas general.
En el año
1931, el Orfeón marcó una época totalmente histórica, pues los éxitos se fueron
sucediendo hasta llegar a lo más alto considerándose la Coral de los mejores de
la provincia, junto con la Parayas, Torrelavega y la Coral de Camargo.
En estas
fechas la Junta directiva del Orfeón, estaba formada: Presidente: don Bernardo
Peché; vicepresidente: don José Lafuente; secretario: José Maria Molleda;
vicesecretario: don José Herbosa; tesorero: don José Navarro; vocales: don
Ramón Hontavilla, don José Hazas, don Tiburcio Gutiérrez, don Alfredo Díaz, don
Rufino Serna y don Manuel Fernández.
En el año
1935, el Orfeón obtuvo un gran existo en Torrelavega, al interpretar la pieza
"Caenantibusillis" consiguiendo el segundo puesto del certamen allí
celebrado.
En este
mismo año, volvieron alcanzar un rotundo éxito en Castro Urdiales, del cual
repercutió en Vizcaya, siendo contratado la Coral para diversos festejos.
También
actuaron en Zaragoza, Segovia, Madrid, Teruel, San Sebastian y otras
localidades.
Luego vendría
la contienda nacional y el Orfeón desapareció.
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